Sincronía Primavera 2000


Metáforas conceptuales y la teoría de "mezclaje"
Stephen W. Gilbert
Depto de Letras, Universidad de Guadalajara


Metáforas de la vida cotidiana, escrito por George Lakoff –un lingüista de Berkely– y Mark Johnson –un filósofo de la Universidad de Oregon–, fue publicado por primera vez en 1980. (1) Me parece apropiado examinar la importancia que este texto ha tenido durante los últimos veinte años, y reflexionar sobre algunas tendencias recientes de la lingüística influidas por él.

Una de las nociones más atractivas y productivas de Metáforas de la vida cotidiana es la de "metáfora conceptual". Lakoff, en un artículo publicado en 1992 (2), dice: "Las generalizaciones que rigen las expresiones metafóricas no están en el lenguaje, sino en el pensamiento. Son ‘mapeos’ generalizados que cruzan dominios conceptuales". Un ejemplo muy conocido de su libro puede explicar mejor esto: la metáfora el amor es un viaje.

"Lo que constituye la metáfora amor-como-viaje no es una palabra o una expresión particular, sino el mapeo ontológico que cruza dominios conceptuales. La metáfora no es un asunto de lenguaje, sino de pensamiento y razonamiento. El lenguaje es secundario. El mapeo es primario, en tanto que sanciona el uso del lenguaje de la fuente del dominio y los patrones de inferencia para los conceptos en el dominio meta. El mapeo es convencional, es decir, es una parte propia de nuestro sistema conceptual; es una de nuestras maneras convencionales de conceptualizar las relaciones amorosas." (Lakoff, 1992).

Para los que no estén muy familiarizados con la obra de Lakoff y Johnson, expondré brevemente algunos de los métodos que emplean para construir sus argumentos. En primer lugar, su investigación es empírica por naturaleza: se basa predominantemente en un corpus extraído del lenguaje cotidiano. Nosotros mismos podemos ofrecer numerosos ejemplos lingüísticos en los que se utilizan palabras y expresiones del dominio de la fuente viaje cuando hablamos de relaciones amorosas: "Llegaron a una encrucijada en su relación como pareja"; "Tenemos que ir más lento, vamos demasiado rápido"; "Su relación dio un mal giro"; "Su matrimonio naufragó". O bien, remitiéndonos a la música country-western (una fuente siempre rica en ejemplos referentes a este tema): "Viajamos en el carril rápido del amor".

Muchos de los conceptos básicos que utilizamos todos los días se entienden normalmente por medio de conceptos metafóricos, como tiempo, cantidad, estado, cambio, acción, causa, propósito, medios, modalidad, hasta el concepto de categoría misma. Según Lakoff "Estos son conceptos que entran normalmente en la gramática de una lengua, y si son verdaderamente metafóricos por naturaleza, entonces la metáfora se vuelve central para la gramática". (Lakoff, 1992)

Por ejemplo, las categorías clásicas se entienden metafóricamente en términos de regiones con fronteras o "recipientes": algo puede estar adentro o afuera de una categoría, se puede poner algo en una categoría, etc. Esto mismo sucede con conceptos como "cantidad" o "tiempo". El concepto de cantidad se entiende por medio de metáforas como más es arriba o menos es abajo, en casos como "Los precios subieron", "El número de los sin techo está muy arriba", "Las ventas están abajo este año", "La Bolsa cayó drasticamente ayer", etc. Por lo que respecta al tiempo, hablamos de él de muy diferentes maneras: "En las semanas que vienen" expresa la noción de futuro como una entidad que avanza hacia nosotros; "Estamos en medio de tiempos difíciles" se refiere al tiempo como un campo espacial; "Estamos acercándonos al fin del semestre" lo concibe como un espacio adentro del cual nos movemos.

