Sincronía Spring 2008


Aportaciones del arte háptico: Sociología de lo invisible

Mayté Esparza Díaz

Universidad de Guadalajara


El presente escrito sirve de reflexión para las aportaciones de los Estudios Visuales como a las propuestas artísticas  del Arte Háptico[1], la reflexión es un intento de integrar a las personas con discapacidad visual en la creación de aportaciones estéticas que estas corrientes estudian.

Los estudios visuales desde su creación, plantean que las formas de cognición en esta era de globalización de símbolos e imágenes abre un campo para la interpretación de la historia del arte, en palabras de José Luis Brea es “el estudio de la construcción visual de la realidad” o “los estudios sobre la producción de significado cultural a través de la visualidad”[2]. Las creaciones artísticas para Brea son una práctica social que es relevante en una sociedad puesto que su práctica es la materialización de las ideas en donde se cristalizan los valores sociales[3].

En los estudios visuales se propone que los canales de la  visualidad como principal elemento comunicador y simbolizante abre una cuestión primordial; ¿de qué modo y en qué procesos y articulaciones sociales se apoya la construcción específica del valor artístico y el de su incidencia simbólica?[4], Brea en respuesta propone el análisis de los procesos de significación en tres niveles: los estudios cultural-visuales de donde se desprenden los estudios visuales artísticos, los estudios cultural-visuales sobre lo televisivo, los estudios visuales sobre lo publicitario. Nos dedicaremos a dilucidar acerca de la producción de significado por las creaciones artísticas en este apartado para poder esclarecer de qué manera podemos vincular a los estudios visuales con las aportaciones del arte háptico.

Para Brea en los estudios visuales, la visualidad es un modo de ver por tanto es una construcción social y por tanto un modo de hacer, un modo de hacer que no implica la pureza de la visualidad sino en su relación al condicionamiento  y construcción  cultural[5], en la era de la globalización se pone en cuestión una vez más los procesos de hegemonización de los capitales simbólicos circulantes en competencia, los estudios visuales en respuesta a la indefinición entre lo artístico y lo que no corresponde a esos criterios; plantean que el estudio de las formas de ver es lo que construye la historia del arte y da vida a los productos artísticos, tanto así como a las formas de percepción de los capitales simbólicos visuales o  el cambio en la percepción del régimen escópico de nuestro tiempo.

Coincido con los autores de los estudios visuales[6] los cuales perciben un agotamiento institucional en la producción de conocimiento, la producción de imágenes que ha superado a la producción simbólica y conocimiento hegemónico; por el contrario, la humanidad actualmente se caracteriza por la fragmentación en las apropiaciones de sentido e identidad. Las relaciones globales presentan una nueva forma de desigualdad en las capacidades de producción y distribución de conocimiento; pero estas fuerzas también apuntan a la vulnerabilidad de las estructuras actuantes, por tanto hay una fuerza potencial democrática para la producción y distribución de las vías para la cultura a nivel mundial.

Las transformaciones del mundo del arte en la historia, ha sido desde ya cuatro décadas la transformación continua de las propuestas artísticas desde las concepciones de arte canónicas hasta ver en el arte una forma de democratización del conocimiento y la cultura. El arte es ya una mercancía, pero no se queda allí, el arte es también un mercado a escala mundial en donde los patrocinios están en manos de las corporaciones y operan detrás de las obras y los artistas como guardianes de los cánones artísticos.

Sin embargo hay arte alternativo que lejos de buscar legitimación por los mercados en calidad de mercancía se presentan como formas de resistencia cultural y si nos ponemos más observadores; es arte que propone aunar al conocimiento, las realidades de las experiencias fragmentadas.

En la era tecnológica, sus invenciones también tienen implicaciones sociales. La tecnología ofrece la accesibilidad a obras de arte lejos de su experiencia física objeto-sujeto, idea-sujeto, e imagen-sujeto sino existe un tipo de traducción a imágenes en dos dimensiones, se han criticado por “destruir el sentido de presencia material” [7], por ejemplo: aplanan la textura, alteran la luminiscencia, distorsionan la escala etc.,  si bien las aportaciones de lo virtual a la experiencia estética son importantes y están explorándose; nos hemos quedado cortos con la experiencia estética que nos ofrece el arte háptico.

La háptica es aquella percepción que se obtiene al abarcar un objeto con los dedos o con toda la mano, una mano envolvente y móvil. De acuerdo con Rudolf Arnheim, la percepción háptica se logra por la cooperación de dos modalidades sensoriales, la cinestesia y el tacto. La primera brinda información sobre el comportamiento corporal, su organización en el espacio, las relaciones entre las fuerzas psicológicas y físicas, mientras que la segunda comunica la forma y el aspecto de las cosas.

