Sincronía


Winter 2010


 

NUEVOS METODOS Y TECNICAS PARA EL ESTUDIO DEL DENGUE A GRAN ESCALA

 

Autor: Dr. Miguel Ernesto González Castañeda, Departamento de Geografía y Ordenación Territorial, Universidad de

Guadalajara, México.

Coautores: Dr. Igor Martín Ramos Herrera, Departamento de Salud Pública, y Maestro Juan de Dios Robles Pastrana,

Departamento de Geografía y Ordenación Territorial, Universidad de Guadalajara, México.


 

 

INTRODUCCION

 

Para el caso del conocimiento del ambiente y el hábitat del dengue en México, se requieren

análisis integrados del medio natural y del medio social. Para su adecuado conocimiento, control y

combate se propone complementar diversos procesos y perspectivas profesionales para la

comprensión y combate del dengue de manera integral e transdisciplinarmente.

 

Ambiente natural

 

Entre los diversos factores determinantes tenemos, además de la multicitada latitud, a la

estacionalidad de las variables climáticas durante el año. La topografía de la región estudiada

aunada a los dos factores mencionados constituyen las barreras naturales para el vector. Esta

última se relaciona entonces con la altitud (altura sobre el nivel del mar) la que juega un papel

fundamental para delimitar su extensión real en el territorio. La altitud limite se ha fijado en los

2,200 metros sobre el nivel medio del mar (msnm), aunque preferentemente ronda a menos de los

1,500 (msnm) donde se encuentran mejores condiciones climáticas para su supervivencia.

 

El clima, que se puede considerar la suma de factores físicos como la temperatura, la precipitación,

la humedad, el viento, etcétera, son factores que terminan por ajustar los límites que tiene el vector

de acuerdo a sus adaptaciones y cambios genéticos. Por ejemplo, se tiene documentado que al

vector le es preferida una temperatura de entre los 15 y los 40 grados centígrados y una humedad

relativa de moderada a alta.

 

Los climas locales y los microclimas son formas bien delimitadas que varían de una manera tan no

drástica respecto al clima general circundante pero que limitan o favorecen el crecimiento y

desarrollo de las distintas especies animales y vegetales. Estos deben ser considerados

igualmente a fin de reconocer con mayor lujo de detalle la invasión del vector en zonas que

aparentemente, por efecto de la escala de representación, pueden no ser previstas.

 

Otro factor que ha venido a tener un peso específico en el análisis de vectores es el llamado

cambio climático, mismo que altera de manera significativa el comportamiento de las especies

vivas de ambos reinos. Esta hipótesis global trata de sustentar la expansión y los cambios sufridos

en el comportamiento de verdaderas plagas como el Aedes aegypti y por tanto, de los efectos en la

salud humana.

 

A escala local, factores como los encharcamientos y los derrames de agua tanto potable como

aguas de desecho, son factores a micro escala que, según el análisis requerido deberá tomarse en

cuenta.

 

Ambiente social

 

Por su estrecha relación con el ser humano, se le considera al vector como una especie

“doméstica” ya que se encuentra ubicado principalmente en el interior de los domicilios –Intra

domicilio-o bien en los alrededores – Peri domicilio-. De allí que se afirma que se le puede

encontrar alrededor de los 100 a 300 metros del hogar, principalmente la hembra, la que se dice

que, de encontrar las condiciones adecuadas, puede no salir nunca de este radio de acción,

aunque se ha documentado un vuelo de hasta tres kilómetros. El macho tiene un rango de vuelo

mucho menor.

 

Por lo anterior se comprende que la concentración humana favorece la estadía y reproducción de

los diferentes tipos de mosquito, en especial el Aedes Aegypti, el cual prefiere habitar

prácticamente en lugares donde las concentraciones de personas van de medias a altas.

 


 

Por esta razón, las condiciones de hacinamiento aunada a las viviendas menos favorecidas con

pisos de tierra, paredes y techos de materiales perecederos como la paja y que se concentran en

las colonias humanas en áreas irregulares las convierte en las mejores condiciones para los

mosquitos y muy vulnerables a favorecer su generalización. No por ello se pueden considerar

exclusivos de este tipo de población, ya que el mosquito actúa de manera muy democrática y en

expansión su aborda por igual los conjuntos humanos independientemente de sus condiciones

materiales de vida.

