Sincronía Primavera 2005


Breve Introducción al Fenómeno del Bilingüismo en México

María Patricia Velázquez Martínez

Universidad de Guadalajara

México


 

Introducción

El ambiente de globalización que se vive en México crea en las instituciones y en los individuos la necesidad de establecer y fomentar vínculos de cualquier índole con otros países cuyo idioma no es el español. Para poder lidiar con esta situación se requiere el apoyo de personas bilingües que, además del español, puedan comunicarse en inglés, francés, alemán, japonés, etc..

La investigación de la educación bilingüe en México aún se encuentra en desarrollo ya que las situaciones de bilingüismo más comunes de las que la mayoría tenemos conocimiento son dos: a) la educación bilingüe para los grupos minoritarios que hablan lenguas indígenas como el Huichol y el Náhuatl, siendo el español la segunda lengua, y b) la educación bilingüe 'elitista', donde los padres envían a sus hijos a colegios particulares a recibir instrucción, principalmente en español-inglés y español-francés. En esta segunda situación, la oportunidad de llegar a ser bilingüe se encuentra muy limitada para la mayoría de los mexicanos por su alto costo lo cual a su vez también limita la investigación en este campo por no contar con los recursos y las metodologías necesarias para llevar a cabo los estudios pertinentes.

Sin embargo, la tecnología extranjera con la que se cuenta invadida el país, así como la visión globalizadora comentada anteriormente, hace urgente la necesidad de 'crear' personas bilingües y, por consiguiente, 'crear' profesionales en la enseñanza bilingüe. Pero, lingüísticamente hablando, ¿qué es el bilingüismo? ¿cómo debe ser la educación bilingüe? ¿qué repercusiones psicológicas y sociales tendría la educación bilingüe en los individuos? Estas y otras preguntas más pueden estar surgiendo en la mente de los lectores y cuya respuesta no es fácil de concebir y responder a priori. Es por esta razón que, como medio de inducción, el propósito de este trabajo es el de despertar una conciencia 'bilingüe' para sensibilizar a los lectores sobre el campo del bilingüismo y de la educación bilingüe.

I. DEFINICIÓN

Existen muchas definiciones de bilingüismo, algunas de ellas son incorrectas y otras están basadas en mitos. Una persona no tiene que hablar dos idiomas con igual fluidez para decir que es bilingüe ya que es muy común que pueda expresarse en ambos idiomas con alguna soltura y sin que se le note un acento extranjero que lo traicione. Pero aunque no se dé cuenta uno de los dos idiomas es dominante, sólo se sentirá emocionalmente cómodo en uno de ellos y sólo en la lengua dominante podrá hacer labor creadora de mérito. Es posible que pueda escribir cartas comerciales en cualquiera de los dos idiomas sin mucha dificultad, pero le será difícil hacer literatura. Podrá versificar en ambos idiomas pero sólo en uno de ellos elaborará la auténtica poesía que es donde hacen eclosión los misterios del alma. En un idioma aprendido no es fácil alcanzar esa dimensión.

En el campo de estudio de aprendizaje de segundas lenguas, la definición del término bilingüismo, como sucede en casi todas las conceptulizaciones de términos, no ha quedado al margen de crear dicotomías. Entre las dicotomías más populares encontramos las que han sido dadas por reconocidos investigadores en este campo tales como:

a) Bilingüismo Coordinado vs. Compuesto (Weinreich 1953)

b) Bilingüismo Temprano vs Tardío (Lambert 1985)

c) Bilingüismo Simultáneo vs Sucesivo (Mclaughlin 1984)

d) Bilingüismo Aditivo vs Substractivo (Lambert 1975)

e) Bilinguismo Elitista vs Popular (Skutnabb-Kangas 1981)

Las tres primeras se refieren a características individuales mientras que las dos últimas están relacionadas con características de grupos sociales. De ahí que podemos observar que tales distinciones conllevan al estudio de ciertos aspectos específicos del bilingüismo. De igual manera, la perspectiva de estudio depende de la naturaleza de la disciplina que lo aborda. Por ejemplo, los psicolingüistas enfocan su atención mayormente a las propiedades mentales y cognitivas de las personas bilingües. Los sociolingüistas han puesto más interés en categorizar a los grupos sociales en base a la configuración de los lenguajes con relación a la dominación, prestigio y otras características sociológicas e institucionales.

