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Masculinidades alternas en la narrativa de Mayra Santos Febres: paradigmas desde la periferia
New Alternative Masculinities in the Prose of Mayra Santos Febres: Paradigms from the Periphery
Marilyn Rivera
Borough of Manhattan Community College, CUNY
(ESTADOS UNIDOS)
MRiveraAyala@bmcc.cuny.edu
Recibido: 27/02/2017
Revisado: 28/02/2017
Aprobado: 10/11/2017
RESUMEN
El siguiente artículo propone un análisis de algunos de los personajes afro-descendientes de la escritora Mayra Santos Febres desde los estudios de las masculinidades. La finalidad es identificar alguna propuesta como alternativa ante la afrenta de la masculinidad hegemónica y el silenciamiento que esta impone sobre otros hombres ya sean afro-descendientes y/o queers. Los personajes enfocados son el maestro Demetrio de Nuestra Señora de la Noche (2006), los distribuidores de droga Chino Pereira y Tadeo de Cualquier miércoles soy tuya (2002), el jardinero Lucas del cuento Resinas para Aurelia (1996) y el Sirenito, protagonista de Sirena Selena vestida de pena (2000). Cuestiono sus representaciones e identifico manifestaciones que, alejadas de las prerrogativas impuestas por la masculinidad hegemónica, sirvan de modelos para experimentar la masculinidad desde una postura exenta, o por lo menos apartada, de la obsesión de dominio y control.
Palabras clave: Masculinidades, Masculinidad Hegemónica, Masculinidades Afro-Descendientes, Mayra Santos Febres, Personajes Afro-Descendientes, Masculinidades Alternas.
ABSTRACT
The following article examines some of the afro-descendant characters portrayed in Mayra Santos Febres’ narratives derived from a theoretical frame based on the Men Studies. The objective of this study is to identify alternative expressions of masculinities in contraposition to the imposition of the hegemonic masculinity and its compulsory invisibility forced upon the marginalized subjectivities, such as afro-descendants or queers. The characters examined are Demetrio from Nuestra Señora de la Noche (2006), the drug dealers Chino Pereira and Tadeo from Cualquier miércoles soy tuya (2002), Lucas, the gardener of the short story “Resinas para Aurelia” (1996), and el Sirenito, the protagonist of Sirena Selena vestida de pena (2000). Their characterizations are studied to identify any manifestation that could be considered as a positive alternative to experience their masculinities away from power or domination.
Keywords: Masculinities, Hegemonic Masculinity, Masculinities Afro-Descendants, Mayra Santos Febres, African-Descendant Characters, Alternate Masculinities.
Si bien se puede afirmar que la creación de mundos utópicos no predomina en la narrativa de Mayra Santos Febres, al mismo tiempo, se vale alegar que inserta elementos y personajes que cuestionan nuestra propia concepción de mundo. En este caso, sí, hay que enfatizar que aspira a una sociedad equitativa y un mundo diferente. Sus personajes se manejan en un microcosmo donde impera la masculinidad hegemónica, no obstante, hay unos que retan este modelo con comportamientos alternos ejemplificando otras concepciones de ser hombre, y, por consiguiente, otras posibilidades de relacionarse.
______Propongo un análisis de algunos de sus personajes afrodescendientes desde las coordenadas de los estudios de las masculinidades para indagar cómo éstos responden a esas exigencias de la masculinidad hegemónica en un espacio impactado por el componente racial -esa construcción social que establece una arraigada noción de supremacía y que desemboca en prejuicios y desigualdad basados en el color de la piel. Los personajes que enfoco en este trabajo son: el maestro Demetrio de Nuestra Señora de la Noche (2006), los distribuidores de droga Chino Pereira y Tadeo de Cualquier miércoles soy tuya (2002), el jardinero Lucas del cuento Resinas para Aurelia (1996) y el Sirenito, protagonista de Sirena Selena vestida de pena (2000). Me cuestiono ¿cómo son representadas las masculinidades de estos personajes?, ¿cuáles son las posturas o reacciones de éstos ante la normativa, la desvalorización, la invisibilidad social, y la descalificación de sus masculinidades por ser afrodescendientes? y ¿qué propuesta(s) discursiva(s) se manifiesta(n) en la obra de Santos Febres junto con el impacto que implica esto socialmente?
