DON
JESÚS, PERSONAJE PRINCIPAL DEL TEXTO DRAMÁTICO LOS ALBAÑILES. INTERTEXTUALIDAD
BÍBLICA Y CARNAVALIZACIÓN. UNA APROXIMACIÓN BAJTINIANA
María Lourdes Hernández
Armenta
Vicente
Leñero (1933), escribió en 1964 su novela Los
albañiles, cinco años después la escribió en género dramático con un fin
determinado: reconsiderar la temática original y sus
implicaciones simbólicas.
La crítica y lectores hasta
entonces advirtieron en la novela sólo su trama policiaca, su artificio formal o sus
evidentes características testimoniales. Pero la obra contenía un elemento que había
pasado inadvertido y que Leñero intentó en esta nueva reescritura, de poner énfasis en
él:
Al escribir esta versión para el
teatro me empeñé con una gran necedad en subrayar ese elemento; no sólo a través del
epígrafe que acompaña la presente edición, sino impulsando y quizá forzando a don
Jesús a proyectar, en forma más clara, su carácter de sui generis redentor. Violentada
de su contexto, la frase paulina representa para mí la mejor síntesis de la obra aunque
no, desde luego, su única posibilidad interpretativa (LEÑERO 1983:8).
En
base a esto, este trabajo trata de exponer nuestra posibilidad interpretativa. El
personaje de don Jesús, controversial como ya
veremos, posee variados matices pero sólo tocamos dos que para nosotros son importantes:
la intertextualidad bíblica que tiene a su cargo la de brindarle a dicho personaje su
connotación crística y la carnavalización, que
Leñero
centró el tema de Los albañiles, en un hecho delictivo (el crimen de
don Jesús) y en el descubrimiento metódico y gradual del culpable. Mantiene la tensión
con ciertas técnicas que dan a la acción su ritmo, también hace uso continuo de la
retrospección o analepsis. Empieza con el cadáver de don Jesús a quien conoceremos
precisamente al ir al pasado. Se hace una
investigación policiaca a través de la cual nos damos cuenta de que cada uno de los
albañiles puede ser el culpable, pero
también, que no es la intención del autor revelar la identidad del asesino (es evidente
que no importa tanto), sino de exponer una culpabilidad compartida. Al final aparece un hombre
que parece ser don Jesús.
El epígrafe
A quien no conoció pecado, lo
hizo pecado entre nosotros
Para que
fuésemos justicia de Dios en él.
Pablo,2 Cor.5.21
El
concepto de epígrafe que da el diccionario es: Cita o sentencia (intertexto) que,
a guisa de lema o divisa, antecede a una obra o a cada uno de sus capítulos,
encabezándolos. Resume los presupuestos del texto que preside, y anticipa su orientación
general. (BERISTÁIN 1992:194)
El epígrafe en esta obra nos
introduce a una temática religiosa que a primera
vista, pasa inadvertida por ser la trama policiaca la que marca el ritmo y el interés en
la historia, pero en una lectura más detallada y sobre todo en un análisis profundo,
podemos encontrar el discurso religioso que late en dicha obra.
La
frase es de Pablo, que según el libro Hechos del Nuevo Testamento, Saulo de Tarso
perseguía a los cristianos cuando en el camino a Damasco escuchó la voz de Cristo y fue
así como se convirtió al cristianismo. De él se dice que dijo Jesús a Ananías:
Anda, pues este hombre me será un instrumento valioso y dará a conocer mi Nombre
tanto a los paganos y a sus reyes como al pueblo de Israel.(Hechos 9.15)
La conversión de Pablo, nos dice
Volveremos más adelante sobre el
epígrafe ya que es de gran relevancia en nuestro análisis.
