Sincronía Spring 2011


EL ESTADO MODERNO MEXICANO, FRANCISCO SEVERO MALDONADO, PRECURSOR

Carlos Fregoso Génnis

Universidad de Guadalajara


 

Entre las figuras mexicanas que han provocado polémica, destaca este personaje como auténtico visionario, cuyo error consistió en haber vivido en una época que no lo comprendió; tanto así, que sus ideas se calificaron de socialistas por connotados historiadores como Agustín Rivera, Luis Páez Brotchie y José López Portillo y Rojas, quienes además lo consideraron como predecesor en México de estas nuevas corrientes del pensamiento.

Controvertida a grado máximo, resulta la figura del sacerdote, que por conveniencia de muchos y a pesar de pocos, se va perdiendo entre las sombras del pasado.

Circunstancialmente, se le menciona tan solo como el director del primer periódico insurgente de América, del que también fue editor y redactor, El Despertador Americano, en colaboración con D. Miguel Hidalgo

Si bien denota el espíritu libertario de Maldonado, no refleja la totalidad de su pensamiento revolucionario, pero le proyecta como ideólogo del movimiento de emancipación.

Hasta le fecha, sus detractores que conforman una mayoría de estudiosos del período independentista mexicano, no admiten que un cura liberal a quien Hidalgo llamara para apoyar la insurgencia mexicana de 1810 a través de un órgano de difusión informativa e ideológica, cambiara su discurso en otra publicación similar pero con tendencias totalmente opuestas: El Telégrafo de Guadalajara al caer la capital novogalaica en poder de las fuerzas realistas.

Mas este hecho lejos está de opacar la trascendente obra del cura mexicano, ya que estudios de académicos de diferentes universidades norteamericanas y europeas se  dedican al estudio de sus tratados que abarcan desde las primigenias propuestas sociológicas hasta la visión de una economía global.

¿Quién fue este controversial protagonista de nuestra historia?

 

En Tepic, hoy capital del estado de Nayarit y hasta la integración de la República Federal, una de las ciudades más importantes después de Guadalajara  en el reino de la Nueva Galicia, fue donde el 7 de noviembre del año 1775 nació este singular americano.

Poco o nada se sabe de la infancia de Maldonado; sus biógrafos no aportan mayores datos sobre si hubo más descendientes del matrimonio de don Rafael Maldonado y doña María Teresa de Ocampo; sólo se tienen noticias de que ella murió cuando era muy pequeño Francisco Severo.

De segundas nupcias con Petronila de Híjar se tienen informes que don Rafael Maldonado procreó otro hijo, Rafael Antonio Leandro Maldonado, personaje que también tuviera destacada intervención durante la guerra de Independencia al conducir armamento de alto calibre de San Blas a Guadalajara, enviado por el caudillo insurgente José María Mercado a don Miguel Hidalgo.

Concluida su instrucción primaria su padre envió a Francisco Severo a Guadalajara para que continuase sus estudios en el Seminario Conciliar, entonces reconocido como uno de los mejores de la Nueva España, cuyo director, el marqués  del Pánuco, doctor don José Apolinar Vizcarra, mantenía el bien ganado prestigio de este centro educativo.

Maldonado destacó en los estudios de gramática y retórica; su dedicación y talento pronto lo colocaron entre los alumnos más sobresalientes de los cursos de filosofía y humanidades, mismos que terminó hacia 1794, bajo la dirección del presbítero don José María Hidalgo y Badillo.

El joven  Francisco Severo ingresó entonces en la Real y Literaria Universidad de Guadalajara, de la que era rector José María Gómez y Villaseñor y cancelario don Manuel Gutiérrez Hermosillo, entonces  doctos maestros de la afamada casa de estudios.

La carrera eclesiástica de Maldonado tomaba entonces sus cauces definitivos. Inició sus estudios en teología con distinguidos catedráticos de la época: el ya mencionado doctor José Ángel de la Sierra, así como los maestros fray José Antonio Pames, fray Francisco Padilla y fray Nicolás Muñoz.