______Al considerar espacios y patrones sociales tradicionales, es imperativo señalar los mecanismos de invisibilidad y segregación. Uno de estos se articula con la noción de “la gran familia” que culmina siendo impuesta como ideología general. Por su carga semántica, su cuestionamiento o recelo es prácticamente omitido. Explica Aixa Merino Falú (2004, p. 90) que en Puerto Rico: “La clase dominante procede entonces a homogeneizar ideológicamente el resto de la sociedad en términos de códigos ideológicos de esa clase”. Se sustenta así una supuesta “armonía racial” que mantiene eclipsado sistemáticamente a un grupo de esa colectividad. En realidad, el afán intelectual de definir qué son los puertorriqueños y las puertorriqueñas ha seguido una agenda elitista y culmina marginando a aquellos y aquellas que no cumplen con la percepción asumida de cierta clase social y color de piel, pues se reproduce el ideal de belleza que corresponde al “fenotipo caucásico” (Merino, 2004, p. 45). La investigadora expande su exposición sobre raza, sexo y clase social y declara que: “Las aportaciones sociales, económicas y culturales de la población negra, incluyendo sus mujeres, no contaban al momento de formar una visión nacional de los puertorriqueños” (Merino, 2004, p. 93). Por el contrario, el afrodescendiente se ha despersonalizado, estereotipado y vinculado con lo ominoso. Esta actitud se disemina como parte de ese discurso nacional por medios de focos socializadores, de igual manera que sucede con la concepción de hombre. Entonces la aceptación y naturalización de estas percepciones no solo tienen lugar en un periodo historiográfico, sino que se reciclan y se reproducen continuamente.
______En un país colonizado en dos ocasiones como lo ha sido Puerto Rico, la situación es aún más compleja. No solo enfrenta el racismo y la racialización, sino una subyugación económica y administrativa. Apunta Homi Bhabha (2002, p. 95) respecto a la dominación política que: “El objetivo del discurso colonial es construir al colonizado como población de tipos degenerados sobre la base del origen racial, de modo de justificar la conquista y establecer sistemas de administración e instrucción.” Así que, como ya había advertido Fanon (2008), la cultura que se impone equipara la piel oscura a la impureza, y culminan los colonizados y colonizadas aceptando tal asociación.
______Curiosamente, Feliz Jiménez discute la representación del cuerpo y del deseo aludiendo al impacto de ambos periodos de colonización en el hombre puertorriqueño. Uno de los elementos que más llama la atención es el afán por moldear ese cuerpo colonizado y, más que todo, higienizarlo:
Los cuerpos de los hombres puertorriqueños permanecían maleables y conquistables. Por esto, la estrategia sería alterar el cuerpo desde afuera, limpiarlo, vestirlo y documentarlo gráficamente para que sugiera un homus americanus a cuentagotas, con la ayuda de esa siempre confiable y nunca subestimable herramienta: el trickle-down effect. (Jiménez, 2004, p. 27)
No hay que olvidar que, como identifica Foucault (1990), el discurso científico es el que valida y determina el saber. Es justamente dentro de este tipo de contexto especializado donde la noción de raza adquiere aprobación y falsa legitimidad con el propósito de jerarquizar a partir de “diferencias genéticas, geográficas y culturales”. Entonces se sustenta la vil conjetura de que unos cuerpos poseen más valor que otros. Así, enfrentamos designaciones binarias ante lo cual expresa Idsa Alegría Ortega (2005, p. 21) lo siguiente: “Esta actitud racista parte de una visión maniquea del mundo, por lo cual se establecen características binarias como superior/inferior, bueno/malo, blanco/negro, culto/inculto, oriental/occidental, musulmán/judío, y muchas otras para distinguir el comportamiento de las personas y de los grupos humanos.” Cabe recordar, que el neoracismo sustituye esas características “naturales”, y como menciona Iglesias Botrán (2011-2012, P. 153) al parafrasear a Ferréol y Jucquois (2004): “[Este] se centra sobre la identidad cultural más que sobre las categorías raciales, y sobre la diferencia grupal más que sobre la desigualdad racialmente determinada”. Sin embargo, la categorización binaria no se limita a la epidermis o la cuestión cultural; de igual forma, la sexualidad pasa por un proceso de ordenación. Y aquí habría que detenerse un poco para ahondar en la heteronormatividad.