La teoría de la metáfora conceptual es interesante desde múltiples perspectivas: explica una gran cantidad de ejemplos, y manifiesta una conexión muy llamativa entre metáfora y razón. De hecho, quisiera examinar con más detalle en lo que queda de este ponencia la relación entre procedimientos de inferencia para resolver metáforas (desde el punto de vista del intérprete), y los procedimientos que se utilizan en razonamientos cotidianos. Voy a hacerlo por medio de unas observaciones más sobre la teoría de metáfora conceptual, y enseguida, desde la misma perspectiva, señalando algunos aspectos de la "teoría de mezclaje" recientemente propuesta por Gilles Fauconnier y Mark Turner (3).

Regresando a la metáfora amor es un viaje, les invito considerar las tres características de las metáforas conceptuales en general que destaca George Lakoff: "1) la sistematicidad de las corespondencias lingüísticas 2) el uso de metáfora para regir el razonamiento y el comportamiento que se basa en dicho razonamiento, y 3) la posibilidad para entender extensiones novedosas en términos de las corespondencias convencionales" (Lakoff, 1992). Si el dominio conceptual de la fuente (en este caso viaje) contiene componentes en potencia generalizados como movimiento hacia un fin, vehículo, obstáculos, rapidez, compañeros de viaje, etc. entonces estamos capacitados para utilizar tales componentes en nuestra habla sobre el dominio meta (amor). Podemos reconocer que algunos componentes específicos como "tipo de vehículo" (coche, tren, barco) son precisamente los que están permitidos o sancionados por la metáfora o "mapeo conceptual", pero no son parte del dominio de la fuente misma. Son interpretados fácilmente por medio de la referencia al dominio meta. Tales sistemas de referencia son frecuentemente muy convencionales y habituales en lenguas y culturas especifícas. Esto es muy familiar en la teoría de esquemas o la teoría de guiones en otras areas de la lingüística, como el análisis del discurso. (Será interesante e importante cuando llegamos a la noción de "espacios genéricos" en la teoría de Fauconnier y Turner.)

Otra similitud con la teoría de las esquemas se encuentra en el "principio de invariabilidad" de Lakoff y Johnson, el cual señala que "El mapeo metafórico conserva el topología cognitiva (la estructura de imagen-esquema) del dominio de la fuente, de tal manera que sea consistente con la estructura inherente del dominio meta". Es decir, el camino del viaje en amor es viaje tiene un inicio y un fin que corresponden al inicio y fin de una relación amorosa. Claro, los fines o destinos en el esquema del viaje no corresponderán a los momentos de la historia de una relación amorosa. De igual forma, cuando usamos la metáfora conceptual categorías son recipientes, el adentro y afuera del recipiente "se mapea" de una manera consistente con el adentro y afuera de la categoría.

Gran parte del razonamiento abstracto, según esta teoría, es una manifestación del mapeo de los componentes de una imagen-esquema desde un dominio de conceptos hacia otro. Si discusión es una guerra es una metáfora conceptual convencional, entonces nuestro razonamiento sobre el proceso de discusión utilizará esquemas-imágenes del dominio conceptual de la guerra. Solicitar a un alumno que construya un argumento en un trabajo semestral, por ejempo, puede involucrar la defensa de sus afirmaciones (con evidencia, en este caso) en respuesta a las contra-afirmaciones que sus lectores podrían formular. La idea de defensa es, presumiblemente, resultado de un mapeo sobre la discusión desde el dominio conceptual de la guerra. Podríamos pensar en flanquear a un interlocutor en una discusión, o en traer refuerzos para fortalecer nuestra posición, etc. El asunto es que pensamos en términos de guerra cuando pensamos en discusiones. Hay ganadores y perdedores, posiciones para defender, estrategias para emplear, etc.

En su artículo de 1992, Lakoff elabora una lista de resultados básicos de su investigación sobre la naturaleza de metáfora que son substancialmente distintos de las explicaciones anteriores de la metáfora como lenguaje parasitario, ornamental, puramente lingüístico, exclusivamente literario, etc.

