Semejanzas y diferencias
entre dos cuentos angelicales
Jiwon
Park
Universidad
Nacional de Seúl
Introducción
En
el caso del análisis de obras literarias semejantes, especialmente cuando se trata de
autores con distintos perfiles como creadores, y cuando no se tiene la certeza de la
infuencia que pudo haber entre ellos, se pueden correr muchos riesgos. Aun cuando se trate
del mismo tema, las obras pueden tener su propia modalidad y tomar un distinto hilo de
Estos
dos cuentos nos presentan una imagen del ángel muy lejana del arquetipo clásico. Los
ángeles que aparecen en los dos relatos de nuestro estudio son ángeles grotescos que
intentan romper prejuicios y cuestionar las instituciones. Cristina
Peri Rossi realizó su cuento El
ángel caído con características muy originales,
pero el lector puede sentir como si hubiera influencia del cuento de Gabriel García
Márquez.
Para
analizar lo grotesco de la figura de los ángeles vincularemos con la teoría de Mijail
Bajtín en La
cultura popular en
Existe
un estudio de Jesús Rodero, Sobre
los ángeles: evolución del cuento fantástico latinoamericano en el siglo XX,
que analiza cuatro cuentos sobre ángeles que son El
ángel caído de Amado Nervo, Un
señor muy viejo con unas alas enormes de
Gabriel García Márquez, El ángel caído de
Cristina Peri Rossi y Moraleja para ángeles de
Sonia González Valdenegro, desde punto de vista fantástico. Sin embargo, nuestro
artículo se enfoca más hacia lo grotesco del cuento de García Márquez y de Peri Rossi.
Por ello, lo tomaremos sólo como referencia.
El
arquetipo del ángel y lo otro
En
el concepto general, los ángeles tienen una cualidad espiritual y la misión de
mensajeros de la palabra divina. El término procede del griego angelos, literalmente
mensajero. Según el Diccionario de símbolos
de
Cirlot: El ángel es símbolo de lo invisible, de las fuerzas que ascienden y
descienden entre el origen y
Por su parte, según
el Diccionario de símbolos
de
Jean Chevalier, los
ángeles
son seres intermediarios entre Dios y el mundo que se desempeñan
como mensajeros de Dios; son también guardianes, conductores de los astros, ejecutores de
las leyes, protectores de los elegidos, etc. Otros ven en los ángeles símbolos de las
funciones divinas, símbolos de las relaciones de Dios con las criaturas (Chevalier
y Gheerbrant, 1991: 98).
Señalamos que existe otro cuento con el
mismo tema. Se trata del cuento El ángel caído
de Amado Nervo, poeta mexicano conocido como escritor modernista, en donde se presenta un
ángel muy cercano al arquetipo. El ángel habla la lengua angélica y su piel es
translúcida y sus ojos de un hondo azul de incomparable diafanidad con pies de
nieves. Es más ligero que uno de plumas y tiene la figura noble y aristocrática con las
alas como Ave del Paraíso (Nervo,
1990: 93, 98).
Sin
embargo, los dos cuentos de nuestro corpus se alejan evidentemente de dicho modelo
simbólico.
El
ángel caído
de Cristina Peri Rossi nos muestra un ángel bastante peculiar, con un color intenso y
grotesco que tiene los ojos multicolores, la piel azul, las alas mutiladas y un aspecto
poco feliz. Es una imagen muy lejana del modelo tradicional de los ángeles. Los
personajes del cuento quieren categorizarlo con sus conceptos propios, pero el ángel no
tiene edad ni sexo, tampoco tiene olor, además, no habla sino hasta el final del cuento.
Es un ser incomprensible para los seres humanos:
-Lo
más
bonito son los ojos azules.
Entonces
una mujer que estaba muy cerca del ángel, le contestó:
-Pero,
¿qué dice? ¿No ve que son rosados?
Un
profesor de ciencias exactas que se encontraba de paso, inclinó la cabeza para observar
mejor los ojos del ángel y exclamó:
-Todos
se equivocan. Son verdes.
