Sincronía Winter 2009


ANTROPOLOGÍA INTERPRETATIVA.

MERCEDES ARABELA CHONG MUÑOZ

ROSALBA CASTAÑEDA CASTRO


INTRODUCCIÓN.

La Antropología como ciencia estudia al hombre y su comportamiento como miembro de una sociedad, no se limita a un grupo en particular ni a un periodo determinado de la historia, se enfoca tanto a la construcción del hombre en el pasado como en el presente, es decir, su amplio campo de estudio implica el análisis de la evolución estructural de la humanidad y desarrollo de civilizaciones.

La Antropología interpretativa surge a finales de los años sesenta y principios de los setenta, de las ideas dominantes de la teoría social de ese entonces, y a través de reflexiones sobre la práctica etnográfica y el concepto de cultura. Su primera aproximación fue tomar en cuenta el punto de vista del nativo y plantear cómo las construcciones culturales diferentes de la realidad afectan la acción social. Se examinó también el proceso de comunicación por medio del cual el antropólogo durante el trabajo de campo obtiene conocimiento de los sistemas de significado cultural de los sujetos para representarlos en sus textos. La antropología interpretativa proporciona datos de otros mundos desde adentro y refleja acerca de los fundamentos de los datos. Desde 1920, se puede decir que la antropología interpretativa se realizaba según los cambios de estilo que se conocen, en las etnografías experimentales americanas y en los años treinta se incrementaron los escritos etnográficos en Inglaterra.

La antropología interpretativa tuvo un importante impacto al cambiar la práctica antropológica, trasladó el énfasis del análisis antropológico del comportamiento y estructura social hacia el estudio de símbolos, significado y mentalidad

 

DESARROLLO.

La antropología interpretativa se enfoca en la manera en que el antropólogo presenta su trabajo que es producto de una observación, es decir cómo los lectores observamos y percibimos como si hubiéramos estado allí, y que es el resultado de plasmar en un texto el trabajo de campo realizado por el etnógrafo. Cuando el occidente ya no era el único proveedor de conocimiento antropológico sobre los otros fue necesario una etnografía más general.

Según Geertz (1991), el "estar allí" autorial es difícil plasmarlo en un papel, y el "haber estado allí" personalmente requiere superar una lista de acontecimientos para poder lograr su objetivo. El poder trasladar el trabajo de campo a la escritura permite aprender a leer de una manera más crítica. Es importante transmitir en el escrito del antropólogo la relación entre observador y observado, que se convertiría en un informe, y la relación autor-texto que se refiere a la firma. El reto al escribir un texto que supone lleva implícito una parte íntima del investigador y de la cual no se puede desprender, se puede superar observando los propios textos desde su inicio.

La Etnografía de la primera mitad del siglo XX construyó una nueva manera de hacer trabajo de campo, cuyas abstracciones antropológicas debían basarse en descripciones culturales realizadas por expertos. Estas interpretaciones culturales se transformaban en escritos que traducían la experiencia de investigación. En este proceso de traducir o interpretar intervienen subjetividades que están fuera de control del escritor. En este sentido, el etnógrafo se convertía en una autoridad donde lo que escribiera en sus textos sería verdadero.

El principal cambio en la antropología cultural y social del presente siglo ha sido el método etnográfico, cuya principal innovación fue realizar una práctica integrada, que anteriormente se realizaba separadamente la recolección de datos y el análisis se realizaba de gabinete. La etnografía es un proceso de investigación en el cual el antropólogo observa de cerca, registra y se involucra en la vida diaria de otra cultura, a esta experiencia se le llama trabajo de campo, para después escribir acerca de esta cultura.

La observación participativa empieza con Malinowski al transmitir la información objetiva que había adquirido en campo. En su texto de Los Argonautas del Pacífico Oriental, con el método utilizado se refiere a describir las circunstancias en que realizó la observación y cómo recopiló la información, además se deben presentar claramente los resultados de la observación directa; en este caso el indígena es la fuente directa y la interpretación del científico sobre la información recabada.

Las fuentes de investigación son complejas por tratarse de seres humanos que aunque sean accesibles, influye su comportamientos, recuerdos, etc. Los principios metodológicos deben ser científicos y conocer las reglas y normas de la Etnografía, tener un marco teórico previo, vivir en la comunidad (adaptarse y participar en las rutinas del grupo, aprender costumbres, respetarlos para ser aceptados, etc.), utilizar métodos precisos para recoger, manejar y establecer las pruebas. Según Malinowski, la meta del estudio es conocer el punto de vista del indígena, su posición ante la vida, su visión del mundo. Como cada cultura es diferente, con diferentes costumbres, tradiciones, códigos morales, legales, etc., entonces al estudiar al hombre se debe analizar el porqué el hombre vive, que le proporciona felicidad.