"La metáfora es el principal mecanismo por el cual entendemos conceptos abstractos y realizamos el razonamiento abstracto. Gran parte de lo que comprendemos, desde lo muy común hasta las teorías más abstractas de la ciencia, se puede asimilar solamente por vía metafórica. La metáfora es por naturaleza, más que lingüística, fundamentalmente conceptual. El lenguaje metafórico es una manifestación superficial de una metáfora conceptual. A pesar de que mucho de nuestro sistema conceptual es metafórico, una parte significativa no lo es. La comprensión metafórica se basa en la comprensión no-metafórica (este argumento ha sido elaborado en el libro más reciente de Lakoff y Johnson, Philosophy in the Flesh: The Embodied Mind and its Challenge to Western Thought) (4). La metáfora nos permite comprender una materia relativamente abstracta o inherentemente sin estructura, en términos de una materia más concreta, o por lo menos más estructurada." (Lakoff, 1992)

Ahora, quisiera dirigir nuestra atención hacia algo más reciente en la teoría de la metáfora. Sin examinar los detalles de una investigación que bien podría convertirse en una teoría general de cognición en sí, propongo considerar las propuestas de Gilles Fauconnier y Mark Turner sobre un modelo de multi-espacios mentales que ellos específicamente ponen en contraste al modelo de dos espacios que anteriormente ha estado vigente (incluso en trabajos elaborados por Turner mismo, y por Turner en colaboración con Lakoff.)

Fauconnier y Turner sugieren que muchas metáforas resultan de procesos de inferencia que se vinculan a un tercer dominio, un espacio "genérico" que contiene componentes esqueléticos como "papeles, marcos o armazones, y esquemas" que resultan fundamentales tanto para el dominio fuente como para el dominio meta. Es más, ciertas inferencias que no son ni concebiblemente resultado de una correspondencia "uno-a-uno", se realizan en un cuarto espacio de "mezclaje".

Fauconnier y Turner nos dan un ejemplo de tal mezcla en un artículo titulado "Conceptual Projection and Middle Spaces" ("Proyección conceptual y espacios medios") (Turner y Fauconnier, 1994). Los lectores de Dante Alighieri, y muchos que no han leído ni siquiera una palabra suya, recuerdan la imagen aterrorizante de Bertran de Born, quien camina en medio del infierno portando su cabeza como una linterna. La levanta, y la dirige hacia Dante para hablar:

Perch’io parti’ cosi giunte persone,
Partito porto il meo cerebro, lasso!
Dal suo principio ch’è in questo troncone.
Cosi s’osserva in me lo contrapasso (Inf. XXIII,


Porque dividí gente tan unida,
Porto mi cerebro, así, separado
De su raíz, que está en este tronco.
Así en mí se puede ver la contrapasso (o retribución).

(La palabra contrapasso se ha convertido en emblema de la teoría de Dante del castigo en el infierno. Corresponde ligeramente a la idea de que al crimen le corresponde el castigo.)

El espacio mezclado en este caso surge de la siguiente manera: el pecado de causar oposición entre un hijo y su padre se entiende metafóricamente como dividir un objeto fisico coherente y unificado. En esta proyección, la división física se proyecta desde un espacio de objetos y acciones fisicas hacia un espacio de objetos y acciones sociales: el objeto físico unificado corresponde a la entidad padre e hijo; la separación del objeto corresponde al acto de dividir la unidad social, etc. Hasta ahora, todo es muy convencional. Pero Fauconnier y Turner apuntan que en Dante vemos un espacio distinto, un espacio "medio" o "mezclado". Este espacio mezclado, dicen, contiene el espacio genérico proyectado desde el fuente; en adición, contiene información específica, tomada de los espacios de la fuente y de la meta. En el espacio mezclado, el pecador y el pecado vienen de la meta, y la contraparte del pecado en la fuente se impone como castigo en el pecador. La información específica de la fuente –separación física de un objeto físico y unificado– está aplicada de manera inverosímil al ser humano en la meta, en un espacio mezclado que contiene algo imposible en la fuente o en la meta: un ser humano que porta su cabeza separada en su mano como linterna, y que habla y razona. En el espacio mezclado es completamente posible y coherente que tales eventos ocurran, pero resultan imposibles con respecto a la meta.

