Recuperación Histórica del Pensamiento Utópico en la Nueva Galicia; obra de Francisco Severo Maldonado
Carlos Fregoso Gennis
Universidad de Guadalajara
Todo aquel que ha vivido largo tiempo dentro de una determinada cultura y se ha planteado repetidamente el problema de cuáles fueron los orígenes y la trayectoria evolutiva de la misma, acaba por ceder alguna vez a la tentación de orientar su mirada en sentido opuesto y preguntarse cuáles serán los destinos futuros de tal cultura y por qué avatares habrá aún de pasar. (1)
Para el hombre, quién dentro de la búsqueda de la perfección tiende a desplegar su imaginación en torno a la sociedad, la utopía viene a cubrir esta necesidad de proyección sobre la disposición organizada del conglomerado social.
El género utópico en Francisco Severo Maldonado buscó reflejar, por medio de escritos, el funcionamiento de una sociedad ideal y entabló una permanente lucha ante la aparente escasa posibilidad de realización con críticas y propuestas a las estructuras sociales predominantes.
La utopía constituye una formulación teórica ideal del funcionamiento racionalizado de una sociedad, ha llegado a considerarse como el idealismo en estado puro, donde su carácter de irrealizable en lugar de alejar al lector le atrae con mayor fuerza, pues se trata de un tipo de afrenta al orden imperante. Tras la utopía se esconde el deseo de realización o puesta en práctica, es decir que se acompaña de la intención, así lo asienta el propio Tomás Moro: "confesaré fácilmente que hay en la república de Utopía muchas cosas que deseo más que confío ver en nuestras ciudades" .(2)
Otro elemento que caracteriza a la utopía es la visión optimista del futuro acompañada de una imagen alentadora sobre el desarrollo del ser humano; a este respecto algunos autores refieren que el conocimiento de la inexistencia del lugar que postula la utopía, no constituye un impedimento para que siga mereciendo la pena ejercitar la imaginación en torno a un sitio ideal: "Es saludable para todo ser humano diseñar un mundo ideal y tener la locura de intentar construirlo" .(3)
La visión utópica plantea la organización de instituciones y la regulación de las costumbres, su base principal radica en una organización de la sociedad actuando como colectividad, en contraposición a la actitud individual de los ciudadanos. Un rasgo que le caracteriza es su presentación como realidad definitiva y congruente, encerrando por ello una crítica a la realidad social histórica imperante.
La utopía es una respuesta ante situaciones de crisis de sentido(4) e incertidumbre social, refleja en sí misma las preocupaciones ante los cambios sociales y culturales, dando evidencia de una mayor toma de conciencia dentro del devenir histórico. Surge entonces el comparativo y la evidente discrepancia entre el "deber ser" y el "ser", donde la utopía generaría la alternativa a la que la sociedad pudiera aspirar.
El siglo XIX constituyó una etapa histórica de profundas transformaciones en la cual la utopía presentó un extraordinario desarrollo. La revolución industrial y la aplicación del conocimiento científico, unido a los movimiento de reivindicación social, tuvieron un impacto determinante en la conformación de los movimiento de emancipación de las entonces colonias hispanoamericanas en general y de la Nueva España y la Nueva Galicia en particular.
De acuerdo con Abramson, para el siglo XIX en Francia, América no había perdido nada de su prestigio ni de la fascinación que suscitó.(5) Los movimientos de emancipación y el surgimiento de naciones nuevas proyectó a Europa la intención latente de un "volver empezar", y donde la posibilidad atención hacia los planteamientos utópicos fueron más atractivos que nunca.
El avance del progreso industrial trajo consigo la ilusión de mejoramiento social en un futuro previsible, pero también contribuyó a acentuar las desigualdades sociales existentes y el malestar que experimentaba la población americana frente a los abusos y arbitrariedades cometidas por los peninsulares detentores del poder colonial. Se generó entonces, unido a los ideales de libertad e independencia una serie de propuestas y orientaciones de carácter utópico sobre el tipo de organización y modelo de sociedad que se desarrollaría una vez consumada la independencia.
