PERSPECTIVISMO, FORMALISMO Y LA REALIDAD OBJETIVA EN EL PENSAMIENTO DE ORTEGA Y GASSET Y LA ARQUITECTURA DE MIES VAN DER ROHE
Dr. Pedro Blas González
Assistant Professor of Philosophy
Department of Theology and Philosophy
Barry University
Miami Shores, Florida
E-mail:gonz7750@bellsouth.net
Resumen
Este ensayo presenta la premisa que la diferencia cual Ortega explica que existe entre las ideas y las Creencias crea la base de su critica de la razón pura. Para Ortega la razón pura carece de la vitalidad necesaria para resolver problemas de aspectos existenciales de la vida humana. Por esta razón, la razón pura no se debe ver como la culminación de la razón en el hombre, sino como otro modo del raciocinio humano. Esta misma critica de la razón pura forma parte de la critica del formalismo estético del pensamiento del arquitecto Alemán, Ludwig Mies Van Der Rohe. Mies Van Der Rohe ve al formalismo como un modo de robarle auge a la creatividad estética y intelectual del hombre. Este estudio concluye por acertar que el proceso dialéctico que forma parte del flujo que existe entre las ideas y las creencias es también el mismo argumento cual Mies Van Der Rohe utiliza para denunciar el formalismo. Para Mies las condiciones cual todo proyecto arquitectónico presentan tienen que ser confrontadas con la razón vital.
Abstract
This study presents the argument that Ortegas analysis of the difference between ideas and beliefs (Ideas y Creencias) culminates in a rejection of pure reason due to the latters lack of vital importance in existential concerns. Ortegas point is that pure reason is just another form of reason and thus not the zenith of human rational processes. Pure reason is contained within a greater conception of reason where vital reason is instead seen as the most appropriate of mans tools for deciphering existential problems. I propose that this very same critique of pure reason is also at work in Mies Van Der Rohes bracketing of formalism in questions of aesthetics because this is anti-thetical to true creativity. This study concludes by asserting that the dialectic process that leads to the free-flow movement between ideas and beliefs in Ortegas work is also one that informs Mies Van Der Rohes rejection of formalism in order to fully ascertain the practical and vital conditions that all architectural projects present.
El pensamiento de Ortega se puede caracterizar por su afán por la vitalidad que representa la vida humana en sus aspectos diarios. Ortega retiene el deseo por la sabiduría, y la reverencia o pavor que es tan esencial para la filosofía desde su infancia en la Grecia de la antigüedad. Esto en parte permite que su pensamiento siempre se mantenga anclado en la vitalidad existencial de la vida como un fenómeno cósmico radical. Después de dos mil quinientos años de filosofía y quinientos mas de ciencia, no puede existir ninguna duda que la subjetividad - o mejor dicho la existencia del hombre diferenciado sigue siendo el aspecto más importante del pensamiento humano. Durante la época racionalista del embellecimiento muchos tenían la inocente esperanza que la ciencia podía solucionar la gran mayoría de los problemas humanos. Esta noción fue cogiendo tanto auge hasta culminar con los grandes planes que tenían Augusto Comte y los positivistas que le siguieron.
Al principio del siglo veinte estas corrientes que veían en la ciencia el único modelo apropiado para basar las ciencias sociales, o mejor dicho las humanidades ya tenían mucha resistencia. Las escuelas de los diversos movimientos de la vida que en gran parte siguieron a Dilthey son un ejemplo de esta reacción. Por esta misma razón a mediado de siglo el genial Alberto Camus en el Mito de Sisyphus nos dice que no importa si el mundo tiene tres dimensiones o si la mente tiene nueve o doce categorías y que nadie sé a muerto por el argumento ontologico de la existencia de dios. Ortega también se formo como pensador en esta misma época y su pensamiento maduro se puede ver como una reacción a las diversas manifestaciones del positivismo. Pero lo importante de esta actitud no es que se afirme que tales preguntas científicas no tienen importancia, sino que estas son secundarias a los problemas existenciales del hombre.
El conocimiento de Ortega no se dejo llevar por las corrientes materializantes que tanta ciencia nos trajo en el siglo veinte. Ortega reconoció desde muy temprano que el conocimiento científico no deja de ser uno, que irónicamente por su naturaleza tiene que existir en los fringes de la existencia humana. La ciencia, entre otras cosas, es capaz de crear una locomotora más rápida y eficiente, el automóvil, cual no se cansa como el caballo, y la medicina cual nos permite una vida más larga y prospera. Los avances en la arquitectura, por ejemplo, permiten la existencia de estructuras que semejantemente desafían las leyes de la gravedad. Pero con haber dicho esto, también tenemos que decir que todo hombre hoy en día todavía se tiene que valer por si mismo en lo que se puede llamar la metafísica de la vida. Esta realidad subjetiva cual es el hombre como un fenómeno auto-conciente no tiene substituto. El problema, como bien lo reconoció Ortega esta basado en que la historia material del hombre no elimina el peso existencial de la vida humana. La tecnología y el progreso material, con todas sus amenidades crean la falsa impresión que el control sobre la naturaleza también equivale a un control sobre la existencia humana. Pero el control sobre la naturaleza, él poder predecir algunas condiciones medica y enviar hombres a la luna no equivale a un auto-conocimiento o control sobre uno mismo. Por esta razón la pregunta orientadora de este estudio es preguntarnos, "¿de donde surge la inspiración para la creación tecnológica? Y también, "¿si tal inspiración es siempre visible en su manifestación objetiva?
