Sincronía Primavera 2003


FACUNDO: LA NEGATIVIDAD DE LA BARBARIE Y LOS PROCESOS DE TERRITORIALIZACIÓN

Marisa Moyano

Universidad Nacional de Río Cuarto

marisamoyano@hotmail.com


Resumen

El modelo conceptual provisto por la dicotomía "civilización-barbarie" ocupará un rol central durante el siglo XIX que alcanzará todas las dimensiones del proceso de configuración del Estado: la política, la jurídica, la social y la económica, sustentadas en una macrodimensión cultural que funda la convicción de estar construyendo una "Nación civilizada". En este marco, los procesos de territorialización constituirán una estrategia que operará como andamiaje y "cuerpo" sobre el que debe materializarse "la Nación". Así, en los textos escritos en Argentina desde la independencia hasta que se concrete la modernización del Estado en 1880, el territorio fronterizo emerge en la literatura como un espacio donde entran en juego los conflictos centrales en el proceso de constitución de "la Nación": la lucha entre la "civilización" y la "barbarie", la tensión entre cultura y naturaleza, el pasado y el futuro.

 

 

Rodolfo Kusch (1981: 49), explorando lo que denomina "negatividad de los primeros intelectuales del siglo XIX" a la hora de definir América y los sesgos de una identidad, entronca esta actitud con el modelo conceptual de la dicotomía "civilización-barbarie" y su origen eurocéntrico. Según su análisis, los intelectuales ligados al mundo europeo sostienen su accionar y sus prácticas en el marco "de un proceso milenario de creación de un mundo abstracto y tienen por misión coordinar la vida con ese mundo" que, básicamente, es "cultura". La "inteligencia" tendría por función la realización de una labor de conexión entre el individuo y el todo social con el fin de preservar esa cultura fundada y cimentada en miles de años por el desarrollo del "espíritu occidental", de la "civilización". El intelectual americano, en cambio, carecería de misión a juicio de Kusch frente a la realidad de América, que se presenta como "pura vida" y "naturaleza" donde no se ha gestado una "cultura civilizada". Frente a este mundo en estado virgen de "barbarie", el intelectual americano sólo es capaz de explorar esa realidad interponiendo el aparato teórico de una cultura abstracta que le provea modelos interpretativos para poder mediar entre este mundo por hacer que es América y el desarrollo milenario de la cultura europea, como un modo de establecer un "control inteligente" sobre América. De este modo, el intelectual americano encuentra modelos y se asigna una función sobre la base de proyectar dichos modelos sobre la realidad americana.

La dicotomía "civilización-barbarie" constituiría desde esta perspectiva esa mediación teórica y esa misión cultural y política que los sectores ilustrados en el saber europeo interponen sobre un mundo sentido como "barbarie" frente al modelo conceptual de una "Europa civilizada". La escritura en este marco se asume como una praxis político-cultural en cuyo proceso de desarrollo, en la medida en que se "cubre" la realidad con el modelo de la "barbarie", los escritores del siglo XIX la "descubren" como una realidad propia que debe ser transformada. Mientras la observan, categorizan y califican desde el molde teórico, emerge la realidad como una "construcción" que se devela "bárbara" por oposición al molde "civilizado" desde el cual se la mira.

Este proceso global podría dar cuenta de la emergencia paradigmática y la función del pensamiento de la Generación del 37 en Argentina, que atraviesan el siglo XIX definiendo los trazos y perfiles de la configuración de una idea de Estado y de una idea de "Nación", que alcanzarán hacia 1880 su estado de realización. En dicho proceso paradigmático, el modelo conceptual provisto por la dicotomía "civilización-barbarie" ocupará un rol central que alcanzará todas las dimensiones del proceso de configuración del Estado: la política, la jurídica, la social y la económica, sustentadas en una macrodimensión cultural que funda la convicción de estar construyendo una "Nación civilizada". En este marco, los procesos de territorialización constituirán una estrategia que operará como andamiaje y "cuerpo" sobre el que debe materializarse "la Nación". Así, en los textos escritos en Argentina desde la independencia hasta que se concrete la modernización del Estado en 1880, el territorio fronterizo emerge en la literatura como un espacio donde entran en juego los conflictos centrales en el proceso de constitución de "la Nación": la lucha entre la "civilización" y la "barbarie", la tensión entre cultura y naturaleza, el pasado y el futuro.