______Nuestro sistema social establece claramente una disparidad entre cuerpos basados en los órganos sexuales. La mujer es vista como inferior ante el hombre y el comportamiento asignado a una no puede aspirarse en el otro. Por esto, el hombre que figure como frágil o delicado es acusado de homosexual. Obviamente, tal denominación es considerada un insulto por la baja estima que se le tiene a las mujeres en esta sociedad patriarcal. Así, comportamientos como el del personaje de Sirena Selena retan justamente esa imposición de género basada en ciertas características fisiológicas. El Sirenito, el cual es descrito, precisamente, como fino y delgado lleva nombre de mujer, pero también se viste como una. Su travestismo cuestiona esos comportamientos designados como innatos en un cuerpo. Su corporalidad no responde a lo que se distingue como varonil y propio de un hombre, a pesar de su órgano sexual. Su acto performativo, para utilizar un concepto butleriano, ha construido una nueva realidad que es periférica y se mantiene en lucha contra el esencialismo heterosexual. El cuerpo, aclara Butler:
[N]o es una identidad en sí o una materialidad meramente fáctica: el cuerpo es una materialidad que, al menos, lleva significado, y lo lleva fundamentalmente dramático… El cuerpo es un cuerpo que se hace y, por su puesto, cada cual hace su cuerpo de manera diversa. (Butler, 1998, 299)
Hay dos elementos que llaman la atención en este personaje: 1) la continua ambivalencia de la voz narrativa al nombrar al Sirenito y 2) la alusión a un pene exuberante. Me parecen dos puntos importantísimos pues la idea de proliferar el nombrar (Sirena/Sirenito) remite indudablemente a la construcción social del comportamiento genérico y de la propia sexualidad. En el caso del órgano sexual, me inclino a pensar en una reapropiación del estereotipo del pene desmesurado del afrodescendiente para exponer la fisura de la ideología heteronormativa en la novela. No cabe duda que el cuerpo del hombre negro se ha sexualizado y erotizado, pero también se ha equiparado con lo grotesco y animalizado. Esa representación del otro que explica Edward Said se ha utilizado para manipular el mundo no blanco. Por el contrario, aquí, Santos Febres parece retomar la trillada simbología del pene grande como fuerza viril, armonizándola con la fragilidad y delicadeza del cuerpo estilizado. No se propone desde un plano esperpéntico. Más bien, plantea una recodificación de lo que significa ser hombre, al desestabilizar lo concebido y aceptado socialmente, pues no hay un vínculo natural especifico que determine que un cuerpo con ciertos órganos sexuales amerita comportarse de cierta manera.