Bajtín, mostró que las obras
literarias, y la cultura en general, tienen un carácter necesariamente dialógico, y que
en la elaboración de un texto siempre subyacen otros textos con los cuales mantiene
relaciones. Todo texto posee un sujeto que es el autor y un segundo sujeto que
reproduce al texto original. De allí que toda relación dialógica implique el encuentro
de los dos sujetos, de dos autores, el encuentro de los dos textos, del que ya está dado
y del que se está creando como una reacción al primero (ALEJOS GARCÍA en COHEN
1999:209)
En Los albañiles, la
intertextualidad bíblica, juega un papel fundamental, ya vimos como el epígrafe es el
punto de partida de la obra y sobre todo en lo que respecta al personaje principal don
Jesús, sin ella, como veremos a continuación, carecería éste de significación.
El
Evangelio según San Juan
Nos dice
Este Evangelio recoge solamente siete milagros de Jesús, cifra simbólica, pero
busca en ellos antes que nada anunciar y enfatizar la obra que el Hijo de Dios realizara a
lo largo de la historia.
Dicho Evangelio insiste en hacer resaltar a Jesús como Hijo de Dios. El intertexto
que se encuentra en Los albañiles no se encuentra en otro Evangelio
más que en Juan y es cuando Juan el Bautista ve a Jesús que se dirige para ser bautizado
y dice de él: Ahí viene el Cordero de Dios, el que carga con el pecado
del mundo...(Jn1,29)
En Leñero tenemos el intertexto:
Don Jesús
Seguimos hablando. Lo que te pasa es que a fuerzas quieres ver en mí a un cabrón. ¿Y sabes por qué me ves
así? Porque tus ojos miran nomás lo que tú tienes dentro: mugre, pura mugre. Pero no le
hace. Para
eso estoy aquí: para cargar con tu mugre y con la de todos los demás.[1](LEÑERO 1983:87)
Lo anterior es un diálogo que tiene don Jesús con el personaje de Sergio, un
exseminarista que trabaja de plomero en el edificio en construcción.
Este intertexto, en el Evangelio de San Juan nos señala a Jesús como el Cristo,
el Mesías, el Salvador. En Leñero también tiene esta función, es en este momento
cuando don Jesús recibe la carga semántica de Cristo, pues como dice M. Arrivé, el
intertexto es el lugar donde se manifiesta y se capta el contenido de la connotación ya
que el elemento intertextual siempre es connotativo.(BERISTÁN 1992:265). El personaje de Don Jesús es un
ser depravado que sin tener el apoyo de la intertextualidad bíblica, sería un personaje
más y carecería de la connotación crística. La frase bíblica señala a Jesús como el
Cristo y este intertexto en Los albañiles, hace lo mismo con el personaje de Don
Jesús, ésa es su función.
Lo mismo ocurre con el intertexto de
la Resurrección pero en éste, Leñero plasma
El primer día de la semana, muy
temprano, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue a visitar el sepulcro. Vio
que la piedra de entrada estaba removida. Fue corriendo en busca de Simón Pedro y del
otro discípulo a quien Jesús más amaba, y les
dijo: Han sacado al Señor de la tumba y no sabemos dónde lo han puesto.(Juan
20:1,2,)
Cada Evangelio cuenta el episodio con
versiones parecidas en donde el sepulcro está vacío y los lienzos en el suelo, al final
de
Jesús de Nazareth fue crucificado.
La gente que lo había seguido lo abandonó y fue condenado a muerte, el culpable no fue
un solo hombre, él murió para salvar del pecado a
María estaba llorando afuera, cerca
del sepulcro. Mientras lloraba, se agachó sobre el sepulcro, y vio a dos ángeles de
blanco, sentados, uno a la cabecera y el otro a los pies, en donde había estado el cuerpo
de Jesús.
Ellos le dijeron: Mujer, ¿Por
qué lloras? Les respondió: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé
dónde lo han puesto. Al decir esto, miró por atrás y vio a Jesús de pie, pero no
lo reconoció.