Es en este marco donde surgen en la entonces conocida como Nueva Galicia los primeros bosquejos de la sociedad a la que se aspiraba alcanzar en la obra de un párroco de Ixtlán: Don Francisco Severo Maldonado y Ocampo.
Para este clérigo eran motivo de preocupación constante las clases oprimidas y explotadas: el "proletarismo" término empleado por él para designar a los desvalidos y marginados, mucho tiempo antes que los pensadores modernos. Fue éste el sector que más constantemente defendió y a quien dedicó parte de su fecunda obra reestructuradora, pues consideraba que la explotación de las clases trabajadoras era una de las peores injusticias que el hombre pudiera cometer. La consecuencia se manifestó en el cúmulo de enemigos gratuitos que se fue ganado a lo largo de su vida, que jamás le perdonaron que quisiera cambiar el sistema social hasta entonces existente, y que Maldonado, a través de legislaciones y constituciones, pretendían abolir. Personaje Idealista, sin duda.
Pensadores de la talla de Charles Fourier, el clásico socialista utópico francés de la primera mitad del siglo XIX y otros más, coinciden con Severo Maldonado en las resoluciones a la problemática social, y en la reconstrucción de un nuevo orden social acorde con las leyes fundamentales del universo.
Maldonado plantea sus tesis sin tener, a decir de sus escasos biógrafos, idea de la existencia de Fourier; mucho menos de sus teorías. Mas en el contexto de sus obras se advierte un amplio conocimiento de las entonces nuevas corrientes del pensamiento europeo.
El pensamiento utópico no fue una temática ajena en los terrenos novogalaicos, y fue en la obra de Francisco Severo Maldonado donde se plantearon las numerosas expectativas de organización social ante la inminencia del movimiento de emancipación y la posibilidad de incursionar en el escenario mundial como una nación independiente.
La obra de Maldonado surge, de desarrolla y adquiere su madurez en el transcurso de los refuegos independentistas, se trata sin duda de una obra controversial que buscó plasmar los ideales presentes en el desarrollo de los acontecimientos y brindar ante todo una opción de organización social y política para un México que despertaba a su independencia.
El rescate y análisis historiográfico de la obra de Maldonado permite contar con un panorama de las condiciones de contradicción y contingencia ideológica, pero también de la abundancia de ideas y generación de discursos rectores sobre el destino político de la joven nación.
Abordar las tendencias ideológicas constitucionales de un país surgido de un movimiento de emancipación, como lo es México, así como de otros países hispanoamericanos, requiere tener en cuenta aquellos elementos que históricamente se fueron presentando para conformar una conciencia nacional y la impostergable necesidad de un documento colectivo donde se plasmasen las prioridades de organización y leyes de rango constitucional que proveían a la naciente patria de los postulados esenciales para la conformación de un estado consistente.
El estudio de la prensa escrita, particularmente del Despertador Americano primer periódico insurgente de América y que fuera manifestación de una de las primeras facetas de Maldonado, así como de los demás papeles impresos de aquellos momentos de convulsión social (inicios del siglo XIX) se abren paso a las interrogantes en torno a la influencia y generación de denuncias y propuestas en los espacios públicos de opinión en el occidente de México, entonces Nueva Galicia.
La trascendencia del periódico rebelde, si bien es múltiple, se acentúa al constituirse en fuente permanente de contacto entre los ideales insurgentes y los diferentes sectores y actores sociales, es por su intermedio como se logra trasmitir códigos, representaciones sociales y patrones culturales a los que aspiraba constituirse la nueva nación mexicana. Este acceso a la comunicación también permitió la creación de un entorno de lucha ideológica, justificación y reivindicación de la conciencia criolla.
