Elvira de la Mora, pionera del guión
cinematográfico mexicano
Guillermo Schmidhuber de la Mora
Universidad de Guadalajara
Una de las primeras mujeres
mexicanas que escribió guiones cinematográficos fue Elvira de la Mora
(1902-1990), pionera en este campo en el Hollywood de los años treinta y,
posteriormente, en el naciente cine mexicano. El propósito de este artículo es
indagar sus logros como guionista y analizar su novela Tierra de hombres (1946) que fue filmada en 1956 bajo la dirección
del mexicano Ismael Rodríguez (1917-2004).
Elvira de la Mora nació en Gómez Palacio, Durango,
México, el 25 de enero de 1902. Pasó su infancia en diferentes haciendas en la
región de La Laguna, en el norte de México. Sus estudios primarios fueron interrumpidos
por la revolución mexicana y su familia buscó refugio en San Luis Potosí, pacífica
ciudad alejada de los enfrentamientos bélicos; allí la adolescente estudió
pintura y música. Al término de la revolución, la familia regresó a vivir a
Torreón, Coahuila. Años después, la joven Elvira viajó con su familia a San Diego,
California, porque su madre sufría de una deficiencia cardiaca y requería
cuidado médico en un clima templado. Elvira estudió inglés y, más tarde secretariado
bilingüe, en Pasadena. Al término de la segunda década, Elvira ya no quiso
regresar a su patria y permaneció trabajando para los Estados Unidos. Era el
período en que el cine sonoro sorprendía al mundo y se intentaba en varias
lenguas. El cine hablado en español se hizo en varias compañías estadounidenses.
Fox Studios llegó a tener un centenar de artistas hispanos, no únicamente
actores sino también guionistas cinematográficos, profesión incipiente que apareció
con la sonorización del cine. Hollywood y Nueva York se convirtieron en las
capitales del cine sonoro hispano.[1] Al
inicio de los años treinta fue cuando Elvira de la Mora trabajó en los Estudios
Fox, primero como secretaria y, más tarde, como guionista en colaboración, pero
solicitó explícitamente que no apareciera su nombre en los titulares de los
filmes por temor al prejuicio social de su país natal. En ese periodo hizo
amistad con intelectuales españoles como Miguel de Zárraga, Gregorio Martínez
Sierra, José López Rubio y Enrique Jardiel Poncela,[2] quienes también
intentaban abrirse campo en el guionismo cinematográfico de Hollywood. También
con varios artistas mexicanos tuvo amistad, especialmente con el galán hispano
de moda, José Mojica, quien vivía en Hollywood con su madre; esta señora
jalisciense pretendió matrimoniar a Elvira con su incasable hijo.
A fines de 1935 Elvira volvió a México con motivo del
fallecimiento de su madre y se percató de la importancia de la naciente
cinematografía mexicana. Un año después colaboró con Pepe Ortiz en el guión de ¡Ora Ponciano!, filme dirigido por
Gabriel Soria y que logró un éxito comparable al de otra película de ese año, Allá en el rancho grande. A sugerencia
de Elvira, José Mojica se interesó en un argumento que sucedía en el Veracruz
virreinal: Don Gil de Alcalá, la
ópera de cámara del músico valenciano Manuel Penella Moreno que fue filmada con
el título de El capitán aventurero
(1939), la primera aventura fílmica del actor en México, pero el guión acabó
siendo escrito por el compositor en colaboración con Salvador Novo. Otro
argumento de Elvira sirvió de base para Un
día con el diablo (1945), filme protagonizado por el cómico mexicano
Cantinflas, a quien le había enviado el guión; mismo que fue filmado por Miguel
M. Delgado con adaptación argumental de Jaime Salvador, sin dar ningún crédito
o paga; Elvira demandó a los tres —actor, director y guionista—, pero perdió el
juicio acaso por haber sido la primera mujer que exigía sus derechos autorales
en México.
En 1946 Elvira publicó su novela Tierra de Hombres (Comarca Lagunera) que narra la fundación de la
región lagunera que fue el espacio de infancia de la autora. Esta novela abre
con tres dedicatorias. La primera está dirigida al campesino: “A ÉL: a nuestro
campesino, corazón de México”. La segunda dedicatoria al hermano de Elvira con
estas palabras: “A mi hermano José, que por su cariño y gratitud a la patria
chiquita inspiró el deseo de hacer esta obra”. Y una tercera a la tierra lagunera:
Todo por ELLA...