Le dijo Jesús: Mujer, por qué
lloras?, ¿a quién buscas? (Juan 20,11-15)
Al principio Jesús no fue reconocido
por María así como en Los albañiles,
Munguía no está seguro de que el hombre que ve sea don Jesús:
Munguía entra en el edificio. Lo observa con atención. Sube
por los andamios. De pronto se detiene en seco. Frente a él, de espaldas al público, se
encuentra un hombre abrigado con la cobija del viejo. Tiene su sombrero. Es quizás el
mismo don Jesús pero no es posible afirmarlo categóricamente. Munguía se aproxima.
EL HOMBRE
¿Buscaba a alguien? (LEÑERO 1983:120,121)
La duda de la resurrección de don Jesús es plasmada por
Leñero en este momento por medio de un cierre estético abierto, en donde la conclusión
no está condicionada y se puede creer que el hombre es o no es don Jesús, con esto, el
autor no da por concluido a su personaje, Bajtín dice que cuando un personaje ha sido
concluido, no tiene la posibilidad de regenerarse, de renovarse, de vivir una
metamorfosis:
Las caras concluidas (o cerradas) en la pintura
(incluyendo el retrato). Representan un personaje concluido, que ya está allí y no puede
ser otro. Las caras de los personajes que ya dijeron todo, que ya murieron, o como si
hubieran muerto. El artista concentra su atención en los rasgos conclusivos,
determinantes, que encierran. Vemos a todo el personaje y ya no esperamos nada más ni
otra cosa. El personaje no puede regenerarse, renovarse, vivir una metamorfosis, porque se
encuentra en su fase conclusiva, última y definitiva. (BAJTÍN 1999: 307)
Como podemos ver no es el caso de don Jesús, ya que éste es un personaje que no
se mantiene estático. Es un personaje que aún después de terminada la obra no ha dicho
su última palabra, esto lo veremos a continuación cuando tratemos más sobre él.
Personaje principal
El personaje principal de Los albañiles, aparte de cargar con
una connotación crística, tiene otras funciones.
Bajtín
nos dice que el autor da tono a todo detalle de su personaje, a cualquier rasgo suyo, a todo suceso de su vida, a sus pensamientos, y
sentimientos, ya que en la obra artística, a diferencia de la vida real (en donde sólo
interesa actos aislados de la persona y no su totalidad), interesa la totalidad del
personaje ya que todas las manifestaciones separadas, tienen tanta importancia para la
caracterización del todo como su conjunto.
Tal reacción frente a la totalidad
del hombre-protagonista es específicamente estética, porque recoge todas las
definiciones y valoraciones cognoscitivas y éticas y las constituye en una totalidad
única, tanto concreta y especulativa como totalidad de sentido. Esa reacción total
frente al héroe literario tiene un carácter fundamentalmente productivo y constructivo.
(Ibid:13,14)
Con esto Bajtín nos dice que el
autor crea a su personaje para evaluar el mundo que le rodea, el héroe posee un carácter
que crea y produce, su papel es
fundamentalmente el de producir y construir. Creemos que el aspecto creativo en el personaje de don Jesús se encuentra en el
elemento grotesco y el carnaval, mientras que el carácter productivo y constructivo se ve marcado por la inclinación de Leñero a sus
ideas o mejor dicho su visión de los Evangelio. Estos aspectos se mezclan entre sí y nos
muestra su punto de vista respecto al cristianismo.
