Sincronía Invierno 2006


Sociología de la vida cotidiana *

Samuel F. Velarde **


Hablar de la vida cotidiana desde un punto de vista sociológico podría parecer una especie de tautología, o por así decirlo, de una gran obviedad. Sin embargo mi intención en esta charla, es darle a la sociología un carácter más dinámico en cuanto a su aplicación; insistir, sobre todo para aquellos que la estudian, en que la sociología no es un cúmulo de teorías que se usen nada más para pensar en lo macro (estado, estructura, aparatos de estado, institución) y que tampoco es una ciencia de las relaciones humanas en términos funcionalistas; sino que nos sirve para ir desmenuzando el acontecer social, explicarnos fenómenos micros como los profundos acontecimientos de nuestras relaciones sociales, esto con mucha ricura teórica y de pensamiento, así pues esto sería el "observar" nuestra vida cotidiana. Que sería el tema central de mi exposición.

Muchos grandes pensadores han hablado de la vida cotidiana, así lo que hoy diré, es solamente una breve y sencilla reflexión acerca de la misma, donde no precisamente voy a teorizar sobre ella, sino más bien sembrar en ustedes la curiosidad para que cada uno desde su perspectiva y carrera, pueda verla, analizarla, sentirla, criticarla y por que no, fomentar espacios nuevos en nuestra vida cotidiana, para hacerla más congruente, libre, espontánea, en fin.

¿Pero que es la vida cotidiana?, Agnes Heller decía que era " el espejo de la historia", también la define "como el conjunto de actividades que caracterizan la reproducción de los hombres particulares, los cuales crean la posibilidad de la reproducción social…es la forma real en que se viven los valores, creencias, aspiraciones y necesidades". Así pues la vida cotidiana son nuestras vivencias diarias, repletas de significados, intereses y estrategias diría Irving Goffman, estrategias entendidas como esa serie de comportamientos que nos permiten crear la red personal de caminos por los cuales diariamente transitamos y construimos nuestras relaciones sociales.

¿Pero cual es la importancia de observar y analizar la vida cotidiana?, ¿acaso la vida cotidiana (y aquí va implícita la nuestra) no es parte natural de nuestra rutina bio-psico-social, de una sociedad ya establecida y donde la vida cotidiana es eso, mecánica algo inamovible y casi predestinada?. Estas características serían como la visión ciega de la vida cotidiana, esa que nos otorga el sistema establecido, pero hay que ir más allá.

La vida cotidiana si como dice Heller es el espejo de la historia, entonces es la riqueza de la sociedad, es decir, la esencia de cómo podemos explicar lo subrepticio de lo que está encima y entender la raíz; observar la vida cotidiana es poder entender el por qué de mis sin fin de comportamientos, del por qué pienso en determinadas situaciones diferente, del por qué actúo de manera distinta en un funeral y en pocos minutos al dirigirme a la fiesta soy distinto. La vida cotidiana es nuestro ser milimétricamente dividido en los diferentes roles que hacen nuestro modus vivendi. Henry Lefevbre, sociólogo marxista famoso en los sesentas y setentas, nos habla de situaciones " la vida cotidiana es reconocer y entender comportamientos, costumbres, proyección de necesidades, captar cambios a partir del uso de los espacios y tiempos concretos".

Y lo importante de la sociología de la vida cotidiana, es precisamente ver si ésta la hemos construido a partir de prácticas de libertad o convicción propias, o si las condiciones de un sistema capitalista en ocasiones no muy justo o racional nos lo ha impuesto. Y es aquí donde se nos dificulta observarnos nosotros mismos, autocalificar mi vida diaria, saber si mis necesidades corresponden a mi realidad o si también se me imponen para continuar reproduciendo una cotidianidad ajena a mí.

Hay un autor que prácticamente lo acabo de descubrir Guy Debord, artista, cineasta y escritor francés, murió en 1999 a los 68 años, es el creador de la Internacional Situacionista, el plantea que los seres humanos podemos vivir situaciones diferentes si somos los suficientemente libres para promoverlas, no llevar precisamente una vida lineal y enajenada, sino hacer de la vida cotidiana una extensa dimensión de nuestra creatividad artística. ¿ Acaso no podemos intentar pintar, escribir, tocar un instrumento musical, caminar en un parque, juntarnos un lunes o martes a charlar con los amigos?, ¿no podremos intentar tener una vida cotidiana rica y prolifera?. Creo que Debord, nos muestra desde una perspectiva muy artística y tal vez esbnobista y hasta revolucionaria pero no por ello inaplicable, que la vida cotidiana puede ser liberadora más que esclavizante.