Tanto en la Universidad como en el Colegio de San Juan Bautista, el entonces estudiante Francisco Severo obtuvo por oposición cátedras vacantes en ambas instituciones. Su talento era reconocido y estimulado, el seminario lo premiaba con una beca de honor y el venerable Cabildo le concedía el honor de Primer Colegial Teólogo por oposición.

Después de haber obtenido los grados de bachiller en filosofía y teología, fue objeto de una especial distinción en reconocimiento a su vasta erudición, así como a su muy especial capacidad oratoria; la Universidad, a través del claustro de doctores, le encargó el acto de Teología que en honor al ilustrísimo señor don Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo se llevaría a efecto para celebrar su nombramiento como obispo de la diócesis y su arribo a la capital de la Nueva Galicia el 15 de febrero de 1797. Estudió en el Seminario de Guadalajara, donde se ordenó y durante los primeros años de labor sacerdotal radicó en esa ciudad, donde destacó en la enseñanza y la predicación.

El joven sacerdote causó gran revuelo en el terreno educativo ya que tradujo y señaló como texto a sus alumnos  el  Tratado de las sensaciones de Condillac, teoría del conocimiento que admite la supremacía de las sensaciones sobre cualquier otro, y del mismo autor, La lógica o los primeros elementos del arte de pensar (1796).

Investigaciones contemporáneas nos comprueban que la traducción del tratado de Lógica del francés al español hecha por Maldonado para sus alumnos, la hizo años antes que Bernardo María de Calzada, capitán del regimiento de caballería de la reina, ya que este último, según copia del texto que se conserva en la Biblioteca de Cataluña en Barcelona, está fechado en 1817 y la de Maldonado en 1796, es decir, con una distancia de más de veinte años, sin embargo, la del clérigo neogallego fue una traducción con fines meramente académicos sin llegar a editarse. Maldonado fue un polifacético pensador universal de su tiempo, que desarrolló entre otras actividades, las de periodista, editorialista y editor.

“El único pecado original del hombre es la ignorancia […]”, esta frase sonó a blasfemia en la Guadalajara de principios del siglo XIX, sobre todo porque su autor era nada menos que un clérigo: Francisco Severo Maldonado y Ocampo.

El maestro José Cornejo Franco lo ubicó entre el “clero levantisco, bronco, de Jalisco”.  Victoriano Salado Álvarez lo llamó “ayancado”[1]  al aludir a los vastos conocimientos que el religioso tenía sobre el federalismo norteamericano y la admiración que el sistema le merecía.  De todos los adjetivos con los que pudiera calificarse a Maldonado,  el jurisconsulto mexicano Alfonso Noriega prefiere el de precursor, que de acuerdo con su punto de vista, no se limita exclusivamente a la independencia de México sino a diversas áreas, religiosa, política, económica, social y otras.

“Lo más importante y destacado de su obra, sin duda alguna, fue su luminosa clarividencia, para captar, definir y enjuiciar los grandes problemas nacionales, así como la inteligencia, originalidad y justicia de las soluciones que propuso para resolverlo”.[2]

Entre las figuras mexicanas que han provocado polémica, destaca este personaje como auténtico visionario, cuyo error consistió en haber vivido en una época que no lo comprendió; tanto así, que sus ideas se calificaron de socialistas por connotados historiadores como Agustín Rivera, Luis Páez Brotchie y José López Portillo y Rojas, quienes además lo consideraron como predecesor en México de estas nuevas corrientes del pensamiento.

En el año crucial de 1810. En la Nueva Galicia las noticias provenientes del Bajío (zona agrícola ganadera de la región central norte) causaron efervescencia y como consecuencia, los levantamientos independentistas comenzaron a brotar en el occidente del país, secundando la proclama del cura de Dolores. Hidalgo al arribar a Guadalajara encontró condiciones favorables a su movimiento y la colaboración invaluable de personajes como José Antonio Torres “El amo” e intelectuales de la talla de Francisco Severo Maldonado.Los historiadores de esta etapa no han podido explicar claramente los motivos de la presencia de Francisco Severo Maldonado en Guadalajara después de la llegada de Hidalgo en diciembre de 1810.