En contraparte, El Telégrafo de Guadalajara fue una publicación signada por la ideología realista, orientación monárquica, defensor del régimen y enemigo del movimiento emancipador; que bien pudo pasar al grueso de los escritos proselitistas de esa causa, salvo por tener entre sus filas de manera sobresaliente a un intelectual controversial: Francisco Severo Maldonado, el mismo que a escasos cuatro meses de distancia había editado el último numero del Despertador Americano, primer periódico insurgente. Maldonado fue el editor y redactor de ambos, la duda surge casi espontánea, ¿Por qué capricho de la Historia es conducido un hombre a luchar por diferentes causas en un mismo movimiento social?.
Explicable por lo que fue obligado y controversial, sin duda, mas actuación posterior lo ubicará en su justa dimensión como auténtico visionario precursor de nuestras instituciones
Así, ya en los primeros años de la vida del México independiente, en sus obras: Nuevo Pacto Social y particularmente en El Contrato de Asociación para la República de los Estados Unidos de Anáhuac, Maldonado propone un orden social basado en la asociación de personas adultas, libres y responsables, en ello radica la propuesta esencial de su utopismo, dando plena acogida al legado ilustrado europeo y planteando una alternativa racional al desorden imperante en una sociedad asolada por las luchas internas y las amenazas extranjeras.
Será en su obra el periódica Nuevo Pacto Social, donde propone una serie de reformas sociales, con miras a servir de guía en la convocatoria a las Cortes Españolas y sus Representantes; para posteriormente frente al proceso de emancipación, aporte a la nueva nación un proyecto de constitución bajo el título de El Contrato de Asociación para la República de los Estados Unidos de Anáhuac.
Al adentrarse en la obra de Maldonado se percibe una clara intención de disciplina e interiorización de las leyes por parte de los ciudadanos. El orden social no se presenta espontáneamente por lo que se propone una militarización de la sociedad que garantice el funcionamiento eficiente de la misma: "Para formar de todos los ciudadanos un cuerpo político estrechamente unido y bien ordenado en todos sus miembros [...] dividirlos en corporaciones político-militares, compuestas de todos los individuos de un mismo estado, profesión o modo de vivir[...]". (6)
Maldonado lucha por la democracia política, e incluso afirma que: "La dignidad de supremo jefe del estado, reservada indistintamente para todos los ciudadanos, empleados en los diferentes grados de las escalas del servicio nacional, sin más palanca que la del mérito y la progresión del tiempo". Valorar el significado que en este tenor jugaron los diferentes actores sociales, ya como revolucionarios, ya como ideólogos evidenciando las corrientes y pensadores europeos en los cuales se buscó el ejemplo a seguir y el futuro deseable para la nueva nación. Es así mismo importante sopesar las estrategias de gobierno y administración originales propuestas por Maldonado y las instituciones sobre las cuales descansaría el estado; el papel asignado a la sociedad y la población, como fuerza social participante en el nuevo proyecto de país.
El Contrato de Asociación es probablemente el máximo proyecto jurídico - político de Maldonado, en el que elabora con todo detalle el modelo de nación que, a su modo de ver, México requería recién consumada la independencia. A la luz de la experiencia histórica posterior y de conformidad con reglas legislativo - constitucionales actuales, el contrato de asociación parece poco funcional y con tintes utópicos, pero inserto en su contexto histórico, constituye una propuesta original si consideramos además, la falta de información en teorías y prácticas políticas y administrativas que se conocían en ese tiempo. El Contrato de Asociación es un documento revolucionario, por contener una reglamentación para prácticamente todos los órdenes del gobierno, así como la de atender los asuntos de mayor importancia para la época: los poderes públicos, las relaciones iglesia - estado, la milicia, la educación.
El Contrato de asociación para la República de los Estados Unidos del Anáhuac, es un verdadero tratado de economía política y sociología. Maldonado coincide en muchos aspectos con las tesis expuestas por los eruditos extranjeros de la época, pero se reconoce la originalidad que debe tener cada país en la elaboración de sus propias leyes. En estrecha relación con algunos de sus compatriotas, al igual que ellos luchó por dar a los mexicanos una nueva patria a través de sus reformas.