Trazar "el mapa de la patria" será para estos escritores establecer una "identidad nacional civilizada", definir sus contenidos en todas sus dimensiones como parte del proceso de lucha política en que se inscriben sus discursos. De allí que en el propio proceso de fundar políticamente una "nación", estos escritores fundan discursivamente lo que sostendrán como una "literatura nacional". Este proceso de búsqueda comienza a desarrollarse aún cuando los contornos de la patria son muy imprecisos en términos políticos y en términos territoriales, de allí que la frontera sea tópico central de abordaje e indice para los procesos de territorialización sobre la "barbarie" amorfa de un espacio no controlado, medido ni apropiado.

Para Fernández Bravo (1999:67), el Facundo se articula como texto en la frontera en una doble perspectiva: desde una perspectiva política, en la frontera se localiza tanto el conflicto central que encadena "la Nación" al pasado –la lucha entre "civilización y barbarie"- como los mecanismos para su resolución; así como desde una perspectiva literaria ese mismo combate que se desarrolla en ese espacio constituye un recurso central para la génesis de una propuesta de emancipación cultural que encuentre en la naturaleza, las costumbres y los tipos locales los tópicos de búsqueda de originalidad como material capaz de nutrir una literatura. En este sentido, la literatura constituye un proceso de territorialización y de nacionalización cultural sobre la frontera, en tanto debe avanzar sobre los espacios "donde se enfrenta el Yo y el Otro y buscar allí algo que le otorgue su diferencia específica respecto de las literaturas del viejo mundo".

En la frontera territorial y en la frontera cultural, en el borde con la "otredad bárbara", Sarmiento encuentra la particularidad que le permite a la vez definir el conflicto político generador de los males que impiden la concresión de una "nación civilizada", a la vez que la originalidad cultural que nace de ese choque y esa lucha entre las fuerzas de la "civilización" y las de la "barbarie". El gozne que articula ambos procesos, el político y el literario, es la naturaleza engendradora de "barbarie" como representación determinante y sinécdoque del país.

Justamente en el Facundo la naturaleza americana y los caracteres que ésta engendra serán la representación de la distancia radical frente a la imagen de la "civilización" europea y el eje central en la operación de territorialización que permite definir "el cuerpo de la patria" y trazar la cartografía de "la Nación". En este marco, la naturaleza no se revela sólo como cuerpo en tanto ubicación geográfica, sino en tanto constituye a la vez el "eje de la argumentación cultural" (Montaldo 1999:47) sobre la patria, pues para Sarmiento el espacio territorial será elemento indisociable en la determinación de las causas del estado de "la Nación" y en la proyección de su superación. Es en este sentido que la crítica de Facundo coincide en afirmar el factor protagónico del espacio como cuerpo del texto y cuerpo determinante de la patria, sus hombres y su historia, pasado, presente y devenir. La naturaleza se instaura como centro de un campo semántico que construye la textualidad sarmientina, ya que en la maniobra que opera Facundo espacio y naturaleza condensan sobre sí el dibujo presente de la patria que Sarmiento quiere "des-terrar" y el dibujo futuro que quiere "territorializar", instituir en una operación político-literaria que fagocite la "barbarie" inscribiendo las marcas del Estado en ese cuerpo, una nueva cultura y un nuevo poder.