Cada
uno de los presentes veía un color distinto, por lo cual, dedujeron
que en
realidad no eran de ningún color especial, sino de todos.
-Esto
le causará problemas cuando deba identificarse. (Peri Rossi, 1992: 10)
Por
esta discusión el lector se da cuenta de que los personajes concluyen que el ángel no es
un ser. En el caso del cuento de Gabriel García Márquez, si observamos las
características de la apariencia del ángel, aparece todavía más grotesca aunque con
mayor número de rasgos humanos. Tiene los ojos de anticuario, alas de gallinazo grandes y
sucias, unas hilachas descoloridas en el cráneo pelado y pocos dientes en la boca, está
viejo y habla en su propia lengua hermética:
Estaba
vestido como un trapero. Le quedaban apenas unas hilachas descoloridas en el cráneo
pelado y muy pocos dientes en la boca, y su lastimosa condición de bisabuelo ensopado lo
había desprovisto de toda grandeza. Sus alas de gallinazo grande, sucias y medio
desplumadas, estaban encalladas para siempre en el lodazal [...] él les contestó en un
dialecto incomprensible pero con una buena voz de navegante.
(García Márquez, 1982: 6).
Los dos ángeles tienen figura distinta, pero
son iguales porque ambos están lejos del arquetipo. Son dos ángeles grotescos más que
símbolos de sublimación o espiritualidad.
La
función de las imágenes grotescas
Según
Mijail Bajtín, el rasgo sobresaliente del realismo grotesco es la degradación, o sea la transferencia al plano
material y corporal de lo elevado, espiritual, ideal y abstracto (Bajtín,
1987: 24).
Los autores de los dos cuentos crearon un ser grotesco para subvertir las instituciones ya
sea la burocracia o la moral cristiana para García Márquez, o el racismo y la represión
para Peri Rossi.
El ser
alado de El ángel
caído cae
al borde de una estatua descabezada en el mismo momento en que el satélite norteamericano
cayera a tierra por una falsa maniobra. Por lo tanto, la caída del ángel en el cuento de
Peri Rossi se relaciona con las fallas tecnológicas del mundo moderno y la divinidad se
degrada al ponerse al mismo nivel que lo creado por el ser humano. Por otro lado,
el ángel de Un señor muy viejo con unas alas
enormes se precipita en el fondo del patio de Elisenda y Pelayo, dueños del
lugar en un
tiempo de inundación. El espacio al que llega es una aldea pobre que pasa por momentos
difíciles.
El punto
en común es que ambos descienden de manera abrupta y poco angelical en medio de la crisis
del lugar respectivo, en un ambiente bastante melancólico aunque dicha crisis se haya
formado por causas distintas. La gente está hundida en una situación límite en donde la
desesperación ha pasado a formar parte de lo cotidiano. El ambiente impasible de El ángel caído se ha formado por el choque de
catástrofes:
Al
principio, no llamó la atención de nadie, pues los habitantes del lugar, hartos de
catástrofes nucleares, habían perdido la capacidad de asombro y estaban ocupados. (Peri
Rossi, 1992: 7)
Por
otro lado, la melancolía de Un señor muy viejo con
unas alas enormes ha derivado de
la
crisis de
Tanto
lo observaron, y con tanta atención, que Pelayo y Elisenda se sobrepusieron muy pronto
del asombro y acabaron por encontrarlo familiar. [...] Al día siguiente todo el mundo
sabía que en casa de Pelayo tenían cautivo un ángel de carne y hueso. (García
Márquez, 1982: 6).
En
el cuento de García Márquez, el ángel pasa a formar parte de lo cotidiano. La gente
después ya no se asombra con el ángel. Lo divino se degrada al igual que en el cuento de
Peri Rossi. Por lo tanto, ambos ángeles pierden su naturaleza como tales, su identidad se
ve alterada porque los demás no los ven como seres sobrenaturales.