 

El fenómeno de urbanización creciente –concentración humana al fin-no solo en nuestro

continente sino en el Mundo entero ha sido un factor que ha agravado esta situación de por sí

complicada. Las áreas urbanas tropicales tienden a ser las que mejores condiciones tienen para el

vector. Se suma a esta variable la dinámica poblacional la que es necesario estudiar para

comprender la diseminación del dengue, en especial el análisis de las migraciones de y desde las

zonas endémicas, ya por trabajo o bien por turismo, en relación estrecha con la vocación

económico productiva urbana ya sea turística, agrícola, industrial o comercial que en ocasiones

favorece aún más la proliferación del mosquito. Por ejemplo una zona turística pendular donde los

habitantes de esas zonas pasan cuando mucho un par de semanas al año en sus viviendas. Estas

condiciones de estacionalidad y pendularidad dificultan mucho el control de los casos así como el

de las plagas mismas.

 

En los análisis a micro escala deberán considerarse como factores fundamentales la densidad de

la población así como la densidad de las viviendas (incluso los locales comerciales y los lotes

baldíos). Pueden encontrarse condiciones insalubres en estos lugares formando verdaderos

basureros a cielo abierto. En estas condiciones, el almacenamiento de agua en recipientes

abandonados permite la gran proliferación de los mosquitos.

 

Además deben considerarse la presencia de agua potable y aguas de albañal. A nivel local y en la

vivienda hay condiciones desfavorables en su infraestructura sobre todo en asentamientos

irregulares, donde privan las condiciones de falta de servicio de agua potable en la vivienda e

incluso de manera colectiva.

 

Los drenajes a cielo abierto, acumulaciones de agua potable sin control y aguas residuales son, al

igual que los encharcamientos de agua en tiempos de lluvias son potenciales criaderos. Así mismo

debe pensarse en las fugas de agua de la red de agua potable yanto en zonas habitacionales

como en zonas irregulares, ya que como se podrá comprender. no se encuentran registradas y por

lo mismo deben tomarse en cuenta, ya que estas bien pueden durar los días suficientes como para

motivar los criaderos de Aedes.

 

De esta manera la inspección de un adecuado confinamiento de aguas, el saneamiento de la red,

así como la corrección de fugas deben ser identificados a la brevedad por su estrecha relación con

la diseminación del vector. Un factor que debe fomentarse, aunado al anterior, a fin de hacer

sustentable un mejor sistema de alerta, es motivar la participación de la comunidad en programas

de la prevención y control, incluyendo un sistema de denuncia.

 

El tiempo y lugar donde la población del mosquito vector sea abundante debe marcarse en los

mapas con especial cuidado y su sistematización debe incluir la identificación más precisa posible

en los mismos lo que debe provocar un control mas costo-efectivo, combatiendo cada una de las

áreas definidas como propicias al dengue.

 

La comprensión de los determinantes de la salud de la población ha destacado la necesidad de

considerar la salud de los individuos en el contexto del ecosistema en que viven, y la Organización

Mundial de la Salud ha reconocido la importancia del análisis del ecosistema, con el fin de detectar

puntos críticos para la transmisión del dengue en el marco de un manejo integrado del vector.6 El

enfoque ecosistémico para la salud humana integra el manejo ambiental con una comprensión

holística de la salud humana y ha sido ampliamente aceptado como una vía para tomar en

 


 

consideración los vínculos entre el hombre y su ambiente biofísico, social y económico.( Forget G,

Lebel J. An ecosystem approach to human health. Int J Occup Environ Health 2001:7(2 Supp):33-8.

UNEP. Challenges and strategies for implementing the ecosystem approach to human health in

developing countries. Reflections from regional consultations. Geneva: UNEP 2001.p.65.7-9).

