Comentarios críticos a los estudios caracterológicos de la filosofía mexicana
Parte Uno: Intenciones
de la filosofía mexicana
Comentarios críticos a
los estudios caracterológicos de la filosofía mexicana.
Este trabajo está elaborado en tres partes. En la primera de
ellas intento exponer cuales son los presupuestos teóricos que permean las obras de los
ensayistas mexicanos que los llevan a presuponer la idea de que tenemos un "ser"
propio y auténtico, que nos distingue del ser de otros grupos humanos. En la segunda
parte presento sus resultados, es decir. las
opiniones caracterológicas y tipológicas que supuestamente son constitutivas de nuestro
ser. Y por último. en la tercera parte expreso mis comentarios críticos, en los cuales
intento hacer notar que la idea o cosmovisión que tenemos de la realidad permea y
modifica nuestra lectura de! mundo. con lo cual se pretende demostrar que los
"resultados" de los ensayistas mexicanos están mediados por sus ideas previas.
Comentarios críticos a
los estudios caracterológicos de la filosofía mexicana. Parte Uno, Intenciones
de la filosofía mexicana.
Una de las características con que se han presentado los
estudios filosóficos en nuestro país ha consistido en hacer apreciaciones sobre el
"ser" del mexicano. Esto ha sido
así, porqué el objetivo primordial de la
filosofía mexicana es en palabras del maestro
Zea el siguiente:
Si
algo ha de caracterizar a la filosofía mexicana de estos últimos años ha de ser la que
tan patente se hace en los estudios de los filósofos mexicanos por lo que, se ha venido llamando la esencia del Ser del Mexicano que en
forma alguna puede ser considerada como una abstracción
o una invención arbitraria, sino como el más firme intento por captar lo que puede ser
propio del mexicano para colocarlo dentro de su situación como hombre, sin más con toda
la responsabilidad que esta situación implica[1].
En ente Párrafo se nos hace ver que la característica
principal de los estudios de los filósofos mexicanos es indagar "(...)la esencia del ser del mexicano" y
que esto de ninguna manera puede ser considerado como una simple "(...) abstracción o una invención arbitraria,
sino como el más firme intento por captar lo que puede ser propio del mexicano".
Claro que unos párrafos
más adelante expresados, nos dice que la filosofía europea contemporánea ha puesto en
crisis la idea tradicional del hombre tomado como sustancia o naturaleza inalterable.
El
hombre. a diferencia de lo que había venido sosteniendo la filosofía tradicional. no
posee una naturaleza o esencia determinada. Su naturaleza. dice. es precisamente no tener
naturaleza en el sentido tradicional; su esencia carecer de esencia. El hombre no es algo
hecho. sino algo Que va haciéndose. La generalidad que todo resuelve y a nada compromete
ha sido eliminada de la filosofía contemporánea. Se habla del hombre, pero del hombre en
situación, del hombre en una circunstancia determinada. Es esta situación o
circunstancia lo que va dando al hombre su perfil concreto, su auténtica realidad: lo que
hace que un hombre sea hombre y no una entidad abstracta[2].
De tal manera que este nuevo tipo de filosofía, seguirá
argumentando el doctos Zea, se forma una idea del hombre a partir de las circunstancias
concretas. de las situaciones reales captando lo humano en sus múltiples expresiones, sin
hacer abstracción de estas situaciones que son precisamente las que hacen posible indagar
lo que en realidad somos.
Ya
no se hace abstracción de lo concreto. Espacio y tiempo forman algo esencial al hombre y
no son ya accidentes del mismo[3]
Es a partir de esta multiplicidad de expresiones concretas de
los hombres. como podemos captar lo humano. La humanidad, sin menoscabo de ninguna de
ellas.
No
es hombre este o aquel determinado tipo concreto: lo humano debe captarse en todos y cada
uno de estos tipos concretos de humanidad[4].
De tal manera vemos que la actitud filosófica en México
seria el estudio de lo propio. el estudio del mexicano y lo mexicano a partir de las
circunstancias concretas que lo rodean y en las cuales se ve inmerso. El objetivo de tal
actitud queda claramente señalado en el siguiente texto:
Por
ello la búsqueda de la propia realidad en la cual se encuentran empeñados tantos
mexicanos, no podrá ser otra cosa que una etapa más en la búsqueda del hombre, del
hombre concreto, en ente caso del hombre de esta circunstancia llamada México[5].
Esta tarea de estudiar el ser del mexicano entendido como un
hombre en una determinada situación. no tiene que ser vista como una tarea de perfiles
limitados, sino tiene que ser considerada dentro de un marco teórico con grandes
posibilidades de captar lo humano a partir de situaciones reales y existentes y no de
simples abstracciones desarraigadas y desencarnadas.