Las aportaciones del arte hàptico son entonces la respuesta a estas experiencias fragmentadas, a estas apropiaciones distintas de la identidad individual y colectiva, son éstas imágenes las que se comparten en un mundo democrático e integrador simbólica y efectivamente. Es la creación de los productos culturales por la necesidad artística pero también de integración, respeto y sobretodo de reconocimiento de sus imágenes y experiencias del mundo; son evidencias tácitas de uno de sus derechos efectivos y cómo propone Susan Buck-Morss: son imágenes que están unidas al contenido que transmiten[8].

Pero eso no es todo, el arte háptico también nos ofrece la posibilidad de cuestionar  no solo la creación individual como mera necesidad de expresión sino la concepción del espacio en las artes hápticas, la abstracción como generador de imágenes, el sentido de perspectiva y de escala en nuestro cuerpo, el papel de la memoria en las creaciones artísticas, los modos de ver de las personas a través de la historia, la construcción social de lo visual y sus repercusiones en el imaginario social, las personas con alguna discapacidad como personas integradas por sus potencialidades, la noción de dependencia social cambiarla por la noción de interdependencia en la experiencia estética, percepción del tiempo en la obra de arte, la perspectiva en la pintura, el fenómeno lumínico como posición en el espacio, las formas arquetípicas no visuales, análisis de hipótesis estéticas en el arte háptico, las imágenes estéticas como metáforas epistemológicas, formas alternativas de conocimiento[9], la pintura y la escultura como objetos de apreciación cinestésica y las implicaciones de producir obras que se erosionen por la experiencia estética.

¿Si una de las formas de discriminación es el estigma impuesto por las sociedad, las preconcepciones en las formas de ver o nuestro régimen escópico, podremos a través de reorientar nuestras formas de percibir, combatir el estigma de una persona con discapacidad? Lo que se apuesta aquí entonces es la demolición del esquema escópico y plantear una nueva forma de ver al mundo y sus habitantes.

El arte háptico para César Delgado González es la expresión de la sensibilidad cinestésica, este artista háptico también argumenta que las artes visuales para mejor denominación se deberían llamar artes hápticas o cinestésicas y lo resume con en estas palabras:

“Los ojos sirven para contemplar, las manos para crear, los ojos verán lo que la mano ejecute”

Sus obras son esculturas que obedecen a las proporciones aúreas, éstas proporciones fueron empleadas en un experimento con rectángulos en donde solo uno contenía estas áureas, se comprobó que los ciegos o adultos con ojos vendados reconocían al rectángulo áureo como único rectángulo. Ejemplos de sus obras las podemos encontrar en su sitio WEB junto con una descripción detallada se pueden observar desde varios ángulos las obras completas algunas de ellas son: Petrus, Salomé, Desvanecimiento de un Fosfeno, Realidad y Psiquismo.

Nuestra apercepción está delimitada por la naturaleza de nuestros sentidos, nuestros sentidos restringen la capacidad de acumular información sobre aquello que pretendemos percibir, en el campo visual por ejemplo: el espectro de rayos luminosos que nuestro ojo puede captar no incluye la posibilidad de acceder a una gama que escapa a nuestra percepción visual[10], el tacto nos ayuda a convivir con la tercera dimensión de manera que, la constitución de la realidad conviene a la percepción conjunta de todos nuestros sentidos y por ahora con especial énfasis en los que nos aportan información de la construcción visual de la realidad para así comprender “los mecanismos suplementarios”[11] que nos ayudarán a  desestructurar nuestras preconcepciones o nuestras expectativas de lo que podemos percibir para dar lugar a una percepción constituida por todos los sentidos sin la primacía que se le otorga a la percepción visual.

Si bien lo que percibimos responde a una categorización del espacio, del tiempo y de sus relaciones con lo material, “nuestras primeras concepciones de orden se relacionan  con nuestra capacidad para percibir diferencias y similitudes, también nuestra visión funciona seleccionando y categorizando las hipótesis perceptuales”[12]

Con esto podemos decir que en la construcción de la realidad existe un elemento de expectativa ante lo que se va a ver, con la intención de ordenarlas y clasificarlas, sin embargo hay una separación del orden entre la construcción cultural de esa expectativa en contraste a la constitución biológica de percepción de la realidad de un artista háptico.

La diferencia radica en que el artista háptico genera otro tipo de percepción en relación a la construcción cultural de la realidad y sus potencialidades fisico-biológicas y hasta cognoscitivas.

