El papel del docente de educación superior en la sociedad globalizada
Maribel Lozano Cortés
Héctor Campos Padilla
Hay una serie de interrogantes que los profesores de educación superior se plantean para reconocerse en su práctica profesional: ¿para qué educar?, ¿cómo educar?, ¿es el profesor responsable del aprendizaje del alumno?; pero se nos olvida la pregunta elemental: ¿qué es educar?. Hay quienes pueden afirmar que educar es formar individuos con cuerpos dóciles y mentes sumisas; otros pueden decir que es incorporarlos a la vida social, preparándolos para cumplir con una función (socialmente necesaria), hay quienes se podrán identificar con la aseveración de que educar es propiciar el desarrollo de las potencialidades del educando; por qué no considerar que educar es hacer que el alumno sea coparticipe del mundo, para lo cual requerirá reconocer y cuestionar el presente, saber cual es su pasado y así distinguir entre lo que es necesario conservar y lo que puede subvertir. De esta manera el proceso educativo sintetiza presente, pasado y futuro. El alumno tendrá la capacidad y la confianza de atreverse hacer lo que no sabía hacer, brindarle la confianza suficiente para que conozca su pasado, reconozca su presente y vislumbre un futuro con su participación.
El alumno para aprender tiene que querer aprender, nadie puede aprender por otro. Su proceso de aprendizaje implicará la construcción gradual de su autonomía relativa, que le permita constituirse como una persona con compromiso colectivo. Un ser con conciencia, a partir de conformar una concepción del mundo crítica, coherente y congruente con sus prácticas. Las preguntas ejes son: ¿qué es el humano? Y por lo tanto la interrogante ¿quién soy?, ¿de dónde vengo? ¿dónde estoy?, ¿hacia dónde puedo y quiero ir?, esto es ¿qué puede el humano?, ¿cómo participo en el mundo, teniendo consolidada una identidad?
Algunos consideran que la responsabilidad del profesor es:
1)Tener conocimiento de la asignatura que imparte.
2) Saber enseñar, esto es, saber aplicar recursos didácticos.
3) Cubrir el programa.
4) Lograr que el alumno "aprenda" los contenidos.
5)Tener control de grupo sin lo cual no hay proceso educativo posible.
6)Que esté permanentemente actualizado.
Éste se constituye como el tipo ideal del profesor. El profesor eficiente que logra que el alumno "aprenda" los contenidos. Es eficaz porque logra llevarlo a cabo con el menor costo posible, al imponer una disciplina en el grupo. Un profesional de la enseñanza que desempeña su papel en base a lo establecido, siguiendo la norma, la curricula, el programa. Refugiado en rutinas conocidas y seguras (Latapí, 2003:12-13).
El profesor sumiso que exige que sus alumnos lo sean, que acepten pasivamente las verdades ya establecidas, que críticamente acumulen saberes que se espera algún día puedan usar. Para estos profesores educar es fabricar sirvientes dóciles, capaces de cumplir toda clase de tareas difíciles (Meirieu, 1998:42).
Los principios: responsabilidad y libertad, para otros, son indisolubles. ¿quién puede ser responsable de sus actos, si está determinado?, ¿alguien puede ser responsable si ignoraba las posibles consecuencias?, ¿ algún sujeto se considera responsable si lo hizo sin querer?.
Bajo esta concepción un profesor responsable, es aquel que quiso y quiere ser profesor, es aquel que está movido por la vocación. La persona que se asume como responsable y por lo tanto libre, busca contagiar su libertad (Savater, 1999).
Max Weber afirmaba que las cualidades de un político con vocación son: la pasión que es estar al servicio de una causa. "Nada tiene valor para el hombre en cuanto hombre si no puede hacerlo con pasión" (Weber, 1975: 192); mesura, hacer las cosas con la cabeza, dejando que la realidad actúe, y guardando la distancia entre los hombres y las cosas; y el sentido de responsabilidad, que es la que orienta a la acción. La vocación es un ejercicio de libertad: querer, conocer, y hacer el esfuerzo.