Los chistes son ejemplos bastante agradables para explorar este tipo de afirmaciones. He aquí uno de mis preferidos: "George W. Bush nació en la tercera base y piensa que consiguió un triple". [Resulta interesante: el chiste nos invita a considerar las restricciones culturales involucradas en gran parte del humor verbal. En este caso, para entender el chiste, es necesario conocer algo de beisbol. Si el bateador golpea bien la pelota y llega a tercera base sin que lo pongan out, habrá conseguido un triple. Son escasos.] El uso metafórico de los deportes es común en muchas lenguas (por supuesto, en el inglés norteamericano), en expresiones como "Pegué un home-run (¿o hice un gol?) en la junta de ayer" o "Paso la mayoría de mis días afuera de la cancha" (para decir que no me involucro con la vida), o "Usted es el capitán de nuestro equipo" (haciendo referencia al jefe de un departamento, por ejemplo). Pero en estos casos, hay una inferencia interesante que no se encuentra ni en el dominio de la fuente ni en el dominio meta. En el ejemplo de "George W. Bush nació en tercer base y piensa que consiguió un triple", estamos invitados a concluir que George W. Bush es incomprensiblemente estúpido. Se puede inferir del dominio meta (cómo se representa uno mismo su posición social) que Bush piensa que ha logrado prestigio social y riqueza por sus propios esfuerzos. En este aspecto, él está simplemente engañado, como muchos de nosotros en relación con nuestros esfuerzos y sus relaciones con nuestras posiciones sociales. En el otro lado, en el dominio de la fuente (beisbol) es imposible llegar a tercer base sin saber cómo uno llegó ahí (Fauconnier y Turner, 1995).

Sin embargo, no todo el sentido se construye de esta manera. Las inferencias centrales originan, en un espacio distinto, un espacio medio de mezclaje. Una inferencia central de esta expresión es que George Bush no es solamente estúpido en la manera esperada y normal según la cual todos somos estúpidos, sino que lo es a un grado mucho más alto e incluso "inconcebible". ¿De dónde viene esta inferencia? No está disponible en la fuente, aunque si bien es cierto que existe más que una manera de llegar a tercera base, en ninguna es posible confundir la forma como se llegó. Hay erores (unos muy tontos) en beisbol: errores mentales en ejecutar un double play, olvidar una regla complicada, etc. Pero estas tonterías no incluyen el no saber cómo se llega a un base. En este caso, ningún aspecto de la estupidez en el dominio de la fuente está utilizado en la proyección de la estupidez en el blanco.

No es posible proyectar la ignorancia desde el mundo del beisbol a la meta (el mundo de posición social). Se puede decir, por ejemplo, de George Bush (padre), que "Llegó a tercera base sin golpear ninguna pelota, y perdió la oportunidad de robar home". Pero en el caso de "George W. Bush nació en tercera base y piensa que consiguió un triple", no hay elementos de la ignorancia en la meta que correspondan a la ignorancia (o posibilidad de error) en la fuente. Ni siquiera está disponible desde la meta la inferencia de que Bush es parangón de la ignorancia. Es casi parte de la condición humana que estemos engañados acerca de nuestas posiciones en la vida social. Si el gobernador está engañado, no es nada excepcional el asunto. Pero, en el espacio mezclado de la vida como beisbol, tenemos desde la fuente la información de que alguien está en base, y desde el blanco tenemos la información de que está engañado sobre su posición y cómo la logró. El resultado mezclado consiste en estar engañado sobre cómo llega uno a la base. La contraparte en la fuente es imposible; más bien, es la condicion normal. Pero en el mezclaje de vida como beisbol, la estupidez se infiere fácilmente.

En un artículo publicado en 1997, titulado "Backstage Cognition in Reason and Choice" (5) (Cognición detrás del escenario del razonamiento y la elección), Mark Turner describe detalladamente el trabajo mental, bastante intrincado, de interpretación e inferencia que ocurre fuera de la conciencia. El término "backstage cognition" fue inventado por Gilles Fauconnier en 1985 (6). Dos componentes centrales de este proceso son 1) integración conceptual (de hecho, otro nombre para el proceso de "mapeo" utilizado por Lakoff y Johnson en sus investigaciónes anteriores), y 2) el componente de marcos conceptuales (o esquema).