Acaso Maldonado, profundo conocedor de las ideas revolucionarias pretendiera incorporarse a la insurrección, porque en ella veía un terreno fecundo para poner en práctica sus ideas. Tampoco es remoto que haya sido invitado por su hermano Rafael, que ya formaba parte del contingente del cura José María Mercado, a unirse a la causa insurgente.

Hidalgo, consciente de la necesidad de darle difusión a las ideas del movimiento encarga, como testimonio de reconocimiento a su mérito, al doctor Francisco Severo Maldonado y Ocampo, la dirección del que fuera el primer periódico insurgente de América: El Despertador Americano.

No sólo tuvo la finalidad de dar a conocer el ideario político de la revolución, sino también las tesis de carácter económico que él proponía para solucionar la problemática existente, entregándose totalmente a la tarea de defender las ideas independentistas. Controvertida a grado máximo, resulta la figura del sacerdote, que por conveniencia de muchos y a pesar de pocos, se va perdiendo entre las sombras del pasado.

Circunstancialmente, se le menciona únicamente como el director del primer periódico insurgente de América, del que también fue redactor, El Despertador Americano, que elaboró en colaboración con el cura Hidalgo. Si bien denota el espíritu libertario de Maldonado, no refleja la totalidad de su pensamiento revolucionario, pero le proyecta como ideólogo del movimiento de emancipación.

El ostracismo al que ha sido condenado, tanto por sus contemporáneos como por casi la totalidad de los historiadores, se generó en la supuesta traición que el párroco de Ixtlán perpetró después de la estancia de Hidalgo en Guadalajara, cuando defendió la causa insurgente en el periódico antes mencionado, y que cambió en forma radical al caer Guadalajara en poder de las fuerzas realistas, comandadas por el brigadier José de la Cruz; entonces publicó un periódico, El Telégrafo de Guadalajara, en el que con la misma forma vehemente como antes apoyó una causa, después la condenó.

Este es el punto en que biógrafos y críticos toman partido; los minoritarios, como el académico Alfredo Corona Ibarra, lo exoneran de culpa, y los furibundos lo condenan, que son la mayoría.  Ha sido muy discutida una hipótesis, no comprobada, más no por ello carente de factibilidad y que solía comentar el historiador Corona Ibarra en el sentido de que otra causa de este radical cambio de actitud de Maldonado, obedeció muy posiblemente a la versión que circuló en torno a que Rafael, su hermano, fue hecho prisionero y sentenciado a muerte, misma que se suspendería sólo si el religioso aceptaba el indulto y la colaboración en la contraofensiva ideológica.

Es de considerar que de la vastísima obra de Maldonado solo se han podido recuperar algunas, aunque estudiadas parcialmente nos reflejan la dimensión intelectual que lo ubican como un auténtico precursor del estado moderno mexicano.

 

Así es menester realizar un recorrido por las obras de Maldonado

*      El Despertador Americano” Conocido hasta el ejemplar número 6 y acompañado de todo tipo de especulaciones sobre el ejemplar número 7. Se conserva copia facsimilar de los siete números en la BPEJ.

*      El Telégrafo de Guadalajara”Existía conocimiento de su presencia en los fondos especiales de la BPEJ, Sin una mayor identificación sobre su contenido. Se conservan en dos tomos  la colección completa del periódico

*      “El Mentor Provisional” y “El Mentor de la Nueva Galicia”,  se tenía conocimiento de su existencia sin contar con su ubicación. Actualmente existe copia faccsimilar de ambos en los fondos reservados de la BPEJ.

*      El Nuevo Pacto Social”, Confusión entre los historiadores entre esta obra y el “Contrato de Asociación”, aún Silva Herzog consideró que se trataba de una misma obra con diferente título. Se reeditó en 1967

*      El Contrato de Asociación para la República de los Estados Unidos de Anáhuac”. Adalberto Navarro Sánchez localizó y reeditó esta obra en 1973.