La Rebelión de las Masas es uno de esos libros geniales, como también lo son El Hombre en la Época Moderna de Karl Jaspers, El Hombre y la Sociedad
De Masa de Gabriel Marcel y El Rebelde de Camus que analizan al hombre desde una perspectiva existencial. Lo genial de estos pensadores es que nunca toman la perspectiva de reducir la existencia humana simplemente a su constitución biológica, política, o económica. Lo que mejor caracteriza el pensamiento de pensadores como los cuatro citados es su habilidad para notar que el problema existencial del hombre moderno no se basa en lo político, sino en que vive en una civilización tecnológica que tiende hacia la alteracion. Por esta razón pienso que hoy más que en ningún otro tiempo anterior la tecnología demanda mas de la liberta subjetiva del hombre.
La tecnología es para el mundo moderno como también fue el fuego en la mitología Griega de la antigüedad. El fuego tiene la buena gracia de purificar pero también de destruir. El fuego, cual es presidido por Hephaestus es un arma de doble filo, y por eso los dioses de panteón Griego consideraban que algunos hombres lo utilizaran benéficamente y otros lo abusaran. Igualmente, la tecnología demanda del hombre un control sobre sí mismo cual muy pocos hombres están dispuestos a cultivar.
El propósito de este trabajo, entonces, es presentar un argumento cual ve al pensamiento estético y arquitectónico de Ludwig Mies Van Der Rohe (1886-1969) como complementario a la critica de la razón pura y el perspectivismo de Ortega y Gasset. Este articulo esta dividido en los partes. En la primera parte mi concentración será primordialmente en explicar la relación que existe entre la critica de la razón pura Orteguina y su fundación en la dialéctica de las ideas y creencias. En la segunda parte ofreceré un análisis de la estética contra-formalista de Mies Van Der Rohe en vista a la dialéctica de las ideas y creencias en Ortega. La trayectoria vital y profesional de Mies y Ortega son muy común. Ambos se formaron rechazando intelectualmente al formalismo. Ortega rechaza al formalismo Kantiano, o mejor dicho post-Kantiano cual él encontró en Marburgo como una especie de pensamiento abstracto. Mies por su parte se opone al formalismo estético porque su primer deseo fue desarrollar principios arquitectónicos que permiten tomar en cuenta los materiales nuevos de construcción que la tecnología ofrecía en el siglo veinte. Pero mientras que ambos ofrecen criticas del pensamiento abstracto, preferiblemente basando su pensamiento en lo individual y diferenciado, los dos también lograron crear una visión estética universal.
I
La crítica de la razón pura que Ortega presenta es en parte basada en el flujo cual él sugiere que existe entre las ideas y las creencias. La principal diferencia entre las ideas y las creencias es prácticamente la misma que existe entre la razón teórica, cual es impersonal y fría, y la razón vital, que se manifiesta como mucho mas amigable y autobiografica. En otras palabras, pienso que la fundación de la razón vital para Ortega se basa en la dialéctica que es parte de la naturaleza de las creencias. Solo conociendo la idea Orteguina de las creencias, podemos entonces comenzar a conocer sus nociones del ensimismamiento, la razón vital, y su sociología del conocimiento.
Mi premisa en este trabajo es que cuando Ortega habla de las creencias el esta simultáneamente preparando la fundación para su idea que el hombre, como entidad biográfica siempre se manifiesta como razón vital. Esta razón vital es el modo de sentir la vida como plenitud. En otras palabras, la vida se vive y solamente después se puede decir que se "piensa." Aunque también tenemos que aclarar que una cosa no quita la otra en este respecto. Cuando se dice que el pensamiento abstracto es un aspecto secundario de la vida, lo que queremos decir con esto es que el intelecto, o su función como razón pura no es mas nada que un instrumento dispuesto para el servicio del hombre. Para Ortega la razón pura se manifiesta en la matemática, la física teórica o en la filosofía especulativa, por ejemplo. Pero la razón pura es solamente un aspecto mas de la vida humana. Ortega piensa que es un grave error pensar que la vida humana depende de la razón pura solamente para la creación del conocimiento. La vida humana, Ortega nos recuerda tiene muchos aspectos cual el hombre tiene que desarrollar y la razón pura es uno entre tantos. Por eso es que él dice que la razón pura nunca es un aspecto necesario de la vida y no porque él le quita importancia a esta. Estas actividades intelectuales no son vitales - o en otras palabras no se definen como cuestiones existenciales.
Pero todavía más importante en todo esto es realizar que lo que Ortega llama razón sin calificativos es siempre algo más cercano a la razón vital, cual es menos calculada y teórica que la razón pura. La razón vital, entonces, se manifiesta como un aspecto vital de la existencia humana. Este aspecto de la razón, a cual Ortega se refiere como razón vital y razón histórica en su aspecto colectivo es motivada por trabajar en defensa de la vida humana como un fenómeno existencial. Por ejemplo, cuando la razón pura habla del tiempo cósmico o lo que Henri Bergson le llama el tiempo objetivo, simplemente se refiere al flujo de puntos atómicos. Por esta razón se dice que los relojes mantienen cuenta del tiempo atómico o cronológico, pero no del tiempo psicológico cual es fluido y vitalmente vivido.