Lo grotesco
El personaje de don Jesús se nos
presenta con características de lo grotesco:
Recibe este apelativo lo que degrada
de modo caricaturesco la realidad, lo que reconstruye desfiguradamente
Nos dice Helena Bereristáin que lo grotesco es un elemento del carnaval que se
expresa de muchas maneras y tiene a su cargo numerosas e importantes funciones. Introduce
la risa alegre y la comicidad
renovadora, asociada a lo material y al cuerpo en su desempeño durante su
transcurso entre los polos coincidentes aunque sucesivos del nacer y el
perecer. Como, en el final, lo gastado es refundido y renace, podría decirse que la
muerte está preñada.* Permite asociar lo heterogéneo y lo
distante. Se puede hablar de una audacia inventiva que rechaza las convenciones, los
hábitos banales y gastados. Percibe la relatividad de todo lo existente y, por ello
mismo, la posibilidad de que cambie. Ello hace posible observar de un modo diferente y
nuevo el universo.(BERISTÁIN en COHEN 1999: 224)
En
...Todas estas excrecencias y
orificios están
caracterizados por el hecho de que son el lugar donde se superan las
fronteras entre dos cuerpos y entre el cuerpo y el mundo, donde se efectúan los cambios y las
orientaciones recíprocas. Ésta es la razón por la cual los acontecimientos principales
que afectan al cuerpo grotesco, los actos del drama corporal, el comer, el beber, las
necesidades naturales (y otras excreciones: transpiración, humor nasal, etc.), el
acoplamiento, el embarazo, el parto, el crecimiento, la vejez, las enfermedades, la
muerte, el descuartizamiento, el desplazamiento, la absorción de un cuerpo por otro- se efectúan en los
límites del cuerpo y del mundo, o en los del cuerpo antiguo y del
nuevo; en todos
estos acontecimientos del drama corporal, el principio y el fin de la vida están indisolublemente
imbricados
(BAJTÍN 1999:285,286)
Nos encontramos estas descripciones
de don Jesús muerto:
Lo hicieron caca (LEÑERO 1983: 17)
Lo dejó hecho una porquería (Ibid:
22)
CHAPO
¿Usted no quiere ver cómo dejaron
al pobre viejo? Tiene los sesos de fuera y se le ven como unos mazacotes de pura mierda.
Los ojos se le botaron. Parecen dos pelotas así de grandes. Toda la quijada descuadrada y
llena de sangre...Vaya a verlo antes de que se lo lleven, ingeniero.(Ibid: 23)
Estas descripciones del personaje
pertenecen a un presente dentro de la obra, mientras que las descripciones del pasado o
sea en vida, son más que nada internas y muchas veces éstas son dadas a través de
acciones del propio don Jesús, en donde se nos muestra como un ser vulgar, bajo y ruin.
Podemos ver como lo interno y lo externo coinciden, pero lo interesante es que no
permanece estático, sino en un movimiento que va a concluir en un ser nuevo, Bajtín
menciona este movimiento del cuerpo grotesco que está siempre en estado de construcción,
de creación, en donde él mismo construye otro cuerpo, recordemos como al final hay un
hombre nuevo generado del cuerpo viejo y muerto de don Jesús.
Carnavalización
Ahora tocaremos el tema de la
carnavalización en la literatura, para saber de qué manera opera dicho elementos en Los albañiles:
Concepto que debemos a Bajtín su
más amplia y rica descripción tipificadora, en donde pone de relieve la influencia de
las fiestas folclóricas del carnaval - y sus matices subversivos, críticos y paródicos
frente a los valores establecidos sobre los géneros literarios cómicos en los que
se utiliza un lenguaje popular, avulgarado, obsceno y complementado con gestos. Como
ejemplo más ilustrativo cita Gargantua y Pantagruel (1532-1546), del francés Francois
Rabelais. Para Bajtín el carnaval es una de las raíces más evidentes del surgimiento de
lo literario y está relacionado con
Bajtín llamó carnavalización
literaria a la transposición del carnaval al lenguaje literario. Los aspectos y rasgos
aislados del carnaval los separó y los examinó desde el punto de vista de dicha
transposición:
El carnaval es un espectáculo sin
escenario ni división en actores y espectadores. En el carnaval todos participan, todo
mundo comulga en
En la vida carnavalesca, a diferencia
de la vida normal se cancelan todas las leyes y prohibiciones, antes que nada se suprimen
las jerarquías y todo aquello relacionado con las desigualdades sociales y por cualquier
otra desigualdad de los hombres, las
distancias se destruyen y prevalece la categoría carnavalesca es decir: el contacto libre y
familiar entre la gente:
...Se trata de un momento muy
importante en la percepción carnavalesca del mundo. Los hombres, divididos en la vida
cotidiana por las insalvables barreras jerárquicas, entran en contacto libre y familiar
en la plaza del carnaval. El carácter especial de la organización de acciones de masas y
la libre gesticulación carnavalesca se determinan asimismo por esta categoría del
contacto familiar.(BAJTÍN 2003: 179)
En el carnaval se vive entre realidad
y juego, un nuevo modo de relaciones entre toda la gente que está en contra de las
jerarquías en la vida cotidiana por eso, los
comportamiento, los gestos y las palabras del hombre se liberan de todo poder, de toda
situación jerárquica que los suele determinar totalmente en la vida diaria, volviéndose
excéntricos.