*      “El Fanal del imperio”. Conocido  y  ubicado sin estudio.Está contenida la colección completa en dos tomos. BPEJ.

*      El Triunfo de la Especie Humana” aunténtica reliquia documental; personalidades de la talla de Alberto Santoscoy,  Adalberto Navarro S., Francisco Ayón Zester, Ramiro Villaseñor, José Luis Razo Zaragoza o  José Cornejo Franco la consideraron irremediablemnte perdida. Se localizó un ejemplar  en  el año 2001 en la universidad de Yale. En la BPEJ  ya se conserva una copia.

De estos tratados destacan tópicos muy concretos:

No escapa la temprana visión de Maldonado la solución a la compleja problemática educativa de la población agobiada por la pobreza endémica y un analfabetismo dominante; así, la moderna concepción de obligatoriedad y gratuidad de la educación fue cabalmente propuesta y detallada en el proceso educativo consignadas por primera vez en un documento de carácter constitucional

Todo mexicano al llegar a la edad de siete años, será forzosamente educado a expensas de la patria.[...] en todas la poblaciones de la República escuelas de primera educación, en que los niños aprenderán a leer, escribir,[...] y el de la política en que [...] estarán detalladas las obligaciones y derechos del ciudadano [...]. [3]

Las prescripciones sobre la enseñanza de la agricultura,  que constituye un auténtico antecedente en las prácticas que en la actualidad se realizan en las áreas rurales por medio de las parcelas escolares.

[…]También aprenderán principios de agricultura práctica, para lo cual en todos los pueblos un pequeño recinto de tierra, en que los niños puedan recibir estas lecciones, reducidas simientes de árboles, transportarlos, injertarlos, podarlos, etc. de estos planteles se tomarán los árboles para los caminos y paseos, y el producto de su venta se invertirá al beneficio de los mismos niños.[4]

Maldonado promueve entre otros  novedosos planteamientos,  por primera vez la reglamentación para la defensa de los derechos fundamentales del individuo en contra de los abusos de la autoridad gubernamental en rango constitucional, tan sólo esta propuesta, coloca al clérigo como un adalid ideológico de dimensiones continentales. Estos conceptos sin duda serán punto de referencia en posteriores estudios

Art. 59 La señal más cierta y evidente de la conveniencia de las leyes positivas con las naturales, será la de su conformidad con las cuatro posiciones siguientes.

Primera. Todo hombre por derecho de la naturaleza tiene la más amplia y expedita libertad  de hacer todo aquello que no choque, ofenda o vulnere directa o indirectamente los derechos naturales de los demás consorcios.

Segunda. Todo hombre por derecho de la naturaleza está libre y exento de todo género de violencia, sin que ningún individuo más fuerte, o algún agente de la autoridad, tenga justicia jamás para inferirle fuerza sobre sus bienes o persona.

Tercera. Todo hombre por derecho de la naturaleza es enteramente dueño de hacer de su persona y sus bienes adquiridos con su talento, trabajo e industria, el uso que mejor le parezca, sin que ninguna autoridad pueda jamás decirle con justicia: distribuye tus bienes de este modo o del otro, empléalos o no los emplees en este o en otro ramo de negociación o de la industria.

Cuarta. La ley es la misma para todos los ciudadanos, ya mande, ya vede, ya premie, ya castigue.[5]

Unificación de las transacciones económicas a través del empleo de una moneda nacional.