Acompaña a la utopía de Maldonado la intención de definir los elementos para la construcción de una unidad social armónica. Se busca la comunión de intereses y beneficios a través del consenso de todas las unidades político militares que integran la sociedad.
Para un lector actual, lo que más puede sorprender es la meticulosidad burocrática con la que organiza los procedimientos de participación de la sociedad en la elaboración de las leyes y su propuesta original de que éstas asuman un carácter temporal dando un margen para garantizar la efectividad de las mismas.
De manera general la obra del Maldonado plasmada en el Contrato de Asociación considera los elementos claves para la organización nacional, a partir del establecimiento y clarificación de las reglas sociales sobre las cuales los diversos actores podrán intervenir con un pleno conocimiento de sus respectivas jurisdicciones. De esta manera en un primer término se considera prioritario iniciar los trabajos a partir de la organización de la sociedad a lo que dedica el primer título uno de la obra bajo el nombre: De las bases de la regeneración social, posteriormente considera de vital importancia la organización del gobierno con la respectiva división de poderes al estilo Montesquieu, sin descuidar a los dos actores sociales importantes para el desarrollo social armónico del el país, el clero y el ejercito, a los cuales dedica sendos títulos y capítulos para plasmar lo que se espera de ellos en la gran obra nacional. La educación es otro elemento que juega primordial importancia en la obra, no omitiendo detalles, incluso referentes en torno a la estructura curricular de los diferentes niveles educativos.
Maldonado consideraba la ley como el medio principal del gobierno para satisfacer las necesidades del hombre en sociedad, por lo que proponía la creación de un Código General, para toda la república. La creación de este código general exigía como primer paso el "formar un quadro completo y detallado de todos los males que afligen al cuerpo social y, en su conseqüencia, el plan general de legislación, destinado a remediarlo". (7)
Por otra parte Maldonado propuso un referente filosófico natural para determinar o verificar la viabilidad y conveniencia de las leyes que emitiera el Congreso Nacional, bajo la consideración que el poder podía corromper o confundir y era necesario un referente o "piedra de toque" para valorar la pertinencia de las leyes que habrían de regir los destinos de la futura nación.
Postula el derecho del ciudadano de no ser objeto de violencia en sus bienes o persona por parte de la autoridad u otro individuo. Con lo cual encontramos de manera incipiente el interés en la protección y garantía de los derechos humanos, trátese de individuos o grupos de posición más fuerte, como la propia autoridad y abusos del poder. Así se manifiesta enfáticamente al mencionar en el artículo 47 de su tratado:
Todo hombre por derecho de la naturaleza está libre y exento de todo género de violencia, sin que ningún individuo más fuerte, o algún agente de la autoridad, tengan justicia jamás para inferirle fuerza sobre sus bienes y persona.
Proclama la igualdad de los individuos ante la ley sin distinciones de ninguna clase, al declarar que: "La ley es una misma para todos los ciudadanos, ya mande, ya vede, ya premie, ya castigue" (estupenda síntesis de jusnaturalismo y de derecho)
Maldonado ofrece en el Contrato de Asociación un diseño de Constitución con un sistema básico de libertades y derechos recogiendo importantes postulados de la filosofía de la ilustración, la revolución francesa y norteamericana, cristalizadas en derechos fundamentales como el mencionado derecho a la educación.
El autor da un valor muy especial a la educación asociándola con un movimiento de ilustración europeo y buscando por este conducto cimentar las bases del mismo proceso en la incipiente nación, al indicar que: "La ilustración es la gran necesidad y la gran palanca del hombre [...] sólo por su medio llega a conocer las relaciones que tiene con sus necesidades todos los objetos que le rodean [...]". La instrucción aparece en la obra estrechamente ligada a la Ilustración, donde para explicarla el autor alude directamente a las "luces de la razón" y considerarla palanca de un sistema político más justo.
