Sincronía Otoño 2006


El fin del milagro mexicano: Las crisis económicas en México de 1976 a 1997

Martín Jiménez Alatorre
Universidad de Guadalajara


Durante la década de 1940 México experimentó un crecimiento económico considerable, el cual se vio reflejado un mejoramiento de la calidad de vida de la mayoría de los habitantes del país. Sin embargo la estabilidad se vio trastocada con la crisis de 1976, el desempleo, el encarecimiento de los productos de la canasta básica, los bajos salarios, etc., provocaron que muchas personas se dedicaran a otras actividades para cubrir sus necesidades, así pues, se observa que el comercio informal, jornadas dobles de trabajo y actividades delictivas, se vuelven una opción para remediar la difícil situación económica.

 

1. Antecedentes de las crisis económicas mexicanas

a etapa denominada como el milagro mexicano o de desarrollo estabilizador, comenzó desde la década de los 40´s hasta la década de los 70´s, cuando el modelo económico de sustitución de importaciones, no se adecuaba a las nuevas necesidades del país.

Es con el presidente Manuel Ávila Camacho (1940-1946), que México centra su interés en el desarrollo de la industria, la cual en esos años se encontraba enfocada a la producción de textiles, alimentos procesados y materiales para la construcción. La atención que recibió la industria, propició que el campo mexicano dejara de percibir los apoyos presupuestales que había recibido en la primera mitad del siglo XX.

En 1958, el sector agrícola creció a un sorprendente 7.6%, una tasa de crecimiento que reflejaba inversión previa por parte del sector público y un uso más extendido de la tierra que resultó de la reforma agraria de la segunda mitad de 1930. Sin embargo, para finales de 1950 la tasa de producción agrícola comenzó a disminuir debido a que la inversión en este sector se redujo. (Lomelí, 1998 : 38)

Esta situación del gobierno federal propició que los campesinos emigraran a los centros urbanos, generándose una elevación en el número de subempleados así como de desempleados. Cabe señalar que "entre 1965 y 1970 el sector industrial remplazó al agrícola para convertirse en el principal receptor de fondos estatales, recibía el 40% de la inversión pública" (Lomelí, 1998: 39) En este periodo México comenzó a recurrir a los créditos externos para financiar los proyectos estatales, en 1960 se tomó la decisión de liquidar la deuda exterior antigua de 452 millones de pesos, lo cual generó confianza en los mercados internacionales de capitales. Sin embargo, el país experimentaba estabilidad política pues sus relaciones con los distintos sectores sociales estaban en su mejor momento. En el caso de los sindicatos el gobierno pudo mantenerlos en calma gracias a los pactos entablados con los líderes: aumento en los salarios, estabilidad laboral, servicios sociales, etc., a cambio la clase trabajadora manifestaba su lealtad al gobierno y al PRI. Entre los múltiples beneficios que obtuvieron los trabajadores estuvo el Instituto Mexicano del Seguro Social construido durante el periodo de Ávila Camacho, además del reparto de utilidades. Otro beneficio que tuvieron los trabajadores fue la Ley Federal del Trabajo promulgada en mayo de 1940.

Durante la etapa del desarrollo estabilizador (1958-1970) el marco jurídico-institucional de la economía era el siguiente:

1) el control del gasto público a través de una política de gasto que diera prioridad a la inversión en infraestructura, pero sin incurrir en gastos deficitarios; 2) una política tributaria regresiva y claramente insuficiente en términos relativos para sostener en el largo plazo el esfuerzo que en materia de infraestructura y suministro de bienes y servicios públicos pretendía realizar el Estado; 3) política monetaria restrictiva, congruente con el objetivo de mantener la estabilidad de precios, sobre todo después de las presiones inflacionarias que la economía había registrado en los gobiernos de Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán; 4) política crediticia que canalizaba el crédito externo a la industria – a través de Nacional Financiera- racionalizaba la asignación del crédito interno y fijaba porcentajes mínimos de financiamiento a los sectores prioritarios de la banca privada; 5) política cambiaria que privilegiaba el mantenimiento de la paridad fija entre el peso y el dólar; 6) mexicanización de industrias clave (electricidad) y preeminencia de la inversión nacional sobre la extranjera en sectores estratégicos; 7) estrategia de desarrollo centrada en la industrialización, lo que implicaba subordinar los objetivos y prioridades de los demás sectores a las necesidades de la industria. (Izquierdo: 2004 Pássim)

La política de precios fue hasta cierto punto un obstáculo con el que lidió la economía mexicana al no poder incrementar el precio de los servicios, los cuales requerían de mayor inversión para un mejor funcionamiento, además necesitaban mantener controlados los gastos de operación sin sacrificar el salario y las prestaciones de los trabajadores. Por ello la única solución, en vista de la restricción, fue la petición de créditos. El endeudamiento externo era visto por el gobierno como un mal necesario sin el cual el desarrollo del país no hubiese sido posible.

Desarrollo compartido

 

Entre las propuestas del presidente Luis Echeverría encontramos el proyecto denominado desarrollo compartido, con el que pretende mantener el crecimiento económico, la estabilidad de precios y el tipo de cambio, pero con la novedad de lograr una mejor distribución del ingreso, además de reducir el proteccionismo económico.

Para lograr la distribución del ingreso, el gobierno invirtió una mayor cantidad de dinero en el gasto público con el fin de beneficiar específicamente a la clase media y baja, proporcionándoles servicios de educación, vivienda y salud.