El profesor responsable no sólo quiere ser profesor, hace el esfuerzo por serlo, por estar siendo (pasado, presente y futuro) y conoce y cuestiona; y continúa conociendo y no deja de aprender.
El profesor responsable no querrá alumnos sumisos, por el contrario se esforzará en autonomizarlo; organizará un sistema de ayudas para hacerlo coparticipe del mundo, consolidadando una identidad. Como dice Philippe Meirieu un ser capaz de comprender el presente e inventar el futuro (Meirieu, 1998:70).
La libertad, la autonomía no son absolutas. Los sujetos que ejercen su libertad, se enfrentan a condiciones que ellos no han creado ni elegido, interactúan con ellas participando intencionalmente con esfuerzo y conocimiento recreándose y enriqueciéndose. Las condiciones sociales en México son de una marcada desigualdad, "una de las más desiguales del mundo, donde la décima parte de la población concentra 40 por ciento del ingreso total de la nación", (González, 2004: 20). México forma parte de América Latina, la región con mayor desigualdad; donde 91 millones se convirtieron en pobres en los últimos 20 años; 40 millones pasaron a ser indigentes en los últimos 20 años; 23 millones de latinoamericanos dejaron de ser clase media y cayeron en pobreza en los últimos seis años, ( La Jornada, 2004:23), "Es además una desigualdad que permea todos los aspectos de la vida social: sea el acceso a la educación, a la salud, a la tierra o a otros activos productivos como el crédito o el empleo; sea el poder político o el acceso a los medios de comunicación masivos" (Gordillo, 2004: 21).
"El fenómeno más notable que se registró en los últimos años es el de los nuevos pobres, gente que no era pobre hace algunos años o que sus padres no lo eran. Pertenecían a la clase media y cayeron en la escalera social" indicó el coordinador de desarrollo social en América Latina del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Bernardo Klilesberg (2004).
El que en México, según cifras oficiales, más del 50 por ciento de los habitantes son pobres (González, 2004:28); y el 60% o más de las muertes de infantes se podrían evitar si los niños no estuvieran desnutridos; además "la desnutrición en todos sus grados causa apatía, mayor irritabilidad, reducción de comportamientos exploratorios y de juego, reducción de actividad motriz, cambios en la interacción cuidador infante, retraso de desarrollo, menor aprovechamiento escolar, menor coeficiente intelectual y problemas de atención e impulsividad similares a los que presentan niños con desorden o trastorno por déficit de atención (antes conocido como hiperactividad)". Los déficits presentados en individuos con desnutrición severa continúan hasta la edad adulta (Boltvinik, 2004: 29).
De esta manera, cómo compaginar los preceptos que emite la UNESCO para la formación de los alumnos con la realidad, en un nivel más amplio, por ejemplo, cómo hablar de discriminación e igualdad entre todos los pueblos del mundo cuando en un planeta con más de 6 mil millones de habitantes, mil millones de personas concentran 80 por ciento de la riqueza mundial y otros mil millones sobreviven con menos de un dólar al día, de enseñar una cultura de paz ante un mundo donde las guerras están a la orden del día y con ellas la miseria aumenta a un ritmo impresionante, y las mujeres y los niños se cuentan entre sus principales víctimas, no sólo en el oriente sino también en el resto del mundo donde aumenta el desempleo, se reducen los salarios, crece la carestía de la vida, se pierden derechos; cómo hablar de desarrollo humano sustentable, cuando los procesos socioeconómicos que hoy predominan proponen formas de uso y consumo en gran escala de los recursos, el espacio y la naturaleza con toda su biodiversidad; cómo transmitir los valores éticos, de respeto, democracia, tolerancia, si el modelo económico imperante promueve el individualismo y la ley del más fuerte.
La educación no es neutral trasmite los valores reinantes o vigentes.También, están las contradicciones en el hecho de que en el mundo hay cada vez más de todo. Hay cada vez más hambre pero también más sensibilidad y dudas. Hay, por fin, más palabras y más información. Y se advierte como aumenta la incongruencia existente entre la acumulación cada vez mayor de datos y la incapacidad -¿imposibilidad?- de los hombres para aprovecharlos. Por ejemplo, en la práctica conocemos todas las causas del hambre, pero no tenemos la menor idea de cómo convertir ese saber en soluciones eficaces que lo erradiquen (Kapuscinski, 1995:23).