En
el caso del cuento de García Márquez, Elisenda y Pelayo desconfian del ángel y lo
guardan en el gallinero. La gente lo visita y lo trata con crueldad, pero Elisenda y
Pelayo permanecen
indiferentes
porque ya se habían
aprovechando de él. Después de haberle sacado provecho, empiezan a odiarle y quieren que
se marche de su casa por la pestilencia que emana de su ser. El cuento nos presenta la
violencia de la humanidad y burla del capitalismo por la relación que se establece entre
los dueños y el ángel. La violencia de los seres humanos también se ve en el cuento de
Cristina Peri Rossi. Aunque no se trate de la violencia física como la del otro cuento,
la gente concluye que el ángel no es un ser, que no tiene rasgos de humano como sexo,
raza o edad. Cristina Peri Rossi ironiza el racismo de la humanidad que siempre está
obsesionada en dividir por categorías según su propia norma y situación creando de esta
manera un ángel mudo. En este sentido, el silencio de ángel sería una especie de
rebeldía contra el racismo. La gente opina varias cosas sobre el ángel caído, pero al
fin, nadie le ayuda y se marcha. Queda sólo el ángel ante
el debate inútil. Según
destaca Jung Seung-Hee, la
única mujer que trató de ser amiga del ángel fue detenida por los militares, porque
paseaba por la ciudad a pesar de una alarma que anunciaba el simulacro del bombardeo. Y el
ángel, callado como en actitud de rebelión contra la gente vulgar, sólo habla para
decir que nadie se preocuparía por la mujer detenida (Jung,
2007: 316).
El ángel se convierte en el profeta que anuncia la indiferencia de la sociedad en un
mundo reprimido por el egoísmo.
Configuración
de voces
Los
dos cuentos adoptan el punto de vista de la tercera persona para contar la historia
de
modo distinto. En Un
señor muy viejo con unas alas enormes, el
narrador está muy lejos de los personajes sin comprometerse con nadie, pero en El ángel
caído el
narrador es solidario con el ángel. Mieke Bal explica dos tipos de narradores con los
términos NE y NP: Cuando en un texto el narrador nunca se refiere explícitamente a
sí mismo como personaje, podremos [...] hablar de narrador externo (NE). Ya que no figura
en la fábula que él mismo narra, hablaremos de un narrador vinculado a un personaje, un
(NP) (Bal, 1990: 128). En el relato de Gabriel García Márquez, el narrador externo
nos explica sobre los personajes, los cuales se pueden dividir con tres grupos: los viven
en la pobre aldea, los del Caribe y el ángel junto con el niño. Pelayo, Elisenda, el
padre Gonzalo y la vecina parecen representar al sector capitalista que se aprovecha del
ángel. Entonces, el ángel podría ser un símbolo del marginado que está luchando por
su libertad. Se protege, se encierra en sí mismo con su lengua hermética. Según Carlos
Rincón, los nombres de Pelayo y Elisenda, repiten los de
Pelléas y Mélisande que sirvieron de título al antidrama
de Maurice Maeterlinck y a la gran anti ópera de Claude Debussy, ejemplos de la estética
negativa del modernismo, en los que nada se explica ni tiene causas precisas.
Rincón agrega sobre el personaje, también grotesco, que aparece en la feria que llega al
pueblo: La mujer araña del Caribe está vinculada con el tema del castigo. El tema
del castigo ha sido remitido a fuentes folclóricas, pero nadie se ha detenido en la
morfología de
Uno de
los personajes más interesantes en el relato es el niño, que sería
un elemento
esencial del cuento de García Márquez. No habla ni aparece con frecuencia pero es el
espejo del ángel. Ambos contraen la varicela al mismo tiempo. Además, cuando el niño va
a la escuela, el ángel se arrastra por toda
De igual
modo, en el relato de Cristina Peri Rossi se presenta a una mujer de mediana edad, hombros
caídos y un viejo abrigo rojo. Al final de relato nos damos cuenta de que la mujer
también había caído:
Después [el ángel] se preguntó si alguien
echaría de menos a la mujer que había caído, antes de ser introducida con violencia en
el coche blindado. (Peri Rossi, 1992: 15)
En
la cita anterior se ve al narrador vinculado con un personaje (NP), el ángel. Cristina
Peri Rossi también presenta el personaje de la mujer para reflexionar sobre el ángel.