Sin embargo, ninguna definición de bilingüismo es suficientemente amplia como para cubrir todos los casos de personas a las que llamamos 'bilingües'. Dentro de las definiciones que han sido dadas encontramos que pueden ser situadas en un continuo que va desde un 'control nativo en dos o más lenguajes' hasta la 'mínima posesión de habilidades comunicativas en una segunda lengua o en una lengua extranjera'. Evidentemente, la primera excluye a la mayoría de individuos 'bilingües' e introduce el problema de la definición de 'control nativo'. Por lo que la mayoría de los estudiosos del campo prefieren la segunda como punto de partida del cuál una gran variedad de habilidades bilingües se pueden desarrollar (Hornberger, 1989).

 

II. PRINCIPIOS DE LA EDUCACION BILINGÜE

 

Con el espacio conceptual entre el bilingüismo individual y el social que describimos anteriormente, ¿cuál es la relación entre el bilingüismo y la educación bilingüe? En México, es claro que el bilingüismo está enfocado, primeramente, a la adquisición de una segunda lengua (L2) de prestigio (inglés, francés, alemán, etc.) y a mantener, e incluso a mejorar, el conocimiento de la primera lengua (L1). Esto significa que los motivos que se tienen para promover una educación bilingüe son meramente sociales. Lo que se persigue mediante el desarrollo de la educación bilingüe, y por consiguiente del bilingüismo, es la formación de individuos capaces de lidiar con situaciones en las que se requiera hacer intercambios comunicativos mediante estos idiomas, ya sea de negocios, turismo, tecnológicos y de estudio. La ventaja de este tipo de educación bilingüe nos permite asumir que en ningún momento se persigue la eliminación de la lengua materna, el español. Por el contrario, lo que se pretende es que a través de la educación bilingüe se promueva el dominio en los dos idiomas: L1 y L2.

Existen, por supuesto, otro tipos de educación bilingüe en México. Un ejemplo palpante lo tenemos en la Universidad de Guadalajara, en el Departamento de Lenguas Indígenas a cargo del Doctor José Luis Iturrioz. Aquí se promueve el aprendizaje del español por hablantes nativos de lenguas indígenas, pero con el propósito de rescatar y mantener sus propios hábitos lingüísticos. Esta situación, al igual que la anterior, está enfocada a un bilingüismo aditivo.

 

III. APRENDIZAJE DE UNA SEGUNDA LENGUA

 

El entendimiento que tenemos sobre el proceso del aprendizaje de una L2 todavía es incompleto. Sin embargo, nuestro conocimiento se ha incrementado significativamente durante los últimos treinta años. Ciertamente, nuestro conocimiento de una L2 no se puede separar totalmente de nuestro conocimiento general del lenguaje y del aprendizaje. De acuerdo con Hakuta (1986), una forma de caracterizar la tendencia de la investigación en el aprendizaje se da en tres variantes: del empirismo al cognitivismo formal y de éste hacia una mayor sensibilidad del cognitivismo en el contexto en el cuál el aprendizaje se lleva a cabo.

El empirismo se caracteriza por la creencia de que el aprendizaje es el resultado de la experiencia, tomando en cuenta la estructuración de este aprendizaje en los individuos. Los principios basados en esta creencia son extremadamente generales, los cuales se extienden no sólo hacia diferentes dominios; aprender a manejar una máquina, aprender a contar, etc., sino también hacia diferentes especies; humanos, primates, perros, etc. Esta perspectiva teórica del aprendizaje fue aplicada a los procesos involucrados en la adquisición de segundas lenguas. La versión empírica del aprendizaje propuso una transferencia de hábitos de la L1 a la L2. Por un lado, las similitudes entre los dos lenguajes se tomaron como aspectos que facilitarían el aprendizaje (transferencia positiva). Por otro lado las diferencias, entonces, causarían dificultades (transferencia negativa).

De ahí que, un hablante nativo del español puede experimentar una transferencia positiva en el aprendizaje de la diferenciación entre el artículo definido e indefinido del inglés, ya que esta distinción también existe en español. Por otro lado, esta persona experimentaría una transferencia negativa la aprender la negación en inglés, debido a que la partícula negativa en español no precede, generalmente, al elemento verbal que contiene esta marca de tiempo: ‘Pedro no come la hamburguesa’ y 'Pedro doesn’t eat the hamburguer’, la transferencia negativa hacia el inglés sería ' Pedro no eats the humburguer', entre otras. Sin embargo, si le decimos a una persona que traduzca al inglés, "un día sí y otro no", se dará cuenta de que no puede decir "one day yes and one day not". En inglés tendrá que decir "every other day". Póngalo a traducirlo al español, y se dará cuenta de que decir "todo otro día" no es español. Esto es consecuencia de la conciencia o ‘alerta’ lingüística que los estudiantes de segundas lenguas o lenguas extranjeras