______¿Pero qué significa ser hombre? ¿Qué son las masculinidades en una sociedad patriarcal supremacista? La investigadora, Bell Hook (2004) define ser hombre como el sinónimo de dominio y control sobre otros. Es eso lo que principalmente se les enseña a los varones desde muy pequeños. Además, los hombres son participantes activos de un sistema de organización social donde, como explica Scott Kiesling (2007), la mayoría de las prácticas los privilegian, mientras que a las mujeres las subordinan. Los estudiosos de las masculinidades, entre los que habría que mencionar a Kimmel (2004), Connell (2005), Donaldson (1993), Valdés y Olavarría (1998) en el cono sur y Ramírez (1993) en Puerto Rico, justamente, buscan reflexionar y cuestionar estas prerrogativas. Hasta el momento, se ha logrado identificar ciertos patrones de comportamientos que se resumen en cinco categorías: la masculinidad hegemónica, la subordinada, la cómplice, la contestataria y la hipermasculinidad. Igualmente, se ha reconocido la masculinidad hegemónica como modelo problemático por su dominante imposición como patrón de configuración social. Es ese paradigma el que constantemente sirve de referente para regular comportamientos y establecer jerarquías. Así, propuesta como una visión de mundo, todo lo ajeno a ésta es inmediatamente asumido como anómalo.
______La internalización de un modelo escalonado y la noción imperativa de demostrar que se es un ganador, como exige la masculinidad hegemónica, tiene un impacto para hombres de bajos recursos como el Chino Pereira y Tadeo de Cualquier miércoles soy tuya. La adquisición monetaria fácil e inmediata les ofrece, hasta cierto punto, respeto. Pareciera que se alejan de la invisibilidad impuesta, pues su nuevo estatus económico les ofrece poder y posibilidad de estabilidad como proveedor. Así, se replica un orden jerarquizado dentro de la subcultura del narcotráfico. Fuera de este ámbito, vuelven a ser devaluados como subjetividades y considerados parte de las bajas esferas de la estructura social. Curiosamente, Tadeo, inmigrante haitiano acostumbrado al desplazamiento, sigue desvalorado dentro de este sub-sistema. No tiene oportunidad de ascender en la escala social, pero contrario al Chino Pereira, éste lo sabe y busca, como única estrategia de supervivencia, el sacar partido de todo este proceso y destaca que: “…el truco está en hacerse desaparecer del panorama” (17). Su pericia intenta acumular lo suficiente como para cumplir con la promesa básica de hacerle una casa a su familia. Tadeo acepta transportar un cargamento de droga para el Chino Pereira y termina en la cárcel. Sabe que sus opciones eran además de drásticas, limitadas, pues se enfrenta a un régimen sistemático y lo expresa de esta manera:
Esa sensación de que debías haber sido otro, que no eras suficiente ni para cumplir con lo mínimo que debe cumplir un hombre, proveer para sus mujeres, probarse ante sus semejantes o, por lo menos, estar satisfecho ante los ojos propios que del otro lado del espejo ven y miden. (Santos, 152)
Por su parte, Pereira lidia contra un sino vaticinado en un toque de batá. No sorprende la predicción, al contrario, ésta sería la segunda de las dos opciones que existen para tipos de bajos recursos y afrodescendientes como todos los Pereiras y Tadeos. Así, quedan claramente palpable las incongruencias con relación a las exigencias de la masculinidad. Por un lado, se les exige a los varones demostrar su hombría, sin embargo, no a todos se glorifican por implementar los preceptos básicos. Entonces, parece arbitrario y sumamente problemático, que las pautas básicas de la masculinidad, como lo son, por ejemplo, ser proveedor, tener poder económico, el avasallamiento y la valentía, no sean reconocidas de igual manera en todos los hombres. Entonces, no solo las mujeres son subyugadas, sino que hay hombres cuyos cuerpos se invisibilizan y devalúan implementando así la ideología supremacista y elitista. Aquí ambos personajes son parte de un estrato social y su escalamiento es seriamente prohibido. De hecho, las instituciones socializadoras se encargan de condicionar, vigilar y penalizar, asegurando así esta organización.