En
último término, esta tarea solo aspira a delimitar el hombre de México dentro de la
universalidad de que es parte... Por ello, decir algo del mexicano es también decirlo del
hombre. Lo mexicano no es aquí otra cosa que una forma concreta de lo humano y, por lo
mismo, válida para cualquier hombre que se encuentre o pueda encontrarse en situación
semejante[6]
El objetivo de tal investigación, no es en forma alguna "ir a lo mexicano para quedarse en lo
mexicano" ya que "lo mexicano en sí no puede ser una meta sino un
punto de partida, un medio, con vistas a una tarea más amplia y responsable. Lo mexicano
no es una meta, sino un medio imprescindible para captar al hombre en uno de sus aspectos
circunstanciales que no tiene por qué ser de menor importancia e interés que los que
ahora han sido captados. La conciencia que de su propio ser vaya tomando el mexicano no
será otra cosa que una etapa más de la conciencia que el hombre en general ha venido
tomando de su ser. Conciencia siempre concreta de una realidad determinada. Ayer
conciencia del hombre europeo, ahora del americano, y en el futuro de todo hombre en
cualquier circunstancia o situación[7].
Podríamos decir que la filosofía mexicana se presenta con la
característica de filosofar en función de la realidad propia, de hacer consciente y
someter a tema de reflexión la situación y la cultura de México y lo mexicano dentro
del panorama y la cultura universal. Se trata, en palabras de Abelardo Villegas, de lo
siguiente. (...) Filosofía de lo mexicano.
Consiste esta en tratar de fijar la situación de México y su cultura dentro del panorama
y la cultura universales[8].a
Esta filosofía de las circunstancias mexicanas no
tendría por objetivo el inventar un nuevo sistema filosófico,
sino estudiar la realidad
concreta, acuñando conceptos
para describirla y solucionar problemas que ella plantea. Esta
intencionalidad de la filosofía mexicana y su
ubicación dentro del contexto general del
filosofar, queda claramente expresado por el mismo Abelardo Villegas en el
siguiente texto.
No se trata,
pues, de inventar los sistemas sino de
filosofar en función de una realidad concreta, acuñando conceptos para describirla o
para solucionar problemas que ella plantea. Estos problemas, como hemos visto, si bien
eran mexicanos, son mexicanos, no por eso al
propio tiempo dejaron de ser humanos. Si se discute sobre las formas de religiosidad de
los liberales mexicanos tiene que accederse a
todo un concepto de religiosidad moderna; sí se discute sobre los derechos de la iglesia católica para impartir la enseñanza
primaria, se aborda la descripción general de los fanatismos y de los errores científicos, etc. Entonces, estas formas de filosofar no implican un particularismo,
no implican que se haga filosofía mexicana
para México y sobre México, sino solo implican una actitud de filosofar en función de
esta realidad concreta, pero no únicamente sobre esta realidad. El filosofar sigue
haciéndose sobre los temas universales, pero luego se aplican sus resultados a
circunstancias particulares, históricas y eso es todo[9].
De tal forma
vemos que en la opinión de estos autores lo que le da su razón de ser a la filosofía
mexicana, es el interés de elaborar una filosofía de la circunstancia mexicana y del
mexicano. Su intento de autoconocimiento, es mostrar cómo se manifiesta lo universal, lo
humano, en una de sus circunstancias concretas; México.
Samuel Ramos señala el valor que para nosotros los
hispanoamericanos y en nuestro caso particular los mexicanos, pueda tener una obra
filosófica de este tipo.
Me
parece que el valor más eminente que puede tener para nosotros para nosotros una obra
filosófica estriba en la eficacia para
despertar de algún modo la conciencia de nuestro ser propios; para ayudarnos a definir
nuestra Filosofía para nosotros los
hispanoamericanos no vale solamente como concepción del mundo y da la vida humana, sino
como instrumento pera encontrar lo que es nuestro mundo y nuestra vida y la posición que
tenemos en ese ambiente general. Queremos ver ese mundo descubierto por la filosofía
europea pero con ojos americanos y fijar nuestros propios destinos en relación con el
todo de ese mundo.[10]
En este párrafo se nos señalan 4 puntos que es preciso tener
en cuenta, pues son ellos los que les permitirán a los autores especificar los rasgos
caracterológicos en que consista el supuesto ser del mexicano. Ellos son los siguientes:
1. Tenemos un ser propio.
2. Es función de la filosofía despertar la conciencia de
nuestro propio ser.
3. La filosofía no como un valor puramente especulativo, sino
instrumental, como medio para encontrar lo que es nuestro mundo, nuestra vida y la
posición en ese ambiente general, (se entiende, el ambiente humano).
4. El mundo seria visto con los sistemas filosóficos
europeos, pero con ojos americanos. Es decir
no se trataría de crear un sistema filosófico
con categorías y método propios, sino hacer uso de los
sistemas existentes en Europa para hablar a través de ellos de nuestra forma de
vida y de nuestro ser.
[1] Zea, Leopoldo. Conciencia y posibilidad del mexicano. México, Porrúa, 1987 p.9.
[2] Ibid p.10.
[3] Idem
[4] Idem.
[5] Ibid p.9.
[6] Ibid p. 11.
[7] Ibid p.12.
[8] Villegas, Abelardo. La Filosofía en la historia política de México, Pormaca, México, 1966, p. 219.
[9] Ibidem.
[10] Ramos, Samuel Historia de la filosofía en México, p.86. Tomado del libro de Villegas, Abelardo Autognosis, el pensamiento mexicano en el siglo XX. Instituto Panamericano de Geografía e Historia, México, 1985, p.117.