La observación participante puede ser que no sea realmente objetiva pero se puede tomar en consideración como un conocimiento entre la experiencia y la interpretación. Clifford Geertz analiza los símbolos y los significados, en su investigación donde analiza la sociedad de Balí, que desde su perspectiva occidental las relaciones de esta sociedad sirven para conceptuar lo que no se analiza desde el método clásico que es identificar, clasificar, tratar individuos humanos y casi humanos, es decir, examina su cultura, cómo la gente define y percibe al individuo y lo que piensa de él. Dice que el hombre encuentra sentido a los hechos que vive a través de esquemas culturales ordenados y símbolos significativos, por lo que el estudio de la cultura es el estudio de los mecanismos que emplean los individuos o grupos de individuos para orientarse en el mundo que de otra manera no entenderían.

La gente ha desarrollado estructuras simbólicas mediante las cuales las personas son percibidas como parte de categorías de personas o clases de individuos, existiendo pluralidad de estructuras como parentesco que define al individuo como actor social. A través del análisis estructural se puede conocer las implicaciones culturales de un sistema de categorías de personas o anticipar cambios del sistema por procesos sociales.

Según Turner, el antropólogo debe estudiar los símbolos no sólo en el contexto de cada ritual sino en el sistema total, se tienen contextos del campo y acción y el cultural donde los símbolos le dan sentido abstracto. La interpretación de los símbolos sigue estando en discusión entre antropólogos y psicoanalistas. Pero él sugiere que algunos aspectos se pueden analizar dentro del marco de la teoría estructuralista y otros dentro de la antropología cultural. En su investigación sobre los ndembu, afirma que la interpretación de las emociones de los indígenas representan una estrecha relación entre símbolos dominantes de la cohesión y continuidad tribal, pero también se asocian al conflicto interpersonal e intergrupal pero estos actos de conducta no entran en los sentidos oficiales, verbales relacionados a los símbolos dominantes.

El antropólogo social justifica sus interpretaciones de los símbolos rituales de una sociedad utilizando técnicas y conceptos especiales, es capaz de observar el ritual y colocarlo en el marco de un campo significante y describir la estructura y las propiedades de ese campo. Se clasifican los datos descriptivos para formular las propiedades de los símbolos rituales, que son: de condensación, de unificación significada, son vínculos de asociación y vincula ideas y los fenómenos; la polarización de sentido, uno de orden moral y social y otro son fenómenos y procesos naturales y fisiológicos.

Según Sherry Ortner, cada cultura tiene ciertos elementos clave que son importantes para su organización. En estudios de sistemas significativos como centrales han cambiado hacia unidades simbólicas que construyen significados, el interés en estos elementos clave de las culturas se ha especificado como símbolos clave, no hay un símbolo clave para cada cultura. Las culturas son resultado del interjuego de muchas orientaciones básicas, algunas conflictivas pero todas expresadas en el sistema público, transforman su propia cultura generación tras generación.

Los símbolos que son vistos como la suma de expresiones que representan una gran fuerza emocional, son los símbolos religiosos, e incluye objetos de reverencia o que producen emoción como la bandera, la cruz, la motocicleta, entre otro., La elaboración de los símbolos, seleccionan ideas y sentimientos haciéndolos comprensibles a uno mismo y comunicables a otros y trasladados a una acción ordenada. La elaboración de los símbolos tiene un status central en la cultura basada en la experiencia, son esencialmente analíticos, raramente son sangrados en el sentido de ser objeto de respeto, su status clave lo indica su recurrencia en el comportamiento cultural o sistemas simbólicos culturales.

Se dice que la elaboración de símbolos es clave para el sistema, se refiere a la fuerza de su rol de organización en relación a un sistema. Para analizar los diferentes tipos de símbolos clave son: sumando símbolos, son preguntas referidas a la conversión cultural de ideas complejas a clases indiferenciadas (obligación-patriotismo o fe); raíces metafóricas, son preguntas aplicadas al análisis de las metáforas en sentido amplio (analogías, modelos imágenes); escenarios clave, son preguntas relacionadas a la reestructuración de actitudes y relaciones como resultado de un decreto particular de secuencias proporcionadas de acciones elegantes.