Unos,
por mucho amarla, la defendían;
otros, por mucho amarla, la requerían;
La experiencia pedía no lastimarla;
la juventud ansiaba por fecundarla. (Tierra de hombres i, iii y v)
La trama de la novela narra la
crónica de una familia desde la fundación de Torreón, villa situada en el norte
de México que fue aceptada como ciudad el 15 de septiembre de 1907, y
continuando con el período revolucionario en que fue importante cruce
ferroviario que fue tomado por Pancho Villa, y prosiguiendo con el período del
reparto agrario de 1936 dispuesto por el presidente Lázaro Cárdenas. Los personajes
de la pareja paterna estuvieron inspirados en sus propios padres: Rosalía Peña
Blanco, de Parral, Chihuahua, y de Pedro de la Mora Gómez, oriundo de
Tepatitlán, Jalisco. En el prólogo de la novela, su autora escribió:
Lleva este libro el anhelo de venerar a aquellos padres de rectitud
acendrada, quienes tratando de formar una generación de hombres de la tierra,
supieron forjar una tierra de hombres […] Pero este particular puñado de
tierra, con su hormiguero de hombres emprendedores, valerosos, francos y luchadores,
tiene un saber regional de tal sencillez, que al escribir, nunca sabía si
estaba haciéndolo sobre la tierra, o sobre el hombre […] Ojalá que tú, lector
amigo, disfrutes tanto de conocer algo de ese girón de nuestra Patria, como
disfruté yo al ir esbozando paisajes de recuerdos o estimaciones almacenados en
mi corazón. (vii)[3]
La región lagunera que le
sirve de espacio a esta novela se extiende en los estados de Coahuila y Durango;
debe su nombre a las lagunas anteriormente existentes en el área —entre las que
estaba la Laguna de Mayrán—, que eran alimentadas por los ríos Nazas y
Aguanaval hasta la construcción de las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco
que limitó su flujo; Torreón es la ciudad más importante de la región. La
novela presenta los esfuerzos de una comunidad para desarrollar el terruño hasta
convertirlo en una productiva zona algodonera y concluye con la nacionalización
de esas tierras por el gobierno de Lázaro Cárdenas, a pesar de que no eran latifundios
improductivos que pudieran retrasar el desarrollo de México. En
el Diccionario de literatura mexicana: siglo XX, publicado por la
UNAM, esta novela es ciatada
como perteneciente al subgénero de literatura social debido a su aporte
historiográfico.[4]
Varios de los textos de la novela afirman la injusticia histórica:
¡La rica
Región de la Laguna, que había llegado a ser orgullo nacional, sería repartida
en tajadas para darlas a aquellos que están dentro de la Ley, a quieres se les
iba a dar precisamente de aquella tierra que otros se habían tomado el trabajo
de abrir para probar que era fértil, y al cabo de luchas sin cuento, ponerla
tan floreciente como ya estaba! […] Un gigantesco torbellino de emociones y
caos de sentimientos se desató con furia envolviendo a la Comarca. Los hombres,
en la desesperación por querer expresar con exactitud y limpieza su acendrado
amor a la tierra, en muy humana confusión chocaban en ideas, decían lo que
pensaban y lo que no pensaban; expresaban lo que sentían y lo que no sentían;
gritaban y amenazaban, desesperados por la enajenación mental que les causaba
el sólo pensar que el Reparto pudiera ser un fracaso para ELLA. (p. 235-6)
La tierra —ELLA— era lo que importaba. Cercana a la
fecha del reparto fue la celebración de los cinco lustros de vida de la ciudad
de Torreón.
A
principios de los años cincuenta Ismael Rodríguez se interesó en adaptar la
novela al cine. Visitó la región lagunera y aprovechó para filmar aún en blanco
y negro la pisca del algodón en la hacienda El Vergel, Durango, pero el
proyecto se retrasó hasta 1956. La versión cinematográfica posee varias diferencias
con respecto a la novela: la crítica al reparto agrario fue suprimida y la
región lagunera fue cambiada por las tierras de Jalisco. Este cambio no buscaba
aderezar el área geográfica con la región del tequila y el mariachi tan apreciada
por el cine mexicano, sino de retirar toda crítica a los planes sociales del
gobierno mexicano. En lugar de algodón se veían en el filme los sembradíos de
maíz que fueron filmados en color porque la producción cinematográfica contaba
con recursos. La trama conservó los hechos acaecidos durante la Revolución sin
importar que en Jalisco nunca tuvieron lugar enfrentamientos revolucionarios.
El guión cinematográfico se centró en la vida de la familia y no en la
injusticia y el perjuicio de una región agrícola por las decisiones
gobiernistas. Otro aspecto dispar es el personaje protagónico que en la novela
fue inspirado en José de la Mora, hermano de Elvira, prototipo del “lagunero”
por su determinación y constancia, pero en la versión cinematográfica este
carácter resultó plasmado con debilidad debido a la actuación insegura de
Antonio Aguilar, quien debutó en este filme como protagonista.
