Sincronía Invierno 2000


António Botto, La voz diferente

Raúl E. Romero

E-mail: raulro@surfree.com


                                                                                              "António Botto es el Dios de la poesía moderna"

                                                                                               Federico Garcia Lorca.

    Fernando Pessoa, definió el poemario Canções como el ejemplo máximo de una nueva conciencia de aceptar la imperfección como un acto único y maravilloso. Este himno al placer y a la belleza física, como también lo llamara en su ensayo António Botto e o ideal estético em Portugal ,  se considera la obra más importante de una de las voces más originales e (injustamente) poco recordadas de la literatura de expresión portuguesa y universal, el poeta, dramaturgo y cuentista António Botto (1897- 1959)

    La biografía de Botto está adornada por el escándalo, la controversia y el elogio de contemporáneos como Antonio Machado, Miguel de Unamuno, Camilo Pessanha, Virginia Woolf, Teixeira de Pascoais, Luigi Pirandello, Stephan Zweig y Rudyard Kipling, quienes lo consideraron uno de los poetas más brillantes de su tiempo, James Joyce, le llamó " poeta do amor e da paixáo. Artista eminentemente ateniense e genial." (Boto 44) André Gide dijo" Vejo e sinto no livro " As Canções de António Boto" -a soberana mensagem de um Poeta genial e único. Predestinado renovador moderno com as raízes da bíblia e dos Evangelhos de um outro Deus." (Boto 73), Federico García Lorca, un poeta cercano a Botto tanto en espíritu como en poesía  le llamo: "Mestre, talvez, único no mundo, Escritor, Poeta, e Artista incomparável..." (Boto 199), Gabriela Mistral, también demostró su admiración por el escritor lusitano, cuando expresó "Em António Boto admiro o observador sereno de todas as almas, de todas as vidas, de todos os mundos. Le-lo é aproximarmo-nos da perfeiçao de nos conhecermos melhor se o soubermos bem compreender. A maior sensaçao de beleza foi-me dada pelos extraordinários e tao puros e humildes poemas, em soneto, na cançao, como só ele sabe sentir para escrever." (Boto 233). Para Paul Valéry leer a António Botto era "esquecer Homero e ver um novo Sol na grande poesia da grande humanidade."(Boto 254) y su gran amigo y mentor Fernando Pessoa le consideró "O meu maior mestre na poesia" (Boto 8).

    Tanto la vida como la obra de este poeta único parece estar delineada por una emoción. Sus poemas van desde la total euforia del placer, a la expresión más patética y dolorosa de todos los aspectos de la vida, van desde la perdida del amor y la fé, a la observación minuciosa--casi barroca-- del cuerpo masculino; desde la descripción sinestesica de encuentros sexuales, al más autentico narcisismo. La poesía de Botto posee un desarrollo discursivo, que oscila entre la reflexión y el coloquialismo popular, Su poesía está llena de humor, de rabia, de luz, de sexo y sobre todo de música. Botto, uno de los defensores más entusiastas del fado impregnó su obra de la atmosfera del género, entregándole ese sabor a mar, a saudade, a nostalgia; ese gusto de humanidad y de sensualidad plena que caracteriza a la cantiga tradicional lisboeta.