Este paradigma del aprendizaje de una L2 como transferencia se refleja también en el crecimiento del análisis contrastivo, es decir, el estudio formal de comparación de estructuras de dos lenguajes con propósitos de predecir problemas en el aprendizaje de una L2. Esto conlleva una visión de que los reflejos lingüísticos de los dos idiomas están en competencia uno contra otro y que la supresión o permanencia de los hábitos de L1 facilitarán o impedirán el aprendizaje de L2 respectivamente.

El cognitivismo formal, introducido por las ideas revolucionarias de Chomsky en los años sesenta, se caracteriza por la creencia en la extrema abstracción y estructuración de quien aprende (Chomsky, 1966). Este va acompañado por las propuesta de que el conocimiento es altamente específico en dominios y en especies. Quizá, aquí, la metáfora más relevante es la caracterización Chomskiana de que el niño posee un 'Dispositivo de Adquisición del Lenguaje', el cual toma información imperfecta e incompleta como input (entrada) y produce 'conocimiento' lingüístico detallado y abstracto de reglas lingüísticas como output (salida).

La competencia entre la L1 y la L2 dejó de ser el foco principal para comprender la adquisición de L2, en la medida en que el lenguaje se concebía como un mecanismo interno que se desarrolla en vez de percibirlo como 'algo' que se construye a través de la experiencia. La inminente contextualización de estas capacidades cognitivas formales pasaron por un gran número frentes. En sociolingüística, Labov (1970) mostró correlaciones impresionantes entre el comportamiento lingüístico y la clase social, por lo que argumentó que esta variación sistemática necesitaba ser parte de nuestro conocimiento acerca del lenguaje. En la psicología evolutiva, el rol del profesor y la sociedad llegaron a ser prominentes guías de las interrelaciones entre las diferentes capacidades de los niños tal y como lo fue el estudio de la relación entre pensamiento y lenguaje.

Además, los psicólogos cognitivistas propusieron el análisis de 'funciones ejecutivas', mediante las cuales se podría observar la cognición común y, al mismo tiempo, se podría resaltar una conciencia del desarrollo de estas funciones de ejecución, conocida técnicamente como 'metacognición', en los niños. Por ejemplo, si le decimos a una persona que traduzca al inglés, "un día sí y otro no", se dará cuenta de que no puede decir "one day yes and one day not". En inglés tendrá que decir "every other day". Póngalo a traducir lo anterior a español, y se dará cuenta de que decir "todo otro día" no es español. Esto es consecuencia de la conciencia o ‘alerta’ lingüística que se desarrolla mediante la metacognición.

Finalmente, las sobreposiciones entre el lenguaje y una variedad de funciones las cuales incluyen el discurso, alfabetización y la clase social se han convertido en el florecimiento de una búsqueda de interdisciplinariedad muy importante.

De ahí que se pueda asumir que nuestro conocimiento de la adquisición de una L2 se ha diversificado hacia el dominio de las funciones del lenguaje, la transferencia del discurso y los patrones retóricos y la bi-alfabetización (Hornberger 1989). Estos desarrollos no niegan la existencia del nativismo de los aspectos del lenguaje, por el contrario, enfatizan que cualquier actividad humana involucra la sincronía de múltiples capacidades y el lenguaje es una de ellas. El estado actual de la investigación de L2 se puede caracterizar como un conjunto excitante de estudios exploratorios que examinan la sobreposición entre el lenguaje y sus funciones tales como la comunicación, el pensamiento, la escritura, y así sucesivamente.

 

LA INFLUENCIA DEL BILINGÜISMO EN EL DESARROLLO COGNITIVO

La investigación de los efectos del bilingüísmo en el desarrollo mental datan del nacimiento de las pruebas de Coeficiente Intelectual y su uso en el debate sobre la política de inmigración a principios del siglo XX. Esta compleja historia tiene sus raíces en la falsa creencia que el bilingüismo puede causar retraso mental y una variedad de otros resultados no deseables. Sin embargo, a través de las mejoras en la investigación metodológica, así como también por la expansión de las definiciones de lo que el 'bilingüismo' y el 'funcionamiento mental' significan, ha llegado a ser evidente que las suposiciones acerca del impacto negativo del bilingüismo fueron alarmistas y fundadas principalmente en el prejuicio social sobre los nuevos inmigrantes. En el momento en que el paradigma teórico concerniente al funcionamiento cognitivo humano cambió del empirismo al cognitivismo y, después, éste a la contextualización, la complejidad del fenómeno del bilingüismo ha sido mejor apreciado. Con dicha apreciación, muchos de los malos entendidos acerca del bilingüismo se han disipado.