A pesar
de que Elvira había escrito un guión cinematográfico de su novela, en
colaboración con Luis Gurza, éste no fue utilizado para la filmación, sino un
guión escrito por Ismael Rodríguez y Carlos Orellana. La novelista se había
negado a reescribir su guión porque desde 1949 había abandonado la cinematografía como consecuencia del deceso de su
hermano José —junto con su esposa y dos hijas— en un accidente aéreo, en
Dallas, Texas. En su primera juventud, Elvira había deseado ser monja, pero su
madre no se lo permitió, y cuando tuvo la libertad para hacerlo, ya no quiso; nunca
llegó a contraer matrimonio a pesar de sus noviazgos con el lagunero Roberto
Reyna, el escritor español Miguel de Zárraga y el técnico cubano de montaje
Mario Fernández, quien posteriormente fue cofundador del cine cubano
revolucionario. Su decisión de vivir una vida religiosa y de servicio social
guarda un paralelo con el destino de José Mojica, quien en los mismos años dejó
el mundo del cine para ingresar a la orden franciscana. Fue una incansable
viajera: hizo un largo recorrido por Europa en 1936 y fue la primera mexicana
que entró a Rusia al abrirse sus fronteras al turismo, además visitó los
estudios cinematográficos de Berlín. Posteriormente vivió un año en Buenos
Aires y también visitó Cuba. Entre las personas famosas que conoció están
Benito Mussolini, Diego Rivera (cuyos murales salen en los titulares del filme Tierra de hombres), el presidente Lázaro
Cárdenas, Gabriela Mistral, Juan Bustillo Oro y la mayoría de los artistas de
la época de oro del cine mexicano.[5] Nunca
volvió a escribir y las regalías que ganaba fueron donadas a fines
asistenciales. En 1953 adoptó a un niño, Enrique Gutiérrez Real, quien la
acompañó hasta su muerte, que acaeció en Guadalajara, Jalisco, el 27 de agosto
de 1990.
Una anécdota narra que Elvira de la Mora conoció a Pedro
Infante cuando era cantante e incipiente actor y fue ella quien logró que
Ismael Rodríguez le hiciera un casting.
El acento sinaloense del actor que le impedía personificar papeles de otras
geografías mexicanas fue depurado en clases impartidas por Elvira y hasta la
sonrisa del actor que llegó a ser tan famosa, fue resultado de un arreglo
dentario sugerido por la guionista. También logró que Ismael Rodríguez le diera
un papel en Mexicanos al grito de guerra
(1943); inicio de una colaboración director-actor que resultó histórica para el
cine mexicano. Posteriormente Infante protagonizó Viva mi desgracia, también con argumento de Elvira, y más tarde
otras películas que consagraron al director y al actor, como Escándalo de estrellas, Los tres García, Pepe el Toro, Nosotros los
pobres, etc. En varios de estos argumentos, particularmente Vuelven los García (1946), actuó como
consejera del director y argumentista. Pedro Infante siempre le guardó agradecimiento.
Elvira de la Mora fue pionera en querer ser guionista en
un período en que esa profesión estaba limitada únicamente a escritores varones.
Varios de sus primeros argumentos fueron filmados sin que su nombre apareciera
entre los cineastas por prejuicios sociomorales, pero también porque tanto los cineastas
como el público no aceptaban tan fácilmente que un argumento cinematográfico fuera
escrito por una mujer. Posteriormente, escribió catorce argumentos que, al ser
filmados, el nombre de la guionista fue ostentado orgullosamente en los titulares.[6]
Bibliografía:
De la Mora, Elvira. Tierra de hombres. México: Editorial Información
aduanera de México, 1946.
García Riera, Emilio. Historia documental del cine mexicano.
México: Secretaría de Cultura y Universidad de Guadalajara, 1997. Tomo1, p. 241;
T. 2, p. 85, 214, 261; T. 3, p. 13, 58, 77, 127, 167, 175; T. 4, p. 87: T., 5
130: T.8, p. 260.
Escritores del cine mexicano. México, UNAM:
http://escritores.cinemexicano.unam.mx/biografias/M/MORA_elvira_de_la/filmografia.html
Filmografía nominal en 14 filmes:
1.
¡Ora Ponciano! (1936) Director: Gabriel
Soria. Fecha de Estreno: 16 abril 1937. Reparto: Jesús Solórzano (Ponciano Díaz),
Consuelo Frank (Rosario), Leopoldo 'Chato' Ortin (Juanón), Carlos López (Lolo),
Mercedes Azcarate (Mercedes), Carlos Villarías (Don Luis Martínez del Arco).