En Los
albañiles, don
Jesús es un personaje con toda clase defectos. Lleva en sí, todos los pecados del mundo:
es ratero, asesino, depravado, etc. Y sin embargo Leñero le da una connotación de Cristo
redentor. Esto es posible en un mundo carnavalesco, y este es el mundo que se vive en
esta obra. En el edificio en construcción es en donde empieza el carnaval.
...se escucha el silbar alegre, los
pasos y los murmullos de los albañiles que empiezan a llegar a su trabajo. Cuando los
primeros entran en escena y avanzan tranquilos, ya en dirección de la bodega, para
cambiarse de ropa, ya rumbo al sitio donde se encuentra algún instrumento de
trabajo...(LEÑERO,1983:15)
Los albañiles se ponen sus ropas de
trabajo y cuelgan en el perchero las que usan en el otro universo (se marcan
límites) y en ese lugar durante el día viven
una vida diferente:
Un grupo de
albañiles ha estado observando la escena a distancia. Ríen y hacen comentarios en
relación a Isidro y a Sergio. Éste último ha lanzado a Isidro una mirada amenazadora.
Albañiles
-¡Se va a
poner celoso don Jesús, Isidro!
-Convídanos del almuerzo que te trae tu hermana, Cura.
-No seas apretado.
-Danos una probadita.
-Del almuerzo o de tu hermana, como quieras.(Ibid:58)
Entre burlas, palabras vulgares,
frases de doble sentido. Se burlan del patrón:
El ingeniero Zamora
sale de
Albañiles, entre risas
-Ya llegó
el Nene, muchachos.
-A trabajar, que ya llegó el Nene.
-Ñe ñe, el Nene.(Ibid:53)
Cantan, comen:
El Chapo sale de la
bodega, desarmado, mientras Federico se aproxima al grupo de albañiles donde almuerza
Patotas.
Patotas
¿No se echa un taco, inge? Están ricos. Son de frijolitos con chilito...Sin pena.
Albañil, confidencial, socarrón
Al Nene no
le gusta el chile.
Patotas
Pruébelos.
Federico se decide,
toma el taco que le alarga Patotas y lo prueba. Muy pronto el picante hace su efecto.
Mientras los albañiles ríen, Federico escupe el bocado y gesticula por el ardor sufre...(Ibid:68)
Se
embriagan.
Los albañiles
continúan su trabajo, pero van desapareciendo poco a poco. Por momentos sólo se advierte
a Jacinto, quien comienza a beber de una botella. Entra Josefina, rumbo a la bodega,
Jacinto la mira con expresión de deseo.(Ibid:98)
Éste es un ambiente de carnaval, de
fiesta popular en donde las jerarquías se pierden y conviven en un mismo plano el patrón
y el empleado entre risas, malas palabras e irreverencias, en un ambiente lleno de
realismo y de naturalismo. Todo aquello que estaba cerrado, desunido, distanciado por la
visión jerárquica de la vida normal, entra en contactos y combinaciones carnavalescas.