Pero entre esta realidad objetiva y la realidad cual el hombre vive y siente, nos encontramos con una realidad subjetiva, la cual llamamos realidad existencial. En otras palabras, el tiempo cósmico no nos ofrece un conocimiento más vital sobre el tiempo psicológico cual tenemos que vivir como la experiencia vivida. Por eso, debemos definir a las creencias como lo opuesto de las ideas. Las creencias son, como bien ha dicho Ortega, ideas vagas o no bien razonadas. Las creencias no son ideas que poseemos como nuestros zapatos, por ejemplo. Si no, las creencias se viven como toda una realidad. Las ideas, por otra parte las podemos definir como productos del intelecto. Las ideas en si no son vitales y por esta razón son secundarias a lo que es la existencia humana. Este análisis de la diferencia entre las ideas y las creencias surge de una reacción Orteguiana al ver estudiado el neo-Kantismo en Marburgo bajo la dirección de los filósofos Paul Natorp y Hermann Cohen en los primeros años del siglo veinte.
Pienso que el libro de Ortega, Ideas y Creencias es un trabajo crucial para el conocimiento de su obra completa. Este trabajo hace clara la naturaleza de la dialéctica cual convierte al pensamiento en la vitalidad, y viceversa, cual es tan central para la vida y como este proceso culmina en la razón vital. Por ejemplo, cuando Ortega dice en este mismo ensayo que la metafísica es un invento de personas que la necesitan, él asevera la importancia de las creencias sobre las ideas. Por esta razón Ortega presenta su metafísica de la razón vital como la fundación y emiciadad de la vida como biografía. Él escribe:
El intelecto es el aparato más próximo con que
el hombre cuenta. Lo tiene siempre a mano.
Mientras cree, no suele usar del, porque es
un esfuerzo penoso. Pero al caer en la duda
se agarra a el cómo a un salvavidas.1
Para Ortega las creencias justifican nuestro ser o lo que se puede llamar el modo de nuestro ser como personas. Tenemos ideas, pero podemos decir que somos nuestras creencias. Las creencias son parte de nuestra vida. Pero también tenemos que reconocer que las creencias, como un modo de vida siempre son aceptadas sin "pensarlas." En pocas palabras, las creencias son responsables por manifestar nuestra autenticidad como personas, y no las ideas cuales son calculadas y no espontáneas. Podemos decir que en este modo vital siempre somos para otras personas lo mismo que somos para nosotros mismos ante de analizar o crear nuestras ideas sobre un tema. Nuestra personalidad se manifiesta espontáneamente por su presencia inmediata y no con nuestras ideas necesariamente. Claro, esto no quiere decir que no debamos pensar.
El lugar de la razón pura en la civilización es esencial para el progreso material del hombre. La ciencia, como el vehículo de la razón pura es a la misma vez su culminación. Lo importante es saber separar el papel que cada uno de estos aspectos del pensamiento juega en la vida humana.
La razón pura atenta captar la existencia del ser en su totalidad. Este concepto es un explicito ejemplo del conocimiento eleático de Parmenides, aunque este no es un ángulo cual Ortega desarrollo mucho en su pensamiento. Esta pregunta parte de lo que los Griegos de la antigüedad le llamaron, "el problema de la realidad y la apariencia." La naturaleza central de las ideas es que ellas se piensan, se analizan, sé categorizar, y se usan para resolver problemas abstractos. Las ideas son la herramienta necesaria para confrontar los aspectos técnicos o físicos del universo. Por esta razón Parmenides vio a la razón como necesaria para desimanar la verdad. Para los Griegos el universo se puede conocer porque la razón tiene una directa correlación con lo que se da a conocer como fenómeno. Para Parmenides, la verdad "siempre se esconde" y se manifiesta en trozos, pero solamente cuando esta se busca activamente. La verdad esta a la disposición de la razón, cual llega a la conclusión dialéctica que lo único que se puede conocer de las leyes de la naturaleza es solamente el "tope" o la apariencia.
Ortega si piensa que la realidad objetiva existe, pero que esta es siempre filtrada por el lente de la perspectiva humana. Pero la vida humana también es parte de este mismo problema que se le presenta a la razón. Pero cuando la razón se dobla hacia adentro para conocerse a sí misma como conciencia, ella tiene que tomar una postura más vital. Por esta misma razón Ortega escribe, "cabe decir que no son ideas que tenemos, sino ideas que somos."2
Lo que Ortega auto-designa como nuestro mundo interior es también parte de la fibra de nuestras circunstancias. Esta realidad que somos como personas tiene que ejercer su libertad primordial para desarrollar esta capacidad para el auto-conocimiento. No podemos depender de las ideas para nuestra salvación vital-existencial de cada día. Las ideas para Ortega son una especie de "juego" cual no podemos tomar en serio en cuanto a la existencia humana en vista al mundo cotidiano. Esto quiere decir que cuando el científico sale del laboratorio deja las ideas y abraza a las virtudes de las creencias.