 

Se considera que el manejo participativo del ecosistema puede modificar los factores

socioecológicos y, por lo tanto, mejorar la de la comunidad.( 10. Bazzani R. An ecosystem

approach to social and behavioral changes for dengue prevention [actas de conferencia en Internet]

En: Actas del II Congreso Internacional de Dengue y Fiebre Amarilla, 2004. 31 de mayo al 3 de

junio, La Habana, Cuba. La Habana: Infomed, 2004. [16 pantallas] [citado: 26 de junio de 2004]

Disponible en URL: http://www.cidfa2004.sld.cu/ conferencia/ver. php?id=17) Este nuevo enfoque

está acorde con las consideraciones actuales referentes al desarrollo comunitario, que implica la

unión del gobierno y el pueblo, quienes en conjunto optimizan al máximo los recursos endógenosdisponibles y logran mejorar las condiciones económicas y sociales de la localidad. (Águila Cudeiro

 

Y. El desarrollo local [actas de conferencia en Internet] En: Actas de la II Conferencia Internacional

“La obra de Carlos Marx y los desafíos del siglo XXI”, 2004. 4 al 7 de mayo. La Habana, Cuba

2004. [17 pantallas] [citado: 7 de mayo de 2004].

Disponible en URL: http://www.nodo50.org/cubasigloxxi/congreso04/cudeiro_29024.pdf)

El proceso investigativo, con la aplicación del enfoque ecosistémico en salud humana, involucra a

los interesados y está basado en principios de transdisciplinaridad y participación. Brundtland GH.

Message to the Internacional Forum on Ecosystem Approaches to human Health (video CD).

Montreal:IDRC, 2003. Boischio A. An ecosystem approach for the socioecological factors in dengue

[actas de conferencia en Internet] En: Actas del II Congreso Internacional de Dengue y Fiebre

Amarilla, 2004. 31 de mayo al 3 de junio, La Habana, Cuba. La Habana: Infomed, 2004. [10

pantallas] [citado: 26 de junio de 2004] Disponible en URL: http://www.cidfa2004.sld.cu/

conferencia/ver.php?id=34

 

En Cuba se han desarrollado investigaciones que han aplicado con el apoyo de la población y

con este enfoque, (Yassi A, Mas P, Bonet M, Tate RB, Fernández N, Spiegel J, et al. Applying an

ecosystem approach to the determinants of health in Centro Habana. Ecosystem Health

1999;5(1):3.) y también fue empleado al manejar los aspectos ambientales en la campaña contra el

Aedes aegypti librada por todo el pueblo en el primer trimestre de 2002. Spiegel JM, Yassi A, Tate

 

R. Dengue in Cuba: mobilization against Aedes aegypti. The Lancet. Infectious Diseases, 2002;

(2):204.

En Ciudad de La Habana se desarrollan 2 proyectos de investigación auspiciados por el Centro de

Investigaciones de Desarrollo Internacional de Canadá (IDRC) que aplican un enfoque de este tipo,

y tienen entre sus objetivos desarrollar e implementar un sistema de vigilancia integrado para el

control y prevención del dengue a nivel local en los municipios Cotorro y Centro Habana, que

incluye indicadores ambientales, entomológicos, clínicos y epidemiológicos. Como parte del

desarrollo de los indicadores ambientales, se consideró necesario probar los propuestos en varios

municipios de Ciudad de La Habana, entre los que se encontró La Habana Vieja.

 

Los viajeros pueden infectarse con el dengue durante visitas a países tropicales y subtropicales. La

enfermedad ocurre en la mayor parte de los países tropicales en Asia, las Islas del Pacífico, lasislas del Caribe, México, Sur y Centro América y África. El riesgo de contagiarse con el dengue es

generalmente más alto en áreas urbanas, y más bajo en áreas rurales y en alturas sobre los 1500

metros (4500 pies).

 

Una adecuada vigilancia epidemiológica puede servir de base para comenzar a estratificar los

centros urbanos e identificar las zonas críticas donde deben concentrarse las tareas de control. El

control de A. aegypti se hace difícil, no solamente por la limitación de recursos, sino también por la

gran extensión y heterogeneidad de los barrios y edificaciones en el espacio urbano donde se cría

este vector. Por ello es necesario contar con un adecuado sistema de vigilancia epidemiológico del

 


 

dengue que permita determinar cuáles áreas urbanas deben tener prioridad en el control vectorial.

Cuando se cuenta con informes adecuados sobre los factores espaciales y temporales de los

casos de dengue, el centro urbano puede estratificarse para mostrar los lugares donde es más

probable la transmisión del virus y tomar acciones para interrumpirla.