El profesor se desenvuelve en un contexto social específico, y no puede dejar de considerarlo. El Plan de Estudios y por lo tanto los programas de las asignaturas, aunque se tienen que estar revisando y actualizando periódicamente, frecuentemente son rebasados por las circunstancias del medio social. El Plan de Estudios expresa un perfil de egreso, la asignatura señala objetivos y unidades temáticas. El profesor puede considerar que su deber es disciplinarse y someterse al programa; considerar las exigencias del entorno e incidir en el alumno para que se prepare para cubrirlas; o propiciar en él la capacidad de reflexión, análisis y crítica.
La llamada sociedad globalizada, tiene diversos referentes interpretativos. El que destaca el impacto de la informática en el mundo contemporáneo y la acentuación de la interacción e interdependencia inevitables; por lo que ante la llamada integración de las economías, de una creciente regulación jurídica internacional y la promoción de lo que se considera regímenes democráticos, donde el discurso y las exigencias tienen como referente principios "globales", neutrales, desideologizados, adoptables en cualquier parte del mundo; tales como: eficiencia, eficacia, productividad, optimización, calidad, maximización, y el principio base como es el de competitividad. Todos tienen como sustento la racionalidad instrumental. Cumplir con los principios, es actuar racionalmente con base a fines. La dictadura inevitable del cálculo, porque detrás de todo está el afán de lucro, la razón de ser del capitalista: "la ganancia".
Los ideólogos del capitalismo anuncian que la globalización es irreversible. La única viabilidad de participar plenamente en la vida social es cumpliendo con los principios antes expuestos. No hay alternativa; la globalización neoliberal ha llegado para quedarse. Ante este discurso, la lucha por la sobrevivencia es el referente formativo. Desarrollar competencias en los alumnos, tener escuelas de calidad, ser eficientes, premiar la productividad, optimizar los recursos, maximizar nuestras potencialidades. No hay protección; el capitalismo salvaje, apunta a la sobrevivencia de los más aptos. El retorno del darwinismo social. Sobrevivencia consumo y ganancia son los referentes. Sobrevivencia (a niveles de infrasubsitencia) para la mayoría, el consumo como aspiración para muchos, la satisfacción plena de las necesidades ( calidad de vida) para algunos, la ganancia para los cada vez menos.
El profesor que se ocupa de cubrir estrictamente el programa, con procedimientos tradicionales con conocimientos desfasados, ante una realidad con aceleración, creciente, propicia alumnos fuera de las llamadas exigencia de la sociedad vigente. También nos encontramos con el enseñante enfrascado en cubrir el perfil de egreso que tiene como eje principal el mercado laboral; el alumno se encuentra en la ambigüedad de cliente y producto; la escuela como empresa que tiene como misión satisfacer al cliente o generar productos de calidad, capaz de competir en el mercado laboral. Este tipo de escuelas (el profesor como técnico de la educación), conjuntamente con los medios de comunicación dominantes o hegemónicos promueven el pensamiento único. La identidad se diluye: somos clientes, productos, técnicos, competitivos, desecho, todo esto, menos personas.
Cada vez más asimilamos la historia a través de la televisión y muchas veces se trata de una historia ficticia y así vamos percibiendo la historia a través de lo que nos trasmite la televisión, de hecho es la única historia que muchas veces conocemos. En realidad, esa creación de la realidad televisiva, es una cuestión de poder y de democracia. En nuestras sociedades contemporáneas nos encontramos con un individuo expuesto al desencadenamiento de contenidos culturales a granel a través de múltiples canales (televisión, Internet, telecopia, etcétera), y el ser humano, no dispone de una capacidad que le permita seleccionar, jerarquizar y ordenar esos contenidos. Se crea un vacío y una demanda insatisfecha (Warnier, 2002:62)..