La lengua nativa y el segundo lenguaje son complementarios y no se excluyen, por el contrario, una competencia lingüística en la L1 puede predecir el rápido desarrollo de la L2. No existe evidencia empírica que apoye la perspectiva de que el tiempo dedicado a la adquisición de la L1 esté en detrimento del desarrollo de la L2. Por el contrario, una mayor elaboración en la lengua materna resultará en una mejor adquisición del segundo lenguaje. Hakuta (1990), por ejemplo, encuentra un patrón elevado de correlación entre la cantidad de vocabulario de inglés y español en varios grupos de estudiantes puertorriqueños en programas de educación bilingüe que fueron observados longitudinalmente en un periodo de tres años. Otros estudios como los de Cummins(1984) también reportaron altos niveles de correlaciones entre sus medidas de eficacia en los dos lenguajes. El hecho que los niños mayores sean más exitosos que los menores se ve como clara evidencia de que el dominio lingüístico apropiado en el primer lenguaje se traduce a un mejor aprendizaje del segundo.

Sin embargo, aún prevalece el prejuicio de que las personas bilingües pueden llegar a tener problemas de lento aprendizaje y no ser capaces de tener dominio completo en ningún idioma. Juicios completamente falsos ya que el bilingüismo se asocia positivamente con una gran flexibilidad cognitiva y con una conciencia lingüística sorprendente. Algunas comparaciones hechas entre niños bilingües y monolingües, así como en comparaciones de niños bilingües de varios niveles de desarrollo, indican que el bilingüismo puede guiar a una capacidad superior en una gran variedad de habilidades intelectuales (Díaz 1983). Estas habilidades pueden ir desde la ejecución de pruebas de análisis de patrones visuales abstractas hasta las de medición de conciencia metalingüística, es decir, la habilidad de pensar abstractamente acerca de la forma del lenguaje más que del contenido, por ejemplo, la habilidad de observar que la oración 'La mesa está rompida' tiene sentido, pero no sigue las convenciones del español que se usa en situaciones académicas. Existe controversia en cuanto a las condiciones en las que estas ventajas positivas del bilingüismo aparecen, también sobre los mecanismos específicos que producen estos efectos (Díaz 1985; Cummins 1984; Hakuta 1990). Sin embargo, existe una gran concordancia entre los investigadores de que estos efectos son reales y, por consiguiente, también existe un rechazo abrumador a las sugerencias de investigaciones anteriores con relación a las consecuencias negativas del bilingüismo.

 

 

V. FUTURO DE LA INVESTIGACIÓN DEL BILINGÜISMO EN MEXICO

 

Los estudios de investigación son inseparables de las tradiciones intelectuales que sirven como tendencias poderosas y dan forma a las preguntas que surgen y a la manera en que la información va a ser interpretada. Por lo tanto, el entendimiento de los resultados de investigación entrañe una cierta atención a la perspectiva histórica.

Desde una perspectiva básica del investigador, es difícil evitar la prudencia necesaria de la profesión y decir que se necesita hacer 'investigación posterior'. Ciertamente, éste es un proceso necesario, pero ¿durante cuánto tiempo?. ¿no es cierto que la mayor información sobre el bilingüismo y la educación bilingüe en México ha sido importada? ¿Qué uso práctico podemos darle a esta información?. Lo más cercano a una respuesta convincente para estas preguntas es que debemos de hacer nuestras propias investigaciones, con nuestros propios estudiantes, nuestros propios profesores, nuestras propias instituciones y nuestros propios programas.

Las investigaciones realizadas hasta ahora ofrecen, entre otras cosas, las bases científicas de los mejores estudios, sin embargo, es crucial resaltar el hecho que su base e integridad dependen del desafío que le presente la investigación moderna la cual emplea técnicas nuevas, sujetos diferentes e interpretaciones contemporáneas. Entonces, es nuestro papel, y obligación, como interesados en el bilingüismo y la educación bilingüe trazar el rumbo que la investigación en este campo ha de recorrer por los escenarios Mexicanos.