No es cierto que exista un dilema inevitable entre la expansión económica y la distribución del ingreso. Quienes pregonan que primero debemos crecer para luego repartir, se equivocan o mienten por interés [...] Si consideramos sólo cifras globales, podríamos pensar que hemos vencido el subdesarrollo. Pero si contemplamos la realidad circundante tendremos motivo para hondas preocupaciones. Un elevado porcentaje de la población carece de vivienda, agua potable, alimentación y servicios médicos suficientes. (Tello, 1979: 41)

El interés por atender a la clase trabajadora radicó en que los disturbios de 1968 y 1971 eran muy recientes y se temía que la población, ante la desigualdad social, se organizara como lo comenzaban a hacer en otros países latinoamericanos. Por otra parte el campo que había estado descuidado a favor de la industrialización fue objeto de una Ley de Reforma Agraria, publicada el 27 de febrero de 1971, en la que se establecía, entre otras cosas, la repartición de la tierra hasta que no hubiese más que repartir.

En la cuestión de la educación se creó el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) el día 29 de diciembre de 1970, para fomentar investigaciones necesarias para el avance del país. El consejo también fungiría como asesor del gobierno federal en "la planeación, coordinación, orientación, sistematización y encauzamiento de las actividades vinculadas con la ciencia y la tecnología". (Lomelí, 1998: 83)

En el área de la salud el presidente Echeverría mandó al Congreso una iniciativa que fue aprobada como la Ley del Seguro Social el 22 de febrero de 1973, en la que se establecía la necesidad de ampliar el número de beneficiados del IMSS, al que solamente tenían acceso los trabajadores y sus descendientes. Para la ampliación de beneficiados la iniciativa indicaba "la creación de dos nuevas figuras: la incorporación voluntaria al régimen obligatorio y los llamados servicios de solidaridad social". (Lomelí,1998:91) En la primera figura quedarían contenidas las personas que se inscribieran en el Instituto, de esta manera quedaban protegidas las personas dedicadas al servicio doméstico, al negocio familiar, ejidatarios, profesionistas independientes, entre otros. Por otro lado los servicios de solidaridad social serían utilizados por los grupos vulnerables que recibirían la atención médica sin necesidad de hacer pago alguno, pues el costo de la atención sería absorbido por la Federación.

Para atender la escasez de vivienda se creó el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) el día 24 de abril de 1970, organismo que administraría las aportaciones obrero-patronales, con las que se construirían viviendas para los trabajadores y de esta manera cumplir con lo establecido en el artículo 123 fracción XII:

Toda empresa agrícola, industrial, minera o de cualquier otra clase de trabajo, estará obligada, según lo determinen las leyes reglamentarias a proporcionar a los trabajadores habitaciones cómodas e higiénicas, por las que deberán cobrar rentas que no excedan del medio por ciento mensual del valor catastral de las fincas [...] (Carranza,1994: 348)

Con la promulgación de la Ley del Infonavit los trabajadores tuvieron a su alcance el poder de adquirir una vivienda digna, misma que podían pagar mediante aportaciones mínimas descontadas de su salario.

Cabe señalar que la emisión de leyes en beneficio social se diò principalmente en la primera parte del gobierno de Luis Echeverría, es decir, de 1970 a 1973 cuando los empresarios aún mantenían una actitud tolerante hacia su gobierno, pues las diferencias entre los empresarios y el Ejecutivo Federal estuvieron presentes desde el principio.

La inconformidad de los empresarios radicó en el cambio que sufrió la política económica mexicana que a diferencia del periodo anterior, no los tomaba en cuenta para su elaboración. Por ello el sector empresarial se agrupó en el Consejo Coordinador Empresarial, en mayo de 1975, en cuyos estatutos se señalaba que la actividad económica debe estar en manos de particulares y no del Estado; que el control de precios ha llevado al estancamiento de la economía; y finalmente que en la cuestión educativa es conveniente que también intervenga la iniciativa privada. Lo anterior fue sin duda la expresión de inconformidad respecto a la política seguida por el Ejecutivo, quien tomó los señalamientos como un desafío a su autoridad.

Sin embargo el presidente no cambió rápidamente su postura pues demostrando su poder creó el Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (FONACOT) y autorizó un aumento salarial considerable, situación que agudizaría las tensiones con el sector empresarial.

La tabla siguiente nos muestra como se incrementan los salarios en un sexenio a más de un 100 %, lo que nos indica los inicios de una crisis.

(INEGI).

Cuando el modelo de sustitución de importaciones estaba agotado, los presidentes de México y sus equipos de economistas no tuvieron la visión para cambiar el rumbo de la economía del país. Por un lado siguieron con la euforia del crecimiento sostenido y por otra parte recibieron y aceptaron las presiones de los organismos internacionales para guiar la economía nacional, esto sin importarles la forma como se logrará y las consecuencias futuras para todos los mexicanos, (mediante la deuda pùblica) lo que propiciò un rápido estancamiento en el Producto Interno Bruto, es de resaltar que lo que pudo ser una crisis pasajera en los setentas se convirtió en permanente después de los ochentas.

Bibliografía

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TELLO, Carlos. La política económica de México 1970-1976. México, siglo XXI editores, 1979. Citado en Lomelí Leonardo y Emilio Zebadúa. La política económica de México en el Congreso de la Unión (1970-1982). México, Fondo de Cultura Económica, 1998.

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FUENTES

Diario de los debates del H. Congreso de la Unión, Sesión de Congreso General, 1 de septiembre de 1979.

Periódico El informador, (1976, 1977, 1978, 1979, 1981, 1982, 1983, 1984, 1994, 1995, 1996).

Estadísticas del INEGI.

Ley de la Reforma Agraria.

Ley Federal del Trabajo promulgada en mayo de 1940.

Ley del Seguro Social promulgada el 22 de febrero de 1973.


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