ARTÍCULO 1. En toda la extensión de la República no circulará otra moneda, que la marcada con el sello nacional y se abolirá la privada de los pulperos, que actualmente circula sin ninguna garantía en puntos muy reducidos de mercado público y que por los mismos, más es un estorbo, que una palanca, para el giro del comercio de por menor. [6]

De la creación de un Banco Nacional como organo regulador de los bienes y capitales, así como impulsor de la economía:

Apéndice III De la organización de un Banco Nacional, para dar un golpe mortal y perentorio al despotismo 

CAPÍTULO I De la creación de una palanca perpetua y permanente, para la organización del Banco Nacional

ART. 11. Luego que se haya fabricado suficiente cantidad de esta moneda, para comenzar a organizar el Banco Nacional en todas las capitales de provincia, pueblos cabeceras de distritos y de cantón, se irá dirigiendo a los administradores la que le tocare a cada punto, bajo la inmediata inspección y responsabilidad del gobernador de cada lugar y del congreso municipal, quien cuidará de facilitar lugar seguro para la custodia de estos caudales

ART. 24. El objeto primario principal, perpetuo y directo de la organización del banco, es la redención del terreno nacional, comprándolo a sus actuales propietarios, a medida que lo fueren vendiendo, para repartirlo al precio más barato posible entre el mayor posible número de ciudadanos y del modo más propio para que rinda la mayor posible cantidad de productos.

ART. 25. El segundo es garantizar la dignidad e independencia individual del ciudadano, impidiéndole postrarse en sus cuitas ante un déspota, y recibir dinero con usura, facilitándole la nación cuanto hubiere menester en sus empresas sobre tierras, casas, metales de toda especie, labrados y en pasta, y sobre todo género de piedras preciosas, joyas, alhajas y efectos cuyo depósito puede efectuarse sin demérito de su valor; el premio de estos préstamos, será de un cinco por ciento en un año; de dos y medio por ciento en medio año; de diez reales por ciento en tres meses, etc, etc.

ART. 26. El tercer objeto, consecuencia forzosa de los dos antecedentes, es aniquilar de raíz el despotismo y prepotencia de la aristocracia, ocasionados por la acumulación de la riqueza nacional principalmente de la territorial, en un corto número de manos, y asegurar sin convulsión sobre sus ruinas el triunfo de la democracia, del orden, de la justicia, del equilibrio social y de la dignidad de nuestra especie.[7]

El Contrato de Asociación para los Estados Unidos de Anáhuac obra de carácter esencialmente republicano para nuestra patria y con la tendencia federalista, germen del actual sistema que nos rige.

“la misma constitución que se había compuesto para un gobierno monárquico constitucional, esa misma se ofrece hoy como un modelo de una forma eminentemente republicana y que reúne todas las ventajas y caracteres de central y federada”. [8]

Como enemigo del latifundismo, el cura jalisciense propugnó siempre por la mediana propiedad,[1] en su visión del problema agrario que tan directamente afecta al pueblo mexicano, para darnos una muestra más de su genio reformador; así abordó de un modo directo el grave problema del reparto territorial, que ha sido, a través de nuestra historia, uno de los que más controversias y disputas  han causado.[9]

*      APÉNDICE IV

*      Sobre el establecimiento de una Ley Agraria para dar medios de subsistir a todos los que carecen de ellos o para enriquecer a todos los pobres

*      La ley agraria de que tanto he hablado en mis escritos anteriores, y cuyo establecimiento es de la más absoluta e indispensable necesidad para la extirpación de la miseria y vicios que manan de ella, está contenida en los artículos siguientes:

*                  ARTÍCULO 1. Todas las tierras pertenecientes a la nación y todas aquellas de que pueda disponer sin perjuicio de tercero y que quedan especificadas en el capítulo II del apéndice anterior, serán divididas en predios de un octavo de legua cuadrada o en porciones de cinco caballerías en que quepan treinta fanegas de sembradura de maíz. [10]

El Contrato de Asociación, propone un tratado de confederación general entre las Repúblicas Americanas. Aunque es un documento muy breve que consta de seis artículos, queda manifiesta la conveniencia y propósito de dicha confederación, de manera explícita en el artículo 5º que nos habla del objeto de la Confederación:

El primer objeto será: “consolidar y completar la reconquista de la libertad del nuevo mundo, lanzando de sus islas y continuamente a los déspotas europeos que aún dominan en algunos puntos. Segundo: terminar amistosamente las diferencias que se suscitaren entre las potencias americanas. Tercero: facilitar la libertad y emigración de todos los hombres buenos que gimen bajo el imperio de los tiranos del antiguo mundo, recomendándolos a las repúblicas que tuvieren más sobrantes de tierras para que los acomoden en ellas”.[11]

El aporte principal del pensamiento económico de Severo Maldonado  radica en sus planteamientos sobre la vida del hombre centrada en un futuro promisorio a través de la razón y la colaboración activa de todos y cada uno de los individuos sociales; los fines de la economía serán los de alcanzar una sociedad organizada para lograr el bienestar común.

[...]la última de sus producciones lleva el título de El triunfo de la especie humana, y en ella hace ver las ventajas del establecimiento de una escala de comunicaciones, y de establecimientos agrícolas, industriales y mercantiles en que pensaba, y que quiso realizar por sí mismo... Desgraciadamente, [...] no se tiene ninguna noticia de ella, y, al parecer, se ha perdido definitivamente. [12]

Al rey de la naturaleza, al vice-dios de la tierra, a la obra maestra de la bondad, sabiduría y omnipotencia de Ser supremo, al hombre. A la universalidad de las naciones esparcidas por la superficie de la pequeña esferoide en que gravitamos. Al género humano, envilecido y degradado por el despotismo y la miseria, bajo el nivel y condición del bruto, para su pronta y completa reparación. Y para la indefectible y rápida conquista de todos sus derechos naturales e imprescriptibles, ofrece,  dedica y consagra esta irresistible y poderosa palanca, su más activo y fiel representante: El Cosmopolita.

Esta escala se organizará por todos los caminos que atraviesan el territorio nacional en sus direcciones generales de Oriente a Poniente y de Sur a Norte, es decir, desde la ciudad de Altamira en la costa Oriental del mar Atlántico, hasta la costa Occidental de la Nueva California en las playas del grande Océano; y desde los confines del territorio de la cismática Guatemala, hasta las posesiones más australes de nuestros vecinos del Norte.[13]

La atención y participación de la mujer significó para el religioso una preocupación de primera importancia por lo que le dedicó una especial mención en sus propuestas como podrá constatarse en sus textos. La incorporación del género en sus proyectos por el año de 1822, le perfila en una faceta poco común para los hombres de su época y aún posteriores, considerando además de que se trataba de un religioso.

“El amable y bello sexo tiene un interés decidido en la propagación y triunfo de las ideas que forman el objeto de esta obra importantísima, en la que se perora enérgicamente la causa de su felicidad. Desde este número comenzarán las señoras a ver con placer las primicias del zelo con que nos consagramos á promover la educación e ilustración de la más hermosa y sensible mitad del género humano, como el medio mas seguro y eficaz de corregir y mejorar a la otra mitad. Así, no dudamos tener muchas suscriptoras entre nuestras ilustradas americanas; y en la lista que publicaremos de los suscriptores, pondremos por separado el catálogo de las Señoras que nos honraren con sus suscripciones”. [14]

En Francisco Severo Maldonado es evidente la influencia del siglo de las luces, la revolución industrial, la revolución francesa y la independencia norteamericana.

Su riqueza radica en que no es posible caracterizarla solamente como una recepción americana de las ideas europeas y sajonas, sino que se trata de una versión que retoma elementos y postulados para construir una propuesta original de organización social, a la que era posible aspirar, luego de una etapa caracterizada por la agitación y la revolución armada, como lo fue el proceso de emancipación hispanoamericano en los albores del siglo XIX.

 

 

BIBLIOGRAFIA

Cornejo Franco, José,  Primera Jornada de Ideología Universitaria, Ediciones Universidad de Guadalajara. México, 1977.

De la Torre Villar, Ernesto, Moisés González Navarro y Stanley Ross, Historia documental de México, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1964.