Ya sabemos pues qué es la vida cotidiana, ahora como estudiosos de las ciencias sociales ¿como aprender a observar a la vida cotidiana?, ¿ que lupa, lente o imaginación sociología ( diría Wrigth Mills) usar en esta esplendorosa y seductora actividad de observar?. Nuestra vida cotidiana está repleta de emociones y es aquí, donde podríamos encontrar por ejemplo, nuestras necesidades religiosas, místicas o espirituales; y explicarnos para entender los comportamientos o simbolismos religiosos; esos usos y costumbres de católicos, mormones, adventistas, testigos de Jehová, que visten, actúan, reflejan una moral y actitud ante la vida, cada uno muy particular. O nuestra total apatía por la ecología, al no saber nada de nuestra relación armónica con la naturaleza y sin embargo en verano, buscar la sombra de un árbol.

¿Y la vida cotidiana urbana? , donde vemos a pedigüeños, en su vinculación casi de performance con nosotros; al darnos una demostración de miseria, malabarismo, o mostrarnos patéticamente una pierna casi en estado putrefacto, para provocarnos algún sentimiento que redunde en una moneda. O a la señora de estilo "narco" que hace de su vida vanidosa y rutinaria toda una actuación banal de su cotidianidad material.

O el universitario que asiste a una clase y luego se pregunta el para qué de los contendido de la misma, si para nada tienen que ver con su realidad micro social, porque no entiende el discurso que maneja el profesor o se hablan de cosas raras tan distantes de "mis necesidades como alumno". Donde tan solo deseo tener un título pero no interesa si me llevo conocimiento, al sistema le importa el título (¿sera?) no el conocimiento.

Ver la vida cotidiana es "meterse" en los modus vivend, de los individuos, es desenredar lo que aparentemente es normal y percatarse de lo simbólico de cada estilo de vida, es darse cuenta de que existe un sistema social que te atosiga con una serie de normas a cumplir, o que te obliga a que disminuyas tu capacidad de asombro. El estudio de lo cotidiano es comprender insisto, los nudos que mantienen la red social. Finalmente todo esto con un propósito sumamente definido, reflexionar hasta que punto la vida cotidiana te facilita ser un individuo libre y que puedas diseñar tu proyecto de vida. Es decir, revolucionar nuestras vidas cotidianas y promover o exponer visiones diferentes de comportamientos y compromisos propios, que pudieran (porque no decirlo), ir construyendo una cotidianidad más intensa y llena de perspectivas individuales y sociales.

Ahí está pues, una tarea interesante para el sociólogo, escudriñar la vida diaria, darle un sentido más categórico, para descubrir y proponer. Cuando se habla de la crisis de las ciencias sociales y en especial de la sociología al reducirse en apariencia su campo de estudio (aparte de su práctica), la sociedad del siglo XXI comienza a vislumbrarse con algo de positivo y que nos da a los sociólogos mucho por hacer: un hombre y una mujer con intereses comunes, poco visto en otras etapas históricas; tal vez nuestras vidas cotidianas se entrelazan en un espacio donde el hombre y la mujer son víctimas de las apariencias y del odio. Veamos pues como caminar juntos y donde comenzar a construir situaciones diferentes, espacios distintos, cotidianidades compartibles, para forjar una vida cotidiana colectiva mucho mejor.

* Ponencia presentada en el Ciclo Temáticas, Problemáticas en Sociología Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 4 abril 2006-04-08

** Sociólogo, profesor de Sociología en la UACJ

 

Bibliografía

Balderas, Domínguez Jorge, Mujeres antros y estigmas de la noche juarense, ICHICULT 2002

GonzálezAréchiga Bernardo Creando situaciones sin retorno http://www.sistema.itesm.mx.egap/situacionista

Goffman Erving, La presentación de la persona en la vida cotidiana, Amorrorrtu editores 1993, Buenos Aires

Heller, Agnes Historia y vida cotidiana, Ed. Grijalbo, México


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