Por ejemplo nuestro sentido del orden se ve alterado cuando escuchamos obras musicales orientales y no es que carezcan de orden sino que debido a cuestiones culturales, costumbres y convenciones no percibimos en esas obras el orden al que corresponde nuestro esquema perceptual; un ejemplo de Siracusano es que “en la música el orden de lo tonal a lo atonal, nos remiten al cuestionamiento del sentido del orden en los diversos momentos históricos” [13]

La noción de espacio-tiempo en los artistas hápticos tienen como condición primordial la proximidad, no está mediada por la visión; por lo tanto nos hacen pensar que no se trata de una mera conceptualización, sino que existe una intención de provocar en el espectador la percepción de un espacio y un tiempo reales, concretos presentes en la obra.

En la pintura de los artistas hápticos va desde las técnicas de la imitación, la representación hasta la abstracción, “pues se pinta no lo que se ve, sino lo que se conoce”[14], la representación del espacio es una condición específica para entender la realidad que vivimos, nuestro cuerpo es la primer instancia para percibir el espacio, ya que no lo sentimos, ni lo vemos, existimos en él como algo físico y nuestra relación con el espacio solo la podemos experimentar. El espacio entonces se representa en las cosas pintadas, en las formas conocidas que otorgan un sentido del espacio para la pintura y las representaciones artísticas. Nos podemos preguntar y ¿cómo pinta un ciego, los colores?, el arte háptico ha resuelto su posición hacia esa pregunta básica, los colores son sensaciones y texturas que remiten en el invidente asociaciones libres de representación o también llamados “vínculos emotivos”[15]. Así pueden pintar creando sus imágenes mentales y la correspondencia con lo concreto está delimitada por la figura fiel de su imagen mental y cinética de las cosas.

 Por tanto los estudios visuales abren el paradigma de las aportaciones estéticas a la historia del arte. El arte háptico por tanto es la ruptura tácita de lo que proponen los estudios visuales; la ruptura de los procesos de legitimación de las propuestas que mantienen el status quo del arte y sus formas de producción. Proponen iniciar una transformación del pensamiento a escala general que va de las condiciones de nuestra sensibilidad a nuestro entendimiento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

Arnheim, R. (1990).  "Aspectos perceptuales del arte para ciegos", Journal of Aesthetic Education 24, n°3.

Arte y espacio, 1997. XIX Coloquio Internacional de Historia del Arte. Universidad Nacional Autónoma  de México, Instituto de Investigaciones Estéticas. Edición a cargo de Oscar Olea. México.

 

Watzlawick Paul y Krieg Peter (comps.). (1995). “El ojo observador, Reseñas. El ojo del observador. Contribuciones al constructivismo”. Barcelona, Gedisa, 1995.  pp. 261.

 

Jose Luis Brea, editor. (2004).Estudios Visuales. La epistemología de la visualidad en la era de la globalización. Madrid, España, AKAL Estudios Visuales.

 

Sitio WEB de Oscar Hernández www.arteháptico.com

 

Apuntes sobre el arte de los no videntes. Patricia Dosio  http://www.minedu.gob.pe/webdipecud/descarga/Apuntes%20sobre%20el%20arte%20de%20los%20no%20videntes.doc. 14 de Febrero de 2008.

 

 



[1] Se define como el arte que alude a la sensibilidad cinestésica o háptica

[2] Brea, Jose Luis. 2005. Estudios visuales: La epistemología de la visualidad en la era de la globalización. Akal Ediciones., pp. 6 

[3] Prácticas sociales efectivas soportadas en la comunidad de un repertorio implícito y compartido de creencias y valores

[4] Ibidem, pp. 7

[5] Idem, pp. 8

[6] Veáse W.J.T Mitchell, Keith Moxey, Mathew Rampley, Anna Maria Guasch, Simón Marchán Fiz, Susan Buck-Morss

 

[7] Brea, Jose Luis. 2005. Estudios visuales: La epistemología de la visualidad en la era de la globalización. Akal Ediciones., pp.149  

 

[8] Buck-Morss Susan, 2005. Estudios visuales e imaginación global, pp. 151.

[9] Siracusano Gabriela, 1997. Representación artística y pensamiento científico: dos modelos de construcción del concepto de espacio unidos en un mismo paradigma cultural, México, XIX Coloquio Internacional de Historia del Arte. UNAM, 273.

[10] Ibidem, p. 281

[11] Ibidem. p. 280, los mecanismos suplementarios de la percepción son: la atención y la ilusión. Estos mecanismos complementarios se desarrollan y cobran fuerza en el momento en que nuestra construcción de la realidad nos presenta ambigüedad e inestabilidad.

[12] Ibidem, p. 297

[13] Ibidem p. 297

 

[14] Marín Manuel, 2004. La cosa, p. 315

 

[15] Patricia Dosio Licenciada y Profesora en Artes (Universidad de Buenos Aires, Argentina). Docente de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Ha publicado varios ensayos e investigaciones sobre arte argentino, difusión y recepción del arte, arte y política, etc

 

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