El profesor que asume su profesión con vocación y por lo tanto con pasión y responsabilidad, tiene el reto de unir esfuerzos con otros profesores que compartan la vocación y el propósito de organizar el sistema de ayudas para que el alumno sea capaz de comprender el mundo de hoy y construya alternativas. Reconocerlo y tratarlo como persona. Proveerlo de los conocimientos y habilidades para cubrir exigencias laborales, pero a su vez compartirle y fomentarle una actitud reflexiva, crítica y propositiva, sembrar inquietudes y vislumbrar esperanzas. Conocer y cuestionar el genocidio neoliberal, la globalización de la exclusión, del desempleo, la pobreza y la desesperación, vivir y enfrentar la depredación de la naturaleza, con el consecuente deterioro ambiental.
La universidad tiene el compromisos de formar alumnos reflexivos, con el entendimiento de que el ser humano, sólo puede comprender su propia experiencia y evaluar su propio destino localizándose a sí mismo en su época; de que puede conocer sus propias posibilidades en la vida si conoce las de todos los individuos que se hallan en sus circunstancias (Mills, 1997:25). Existe una conexión entre nuestro destino personal y la presencia de miles de personas y cosas de cuya existencia no sabíamos o no sabemos nada, y que pueden influir o de hecho influyen, del modo más asombroso, en nuestra vida y su desarrollo, de tal forma que, al menos por nuestro propio interés, debiéramos esforzarnos en conocer no sólo lo que está aquí, sino también lo que está allá, en algún lugar a gran distancia en nuestro planeta (Kapuscinski, 1998:27).
Hay que poner atención sobre las diferencias que existen en el mundo. Los unos viven bien y los otros mal. Comprender la división del mundo, ya no en Primero, Segundo y Tercer Mundo sino en solamente dos mundos: el desarrollado y el no desarrollado. El mundo desarrollado es el de alto nivel de vida, de consumo y creciente producción económica, mientras que el no desarrollado impera la pobreza, las limitaciones. La sociedad del mundo desarrollado percibe al mundo no desarrollado como una amenaza. El mundo no desarrollado no confronta al desarrollado sino que penetra en el. Millones de hombres y mujeres de los países pobres han emigrado y lo siguen haciendo a los países ricos (Ibid).
Asumir la actitud de compromiso con el futuro, y no mirarnos y mirar la naturaleza única y exclusivamente con fines utilitarios. Humanizar las relaciones cotidianas, construyendo espacios dignos de convivencia, pero sobre todo tener tiempo para el afecto. Resistir a la automatización de nuestras vidas. Recobrar el sentido de estar vivos. Asumir la practica educativa como un proceso donde se problematiza la realidad social, se toma conciencia de la situación y se decide participar con conocimiento, generando alternativas.
Bibliografía
Boltvinik, Julio (2004) "Consecuencias de la desnutrición", en periódico La Jornada, México, D.F. 30 de abril del 2004.
González Amador, Roberto (2004), "Fracaso de México contra la pobreza" en periódico La Jornada, México, D.F. 18 de abril del 2004.
Gordillo, Gustavo (2004) "La metástasis de la desigualdad", en periódico La Jornada, México, D.F.18 de abril de 2004.
Kapuscinski, Ryszard (1995) "El siglo XX ya es pasado", Semanario de política y cultura etcétera, México, D.F. 24 de agosto 1995.
Kapuscinski, Ryszard (1998) "Cómo veo el mundo" Revista Nexos, Abril, 1998.
Latapí Sarre, Pablo(2003) ¿Cómo aprenden los maestros? Serie: Hacia una política integral para la formación y el desarrollo profesional de los maestros de educación básica, cuaderno de discusión 6, México: SEP.
Meirieu, Philippe (1998) Frankenstein educador, Barcelona:Alertes.
Savater, Fernando (1999) Ética para Amador, Barcelona: Ariel.
Warnier Jean-Pierre (2002) La mundialización de la cultura, España:Gedisa
Weber, Max (1975) El político y el científico, Madrid: Alianza editorial.
Weber, Max (1974) Economía y sociedad, México: Fondo de Cultura Económica.
Wright Mills (1997) La imaginación sociológica, México: Fondo de Cultura Económica.
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