En este artículo, Turner presenta un ejemplo de mezclaje utilizando el contrafactual "Si Churchill hubiera sido primer ministro de Inglaterra en 1938, se habría derrotado a Hitler y la guerra mundial se habría prevenido."

Luego, Turner realiza una serie de argumentos sobre el carácter y la operación de mezclas:

1. Las mezclas explotan y desarollan las conexiones entre contrapartes en los espacios de "input" (genéricos, de fuente y de blanco).

2. Las contrapartes pueden o no ser traídas adentro del mezclaje, y pueden o no fundirse en el mezclaje.

3. La proyección desde los espacios "input" hacia el mezclaje es selectiva.

4. Las mezclas reclutan grandes rangos de estructura conceptual y conocimiento sin nuestra recognición.

5. El mezclaje es un proceso que puede aplicarse repetidamente, y las mezclas mismas puede servir como "input" a otras mezclas.

6. Las mezclas desarrollan estructuras no proporcionadas por los "input".

7. Las inferencias, argumentos e ideas desarolladas en la mezcla pueden tener efectos en la cognición, provocando modificaciones en los "input" iniciales y cambios en nuestra perspectiva de las situationes correspondientes.

8. La selectividad de la proyección y la variabilidad del reclutamiento pueden originar diferentes construcciones e inferencias. (Turner y Fauconnier, 1997)

Según la teoría de Turner y Fauconnier, las mezclas se desarollan por tres mecanismos: composición, complemento y elaboración. Componemos estructuras selectivamente desde espacios de "input" (espacios de fuente o meta, junto con espacios genéricos). Para hacerlo, explotamos las conexiones entre las contrapartes en estos espacios. La composición parcial nos proporciona un espacio de trabajo para una mayor composición. El complemento nos da una estructura adicional una vez que unos cuantos elementos han sido extraídos. Un esquema mínimo que incluye a Churchill y Hitler como jefes de estado adversarios nos invita a completar esta estructura con el reclutamiento de una (casi) ilimitada cantidad de conocimientos que tenemos sobre oposiciones personales, relaciones internacionales, negociaciones, etc. La elaboración desarrolla mezclas por simulación mental imaginativa, al acordar los principios y la lógica de la mezcla. Algunos de estos principios habrán sido traídos a la mezcla por complementación. Los complementos continuos y dinámicos pueden reclutar nuevos principios y una nueva lógica durante el proceso de elaboración, pero también pueden surgir nuevos principios y una nueva lógica por el proceso mismo de elaboración.

La composición y la complementación frecuentemente integran estructuras conceptuales normalmente separadas. Por otra parte, tanto la composición como la complementación y la elaboración reclutan selectivamente desde nuestros patrones de conocimiento y de pensamiento más favorecidos. En consecuencia, el mezclaje es muy poderoso, pero también puede parecer, en parte, pre-determinado.

Una de las conclusiones más sorprendentes que propone Turner en su artículo de 1997, después de examinar muy detalladamente los procedimientos inferenciales vigentes en el contrafactual sobre Churchill y Hitler, es que las inferencias de causa en las ciencias sociales dependen generalmente del razonamiento contrafactual, y por ende de la integración conceptual y el mezclaje.