La observación participante realizada por Evans-Pritchard, sobre Los Nuer, dice que su investigación no es un compendio de observaciones y textos (como los de Malinowski) y argumenta "los hechos sólo pueden ser seleccionados y ordenados a la luz de las teorías". Según Geertz, en Los Nuer, Evans-Pritchard, "efectúa enérgicas vindicaciones del poder de las abstracciones científicas para focalizar la investigación y ordenar los datos complejos. El libro se presenta como una demostración más que una descripción, su argumentación teórica se basa en interpretaciones de la vida de Los Nuer observadas y narradas con habilidad, funcionando estos paisajes como una ejemplificación, puesto que implican a los lectores en la compleja subjetividad de la observación participante".

Según Geertz, la observación participante oscila entre el adentro y el afuera de los sucesos. El trabajo de campo se centró en la experiencia del observador participante y apareció la imagen de la narrativa, es decir, los sucesos de la investigación y los encuentros se transforman en notas de campo y las experiencias se transforman en narrativas, acontecimientos significativos o ejemplos. Según Dilthey, la experiencia etnográfica se puede ver como una constitución de un mundo significativo común, basado en estilos intuitivos de sentimientos, percepción y conjetura. Esta actividad se sirve de indicios, trazos, gestos y fragmentos de sentido previos al desarrollo de interpretaciones estables.

La Antropología interpretativa desmitifica gran parte de los que no se cuestionaba anteriormente en la construcción de la narrativa: los tipos de observaciones y las descripciones etnográficas (Geertz, 1991), ello contribuye a la creación de procesos creativos por los que se inventan y dan significado a los objetos culturales. La interpretación se basa en el modelo filológico de la lectura textual, surge por reclamos de la autoridad experiencial. La textualización es el proceso mediante la conducta no escrita, el habla, las creencias, la tradición oral y el ritual se caracterizan como un cuerpo, como un conjunto significativo separado de la situación discursiva inmediata.

Ricoeur afirma que el discurso no puede ser interpretado de manera abierta y pública en que se lee un texto, para comprender el discurso usted tuvo que estar allí, en presencia del sujeto discursivo. Para que el discurso llegue a ser texto debe ser autónomo, separado de una elocución y de una intención autoral específicas. La interpretación no es interlocución, no depende de estar o no en presencia del hablante.

El realismo etnográfico es la manera de escribir la representación de la realidad de un mundo o una forma de vida. La escritura etnográfica permite al etnógrafo la autoridad de que transmita lo que él vivió y observó de primera mano a través de una interrelación entre el trabajo de campo y la escritura etnográfica. La etnografía realista aparece con el establecimiento de la antropología como ciencia y la elaboración del trabajo de campo profesional como requisito para los informes etnográficos.

En la etnografía tradicional, la narrativa se desarrolló con las imaginerías culturalistas y estructural-funcionalista que representaban el todo y sus partes. El escritor antropológico describía una cultura (etnografía total) a través de las unidades en que estaba dividida la sociedad, resultando una tabla de contenidos mínimos (parentesco, economía, religión, etc.) esta estructura prevaleció desde la reconstrucción de culturas indias, americanas, los trabajos de Malinowski y Firth, hasta la etnografía de partes. Actualmente, se han desarrollado dos estructuras narrativas: convertir la experiencia de trabajo, campo temporal en marco de referencia del texto y en plantear el problema en el primer capítulo y el resto dedicarlo al material relevante, hasta llegar a una solución de conclusiones.

En la etnografía realista, el autor escribe en tercera persona (es la diferencia de los relatos de viajeros escritos en primera persona) aumentan la sensación de objetividad científica que proyecta el texto, pero también no transmite lo que el etnógrafo sabe y la manera como lo aprendió. Excluir a los personajes del texto de la etnografía realista explicaba el tono seco e ilegible de los textos, también había deferencia en la etnografía escrita para los colegas y para el público en general.

Desde los inicios de la etnografía realista, para establecer autoridad en los textos etnográficos era necesario las condiciones y experiencias del trabajo de campo para validar la evidencia al escribir la etnografía total, y el tiempo limitado en trabajo de campo, se tenía que establecer la credibilidad de sus afirmaciones, se solucionó relegando la información del trabajo de campo a prefacios, notas al pie de página, apéndices o en el capítulo introductorio, además se apoyaba con mapas, fotografías, dibujos que marcaban el hecho de haber estado ahí, era tan importante como la información que se quería transmitir.

Los análisis de situación es una forma de representar la vida real en las etnografías realistas, tiende a validar la relación entre el etnógrafo y el sujeto y proporciona la síntesis de los objetivos interpretativos y de los realistas. La técnica de análisis de casos fue elaborada por los antropólogos de Manchester para organizar textos etnográficos y ordenar el material de campo. El razonamiento legal tenía prestigio como método científico, por lo que el método Estudios de caso fue la solución en el período funcionalista para producir conocimiento en modelos generales de evidencias. Últimamente se han incorporado marcos teóricos de disciplinas que proporcionan conceptos para el estudio de interacción cara a cara, como lingüística interaccionista, fenomenología, etc.