 

Las localidades afectadas podrían clasificarse como

 

“focos rojos” si tienen todas las condiciones para la transmisión

“focos anaranjados” si las condiciones adecuadas para la transmisión son transitorias o

inestables, y

“focos azules” si no existen las condiciones para la transmisión local pero se notifican

casos importados.

“focos blancos” si no existen notificaciones de casos sospechosos por ningún motivo.

Para identificar tentativamente los posibles focos por sector o barrio podría utilizarse como

parámetro la persistencia del dengue, -número máximo de meses consecutivos en los que una

localidad tiene casos de la enfermedad, junto con los valores de incidencia del dengue-.

 

Desarrollar un Sistema de Información Geográfica (SIG) para representar y analizar los patrones

espaciales del dengue en el área de estudio. Con la ayuda del SIG, debe estratificarse el área

urbana identificando los barrios, distinguiendo aquellos que representen la mayor prevalencia y

persistencia del dengue durante un período determinado. La base cartográfica de este estudio

reside en la digitalización de los límites administrativos de municipios, sectores, AGEBS, manzanas

así como la vialidad principal, a partir de mapas de escalas 1:5 000 y 1:50 000 principalmente

suministrados por el INEGI y el sistema catastral municipal. Los datos de casos de dengue y

dengue hemorrágico se trabajarían en ´rincipio en Excel (Microsoft Corporation) y procesarán en

bases de datos (Visual dBASE; Borland International, Inc.). En la siguiente etapa los datos se

incorporarán a un SIG para su análisis y representación gráfica (ArcView;ESRI, Inc.). Empleando

en la primera fase de análisis estadísticas descriptivas como la media y la desviación estándar, y

correlaciones de Pearson entre las variables de interés.

 

Creemos que es importante tener en cuenta la variable persistencia -número máximo de casos y el

de meses consecutivos con dengue-, ya que podría ser un indicador de la transmisión local. En un

estudio sobre esta medida (Barrera et al. Estratificación de una ciudad hiperendémica en dengue

hemorrágico. Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 8(4), 2000) y en uno anterior

sobre la transmisión de la malaria en el nordeste de Venezuela (Barrera R, Grillet ME, Rangel Y,

Berti J, Aché A. Temporal and spatial patterns of malaria reinfection in northeastern Venezuela. Am

J Trop Med Hyg 1999; 61:784–790. ), se encontró una correlación positiva y significativa entre la

persistencia y la incidencia.

 

La estratificación del dengue con fines de investigación, planificación y aplicación de medidas de

control debería realizarse a varias escalas (por región, país, zona ecológica y división

administrativa como el municipio, la ciudad, barrio o sector y vivienda). Por ejemplo, en una

investigación sobre la estratificación del dengue en México (Gómez-Dantés H, Ramos-Bonifaz B,

Tapia-Conyer R. El riesgo de transmisión del dengue: un espacio para la estratificación. Salud

Publ Mex 37(1 Supl):S88–S97.), se trabajó en los centros poblados resaltando la importancia de

variables ambientales como la altitud, la temperatura y la precipitación y de características de la

población humana como el número de habitantes, el nivel socioeconómico, la edad y el sexo. Esa

estratificación permitió calificar los centros poblados en función del riesgo epidemiológico de

dengue que entrañaban y planificar la asignación de recursos.

 


 

LOS SISTEMAS DE INFORMACION GEOGRAFICOS

 

La Geografía profesional actualmente desarrolla competencias para localizar, analizar y

representar los lugares, sus fenómenos y componentes de acuerdo a sus relaciones complejas y

dinámicas a fin de reconocer y explicar los patrones espaciales en planos que van desde lo

económico, lo natural, lo social hasta lo cultural, justo allí donde ocurren y concurren.

 

Para lograr el desarrollo de este tipo de competencias se requiere del apoyo de las Tecnologías de

la Información y la Comunicación TIC que en este campo son representadas por los Sistemas de

Información Geográfica (SIG).