2.
El Superloco (1936) Director: Juan José Segura, 1936). Guión: Juan
José Segura, según argumento de Fernando Méndez, Elvira de la Mora y Jorge
Álvarez Cerdeña. Con Carlos Villarías,
Leopoldo Ortín, Aurorita Campuzano, Emilio “Indio” Fernández.
3.
El caudal de los hijos / Los hijos mandan (1938). Director: Gabriel Soria. Guión de
Elvira de la Mora y Blanca de Castejón, según la pieza teatral El caudal de los hijos (1923), de Pármeno López Pinillos. Reparto: Blanca De Castejón, Fernando Soler, Arturo De Córdova, Julián
Soler, Carmen Mora, Emilia Leovalli, Carlos Villarías, José Pena, Rudy Cobián,
Paul Ellis.
4.
Allá en el bajío (1941), Dirección: Fernando Méndez, Guión: Elvira
de la Mora, según argumento de Fernando Méndez. Julio Ahuet, Victoria Argota,
Pedro Armendáriz, Jorge Arriaga, Roberto Cañedo, Carmen Conde, Raúl de Anda.
5.
La leyenda del bandido. (1942) Con la dirección de
Fernando Méndez y el argumento de Raúl de Anda, con la adaptación de Fernando
Méndez y Elvira de la Mora. Filmada a partir del 7 de junio de 1942 en los
Estudios Azteca y estrenada el 3 de junio de 1944 en el cine Insurgentes de la
ciudad de México. Reparto: Raúl
de Anda (Benito Canales), Susana Guízar (Isabel), Miguel Ángel Ferriz (Sacerdote),
Tito Junco (Capitán Rogelio), Miguel Arenas
(padre de Isabel), y Agustín Isunza, El Chicote y Roberto Cañedo.
6.
Las calaveras del terror. Serie de 12 episodios
producida en 1943, bajo la dirección de Fernando Méndez, con argumento de Juan
Roca y adaptación de Fernando Méndez y Elvira de la Mora. Actuaciones de Pedro
Armendáriz, Tito Junco, Crox Alvarado. Fue filmada a partir del 6 de enero de
1943 en los Estudios Clasa y estrenada el 25 de diciembre de 1943 en el cine
Palacio de la ciudad de México. Fue el primer serial del cine mexicano.
7.
Mexicanos al grito de guerra (Historia del Himno Nacional). Producción de los Hermanos Rodríguez
y dirección de Álvaro Gálvez y Fuentes y codirección de Ismael Rodríguez. El
argumento fue de Álvaro Gálvez y Fuentes y la adaptación de Joselito Rodríguez
y Elvira de la Mora. Los intérpretes fueron: Pedro Infante, Lina Montes, Miguel
Inclán, Miguel Ángel Ferriz y Carlos Riquelme. Filmada a partir del 14 de julio
de 1943 en los Estudios México-Films y estrenada el 16 de septiembre de 1943 en
el Cine Alameda de ciudad de México. Fue un éxito de público y de crítica. El argumento
narra la composición del himno nacional mexicano con la letra de Francisco
González Bocanegra y la música de Jaime Nunó.
8.
Viva mi desgracia. Con la producción de los
Hermanos Rodríguez, la dirección de Roberto Rodríguez, quien también dio la
idea para el argumento, que fue dialogado por Elvira de la Mora y Jesús Sotelo
Inclán. Los intérpretes fueron Pedro Infante y María Antonieta Pons. Fue
filmada a partir del 22 de septiembre de 1943 en los Estudios México-Films y
estrenada el 12 de febrero de 1944 en el Palacio Chino de la ciudad de México.
La música fue de Manuel Esperón, compositor de la famosa canción homónima a la
película y aún hoy es famosa.
9.
Las dos huérfanas (1944). Con la producción de
Filmex y Gregorio Walerstein, la dirección de José Benavides. El argumento
está basado en la novela y la pieza teatral de Albert D’Ennery, con la adaptación
de Elvira de la Mora y José Benavides. Las actuaciones fueron de Susana Guízar,
María Elena Marqués, Anita Blanch, Julián Soler y Víctor Junco. Este mismo
argumento sirvió de base a la película muda norteamericana protagonizada por
Lillian y Dorothy Gish, dirigida por David W. Griffith, con el título de Orphans of the Storm, en 1921. La trama
narra las aventuras de dos pobrecitas huérfanas durante la revolución francesa.