En este sentido, si se quiere conocer la sociedad americana –dice Svampa (1994: 47)- hay que observar antes que nada la Naturaleza: "ella es, a los ojos de Sarmiento, el rasgo que marca la alteridad radical del continente americano con respecto a la Europa civilizada. La barbarie encuentra aquí una primera precisión, pues ella designa el triunfo de la naturaleza sobre la sociedad, la cultura, en fin, sobre el hombre". Pues la naturaleza es en el Facundo la imagen del desierto, la Pampa, el vacío sin límites, el espacio inmenso que produce un hombre a su medida, que no puede independizarse de ella, que no puede establecer la mediación de la cultura que instituya un dominio "civilizado" sobre su indefinición, sobre su amorfa "barbarie". Es éste el dibujo del "cuerpo bárbaro de la patria" presente que se debe des-terrar, ese espacio fronterizo que aún no es "territorio de la Nación".

Esta naturaleza será el "pivot" de las operaciones textuales que arman un proyecto de colonización política del espacio a través de una maniobra de territorialización desde la escritura. Por eso la corporización de la naturaleza sarmientina en la pampa y el desierto asume simultáneamente dos caras aparentemente paradójicas: por un lado, la operación que instaura a la naturaleza como eje y germen fundacional de una "literatura nacional", lo que configura estéticamente una primer forma de apropiación territorial; y por otro, la operación que construye un aparato ideológico discursivo que funciona como un modelo que hace de la naturaleza el factor clave para interpretarla como frontera de "barbarie" que encadena la patria a los "lastres pasado" y del que hay que "liberarla" mediante una maniobra de apropiación y conquista política. En este marco encuentra sentido retomar la lectura de Josefina Ludmer (1988) cuando plantea que Sarmiento escribe el "revés de la patria" desde Chile, desde afuera, cuando todo el espacio de la patria es "barbarie" política, cultural, moral y territorial. Escribe desde un espacio otro desde el que intenta resguardar los principios del "progreso" y la utopía de la cruzada "civilizadora" frente a la frontera que lo separa de un país todo "barbarie".

Frente a la naturaleza americana, la "civilización" se autolegitima y justifica la lucha de la "sociedad" contra esa frontera "bárbara" de pampa, desierto y vacío cultural: el axioma sarmientino marca que el "progreso" no puede desarrollarse sin propiedad del suelo y sin ciudad, pero frente a ese axioma, "más allá de las murallas de la ciudad se extiende la campaña con sus mezclas raras de realidades que conducen a la desagregación de todo prinicipio social" (Svampa 1994:76) corporizadas en gauchos y caudillos y la propia campaña difumina sus límites en la nada de un supuesto desierto vacío. "En esa extensión –dirá Montaldo (1999: 48) - los indígenas y las fieras, pertenecientes al mismo universo, se conjugan con los peligros de un territorio indefinible. La pampa y su extensión son un fuerza ajena a la codificación geográfica; no son nada y habrá que culturalizarlas, hacerlas producir, para que se conviertan en discurso", para construir la territorialización del Estado, la apropiación cultural del "cuerpo entero de la Nación" a través de su escritura. De allí el despliegue de operaciones que ordenan y configuran ese proceso de territorialización que arma el proyecto del Facundo.

Si en ese orden constructivo de una textualidad territorializadora Sarmiento ostenta un saber teórico, no experiencial, hipostasiado a partir de la acumulación de referencias dispersas que configuran su propio capital cultural simbólico –sobre todo europeo-, la estrategia básica se configura, por lado a partir de la referencia explícita y la constante comparación con la geografía libresca que la cultura y la literatura le han proporcionado como aparato teórico, fórmula literaria y "modelo cognitivo"; y, por otro, frente a los propios límites que condicionan las posibilidades de su discurso sobre el país, a partir del despliegue imaginativo que le permite configurar el territorio, en términos de Montaldo (1999:49), como "proyecto futuro, de instauración del progreso y la racionalidad", ya que "Cuando se anula la ley, la inseguridad de los letrados es suprema, de allí la recurrencia a un discurso lanzado hacia el futuro pero que, sin embargo, no es utópico" y encuentra en la estética la posibilidad de reconvertir el territorio "reconvirtiendo la naturaleza". Frente al espacio de la "barbarie" que no se puede asimilar a lo conocido, la estrategia estética que le permite definirlo es el arrobamiento frente al vacío, hecho que refuerza aún estéticamente la "negatividad" de la "barbarie", pues, en el fondo desde esta perspectiva, "No hay armonía posible con el medio excepto cuando media la cultura" ( Montaldo1999:50). De esta situación será que se derive el programa político-literario de la territorialización sarmientina en Facundo: por un lado, inicialmente, frente a la mirada "civilizada" que el saber de la "Razón" no logra desplegar ante la naturaleza "bárbara", la literatura y sus estrategias discursivas se presentan como el despliegue posible de llenar con palabras ese "vacío" en su intento de apropiación; por otro lado, sobre ese "vacío" se despliega la mirada política que intenta "sujetarlo a un mapa" que se proyecte como una red, dibujando sobre la naturaleza informe que el intelectual ve, ríos navegables, carreteras, vías férreas, colonias e instituciones de la sociedad organizada.