La etnografía realista se dedicó a presentar el material como si representara a los sujetos culturales más que a la cultura de referencia. Era representar el mundo de su cultura de referencia, representar el mundo de los otros como ellos lo veían. Las sucesivas fases primero: la etnografía realista temprana eran afirmaciones de un informe que presentaba la perspectiva nativa del asunto (etnografías de Malinowski), después traducciones de narrativas nativas, para dejar que hablen ellos con vigilancia editorial del etnógrafo (Firth). Después el relato funcionalista incorporaba el punto de vista del nativo, luego era una visión mentalista de la estructura social y visión del nativo (Levis-Strauss). El proyecto sistémico de los etnosistémicos, y recientemente la legitimación filosófica de los reportes etnográficos entre la traducción y el problema del significado.

Los etnógrafos realistas hacen etnografía total, el trabajo de campo es restringido en espacio y tiempo, entonces se generalizaba en lugar de mantener el detalle de los hechos particulares de la investigación (rituales, organización política, etc.). lo importante es que el efecto se logra por un estilo de escritura acoplada a las características del género, y separaba la experiencia de campo y la información obtenida en lo que se comunicaba al lector. La etnografía realista desarrolla y usa términos que hace más claros los textos etnográficos, los etnógrafos se miden en el uso de la jerga arriesgándose a crear representaciones generalizadas de realidades culturales. El trabajo de campo se sustenta con el uso de la lengua nativa para discutir el punto de vista nativo y las etnografías experimentales explican los conceptos nativos que a menudo es más realista. La evidencia lingüística del etnógrafo es clave para lograr un texto realista, utilizar intérpretes afecta la autoridad del escritor.

La autoridad es la estructura combinada de la legitimación y los estilos derivados de las descripciones y afirmaciones realizadas en un texto. Debe reforzar la confianza del lector sobre los conocimientos del autor y la credibilidad en lo que afirma. Actualmente los experimentos se interesan en los problemas del significado y sensitividad hermenéutica. La autoridad, se puede analizar a través de: la narrativa, testimonios personales es crucial en el texto como soporte de ideas y argumentos de la descripción; la organización de su objeto temático, la autoridad del escritor se liga a la clase de historia que define. Cuando los textos son articulados para resolver su problemática organizacional para explicar los procesos o prácticas, ser selectivo en sus reportes, y cubrir en los capítulos intermedios los temas; en la escritura etnográfica actual experimental, se reconocen dos estilos para relacionar las descripciones textuales con su interpretación: 1) los datos se representan entre los diálogos entre el informante y el etnógrafo que tiene sus propias observaciones , 2) el etnógrafo como observador o traductor, se separa de lo que interpreta y se apoya marginalmente en el diálogo contextual de los informantes para su análisis despersonalizado de sus textos.

 

 

 

CONCLUSIONES.

La etnografía que se realiza como producto del trabajo de campo del antropólogo debe tener significado para los lectores y expertos en la materia, es decir, deberá aportar a la construcción del proceso de investigación como a las escrituras etnográficas.

En el trabajo de campo el antropólogo adquiere una gran cantidad de información que interpretará la cultura de los sujetos estudiados y transformará en un texto. La interpretación de todos sus símbolos y sus significados deberá realizarse posicionando a los sujetos dentro de un contexto donde se tienen procesos distintos, es decir, analizar a los grupos dentro de un contexto local y global.

La antropología interpretativa es relevante al tratar de describir de la forma más objetiva posible el contexto y la observación del área de estudio. Lo importante es la discusión que se sigue manteniendo sobre la objetividad y subjetividad al momento de transformar en un texto la experiencia de investigación. En realidad, es primordial el saber manejar los sentimientos, actitudes, empatías o relaciones personales que puedan surgir con los informantes, el investigador tendrá la autoridad para tomar la decisión de poner límites, así mismo al momento de escribir su texto sobre la investigación analizar la información que pueda tener consecuencias negativas.

 

 

 

 

B I B L I O G R A F I A .

 

 

Geertz, C., Clifford, J., y otros. El surgimiento de la antropología posmoderna. Barcelona. Gedisa Editorial. 1991.

Geertz, Clifford. La interpretación de las culturas. Barcelona. Gedisa editorial.1997.

Ortner, Sherry B. "On Key Simbols" en American Antrophologist. 1972.

Turner, Víctor. La selva de los símbolos. Introducción y capítulo I. Madrid. Siglo XXI. 1992.

Geertz, Clifford. El antropólogo como autor, Barcelona. Paidós. 1984.


Sincronía Winter 2009