Esta critica de la razón pura que Ortega desarrolla después de sus estudios en Marburgo es una reacción a la prisión neo-Kantiana la cual él observa en esa ciudad Alemana. Ortega menciona que el no encontró filosofía en Marburgo, sino simplemente un modo de tratar de entender el pensamiento de Kant. Para su modo de pensar, el no encontró filosofía nunca mientras que estudio ahí en Marburgo, sino un modo positivista de estudiar la razón pura. Por esta razón en el 1950, cinco años antes de morir, él reafirma esta creencia en uno de sus últimos artículos titulado, "Medio Siglo de Filosofia" en cual él ofrece un análisis de la razón histórica, esta, en contra a la razón pura que no permite un puro conocimiento de la realidad humana.3
El punto clave que separa a las ideas de las creencias es la noción que podemos "contar con" nuestras creencias y no con las ideas cuales simplemente se piensan. Nuestras creencias se convierten parte de nuestra vida. Pero esta separación que divide a las ideas y las creencias es posible por las siguientes dos razones: 1) porque pensamos sobre algo y 2) porque contamos con algo. Las cosas que más nos afectan sin darnos cuenta son las creencias con cual contamos. Este es el predominante modo de ser que maneja la vida humana y no la teoría o el intelecto. Este modo de vivir es inmediato y pre-reflejado. Ortega argumenta que es desde esta fundación ontologica de donde se crea la historia universal. Él escribe, "las creencias constituyen la base de nuestra vida, el terreno sobre que acontece."4
Nuestras creencias, entonces, siempre son el primer punto de impacto con el mundo externo y por eso esta confrontación es siempre necesaria y vital. Cuando una creencia penetra en nuestro temperamento, esta se convierte en una ayuda vital en nuestra vida. Por tal razón, para Ortega las creencias autenticas son un modo de ejerce nuestra libertad existencial. Las creencias, sin duda ninguna tienen una dimensión vital y cultural la cual se manifiesta en nuestra conducta y en como usamos el intelecto. Pienso que Ortega ve el intelecto como el brillo externo que complementa la realidad interior. Por eso también pienso que Ortega esta de acuerdo con Ficte en su creencia que todo filosofo crea un sistema basado en su propio temperamento.
Por lo tanto, si pensamos como lo hace Ortega, que la vida humana siempre busca la diferenciación y lo concreto, también podemos comprender su noción que nuestro mejor vehículo para conocer tal mecanismo esta basado en nuestras creencias.5 Las creencias autónomas son una manifestación de nuestro ser. El propósito de las creencias, entonces, es actuar como la base practica de nuestra existencia. Las creencias son nuestro primer modo de conocer la realidad.
Ortega opina que las creencias son "el sótano" de nuestra vida porque son pasivas y receptivas en su naturareleza. 6 Pero las creencias también son la esencia de la vida diaria precisamente porque sirven de mapas para vivir. Por esta razón se puede caracterizar a las creencias como: caprichosas, habituales y impulsivas. Pero las creencias también son paradójicas. La paradoja esta en que para realizarnos como personas tenemos que desarrollar las ideas. Este es un punto clave en el pensamiento de Ortega porque la tensión que existe entre las ideas y las creencias se convierte en la base de su noción, "yo soy yo y mis circunstancias." De aquí surge lo que Ortega llama la razón vital, porque tenemos que tener fe en la razón, él enfatiza.
La razón para Ortega se convierte en un modo de vida de la misma manera que se superan las creencias de las ideas. Pero también las ideas pasan a convertirse en creencias por la fe que se tiene en las ideas como hábitos. El hombre, nos dice Ortega tiene fe en el poder del intelecto como una función vital, pero no necesariamente en las ideas. En otras palabras, Ortega ve a la razón pura como una abundancia de la imaginación la cual no surge de una necesidad vital necesariamente.
Las creencias no son forzadas o calculadas como las ideas. Las creencias surgen de las impresiones vagas y pasivas que recibimos del mundo externo. Estas impresiones mudas con el tiempo se van transformando en creencias. Ortega desarrolla el argumento que las creencias son lo que es natural en el hombre, y no el conocimiento. De una ruptura en nuestras creencias, Ortega nos dice, es que nace nuestro deseo para conocer. Cuando la duda rompe la tranquilidad y unidad de las creencias, esta duda por su parte ahora se convierte en otra creencia. Ortega se refiere a la duda como la negación de la estabilidad. Analógicamente, para Ortega las creencias son para la tierra firme como la duda es para el mar. La duda no es algo que se busca porque la duda es parte de las circunstancias humana.
La critica de la razón pura que Ortega ofrece no es una llamada hacia el irracionalismo, sino un atentado para mantener que el hombre, quien es racional no se convierta solamente en una entidad teórica. Ortega piensa que la historia se transmite como una serie de creencias que se heredan de generación en generación. Ortega define las convicciones de la siguiente manera:
El estado de estar convencido; firme creencia fundada en evidencia; el acto de producir convicciones mentales.7
La gran fe, como Ortega se refiere a la razón, tiene que probar su eficiencia en resolver los problemas existenciales del hombre.8 Las convicciones, entonces, son un ejemplo del dicho, " primum vivere duende philosophari" precisamente porque la vida cotidiana se vive con una vigencia que es pre-reflejada.9 Las convicciones son nuestra primera línea de defensa contra las fuerzas materializantes del universo.10 Las convicciones son enemigas del racionalismo porque son una afirmación de la vida, mientras que el racionalismo denuncia la vida en su modo de abstraerlo.11 Por eso Ortega explica que el tema de nuestro tiempo esta en convertir la razón pura en razón vital.