Por tanto, materia educativa específicamente, se establecía en primer término el derecho y obligación de acudir a la escuela, la cual además debería ser responsabilidad de la nación. En el capítulo IV de este título Maldonado se adelantó a su época al afirmar:
Todo mexicano al llegar a la edad de siete años, será forzosamente educado a expensas de la patria. Para el efecto habrá en todas la poblaciones de la República escuelas de primera educación, en que los niños aprenderán a leer, escribir, contar, dibujar, el catecismo de la doctrina cristiana y el de la política en que breve y sucintamente estarán detalladas las obligaciones y derechos del ciudadano, a fin de que ni se deje quitar los que a cada uno le dio la naturaleza, ni intenten despojar de ellos a los demás.
En la escuela de primera educación se propuso además de lo mencionado en la cita anterior, la enseñanza de principios de agricultura práctica y para tal efecto se dispondría un espacio de tierra cultivable donde los alumnos aplicarían sus enseñanzas en la reproducción y cuidado de diversas especies forestales, mismas que se tomarían para su transplante en caminos, paseos y venta.
Con tales propuestas se buscaba establecer una vinculación teórico práctica del conocimiento y su asociación al beneficio social directo y desarrollo de la comunidad; conceptos pedagógicos emanados de la ilustración que buscaban poner el conocimiento y la ciencia al servicio del hombre.
Es por muchos de los planteamientos originales de Francisco Severo Maldonado que se constituyó como uno de los personajes del movimiento intelectual utópico, pero con una identidad propia. De ellos se distingue el carácter social y humanista, haciendo énfasis al derecho de beneficios comunitarios de forma democrática, dando así, un espacio especial a la vida en común, a la igualdad de derechos y a la doctrina de la asociación.
Es importante recuperar el valioso legado para el México independiente que se encuentra presente en la obra de Francisco Severo Maldonado, tanto para testimoniar las condiciones ideológicas en el proceso de independencia mexicano, como para identificar los diversos proyectos y alternativas de organización político social que se expresaron en los momentos en que la naciente patria buscaba definirse como nación independiente. Su estudio no es por tanto simplemente una curiosidad regional, ya que sus proposiciones contenían un sentido eminentemente pragmático que buscaba contribuir en su momento histórico la renovación, en vías de un futuro diferente para la nueva nación independiente.
Para los habitantes de la Nueva España y la Nueva Galicia el pensamiento utópico constituyo una interpelación que atrajo su atención ante la posibilidad de modificar sus condiciones de vida; dentro de las propuestas de Severo Maldonado se encierra una invitación al conjunto social atrayéndoles y permitiéndoles abrigar el ideal de un orden basado en la asociación individuos que se encontraban muy cerca de alcanzar sus anheladas pretensiones ante las condiciones que se presentarían en 1808 y que sin encontrarían solidez ideológica y teórica en las obras que algunos calificaron como "utópicas".
La utopía está en el horizonte.
Caminamos dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá.
Entonces, ¿Para que sirve la utopía?
Para eso, sirve para caminar.
Eduardo Galeano
NOTAS
[1] Sigmund Freud, El porvenir de una ilusión.
[2] Tomás Moro, Utopía, Espasa Calpe, México 1989, p. 145
[3] Adela Celorio, Utopía, no hay tal lugar, en El siglo de Torreón, México, 9 de diciembre de 2000, p.9
[4] Cfr. Peter L. Berguer y Thomas Luckmann, Modernidad, pluralismo y crisis de sentido, Paídos, España 1997.
[5] Pierre-Luc Abramson, ... op. cit., p. 25
[6] Francisco Severo Maldonado y Ocampo, El Contrato de Asociación para los Estados Unidos de Anahuac, Primera edición Guadalajara 1823, Imprenta de la viuda de D.José Fructo Romero, 2da. ed. 1973, Talleres de Tipografía Et Catear, México, p.15
[7] Francisco Severo Maldonado, El Contrato de Asociación para la República de los Estados Unidos de Anáhuac, Imprenta de la viuda de D. Fructo Romero, Guadalaxara 1823, p. 7
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