 

Los SIG son sistemas formados por tanto por el equipo de cómputo, los paquetes y las personas,

así como los procedimientos diseñados para la captura, manejo, análisis, modelado y muestreo de

datos georreferenciados, es decir, localizados en su lugar exacto con respecto a la Tierra, para

resolver problemas de planeación, dirección y evaluación. Están compuestos por tres elementos

fundamentales: Bases de Datos, Mapas y un paquete de cómputo con personal capacitado para

que administrar y explotar los resultados.

 

 

APLICACIÓN DE SIG EN LA LOCALIZACION DE AREAS POTENCIALES

 

Se aplicaron los SIG contando con los siguientes datos: 1. Cada una de las 2,443 Cabeceras

municipales del Pais. 2. Los límites de cada una de las 32 Entidades Federativas o Estados. 3. Los

límites de cada una de las zonas climáticas del País según la CONABIO (Comisión Nacional de la

Biodiversidad??): zona templada, zona del trópico subhúmedo, zona del trópico húmedo, zona

árida, y los cuerpos de agua. 4. Las curvas de nivel con una diferencia de 200 metros.

 

El criterio de considerar las cabeceras municipales de cada uno de los municipios de México

independientemente de su tamaño absoluto se debe a que por definición, estas localidades se

consideran urbanas aún si son menores de 2,500 habitantes, dada la preferencia de los mozquitos

por este tipo de concentraciones urbanas.

 

Se agruparon las cabeceras según su altitud en intérvalos de 500 metros sobre el nivel del mar,

iniciando a los 1 (Telchac Pueblo, Yucatán) hasta los 2,900 (Cabecera municipal de Emiliano

Zapata, Tlaxcala). Se resaltó con color de rojo obscuro la altitud menor hasta color amarillo las

cabeceras con la mayor.

 


 

Fig. 1. Ampliación del Mapa Nacional. Cabeceras municipales según su altitud.

 

Más adelante se generó un mapa combinando los límites de cada una de las zonas climáticas y los

cuerpos de agua con las Se agruparon las cabeceras según su altitud, de ésta manera se observa

sin dificultad cuales cabeceras incrementan el riesgo por encontrarse en zonas templada, trópico

subhúmedo o trópico húmedo, no así las que se encuentran en zona árida, aunque cumplan el

criterio de altitud. Mención aparte lo merecen los cuerpos de agua de mayor superficie, ya que

estos por constituir un hábitat preferido por el vector, las cabeceras municipales se constituyen en

zonas de riesgo, máxime aquellas que cumplen los criterios de clima y altitud.

 

 

Fig. 2. Ampliación del Mapa Nacional. Zonas climáticas y cabeceras municipales según su altitud.

 

 


 

Por otro lado, se muestra un mapa de las cotas (líneas de igual altitud) en donde se resalta con

colores que van del verde oscuro para las cotas cercanas al nivel del mar al amarillo para aquellas

que muestran una altitud mayor.

 

 

Fig. 3. Ampliación del Mapa Nacional. Cotas según su altitud.

 

Finalmente se muestra un mapa donde se han sobrepuesto las cabeceras municipales con las

cotas sobre el nivel del mar. Se pueden distinguir con colores mas cercanos al rojo oscuro aquellas

cabeceras municipales que tienen una menor altitud así como las cotas menores con la misma

gama de color. Por el contrario se han dispuesto las cabeceras de mayor altitud así como las cotas

de iguales características con colores que llegan al rojo muy claro. Se han separado aquí las de

altitud superior con color amarillo (2000 a 2900 msnm).

 

Como podrá apreciarse, con esta forma de representarles se muestra una cierta coincidencia de al

menos dos de los factores más determinantes según la literatura internacional para estudios

regionales: la condición de urbanismo así como la de altitud.

 

De esta forma se muestra de alguna manera el poder de los SIG para la representación

cartográfica, la identificación de objetos (cabeceras municipales) de acuerdo a ciertos atributos

(altitud) y el análisis de un gran volumen de datos como se presenta en este ejemplo, además de

permitir, considerando las propiedades de los objetos, representar de muy diferentes maneras el

mismo fenómeno para su mayor comprensión.

 


 

Fig. 4. Ampliación del Mapa Nacional. Cabeceras municipales según su altitud y cotas según su

altitud.

