Reinventando a la izquierda mexicana

Enrique Semo


Durante cien numeros la revista Memoria ha sido a la vez testigo
y testimonio de uno de los periodos mas tormentosos de la historia de las
izquierdas mexicanas. Como lo prueba la impresionante lista de sus
colaboradores, no han sido cien numeros de soledad.

Este es el ineludible merito de Arnoldo Martinez Verdugo y el pequeno grupo
que la ha hecho posible.

Hace siete anos se derrumbaba en condiciones catastroficas el gran
experimento social iniciado con la Revolucion de Octubre de 1917. Poco
antes, se habia iniciado ya en Occidente el desmantelamiento del Estado
social de bienestar, inaugurado a finales de la Segunda Guerra Mundial,
precisamente en Inglaterra.

En Mexico, las elecciones de 1988 producian para la izquierda independiente
un cambio de mensajes cruzados. Al mismo tiempo que pasaba de la
marginalidad a la condicion de oposicion real de poder, la izquierda perdia
el sentido original de su existencia: el socialismo.

Estos golpes sucesivos produjeron en sus filas tres reacciones diferentes.
Los conservadores nostalgicos se empenaron en negar la magnitud del
descalabro y se refugiaron en los recuerdos y la reiteracion. Los
amnesicos- revisionistas se empenaron en olvidar el pasado anterior a 1989
y en adaptarse mimeticamente a lo posible en las nuevas condiciones. La
tercera actitud fue la de aquellos que se empenaron laboriosamente en
buscar una sintesis entre la innovacion que exigian los grandes cambios en
el mundo, la continuidad de las ideas y los valores que aseguran la
preservacion de la esencia del espiritu de izquierda. Como prueba de su
apertura y testimonio de su indecision, Memoria abrio sus paginas en igual
medida a las tres posiciones.

A partir de los anos 80, la izquierda confronta en el mundo una situacion
muy diferente a la que privaba en el periodo de la posguerra (1945-1982).

Antes la izquierda estaba a la ofensiva en todos los frentes y la derecha
se batia en retirada.

La victoria sobre el fascismo; la descolonizacion acelerada; la victoria de
revoluciones anticapitalistas, entre las cuales se contaron la china y la
cubana; la pretension de un tercio de los paises del mundo de contar con
una economia socialista o no capitalista, son otros tantos indicadores de
esa situacion.

A partir de los 80, en cambio, la situacion se revierte. La derecha pasa a
la ofensiva y la izquierda retrocede en todos los terrenos. La Union
Sovietica desaparece y el Estado de bienestar social pierde terreno.
Conceptos como socialismo, revolucion, antiimperialismo, lucha de clases o
independencia economica han perdido credibilidad incluso en los sectores
que eran los sujetos sociales privilegiados de la izquierda.

Pero mas importante que todo ello es que muchas de las ideas que inspiraban
a la izquierda anterior a 1989 demuestran ser equivocadas y otras son
nocivas: La proposicion de que para lograr la igualdad es legitimo pagar
cualquier precio en terminos de libertad y democracia; la hipotesis de que
una economia compleja y moderna puede prescindir del mercado y estar
totalmente basada en la planeacion estatal; la idea de que un partido
politico puede ser la conciencia de una clase, no son sino algunos ejemplos.

Todo ello explica las decenas de congresos con nombres como "La crisis de
la izquierda", "?A donde va la izquierda?" o bien "?Izquierda para que? de
los ultimos anos. Ello explica tambien que la izquierda renuncie a la
mayoria de sus demandas maximalistas y el mundo politico viva bajo el
predominio absoluto del color gris. Vale decir, un mundo en el cual derecha
e izquierda parecen presentar opciones que apenas se distinguen entre si.

En la mayoria de los paises, el reto para la izquierda es reinventarse o
dejar el campo libre a la derecha. ?Pero puede la izquierda reinventarse,
sin perder su continuidad historica? Esta es la pregunta que muchos nos
hacemos y la opinion publica o al menos parte de ella se plantea: ?Una
izquierda para que?

Comencemos por la ultima de estas preguntas. La izquierda es necesaria,
porque existe una derecha. ?Y quien se atreveria a negar que existe hoy en
el mundo y en Mexico una derecha? ?No son Reagan, Thatcher y los
neoliberales la encarnacion pura y abierta de un proyecto de derecha? ?No
se definen ellos mismos como conservadores? La izquierda es necesaria para
frenar a la derecha de hoy, con la izquierda de ayer. Por eso hay que
reinventarla.

Regresemos ahora a la interrogante inicial.

?Puede la izquierda reinventarse? La izquierda no es una persona, un
partido, una revista. Es ante todo un conjunto de posiciones. Una
concepcion del mundo, un Weltanschaung, tomas de posiciones politicas, un
movimiento heterogeneo y movil que lo convierte en realidad politica. Nadie
tiene el monopolio de las posiciones de izquierda.

En un ensayo que ha producido mucha polemica Derecha e izquierda, Norberto
Bobbio define derecha e izquierda en funcion de la actitud hacia el
problema de la igualdad. La derecha adopta la posicion de que la
desigualdad social existe desde que existe la civilizacion y es por lo
tanto necesaria para su funcionamiento. La competencia (en la cual siempre
hay vencedores y vencidos) es el motor del progreso. La izquierda sostiene
que la igualdad de oportunidades y la satisfaccion de las necesidades
basicas de todos es la condicion basica de la justicia social.

Sin duda la actitud hacia la igualdad es una constante determinante en la
relacion entre derecha e izquierda durante los dos siglos que venimos
hablando de ellas. Pero es una determinante demasiado abstracta para
caracterizar a izquierda y derecha en cada etapa de su existencia.

Para adaptarse a los cambios economicos, sociales y politicos, para
responder a las rupturas y reacomodos de fuerzas, derecha e izquierda se
ven precisadas a reinventarse. Thatcher, Reagan, W. Buckly promovieron una
reinvencion de la derecha. Para responder, la izquierda en el mundo y en
Mexico solo puede hacer una cosa: reinventarse.
(Este articulo pareció en
Proceso, No. 1075, 8 de junio de 1997)todos derechos reservados al autor.

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