Al concluir esta sección tenemos que decir que la realidad fundamental es nuestra vida. La razón pura funciona muy bien al estudiar la naturaleza como "objetividad." Pero no nos podemos olvidar que la física, por definición, estudia "la naturaleza de las cosas." Pero las cosas son entidades estáticas que permiten una sistemitacion, mientras que la vida humana es fluida y dinámica.
II
Desde su humilde principio en Aachen, Alemania Mies aprendió a apreciar y respetar los materiales que el arquitecto tiene a su disposición de su padre, quien era albañil. Él explica que como su familia no tenia los medios necesarios para ofrecerle mucha educación, desde niño Mies fue forzado a aprender de su padre y también trabajando en algunos proyectos de construcción locales en cual el se ganaba algún dinero. Estas experiencias marcarían al joven Mies para siempre en su vida profesional como arquitecto. Él escribe, "Ahora, un ladrillo, esto si es algo. Eso si es crear, no la arquitectura en papel."12 Esta experiencia también serviría como su primer choque intelectual entre la practicalidad vital que él exhibe en todos sus trabajos, y el formalismo abstracto que el tanto critico. En el año 1938, cuando Mies emigra de Alemania para tomar el puesto de director de arquitectura en el Instituto de Tecnología de Illinois, Mies, quien siempre fue un hombre de pocas palabras, reafirmo lo que él considero la primacía de lo vital sobre lo abstracto al decir:
Toda la educación tiene que comenzar con el aspecto
practico de la vida... en el camino de la disciplina por los
materiales, hasta la función y el trabajo creativo... que
sensible es el pequeño y hábil forma de un ladrillo, tan
útil para toda función. Que lógica en su estructura, su modelo,
en su textura! Que ricura en la más simple pared. Pero también
que disciplina este material impone. 13.
Lo esencial del pensamiento metafísico de Mies, como lo es también el de Ortega se caracteriza por su conciencia histórica. En El Tema de Nuestro Tiempo
Ortega trata de construir un puente que sirva de mediador entre la historia y la razón. Mies, igualmente se vio en la encrucijada de tener que estudiar, y hasta de ser influenciado por el neo-clasicismo que él aprendió en el taller de su primer maestro, Peter Behrens, y de su visión de unir la arquitectura con la tecnología y la industria. El neo-clasicismo que Mies aprendió de Behrens tenia que ver con el principio fundamental arquitectónico de buscar soluciones universales a los problemas del diseño y la arquitectura. Para Mies la arquitectura en ese tiempo tenia la dicha de confrontar problemas estructurales con una estética formalista. En el 1919 Mies diseño su ultima casa neo-clásica y así rompió con el neo-clasicismo, aunque mucho después volviera a concentrar su atención en algunos problemas de esta orientación.
Lo interesante de Mies filosóficamente es que desde un principio el siempre vio la responsabilidad del arquitecto como una de hacer conciencia de los materiales a su disposición. Esta cuestión él la analiza por primera vez cuando se pregunto, "¿Qué es un ladrillo?" De esta pregunta, cual tenia algo de ontología, él progresa hacia un conocimiento de los materiales característicos de nuestro tiempo como lo son el acero, el concreto reesforzado y los paneles de cristal. De aquí su próxima tarea fue preguntarse, "¿Cual es la gran necesidad arquitectónica de nuestro tiempo?" A esta pregunta Mies respondió diciendo que esta necesidad se basa en tener que construir un gran numero de viviendas para las masas, pero también de tratar de tomar en cuenta las necesidades de respetar la libertad del individuo.
Otro aspecto del pensamiento de Mies cual se compara muy favorable con Ortega es su noción que la verdad no se puede comprometer. Mies es conocido en círculos arquitectónicos como un individuo quien no sedia muy fácilmente en sus convicciones fundamentales. Él veía a la lógica como el vehículo que lleva al hombre hacia la verdad. La verdad, por su parte él la veía como el vehículo de la belleza. Pero la lógica y la verdad para Mies no son nociones colectivamente transparentes. Por esta razón Mies nunca pensó que sus ideas tenían que ser justificadas o explicadas en debates. Comparemos esta idea con la idea Orteguina de que la filosofía no se crea por la opinión mayoritaria. Por esta razón Ortega decía que el no encontraba filosofía alguna cuando él abría un estudio profesional de Filosofia. Los dos hombres también fueron practicantes de un nivel muy alto de disciplina.