 

FUTURAS INVESTIGACIONES EN MEXICO

 

Un trabajo de investigación debe establecer las bases para la aplicación de un enfoque

ecosistémico en salud humana para la prevención y combate del dengue a nivel regional de

manera multidisciplinar y con apoyo de los llamados Sistemas de Información Geográfica (SIG).

Esta acción servirá como base para el fortalecimiento de los programas Nacionales así como

referencia para la Construcción de una Estrategia de Gestión Integrada para la prevención y control

del dengue EGI Nacionalmente, tal como lo recomienda la OPS/OMS.

 

A otra escala, se ha utilizado un SIG para analizar el patrón de casos de dengue por viviendas. En

una localidad en Puerto Rico (Morrison AC, Getis A, Santiago M, Rigau Perez JG, Reiter P.

Exploratory space-time analysis of reported dengue cases during an outbreak in Florida, Puerto

Rico 1991–1992. Am J Trop Med Hyg 1998;58:287–298) donde los resultados mostraron

agrupamientos significativos solo en relación con las viviendas, sin un patrón espacial aparente del

área urbana.

 

Para realizar un estudio a nivel urbano y regional a la vez se deberá considerar como la unidadgeográfica básica al área de responsabilidad del sector salud, misma que agrupa varias Áreas

Geoestadísticas Básicas o AGEBS las que a su vez agrupan una serie de manzanas y lotes.

 

Para la conformación de las bases de datos se evaluarán los siguientes criterios de cada uno de

estos:

 

1. Disponibilidad y escala de los datos sobre los casos de dengue.

2. Posibilidad de compra de bases cartográficas.

3. Calidad de los datos y de las bases cartográficas

4. La participación activa de la población

Algunos de los indicadores a procesarse serán: Viviendas y locales según acumulación de

desperdicios domésticos o no a la intemperie (depósitos transitorios de agua en latas, pomos,

botellas, llantas, entre otros); manzanas con lotes que sirvan de basureros así como lotes baldíos,

 


 

según condición de saneamiento; manzanas con drenajes a cielo abierto o acumulaciones de agua

y aguas negras por más de 7 días; manzanas con fugas de agua de la red de agua potable (agua

limpia con salida a la vía pública o áreas comunes ); manzanas con proliferación de vectores

-Aedes aegypti-según condicón de acuerdo a monitoreo entomológico de las autoridades

sanitarias; Identificación de criaderos potenciales con o sin agua en ese momento.

 

La calidad de los datos puede estar influida por el observador y por lo que se precisa la utilización

de los criterios uniformes de la GUIA DEL OBSERVADOR para la evaluación de las distintas

zonas.

 

Por otra parte, se aconseja hacer una evaluación continua por ciclos, ya que por ejemplo, puede

ser reportado un baldío como saneado, pero por falta de conciencia social, en poco tiempo cuando

se convierta en un baldío insalubre por la disposición de desechos sólidos se corre el riesgo de no

ser reportado como tal.

 

Los basureros a cielo abierto, por sus características, no tienen una localización fija y pueden ser

eventuales, lo que hace que esta situación obligue también a su monitoreo constante. De no

llevarse a cabo un seguimiento, pudiera ser difícil relacionar estos sitios de forma directa con la

aparición de focos del mosquito en un área específica.

 

Como se reporta en el estudio “Utilización de indicadores ambientales para la prevención del

dengue en La Habana Vieja”, del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología

(INHEM) [citado consultado en Internet el 15 de Noviembre de 2007 ] [4 pantallas] Disponible en

URL: “El 82 % de los depósitos positivos se encontró en el interior de las viviendas o locales

durante la segunda etapa, lo cual podía responder al hecho de que prevalecieran condiciones

favorables para el establecimiento de los criaderos de mosquitos en el interior de la vivienda”.

 

Esta condición implica que debían incrementarse las acciones tendientes a modificar la conducta y

corresponsabilizar a la comunidad en el combate contra el mosquito, lo que obligó a la búsqueda

de indicadores ambientales intradomiciliarios además de los realizados en el peridomicilio.

 

También se debe tener una vigilancia larvaria activa, con captura y clasificación de adultos tanto en

los sitios de reposo como en con trampas y la clasificación de los depósitos positivos según su

utilidad y procedencia (interior de las viviendas y locales o en el área exterior de estos). Lo anterior

para analizar los datos relativos al índice de infestación por larvas de Aedes aegypti, monitorear la

efectividad de los programas y métodos de control, identificación de áreas de reinfestación y

resistencia, verificación de la erradicación.