______Mientras la mayoría de las personas son participes de este sistema, otras buscan la manera de cómo enfrentarlo. Ante esta afrenta, hay subjetividades que se resisten a seguir estos modelos atropelladores. Ese es el caso de Lucas y Demetrio de Resinas para Aurelia y Nuestra Señora de la Noche respectivamente. Ambos se alejan de la competencia -uno de los preceptos más básicos y fundamentales de la masculinidad hegemónica. Sustituyen las demandas por patrones alternos y exentos de sumisión. Lucas es jardinero, inmigrante y se enamora de una prostituta. Su labor no es vista como una de gran remuneración y por ende él no es percibido como un “ganador”. El desprecio de su labor e invisibilidad se advierte en el trato: “Casi nadie le sostenía la mirada, casi nadie se daba cuenta de sus facciones…” (67). Aun así, disiente y se regocija en su faena: “Lo más que disfrutaba era sacar resinas de los árboles, hacerlos sangrar ámbares profundos y gomosos” (65). Aunque lo mantienen como sombra en el pueblo, Lucas no necesita del reconocimiento para valorarse y venerar su trabajo. De igual manera, se erige su relación con Aurelia, una meretriz a la cual adora. Se aleja de cosificarla. Por el contrario, es la única persona en la ciudad que le devuelve valor a los cuerpos de las mujeres prostitutas que son asesinadas, aparentemente por la policía, entre los cuales, eventualmente aparece el de su amada Aurelia. Lucas se desvincula de la persistente intención de definirse en relación a un oficio prestigioso que lo posicione como poderoso. De igual manera, se aferra a una sexualidad digamos, alterna. Reconoce la humanidad de Aurelia, y después de muerta, la sigue amando y calentando su cuerpo con resinas de árboles.
______Por otro lado, el maestro Demetrio también se relaciona con las mujeres de manera diferente. Tiene un profundo respeto por la humanidad y, sobre todo por la niñez. En Nuestra Señora de la Noche, Santos Febres ficcionaliza un posible trasfondo de lo que pudo haber sido la vida de Isabel Luberza Oppenheimer, la administradora del Elizabeth's Dancing Club, prostíbulo muy famoso y poderoso en Ponce, Puerto Rico, a mitad de siglo XX. Demetrio, personaje anti hegemónico, es precisamente, el primer maestro de Luberza. Mantiene un diálogo con ésta desde niña alejándose de posturas escalonadas dentro del proceso educativo, y sugiriendo lecturas como las de Luisa Capetillo -una anarquista de principios del siglo XX, pionera del feminismo y el sindicalismo en Puerto Rico.
______Son justamente las posturas de reconocimiento del Otro/a como subjetividades y la desjerarquización que lo hacen resaltar como representante de una nueva masculinidad. No necesita de protagonismos, ni demostrar virilidad. Contrariamente, lo que hace es potenciar a una mujer negra. Me parece muy relevante este hecho, pues en un espacio como el Caribe, y como alude Claudette Williams (2002, p. 13), donde el racismo complica las relaciones de género, se ha creado una imagen de la mujer negra como objeto -“a sensacionally sexual creature”- y que aún hoy día se sostiene.
______En ese sentido y a manera de conclusión, el Sirenito desestabiliza la noción esencialista de hombre, Tadeo y el Chino Pereira son paradigmas de la presión que impone la masculinidad hegemónica sobre el Otro, y finalmente Demetrio y Lucas son ejemplos de masculinidades alternas. Definitivamente, es esperanzador ver dentro de la literatura otras opciones de relacionarse, como lo muestran los personajes de Demetrio, Lucas y la misma Sirena. Es importante seguir abriendo espacios no solo de diálogos, pero también de exposición para esas nuevas masculinidades. De esta manera, apostamos como sociedad a evitar seguir reciclando la segregación, la discriminación y el sexismo en el plano cotidiano. Alejarse de esos discursos asegura no volver a revivir viejas heridas, sino a curarlas para construir nuevas realidades dignas y respetuosas para todos y todas más allá de la ficción.
Referencias
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