    La poesía de Botto es una poesía de ingenuidad naturalista , pero sin los recursos simbólicos de un Alberto Caeiro o la cultura metafórica y la dispersión de imágenes de Mario de Sá-Carneiro. En Botto no hay la pansexual humanidad de Whitman, ni la refinada sensualidad homoerótica de  un Kavafis o un Cernuda, pero si hay un canto desmedido a la tolerancia sexual y poética, una ambición libertaria, unas ganas de gritar su sexualidad y un constante enfrentamiento al poder. Botto canta a la canción pura, desenfrenada, al "ligue de esquina", al amor furtivo, al sudor de hombre, a la caricia escondida, al desgarre, al desamor y a la plenitud amorosa; canta lo que otros no quieren cantar o no se atreven a cantar. Botto es la voz --a gritos-- de los que no --tenían-- voz, con Canções se enfrenta al desprecio, a la crítica erosexista, a la ignorancia; a los prejuicios y a las represiones de todo tipo. No hay duda alguna, Botto canta al amor con pasión y desmesura, con ironía y con rabia, con violencia y ternura, pero con una profunda belleza. Sin miedo alguno Botto describe como ningún otro poeta sus fantasías, sus ansias y sobre todo el objeto de su deseo, o de sus deseos. Botto no le teme a la promiscuidad poética, en su obra hay rasgos y mensajes de Lorca, Mistral, Pessoa, Rimbaud, pero eso no tiene importancia alguna, él sabe impregnarle su marca, la marca única de un poeta único, un poeta con voz propia. Botto es un poeta valiente, un poeta-hombre, un poeta-niño, un poeta-alegria, un poeta-dolor, un poeta-poeta, un poeta buscador del tiempo y del deleite, un poeta que se transforma en herida y se revierte en risa, que con su voz de terror sublime y de descarado desenfreno logra transformarnos y hacernos perder en ese laberinto infinito que es la palabra poética.

Los poemas traducidos a continuación forman parte del poemario "As Canções de António Boto"

                    I

No, Besémonos, apenas,

En esta agonía de la tarde.

Guarda

para otro momento,

Tu viril cuerpo trigueño.

Mi deseo ya no arde

Y este estar cerca de ti

me ha cambiado -Soy Otro-

La niebla de la noche cae.

Ya mal distingo el color dorado

de tus cabellos. -Qué hermoso eres!

La muerte

debía ser

una vaga fantasía!

Dame tu brazo: -Y no pongas-

Ese desmayo en la voz.

Sí, besémonos, apenas!

-¿Qué más necesitamos?

                  VI

¿Quién abraza mi cuerpo

en la penumbra de mi lecho?

Quién besa mi rostro,

Quién muerde mi pecho?

Quién habla de muerte dulcemente a mi oído?

-Eres tú, señor de mis ojos,

y dueño de mis sentidos.

XXV

Ayer pasé el día

oyendo lo que el mar decía.

Lloramos, reímos, cantamos.

Hablóme de su destino,

de su fado , de su sino.

Después, para

alegrarse

se irguió, y bailando,

y riendo

se puso a cantar

un canto mojado y lindo

Desierto de aguas sin fin.

¡Oh sepultura de mi raza!

¿Cuándo me guardarás?

Él se apartó callado;

yo me aparté más triste

más enfermo, más cansado.

Lejos, el sol, en agonía

de rojo las aguas teñía.

-Voz misteriosa del mar;

¡voz de amor y de verdad!

¡Oh voz moribunda y dulce

de esta mi inmensa nostalgia!

Voz amarga de quien queda,

Trémula voz de quien parte...

.....................................

¡Y los cantos de poetas

son ecos de la voz del mar!

XIV

Todos esos que yo amé

mucho antes de a ti amarte

fueron gradas que subí

para después alcanzarte

Por consiguiente no tengas

celos de lo que pasó

Desde que me doy contigo

ya nadie más me besó.

No vale la pena, créeme,

complicar nuestro destino.

Cuando la vida es eterna

¡Todo puede ser divino!


Bibliografía

Botto, António. As Canções de António Botto. Lisboa: Editorial Presença, 1980.

As Canções de António Boto. Lisboa: Livraria Bertrand, 1956.

Novo, Salvador. Poesía. Ciudad México: Fondo de Cultura Económica, 1994.

Whitman, Walt. Leaves of Grass. New York: Barnes & Noble, 1997.


Raúl E. Romero es canadiense de origen cubano, actualmente vive en New York City, donde se encuentra realizando un Doctorado en literaturas Hispánicas y Luso-brasileñas en The City University of New York, donde también se desempeña como profesor adjunto de literatura y lengua española. Sus artículos y ensayos han sido publicados en diversas revistas de los Estados Unidos, México, Canada, Francia, España, Cuba, Portugal, República Dominicana e Israel. En este momento está trabajando en la elaboración, traducción al español y edición de una antología de Antonio Botto,  de la cual este pequeño artículo forma parte.

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