Es cierto que en algunas ciencias es muy posible diseñar dos situaciones que difieran entre sí sólo por determinada variable independiente, y experimentar para contrastar los efectos en ambos casos. La variación en la dieta de las ratas de laboratorio se puede controlar perfectamente para una cantidad de propósitos. Pero en las ciencias sociales, específicamente al razonar sobre los grandes eventos en política, historia o economía, es casi siempre imposible armar dos situaciones como experimento. La observación de Turner consiste en señalar que el sustituto metodológico para esto es contrastar la situación actual con una situación contrafactual imaginada. Afirma en seguida que "El gran peligro para el científico social consiste en suponer que ya entendemos cómo funciona el razonamiento contrafactual, debido a que somos muy diestros al practicarlo. O peor aún, asumir que los mecanismos de razonamiento contrafactual son visibles y abiertos a la manipulacion y control consciente". (Turner y Fauconnier, 1997)

En términos muy generales, creo que podemos señalar algunas características de los avances recientes en la teoría de la metáfora desde la perspectiva de la lingüística cognitiva.

El marco (o armazón) conocido como "teoría de la metáfora conceptual", cuyos orígenes se remontan a Lakoff y Johnson (1980), es una de las áreas centrales de investigación en el campo general de lingüística cognitiva. En este campo, las nociones de "dominios de fuente", "dominios meta", "invariabilidad", "mapeo", etc. se han convertido en un vocabulario común, aunque no universal, para hablar del fenómeno lingüístico y conceptual de la metáfora. Los resultados y principios de este marco han sido aplicados en numerosos estudios, muchos de ellos sumamente empíricos, tanto adentro como afuera del campo de la lingüística.

El marco teórico mas reciente propuesto por Fauconnier y Turner busca explicar gran parte de la misma información lingüística, y pretende asimismo unificar el análisis de la metáfora con el análisis otros fenómenos lingüísticos y conceptuales. Este marco, llamado "mezclaje", "mezclaje conceptual" o "integración conceptual", comparte muchos aspectos de la teoría de la metáfora conceptual. Por ejemplo, ambos conciben la metáfora como un fenómeno conceptual y no puramente lingüístico; los dos involucran la proyección sistematica de lengua, imagen y estructura inferencial entre dominios conceptuales; los dos proponen límites en tal proyección, etc.

Sin embargo, hay diferencias importantes entre los dos aproximaciones: la teoría de la metáfora conceptual propone una proyección entre dos representaciones mentales, mientras la teoría del mezclaje permite más de dos; la teoría de la metáfora conceptual define la metáfora como un fenómeno estrictamente direccional, mientras que la teoría del mezclaje no ha hecho esto; la teoría conceptual elabora sus análisis en términos de relaciones conceptuales atrincheradas, en tanto que la teoría del mezclaje enfatiza el mezclaje como un proceso "on-line" que a la vez puede activar metáforas atrincheradas y originar conceptualizaciones novedosas, de breve vida, que las complementan.

Las dos aproximaciones son complementarias. Aunque algunos (incluyo a Turner en más de una ocasión) han dicho que el modelo multi-espacial debería reemplazar al modelo conceptual de dos espacios, me parece no sólo posible, sino productivo, considerar que las relaciones conceptuales atrincheradas que han sido identificadas por las investigaciones en la teoría conceptual de la metáfora dan forma y limitan el proceso "on-line" del mezclaje conceptual. La naturaleza de esta relación debe sentar las bases para la investigación empírica en el futuro sobre el despliegue e interpretación de enunciados metafóricos. Tiene relevancia para cualquier investigador con interés en el análisis conceptual de lenguage, y más ampliamente, para aquéllos interesados en estructuras conceptuales.

NOTAS

1. Lakoff, G. & Johnson, M. (1980) Metaphors We Live By. Chicago: University of Chicago Press.

2. ___________  (1992) "Contemporary Theories of Metaphor," in Ortony, Andrew (ed.) Metaphor and Thought (2nd edition), Cambridge University Press, .

3. Turner, Mark and Gilles Fauconnier (1994) "Conceptual Projection and Middle Spaces." UCSD Department of Cognitive Science Technical Report 9401.

4. Lakoff, George y Mark Johnson (1999) Philosophy in the Flesh: The Embodied Mind and its Challenge to Western Thought

5. Turner, Mark (1997) "Backstage Cognition in Reason and Choice"

6.  Fauconnier, G. (1994) Mental Spaces. New York: Cambridge University Press. [Originally published (1985) Cambridge: MIT Press.]


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