Más allá de seguir dedicándose al avance del conocimiento básico, sería de gran valor que se identificaran aspectos mayores, y más concretos, alrededor de los cuales los investigadores del bilingüismo y los profesionales en educación bilingüe pudieran enfocar su energía colaborativa. Ningún investigador, por sí mismo, puede empezar a identificar razonablemente el conjunto exhaustivo de tales aspectos, esto requiere un trabajo de equipo. Sin embargo, basándonos en la experiencia adquirida por investigadores dedicados a la enseñanza de lenguas extranjeras y sumando la creciente necesidad de implementar una educación bilingüe funcional en México, podemos proponer los siguientes aspectos como urgentes necesidades a investigar dentro de este novel campo de estudio. El orden en que aparecen no significa la secuencia que deben tener, pero sí se desea que pudieran ofrecer resultados concretos.

 

Concientizar sobre la creciente importancia de la educación bilingüe en México.

Identificar las necesidades concretas que justifiquen la implementación de una educación bilingüe.

Diseñar contenidos de programas bilingües como propuestas de implementación en la educación pública.

Crear modelos de instrucción bilingüe que conlleve a los estudiantes a desarrollar todo su potencial en ambos idiomas.

Aminorar la discrepancia entre la equidad psicolingüística y sociolingüística en la investigación del bilingüismo.

Conservar la diversidad lingüística como un recurso natural.

Diseñar instrumentos de evaluación para estudiantes bilingües.

Fomentar el desarrollo de una perspectiva internacional para la implementación de la Educación Bilingüe.

Trabajar junto con autoridades de Educación Pública para establecer una política de Educación Bilingüe.

Identificar los modelos de Educación Bilingüe que han sido implementados en Instituciones Educativas Privadas y analizar los factores en los que su éxito o fracaso ha dependido.

Proponer modelos de Educación Bilingüe que puedan ser funcionales en México.

Llevar a cabo estudios de caso longitudinales en Instituciones que ya han implementado un modelo de Educación Bilingüe.

Diseñar una metodología apropiada para estudiar el bilingüismo en México.

 

CONLUSIONES

En México, así como en otros países, aún es persistente la creencia de que el bilingüismo puede ser positivo para algunas personas y negativo para otras, dependiendo de las circunstancias. Las atribuciones que frecuentemente se dan a los bilingües por tradición (bilingüismo popular) y a los bilingües por instrucción formal (bilingüismo elitista) deben desaparecer mediante investigaciones básicas que propongan una construcción interactiva junto con psicolingüistas, sociolingüistas, educadores e instituciones, con el propósito de brindar una imagen clara de lo que el fenómeno del bilingüismo representa en México.

Esperamos que la información brindada en este artículo les haya ofrecido un amplio panorama de la importancia que la investigación de este campo tiene para el futuro de nuestro país. Asimismo, deseamos que el tratamiento (o tratamientos) bilingüe que se intente implementar en México refleje claramente los principios fundamentales que se persigan.

 

 

Bibliografía

 

Chomsky, N. (1966). Cartesian linguistics. New York: Harper & Row.

Cummins, J. (1984). The influence of bilingualism on cognitive growth: A synthesis of research findings and explanatory hypotheses. Working Papers on Bilingualism, 9, 1-43.

Diaz, R. M. (1983). The impact of bilingualism on cognitive development. In E. W.Gordon (Ed.), Review of research in education (Vol. 10, pp. 23-54). Washington, DC: American Educational Research Association.

Diaz, R. M. (1985). Bilingual cognitive development: Addressing three gaps in current research. Child Development, 56, 1376-1388.

Hakuta, K. (1986). Mirror of language: The debate on bilingualism. New York: Basic Books.

Hakuta, K. (1990). Language and cognition in bilingual children. In A. Padilla, H.

Fairchild & C. Valadez (Eds.), Bilingual education: Issues and strategies (pp. 47-59). Newbury Park: Sage Publications.

Hornberger, N. (1989). Continua of biliteracy. Review of Educational Research, 59, 271-296.

 

Labov, W. (1970). The study of language in its social context. Studium Generale, 23, 30-87.

Lambert, W. E. (1975). Culture and language as factors in learning and education. En Wolfgang (Ed.), Education of immigrant children. Toronto: Ontario Institute for Studies in Education.

Lambert, W. E. (1985). Some cognitive and sociocultural consequences of being bilingual. In J. E. Alatis & J. J. Staczek (Eds.), Perspectives on bilingualism and bilingual education. Washington, DC: Georgetown University Press.


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