Un buen ejemplo de esta disciplina se manifiesta en el reconocimiento de nuestros limites. El primer trabajo de Mies fue trabajando con madera, de la cual él conocía muy poco. Del 1905 al 1907 Mies se convirtió en el aprendice del mejor conocido diseñador de muebles en Alemania, Bruno Paúl para fortificar su habilidad de trabajar con madera. Lo curioso de la trayectoria profesional de Mies es que su primer trabajo, en el 1907, cuando Mies tenia veinte-un de edad fue el diseño de una casa para él filosofo Alois Riehl. La casa fue construida en Neubabelsberg, un suburbio de Berlín. Riehl tubo mucha influencia en el pensamiento de Mies en sus conversaciones sobre la filosofía y la estética con el joven arquitecto. Cuándo Riehl vio los libros situados en la oficina de Mies él filosofo le pregunto, "¿Y quien te aconseja sobre tus libros?" Mies simplemente le respondió, "nadie, yo empecé a comprar libros para leerlos."14 Mies explica que Riehl estaba asombrado que el no tenia algún tipo de orden o de dirección en sus lecturas. Mies admitió que después de este suceso él le empezó a prestar mas atención a tales asuntos. Lo importante de todo esto es que Mies desde muy temprano reconoció, al igual que Ortega que el modernismo es el reconocimiento del pasado como base del futuro. Pero irónicamente Mies, quien es considerado "modernista" pensó que la arquitectura había perdido la noción histórica de su propio pasado. Para Mies la arquitectura moderna tenia que volver a desarrollar la idea clásica de la ínter-dependencia de todas las cosas. Cuando Mies acepto la posición de director del programa de arquitectura en el Instituto de Tecnología de Illinois el explico:
He tratado de desarrollar un currículo que toma en cuenta
el principio clarificante del orden, que no deja posibilidad
para desviación y que, por su estructura sistemática llega
progresivamente a una clarificación orgánica de la conexión
interna de lo espiritual y cultural. 15
Los edificios y casas de Mies son lo que él considera la objetivizacion de una visión estética de la forma. Pero la estética para mies es compuesta por lo que él le refiere como "la batalla por el espíritu."16 Mientras que esta batalla no es denominada como una material, como se interpreta la historia en el Marxismo, por ejemplo, él si pensó que la esencia del espíritu humano se manifiesta en la historia. Mies lo explica de tal manera:
Con una lentitud infinita se manifiesta la gran forma tal
es el significado de una época. No todo lo que pasa sé
manifiesta a plena luz. Las batallas decisivas del espíritu
toman lugar en campos de guerra invisibles.17
Mies no se opone a la tecnología en ninguna de sus manifestaciones. En realidad, el ve al trabajo del arquitecto como uno que sigue la herencia de los Griegos de la antigüedad y los constructores de las Catedrales medievales. En otras palabras, Mies recalca que la "época" tecnológica nos es tan nueva como se piensa. La tecnología es para Mies un desenvolvimiento, que como un neo-Platonismo sé da a conocer por una visión individual en lo que es una dialéctica interna de la humanidad. Esto es muy parecido al concepto histórico vital en su capacidad de crear la objetividad desde el punto de partida de una sustancia trascendente. A este proceso Ortega se refiere como el puro significado de la nobleza. Mies agrega:
Lo visible es solamente la etapa final de la forma histórica.
Su desenvolvimiento, su verdadero desenvolvimiento. Después
se rompe y un nuevo mundo sé crea.18
En Mies, como es también el caso en Ortega se encuentra un contra-intelectualismo que es simplemente una critica de la razón pura. Algunos críticos de Mies ven su pensamiento como un ejemplo de la noción que la forma sigue a la función. Pero una similar confusión hermenéutica también existe en el trabajo de Ortega con respecto a la idea del perspectivismo y la verdad objetiva. Pero la realidad es que Mies no exhibe ninguna de las características del utilitarismo, igual que Ortega quien no es un relativista.
Mies fue influenciado filosóficamente por diversos pensadores como lo son Alfred North Whitehead y Romano Guardini. La idea de Mies del orden se aproxima a la noción de los orígenes de la nobleza que Ortega nota en La Rebelión de las Masa. Mies lo explica de tal manera:
La organización es la determinación de la función. El
orden imparte significado. Si se le disponiera a cada
cosa lo que le pertenece intrínsicamente todas las cosas
recaerían en su propio lugar. Solamente ahí ellos pudieran ser
lo que son y así se realizaran así mismo. El caos en el cual
vivimos le cediera lugar al orden y el mundo volviera otra
vez a tener significado y a ser bello. 19
El parentesco que existe entre las ideas estéticas de Mies y de Ortega en parte se pueden atribuir a la influencia que el espíritu o Zeitgeist tiene en las obras de ambos pensadores. En cierto respecto se puede decir que el modernismo que ambos practicaron es la herencia indirecta de Descartes, donde los valores principales son la disciplina, la separación de lo material y lo vital, y la supremacía del alma sobre la maquina. Esto se puede reconocer inmediatamente en la polémica en la cual Mies se encontró en los años 1960s. Esta polémica nace de la critica que Mies recibió a las manos de sus detractores quienes lo acusaron de modernista mientras que ellos ya se veían a sí mismos como post-modernistas. La clave de todo esto esta basado precisamente en que Mies, en la opinión de sus críticos mas militantes no hizo algún atentado para romper con la herencia filosófica y estética del modernismo. Pero Mies, quien sabia que estos críticos basaban su critica en una política radical dijo, "yo no soy un reformista. Y no quiero cambiar el mundo. Yo quiero expresarlo. Eso es todo lo que yo quiero." 20 Mies reconoció, especialmente en sus dos ultimas décadas de los 50s y 60s que las pretensiones del "post-modernismo" no eran mas nada que una deshumanización del arte en convertir todo proceso creador en una actividad auto-conciente. Pero este post-modernismo, el cual mientras más pasa el tiempo se puede caracterizar como post-inteligible por su afán para complicar el conocimiento por el simple hecho de semejar la complicación, es mas basado en una política contra-histórica que en un modo honesto de ver la realidad. Cuando Mies aclara que el modernismo tiene que estar anclado en los valores del pasado, el se expuso a la critica de los post-modernistas para quienes la destrucción del pasado significa que el pensamiento no tiene un punto fijo en donde comenzar. Otro punto importante en esta critica, cual los críticos de Ortega también alegan es que ambos de estos hombres no pensaron desde una plataforma teórica. Pero esta manía por la teoría es precisamente lo que Ortega y Mies veían como la negación de lo vital.