En este sentido, Fernández Bravo (1999: 76) va a sostener que "Así como el medio natural, librado a su estado inculto (no cultivado) es vehículo de barbarización, una vez redirigido bajo un proyecto que aproveche sus también ventajas naturales, podrá ser puesto a trabajar a favor de la civilización. La pampa es un desierto ilimitado, pero a su vez su misma condición de desierto invita a poblarla, llenarla, cubrirla de signos que produzcan y generen civilización.". De allí que el crítico sostenga que Sarmiento concibe su práctica literaria como "la construcción de una maquinaria capaz de poner a la Nación en el camino de convertirse en estado", acorralando a la "barbarie" para reencauzar la presencia y la energía de la naturaleza en una dirección "civilizada" y productiva. Esto es, territorializando el espacio, configurando el dominio efectivo del Estado sobre un "cuerpo integrado de Nación", lo que implica una expansión de la frontera hacia los bordes, hacia los extremos del "cuerpo de la patria", "la superposición del mapa del Estado con el mapa de la Nación" (ob cit.: 79), la cartografía definitiva de un territorio organizado en orden a un "proyecto civilizado", ya que ello implica la borradura simbólica de la frontera que linda con la "barbarie". Dicho en otros términos, apropiación discursiva y apropiación política configuran la estrategia de territorialización nacionalizadora sarmientina.

El "peso" de esta operación perfilada en el Facundo terminará por inscribirse en los caminos realizados por los "hacedores-constructores" del Estado Moderno y la "Nación" del Ochenta, que se instituyen sacralizando el modelo cognitivo e ideológico de la "civilización" y exorcizando su demoníaco antónimo, la "barbarie".

Bibliografía

Andermann, J.: Mapas de poder. Una arqueología literaria del espacio argentino. Beatriz Viterbo. Rosario, 2001.

Fernández Bravo, A.: Literatura y frontera. Editorial Sudamericana-Universidad de San Andrés. Bs. As., 1999.

Gómez-Martínez, J.: "Sarmiento y el desarraigo iberoamericano: reflexiones ante una actitud". En Teorías sin disciplina. http://www.ensayo.rom.uga.edu/crítica/teoria/

Jitrik, N.: Esteban Echeverría. Centro Editor de América Latina. Bs. As., 1967.

Kusch, R. (1953): "Inteligencia y Barbarie". En: VV.AA. Contorno. CEAL.Selección. Bs. As., 1981.

Ludmer, J.: El Género Gauchesco. Un tratado sobre la Patria. Sudamericana. Bs. As., 1988.

Montaldo, G.: Ficciones culturales y fábulas de identidad en América Latina. Beatriz Viterbo. Rosario, 1999.

Prieto, A.: Los viajeros ingleses y la emergencia de la literatura argentina. Bs. As. Sudamericana. Bs. As., 1996

Sorensen, D.: El ‘Facundo’ y la construcción de la cultura argentina. Beatriz Viterbo. Rosario, 1998.

Svampa, M.: El dilema argentino: civilización o barbarie. El cielo por asalto. Bs. As., 1994.


Sincronía Pagina Principal

Sincronía Primavera 2003