Como podemos ver el carnaval une, acerca, compromete y conjuga lo sagrado con lo profano,
lo alto con lo bajo, lo grande con lo miserable etc. Y es aquí en este plano, donde está
ubicado don Jesús el rey del carnaval, pero su imagen no es la de un bufón, sino que
carga con una connotación de Cristo. A don Jesús se le permite ser
redentor pues con su muerte, da vida al final a un ser nuevo (La preñez de la muerte), y
es en este punto donde el epígrafe:
A quien no conoció
pecado, lo hizo pecado
entre nosotros para
que fuésemos justicia de
Dios en él. ( Cor.5.21)
toma su máxima importancia ya que
éste, forma parte de una carta de Pablo a los Corintios que se titula Somos los mensajeros de
la reconciliación,
en donde se habla de la ruptura con el mundo antiguo con la muerte y resurrección de
Cristo. El hombre pecador es perdonado (muere) y da vida a un hombre nuevo(nacimiento).
Aquí es donde es evidente el diálogo que establecen el Apóstol Pablo y Vicente Leñero,
en este punto se entrecruzan en una relación dialógica, ya que la voz ajena (Pablo) como
la propia (Leñero) tienen igual valor, son dos enunciados orientados hacia el mismo
objeto referencial (Cristo), los dos discursos
se entrecruzan dialógicamente. Ambos, nos dan
su percepción carnavalesca del mundo: el pathos de cambios y
transformaciones, de muerte y renovación. El carnaval es la fiesta del tiempo
que aniquila y renueva todo. Así es como puede ser expresada la idea principal del
carnaval.(BAJTÍN 2003: 181)
Conclusión
En nuestro análisis hemos tratado de
hacer sobresalir algunos aspectos del personaje principal de Los albañiles de Vicente Leñero. Quien pone de
relieve la capacidad del autor para plasmar en su obra la vida humana, percibimos como
ésta, adquiere una dimensión especial que le da precisamente el género dramático. Con
esto queremos decir, cómo Leñero sin restar verosimilitud a su personaje principal, le
concede la gracia de ser Cristo, así como también de vivir, de expresarse y de hablar
por otros.
Don Jesús es controversial desde su
presentación, ya que la intertextualidad bíblica le da una connotación de Cristo y el
elemento de lo grotesco lo reafirma, ya que éste como parte del carnaval tiene a su cargo
diferentes funciones, entre ellas, que en un estado de relatividad se genera la
posibilidad de que todo lo decadente y gastado que representa don Jesús, cambie. Este
personaje representa la concepción que antiguamente se tenía del hombre pecador, el que
no tenía ninguna posibilidad de regenerase. Es el hombre antes de Cristo que con éste
encontró el perdón y el camino de la nueva vida. Esto lo pudimos confirmar cuando nos
encontramos en Los albañiles, en una zona donde se unieron la voz
de Pablo (ajena del epígrafe) y
Nos dice Bajtín, que el autor a
veces convierte a su personaje en el portavoz inmediato de sus ideas, según su
importancia teórica o ética (política, social), para convencer de su veracidad. La
totalidad entre autor y el personaje crea una relación de orden similar entre ellos. En
este enfoque se nos muestra la actitud de Leñero, el cual nos transmite sus ideas por
mediación de su personaje don Jesús.
La carnavalización en Los albañiles, dijimos en nuestra hipótesis nos
viene de la cultura popular. Los elemento del carnaval más evidentes los encontramos en
esta obra, pero también vimos como por ser ésta reflejo de la realidad, la obra en
construcción es para nosotros, un cronotopo carnavalesco que puede pasar al arte
(literatura, pintura, teatro), y transmitir todos los elementos de relatividad que hacen
posible el mundo al revés y todo lo que surge de esto.
Pero también encontramos la
carnavalización que le transmite la
intertextualidad del texto original: La carta de Pablo, que no sólo pudimos ver es el
epígrafe, sino la idea desarrollada con el punto de vista muy particular de Leñero que
ya mencionamos.
Para terminar con nuestras
conclusiones, lo que nos resultó también interesante, es que en la ya tan mencionada
obra, el carnaval transmite a ésta su
carácter festivo, es decir, la relación con la fiesta de los objetivos superiores de la
existencia humana: la resurrección y la renovación.
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