Es interesante notar que por muy "moderno" que parezcan sus casas y edificios, Mies no se separo de los aspectos fundamentales de la construcción. Por ejemplo, la creación del rascacielos se lleva acabo en Chicago por el invento de la viga de acero. En términos arquitectónicos, Mies no concibió nada nuevo que le agregara algo a los aspectos estructurales del rascacielos, como lo son el acero y el concreto reesforzado. Las mejores conocidas innovaciones de Mies son su habilidad para crear líneas horizontales en sus edificios para crear la ilusión de menos altura, y la construcción del rascacielos de cristal. A este ultimo tipo de construcción él le llamo "construcción de hueso" porque la idea era de tapar todas las superficies en donde se encuentran las vigas de acero y el concreto. El acero y el concreto para él significaban fortaleza o "los huesos de la estructura. El cristal, por su parte, él lo consideraba un "velo de brillantez."21
Mies no invento el edificio de cristal, ya que Behrens y otros miembros del Bauhaus habían construido tales estructuras. Lo que no existía antes de Mies eran rascacielos hechos con la superficie completamente de cristal en donde no se usa ningún otro material. Si la unidad es uno de los mas deseados principios de la arquitectura, el edificio de cristal significa para Mies su más visible expresión. El aspecto estético de la arquitectura también es importante para Mies por su deseo de traer esta visión y claridad del orden a lo que él considera un mundo dominado por él "Das Man" o el hombre masa quien aparece en de La Rebelión de Las Masas. Cuando Mies recalco que "menos es mas" él tenia en mente contener el crecimiento semejantemente arbritario del crecimiento urbano.22 Los edificios de Mies son estructuras que esencialmente no tienen ventanas. Mientras que la arquitectura tradicional antes de Mies se caracterizara por la luz y la sombra, Mies ve a la función del cristal como, "una piel reflejante."23 Lo esencial de los edificios de Mies es su capacidad para crear la condición de "claridad." Esta claridad crea una dimensión de transparencia la cual crea la impresión de una eternidad de visión. La arquitectura tradicional igual que la pintura abstracta por su parte crean una calidad de llanura en cuanto su habilidad de reflejar la luz. Pero lo mismo se puede decir de las creencias en el caso de Ortega. Mientras que las ideas se tienen que verificar y comunicar, las creencias por su naturaleza son mas "hondas" en su capacidad infinita de crear una perspectiva que se guía hacia la vida misma.
Pero si bien se entiende que todo pensamiento surge de alguna cantera, sea esta social, cultural o histórica, también tenemos que pensar que la espontaneidad o lo que se refiere como la originalidad en las ideas no es en sí una idea formal. Mies, como cualquier otro pensador o creador basa sus "ideas" en una visión o lo que se puede llamar un plano medio que existe entre las ideas establecidas y formales y las creencias como ideas vagas. En este plano medio, en esta soledad creadora es que existe el pensamiento autentico y autónomo.
Mies confronta esta espontaneidad vital en los problemas que la construcción presenta. En su libro titulado Bauen (Edificio) él escribe, "no conocemos problemas formales, solamente problemas del construir. La forma, cuando vista como meta es formalismo y eso lo rechazo."24 La construcción, lo mismo de obras arquitectónicas o de juguetes de madera es siempre una confrontación con una tierra incógnita en donde la forma no es nada mas que un guía.
Este plano medio metafísico es el quehacer existencial que Ortega menciona. Este es el punto clave en donde se separan las ideas de las creencias. Este es también un tema muy delicado cual pienso que Ortega bien trato de señalar. ¿Hasta que punto se puede decir que nuestras ideas son nuestras? Es posible que en el presente momento no hallan ideas completamente originales. Pero en el plano vital y existencial las ideas si son originales cuando se traen acabo por nuestro pensamiento como una necesidad para vivir. Ortega igual que Mies no estuvo de acuerdo con la recién manía de "pensar" por comité. El no forzar la creación de las ideas es el modo en cual se puede decir que ambos hombres son contra-modernos. La moda actual en la arquitectura, la literatura, el arte y la filosofía es sobrepasar todo lo moderno con la teoría. En la filosofía la moda corriente es escribir de temas cuales han sido "marginados" por el pensamiento de occidente y hacerlo en un lenguaje que crea mas duda y confusión de lo que aclara. A todo esto Ortega simplemente lo viese como otro modo mas de la alteracion en el hombre moderno.