Pero en este cuento, este narrador solidario con el ángel no define a los personajes.
Salvo el ángel, podemos identificar a los demás por su propia voz. El diálogo entre los
personajes nos permite identificarlos por sí mismos, así que el diálogo es muy
importante en este relato:
-Creo
que es un ángel
-Está
bastante desvencijado. No creo que sirva para nada.
-Posiblemente
ha pecado
-¿De
qué raza es? (Peri
Rossi, 1992: 8-9)
Aparecen, por ejemplo, estas cuatro voces que podemos identificar por su lenguaje.
Si consideramos que lo que dicen refleja lo que son, el primer observador sería
un hombre inseguro, el segundo aparece
como materialista,
el siguiente sería
un
moralista o cristiano, y el último podría
ser un racista. En el relato de Peri Rossi, el silencio del ángel parece ser una
manifestación contra el racismo, el sexismo o cualquier discriminación injusta sobre los
humanos. La autora
configura
un ser grotesco para confundir nuestra dicotomía y prejuicio creando un ángel híbrido.
Conclusión
Hemos
analizado dos cuentos sobre ángeles grotescos de dos autores conocidos. Lo que más
destaca de ambos es que el
ángel caído
no corresponde exactamente con el prototipo del mal. En estos relatos, el mal simbolizado
tradicionalmente por un ángel malo, un ángel caído, está rebasado y la representación
queda aquí en manos de los humanos violentos o por la ideología que controla el ser
humano. En el cuento de Gabriel García Márquez, al crear un ángel grotesco, el autor
satiriza las instituciones, como serían la
moral cristiana, la burocracia y el capitalismo que explota al ángel. En el cuento de
Cristina Peri Rossi, el mal es la discriminación a los extranjeros y la represión de
Bibliografía
Bajtín, Mijail. La cultura popular en
Bal, Mieke. Teoría de la narrativa (una introducción a la
narratología) 3ª ed. Cátedra, Madrid, 1990.
Chevalier, Jean y
Gheerbrant, Alain. Diccionario de los símbolos,
3ª ed. trad. Manuel Silver y Arturo Rodríguez. Herder, Barcelona, 1991.
Cirlot, Juan Eduardo. Diccionario de símbolos, 4ª. ed. Ed. Siruela,
Madrid, 2000.
García Márquez,
Gabriel. Un señor muy viejo con unas alas enormes,
en Todos los cuentos, 7ª ed. Ed.
Peri Rossi, Cristina. El ángel caído, en Una pasión prohibida, Seix Barral, Barcelona,
1992.
Nervo, Amado. El ángel caído, en Antología del cuento fantástico hispanoamericano
del siglo XX, ed. Oscar Hahn. Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1990.
Jung, Seung-Hee, El
arte de la desorientación en la escritura de Cristina Peri Rossi, Palabras que esperan ser diálogos. Ensayos de jóvenes
críticos de Corea sobre lengua y literatura hispana e hispanoamericana, ed. Claudia
Macías. Ed. Kwanaksa, Seúl, 2007, pp. 313-330. Publicado también en Espéculo. Revista de Estudios Literarios, núm.
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[citado el 20 de enero de
2007].
Rincón, Carlos.
Imagen y palabra en Un señor muy viejo con
unas alas enormes, de Gabriel García Márquez, Revista de Estudios de
Literatura Colombiana, núm10, 2001. Disponible desde Internet en http://embera.udea.edu.co/literatura/estudios_literatura/rev10_articulo.htm,
[citado el 20 de enero de
2007].
Rodero,
Jesús. Sobre
los ángeles: evolución del cuento fantástico latino americano en el siglo
XX, Bulletin
of Hispanic studies, vol. 82, núm. 1, 2005,
pp. 85- 101.