Fregoso Gennis, Carlos. Prólogo a: Contrato de Asociación para la República de los Estados Unidos del Anáhuac. Colección: Año del Federalismo. Poderes de Jalisco. Guadalajara, México, 1973.

---  Francisco Severo Maldonado. UNED. México, 1984.

---  El Despertador Americano. Universidad de Guadalajara. México, 2001.

---  La prensa insurgente en el occidente mexicano (inicios del siglo XIX). Gobierno del Estado de Colima/Secretaría del Estado de Jalisco, Colima, México, 2002.

Herzog Silva, (Prólogo), El Nuevo Pacto Social propuesto a la Nación Española para su discusión en las próximas cortes de 1822-1823,  Sociedad de Bibliófilos Mexicanos,  México, 1967.

Noriega, Alfonso, Francisco Severo Maldonado, El precursor,  UNAM,  México, 1980.

Maldonado y Ocampo, Francisco Severo. El Despertador Americano. Imprenta de José Fruto Romero. Guadalajara, Jalisco,  México, 1810.

---  El Despertador Americano. Ediciones del Gobierno del Estado de Jalisco. México, 1959.

--- El Despertador Americano. Primer periódico insurgente. Facsimilar. Instituto Nacional de Antropología e Historia. México, 1964.

--- El Telégrafo de Guadalajara. Tomo I. Oficina don José Fruto Romero. Guadalajara, 1811.

--- El Telégrafo de Guadalajara. Tomo II. Oficina de don José Fruto Romero, Guadalajara, 1812.

--- Nuevo Pacto Social. Imprenta de doña Petra Manjarres y don Mariano Rodríguez. Guadalajara, México, 1821.

--- “Nuevo Pacto Social Propuesto a la Nación Española”, en El Fanal del Imperio Mexicano, Tomo II. Imprenta del L.L. H.H. Morán. México, 1822.

--- El Fanal del Imperio Mexicano. Miscelánea Política, Tomo I. Imprenta de L.L. H.H. Morán. México, 1822.

--- El Fanal del Imperio Mexicano o Miscelánea Política. Tomo II. Imprenta de L.L. H.H. Morán. México, 1822.

--- Contrato de Asociación para la República de los Estados Unidos del Anáhuac. Imprenta de la viuda de D. José Fruto Romero. Guadalajara, México, 1823.

--- Contrato de Asociación para la República de los Estados Unidos del Anáhuac. Colección: Año del Federalismo. Poderes de Jalisco. México, 1973.

--- El Triunfo de la Especie Humana sobre los campos elisios del Anáhuac. Of. C. Ignacio Brambila. Guadalajara, 1830.

 

 



[1] José Cornejo Franco. Primera Jornada de Ideología Universitaria. Ediciones Universidad de Guadalajara. México, 1977, p. 13.

[2] Alfonso Noriega. Francisco Severo Maldonado. El precursor.  UNAM.  México, 1980,  p. 12.

[3] El contrato de Asociación para los Estados Unidos de Anáhuac, p. 36.

 

[4] Ídem.

 

[5] Francisco Severo Maldonado. El Nuevo Pacto... Libro II, artículo 115 y El Contrato de Asociación..., artículo 59, p. 9.

[6] Contrato de Asociación...Apéndice III Capítulo I, p.113

 

[7] Ídem.

[8] Ibíd., El autor a sus compatriotas, p. 11

 

[9] Ernesto de la Torre Villar, Moisés González Navarro y Stanley Ross: Historia documental de México, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1964, t. II, pp. 161-162.

[10] Contrato de Asociación apéndice IV.

[11] Contrato de Asociación...Apuntes sobre un Tratado de Confederación General entre todas las Repúblicas Americanas

 

[12] Alfonso Noriega, Francisco Severo Maldonado “El Precursor”, pp. 25-26.

 

[13] El Triunfo de la Especie Humana, pp. 3-5.

[14] El Nuevo Pacto, número 2 contenido en el tomo II de El Fanal del Imperio, página 29


Sincronía Spring 2011

 

 

 

 

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