 

Todos los datos anteriores deben ser aportados tanto por la comunidad, los diferentes actores

institucionales y con una obvia coordinación con el Sector Salud.

 

PROPUESTA DE ANALISIS ESPACIAL

 

Se propone la construccion de Polígonos de Thiessen(Bailey T, Gatrell A. Interactive Spatial data

Analysis. 1998 3rd ed. Harlow, England: Longman; 1995.) alrededor de los

sitios donde se localicen los puntos de muestreo y se les asigna un valor de infestación

correspondiente tal como en el trabajo de Carbajo. (Carbajo, A. et al Variacion espacio-temporal

del riesgo de transmisión de dengue en la ciudad de Buenos Aires. Medicina 2004; 64: 231-234)

 

Cada polígono lamado de Thiessen, consiste en el área alrededor de un sitio que abarca los puntos

más cercanos a ese sitio. Al cubrir toda la zona de estudio con los polígonos equivale a adjudicar a

cada punto de la zona de estudio el valor del punto de muestreo más cercano. De esta manera se

construirán mapas para reconocer la situación y con una temporalidad que va de la anual a incluso

la semanal si es el caso. Los polígonos se clasificarán de acuerdo al nivel de infestación.

 


 

Se calculará el área total infestada por periodo sumando el área de los polígonos donde se había

detectado al vector; se compararán por períodos mediante la prueba de Kruskal-Wallis. Se

comparará también la proporción de sitios infestados en cada periodo.

Se calculará la densidad de habitantes para cada polígono del mapa de coincidencia de

infestación, a partir de datos por manzana en formato digital. Se compararán las densidades por

área de densidad poblacional, hacinamiento, infestación, etc.

 

La ubicación de los sitios y el estado de infestación serán incorporados en un Sistema de

Información Geográfico (SIG) comercial Arcview 3.1 (ESRI).

 

CONCLUSIONES

 

No puede ignorarse que la situación del dengue en las Américas se ha agravado durante los

últimos 20 años con el incremento del número de casos y países afectados, y una mayor

frecuencia de las manifestaciones graves del dengue hemorrágico y el síndrome de choque del

dengue (1, 2). 1. Gubler DJ, Trent DW. Emergence of epidemia dengue/dengue hemorrhagic fever

as a public health problem in the Americas. Infect Agent Dis 1993;2:383–393. 2. Pinheiro FP, Chuit

 

R. Emergence of dengue hemorrhagic fever in the Americas. Infect Med 1998;15:244–251. Tan

solo en el año 2002, se reportaron en la región más de un millón de casos, la mayor cifra en la

historia.

La relevancia en la identificación de estos casos señala el giro que empieza a tomar el espectro

clínico de la enfermedad y obliga a considerar este evento como una seria advertencia sobre la

posibilidad de la aparición de que casos severos se manifiesten en forma epidémica.

 

La presencia de los 4 diferentes serotipos del Dengue, y la aparición cada vez más frecuente de

casos de Dengue hemorrágico, en los que ha habido desenlaces fatales, generalmente asociado a

un inadecuado manejo de los pacientes o bien a una demanda tardía de atención médica, debe

poner en alerta tanto al personal de salud como a los ciudadanos.

 

En México la población residente en áreas endémicas se ha “acostumbrado” a la presencia del

Dengue considerándolo una enfermedad más, por lo que en ocasiones no demanda atención

médica.

 

La gran heterogeneidad ambiental de viviendas y barrios en los centros urbanos donde se cría el

mosquito Aedes aegypti, junto con la escasez de recursos y de personal entrenado en el control de

mosquitos constituyen retos para cualquier iniciativa destinada a controlar este padecimiento

 

La escala de este trabajo exploratorio permite reconocer las acciones interestatales en pro de la

prevención de casos nuevos como el citado, sin embargo, estos esfuerzos de escala regional, poco

se han aplicado en los servicios de salud, por lo que la presente propuesta lejos de ser original,

tiene la intención de fortalecer la idea de utilizar herramientas de SIG en las instituciones que

prestan servicios de salud pública.


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