En el trabajo de Ortega podemos descifrar que su critica de la razón pura es más amplia que un simple problema interno de la historia de la filosofía. El modernismo del siglo veinte y especialmente el post-modernismo es esencialmente un modo nuevo de escepticismo cual se manifiesta claramente en el relativismo. Como tal, este relativismo forma una especie de obstáculo para la razón en su insistencia de sustituir la verdad por el historicismo. Esta falta de "fe" en la naturaleza objetiva de la verdad ha creado un fenómeno tan debilitante como lo es el cinismo moderno. En su manifestación moral el cinismo siempre marcha hasta el hedonismo. En la estética esta falta de etos teleológico es también responsable por la falta de visión en lo artístico. Por esta razón Ortega escribe en El Tema de Nuestro Tiempo que pensar significa poner nuestra subjetividad a la disposición del mundo objetivo. El error, él reitera no quita que la verdad sea menos objetiva, sino prueba que el pensamiento que no es erróneo puede llegar a la verdad.
La perspectiva o el punto de vista es entonces una necesidad de la verdad objetiva. Esto, por supuesto, no quita que algunas perspectivas no sean equivocaciones y hasta destrucciones de la realidad igual que de la verdad. Mies, por ejemplo, vio en la tecnología del siglo veinte la posibilidad para crear nuevas formas. Desde muy temprano él reconoció que la industria dictaba muchas de las necesidades del hombre en el mundo moderno. Él hace este punto muy claro cuando escribe en 1928 en un articulo titulado, "Las Precondiciones del Trabajo Arquitectónico":
El trafico sirve a la economía. La economía se convierte en
el gran distribuidor, interfiere en todos los dominios, fuerza
al hombre a su servicio. La economía empieza a dominar. Todo
se sitúa en el servicio del uso. La rentabilidad se convierte en ley.
La tecnología fuerza actitudes económicas, transforman el material
en el poder, cantidad en calidad, y el más eficiente uso del poder de
trae acabo. 25
En conclusión, se puede decir que la perspectiva es más cercana a las creencias que a las ideas en su capacidad de soledad existencial. La perspectiva, no obstante su aceptación colectiva no deja de ser el punto de partida que le hace frente a la vida. Mies ataca los problemas técnicos de la arquitectura en el mundo moderno desde la perspectiva que analiza la creación de la tecnológica como un hecho que pertenece mas al pasado, y que no es un fenómeno tan moderno como muchos piensan. Lo que él si especula que es sumamente moderno es el modo de la economía y agrupación social del hombre en el siglo veinte. Ortega por su parte ve a las creencias como el modo más antiguo, y hasta un punto, también él mas representante en el futuro del hombre cuando el flujo cíclico y histórico de las ideas hallan demostrado su propensidad para la bancarrota. Esta verdad histórica puede probar ser el modo más vital de ofrecer una critica de la razón pura.
Notas
1.Ortega y Gasset, Jose. Ideas y Creencias. Colección Austral. Madrid, 1940, Pp.36.
2.Ibíd. , Pp.18.
3.En este ensayo, el cual es una historia de la filosofía entre los años 1900-1950 Ortega enfatiza que es por en género de la autobiografía que se puede conocer el verdadero impacto de la razón histórica. La biografía es el punto vital que crea la historia humana. Véase mi traducción de "Medio Siglo de Filosofia" en Philosophy Today.
4.Ideas y Creencias, Pp.24.
5.Ibíd. , Pp.24
6.Las creencias son una parte esencial de lo que Husserl llama "la actitud natural" en la fenomenóloga.
7.Ideas y Creencias. Pp.28. Podemos llamar a las convicciones, como Ortega se refiere a estas, como "creencias guiadas" cual nos permiten vivir.
8.El racionalismo, como lo ve Ortega es una creencia arbritaria cual asume que el comportamiento de la realidad es siempre idéntico a nuestras ideas.
9.Vigencia quod viget es la terminología que Ortega utiliza para describir la vida humana en cuanto a las costumbres, las creencias y las convicciones de cualquier cultura.
10.La perspectiva no es simplemente un punto de vista cualquiera. Una perspectiva es un sentido general que atenta un conocimiento de la realidad cual denota un modo sinóptico de vivir en el mundo.
11.Esta noción de Ortega sobre las creencias se puede entender como la noción tradicional de las "ideas" que no se analizan o cuestionan. Pero más importante todavía para el pensamiento de Ortega, las creencias son empleadas para darle a conocer la realidad al ser humano en su emiciadad natural sin la intrusión de la razón. Esto es un punto importante en el pensamiento de Ortega porque las creencias son espontáneas mientras que la razón sé auto-analiza.
12.Peter Blake. Master Builders: Le Corbusier, Mies Van Der Rohe, Frank Lloyd Wright. New York: W.W. Norton & Company, 1996, Pp.169. Todas las traducciones al Español son mías.
13. Ibíd. , Pp. 169.
14.Phyllis Lambert. Mies in America. New York: Harry N. Abrams, Inc., 2002.
15. Ibid. Pp. 602.
16. Ibíd. Pp. 603.
17. Ibíd. Pp. 603.
18. Ibíd. Pp. 603.
19. Ibíd. Pp. 604.
20. Ibíd. Pp. 602
21. Master Builders, Pp. 184
22. Ibíd. Pp. 238.
23. Mies in América, Pp. 48.
24. Ibíd. Pp. 48.
25. Terence Riley y Barry Bergdoll. Mies in Berlin. New York: The Museum
of Modern Art, 2002. Pp. 366.
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