10. Más allá del amor. Con la producción de Films
Mundiales y Carlos Luquín, bajo la dirección de Adolfo Fernández Bustamante.
El argumento estaba basado en un cuento de Pascual García Peña, con la
adaptación cinematográfica de Elvira de la Mora y Adolfo Fernández Bustamante.
La fotografía fue de Gabriel Figueroa. Los actores: Susana Guízar, Domingo
Soler, José Cibrián y Julio Villarreal. Filmada a partir del 21 de agosto de
1944 en los Estudios Clasa y estrenada el 26 de abril de 1946 en el cine
Palacio de la ciudad de México.
11.
La
pícara Susana / La señorita es así (1944) Director: Fernando Cortés. Guión: Elvira de la Mora. Director de
Fotografía: Jack Draper. Fecha de Estreno: 31 mayo 1945. Reparto: Luis Aldás,
José Arratia, Luis G. Barreiro, Fortunio Bonanova, Fernando Cortés, Mapy
Cortés, Fernando Del Valle y Virginia Manzano.
12. Matrimonio y mortaja. Con la producción de Raúl de
Anda y la dirección de Fernando Méndez. Con argumento de Elvira de la Mora y
Fernando Méndez. Intérpretes: Rafael Baledón, Carmen González, Domingo Soler y
Fernando Soto. Filmada a partir del 26 de septiembre de 1949 en los estudio
Azteca y estrenada el 8 de marzo de 1950 en el cine Teresa de la ciudad de
México.
13.
Los
tres García (1946) Director:
Ismael Rodríguez. Guión: Ismael Rodríguez, Carlos Orellana y Fernando Méndez;
adaptación: Rogelio A. González, Pedro de Urdimalas (Jesús Camacho) e Ismael
Rodríguez, con la colaboración de Elvira de la Mora. Fotografía: Ross Fisher;
operador de cámara. Reparto: Sara García (doña Luisa García viuda de García),
Pedro Infante (Luis Antonio García), Abel Salazar (José Luis García), Víctor
Manuel Mendoza (Luis Manuel García), Marga López (Lupita Smith García), Carlos
Orellana (cura), Fernando Soto "Mantequilla" (Tranquilino), José
Pardavé (Chencho).
14. Tierra de hombres. Películas Rodríguez, con la
dirección de Ismael Rodríguez. El argumento está basado en la novela de Elvira
de la Mora, con el guión cinematográfico de la misma autora y de Luis Gurza.
Intérpretes: Domingo Soler, Antonio Aguilar, Joaquín Cordero, Julio Aldama,
Elsa Cárdenas y María Teresa Rivas. Filmada a partir de agosto de 1956 y
estrenada el 1 de enero de 1958 en los cines Olimpia y Opera de la ciudad de
México.[7]
[1] Una
reseña del advenimiento del cine hispano: Roberto Fandiño y Joaquín Badajoz,
“El cine en español en los Estados Unidos”: http://cvc.cervantes.es/lengua/anuario/anuario_08/pdf/espectaculos07.pdf
[2] Jardiel
Poncela cita una carta de Elvira de la Mora, ver: http://teatro.es/publicaciones/jose-lopez-rubio.-la-otra-generacion-del-27.-discurso-y-cartas/pdf
[3] En la
dedicatoria de Tierra de hombres a G.
Schmidhuber, la autora escribió: “Para ti, querido sobrino, que de pequeñito me
pedías contarte cuentos inventados, y aunque el presente es verdadero, creo que
te gustará por saber que fue vivido por nosotros tus antecesores”.
[4] Diccionario de literatura mexicana: siglo XX. México: UNAM, 2004. 2ed. Coordinador Armando
Pereira, con la colaboración de Claudia Albarrán, Juan Antonio Rosado y
Angélica Tornero. p. 27. La cita de la autora está junto a nombres de afamados
escritores, como Magdalena Mondragón, Rafael Bernal y José Vasconcelos.
[5] Guillermo Schmidhuber de la
Mora reconoce la influencia benéfica de su tía en su decisión ser escritor.
Vivió en casa de ella de 1947 a 1954 y allí conoció a Pedro Infnate, Ismael
Rodríguez, Blanca Estela Pavón, Pedro Armendáriz y otros. Actualmente en profesor
de la Universidad de Guadalajara y ha publicado más de cien libros.
[6] Antonio
Ríos-Bustamante, investigador de la Universidad de Arizona, cita otra guionista
hispana, Mary Murillo, quien escribió argumentos del cine mudo en Estados
Unidos e Inglaterra entre 1911 y 1927, ver: http://tell.fll.purdue.edu/RLA-Archive/1995/Spanish-html/Rios-Bustamante,Antonio.htm