Rosario Quiroga de Urquieta


Nació en Cochabamba en 1950. Es profesora, narradora y ensayista con beca de post-grado en Madrid, España en las especialidades de lengua y literatura. Ha publicado libros de poesía, cuentos, ensayo y libros para niños.

Es miembro de la Unión Nacional de poetas y escritores, miembro del Pen Club Internacional filial Bolivia, Vice presidenta del Comité de Literatura Infantil Juvenil.

Ha publicado nueve poemarios, tres antologías de cuentos y una novela juvenil. Sus obras también se han publicado en varias revistas literarias nacionales.

Actualmente vive en Cochabamba donde se desempeña en la docencia con la cátedra de literatura, en la investigación y elaboración de textos de educación sexual.


  ¿Cómo era el hogar donde naciste y creciste?

Tradicional. Mi mamá se esmeró en hacer de sus dos hijas (mi hermana y yo) mujeres preparadas para desarrollar el rol de madres y esposas con responsabilidad y eficiencia. Quizá exageró porque, por su exigencia me torné rebelde y solitaria. Nunca logré una exclusividad doméstica debido a ciertos conceptos que fui asimilando como resultado de la observación de mi entorno. Por el contrario, de mi padre recibí otra orientación, sin él proponérselo. Sus regalos consistían en otro tipo de entretenimientos, entre ellos revistas y colecciones pequeñas de los cuentos clásicos, con los cuales alcanzaba la comunicación que me faltaba.

  ¿Tus padres influyeron de alguna manera para que escribieras?

En absoluto. Cuando se enteraron tampoco se opusieron. Quedaron sorprendidos ante mi primera publicación en un periódico local. Ahora, con el tiempo tengo la certeza de contar con el apoyo de toda mi familia: padres, hermanos, marido, hijos comparten mis penas y alegría con las que me enfrenta mi actividad literaria.

  ¿Cuál fue tu formación educativa?

Estudié la secundaria hasta salir bachiller en el Colegio Instituto Americano, uno de los mejores colegios de Cochabamba, por lo que puedo afirmar tener una aceptable formación en humanidades. Sin embargo de tener afición y ciertas aptitudes para estudiar medicina u odontología me decidí ingresar en la Normal Católica de Cochabamba y seguir la carrera docente, elegí las materias de castellano y literatura por mi amor a la lectura.

  ¿Cómo y cuándo empezaste a escribir?

Para cuando salí bachiller ya tenía mi mano su camino recorrido en el aprendizaje de la escritura. Alrededor de mis trece años (edad conflictiva para cualquier mortal) se definieron los rasgos de mi temperamento y carácter. A esa edad comencé a sentir la necesidad de interpretar mis emociones y, como era introvertida, encontré en la escritura mi mejor escape y mi aliada fiel hasta ahora. Como era de suponer no sabía que podían ser versos, por supuesto que no tenían ningún valor literario. Conservó algo de aquello por su valor afectivo. Con mi ingreso a la Normal y en conocimiento de la teoría literaria y lectura de autores nacionales, latinoamericanos y universales empecé a tomar en serio mi actividad de escribir, pero seguía siendo un deleite y dolor solitario, no compartido con nadie. Después de algunos años de trabajo profesional viajé con una beca a hacer un curso de especialización en España, donde elaboré una tesis de grado sobre Vicente Aleixandre y el surrealismo español, el que mi trabajo esté entre los mejores y el hecho de ser valorada más allá de subjetivismos me alentó muchísimo para continuar en la interpretación y estudio de obras y autores. De ahí a esta parte ha crecido la exigencia en mi autovaloración.

  ¿Piensas en los lectores cuando escribes?

La primera parte de mi producción más bien es la respuesta a una necesidad vital, urgente, de responder al llamado de mi inconformidad, de mi soledad, de aquella tristeza que me murmura o grita sea en su dimensión social o en esa particular y única forma de sentir la angustia vital que va unida al costado más vulnerable del hombre. Mi trabajo posterior, si quieres de conciencia comprometida con el "otro" con el posible lector, está sometido a un segundo proceso, además del rigor formal, procuro liberar mi lenguaje de lo hermético o cifrado y tratar de encontrar puentes, pensando en que la primera emoción que se logre transmitir es determinante para una lectura que sea comunicación. He adquirido la práctica de la reescritura y me exige una autovaloración sincera y objetiva. No tengo apuro en publicar lo que escribo. Prefiero tener seguridad del valor de fondo y forma. Creo que a todo escritor le importa ser leído, es más, un libro que no tiene lectores está condenado a la muerte amarilla.

  ¿Entonces tu proceso al escribir es lento?

Escribo cotidianamente. Como cotidianamente me llega el mensaje de mi relación conmigo misma y con el mundo. Ahí está la cantera de mis motivaciones. Ellas nunca faltan. Esto no quiere decir que todo lo llevado al papel tenga, necesariamente, su valor literario. Hay mucho que se va al basurero, lo que queda es sometido a la exigencia y al rigor, sea poesía, cuento, ensayo, etc.

  ¿Cómo describirías tu poesía?

Primero, la poesía en mi vida es ese "algo que me libra de rodar con la piedra hacia el silencio". Es la luz que ilumina mi alma, mi cuerpo, mi mente en el dulce refugio del silencio, en ese silencio que registra el recorrido humano desde los afanes cotidianos tiznados de alegría o pena hasta la curiosidad filosófica que devuelve al hombre su verdadera razón de vivir. Ahora bien, el estilo del poeta responde a su cosmovisión, la cual está orientada por convicciones y pensamientos trascendentes e inmanentes que describen su actitud como persona individual o colectiva, de tal suerte que cada poeta no hace sino reflejar en lo que escribe aquella forma de sentir, pensar y saberse en el mundo o fuera de él. Mi poesía como fondo es la respuesta de la comunión con mi alrededor interior y exterior. En lo formal también es testimonio de mis concepciones sobre escritura, las cuales tienen como ideal llegar a la vertiente clara pero profunda sin artificios verbales que la hagan fría y difícil. Como en todo oficio o quehacer, en el literario también se observa una trayectoria, una evolución. Mi primera producción poética es más subjetiva y abierta, casi desnuda:

 

Voy a hablarte del viento

que en la noche

nos enreda en la muerte.

 

Yo no sé

de la nieve en las alturas

hierba que crece en los caminos

sólo sé del rocío

oculto entre mis ojos.

 

Voy a besarte en esta soledad sobre la tierra

y aunque no nazcan amapolas

de tus labios

voy a pedirte lluvia

para los surcos ya segados

de la tarde

 

De nada serviría mirar

hacia las cumbres

aquí

es donde quiero un día

nidos de mariposas

germinando el silencio

piedra tras piedra

niebla tras niebla

viento en el pozo de la espera

comprendiendo

que todo se deshace

con el tiempo.

(Del camino y su sombra, s.f.)

 

La segunda responde a una época de mayor conflicto existencial y por lo mismo una tendencia a lo hermético. Ejercité elementos surrealistas.

 

Repetidas

las pisadas

cal y arena los pies

vacían sus aguas de invierno

 

Un grito escupe

su sabor trajinado

entre tu voz y mi palabra.

 

Compás sordo el silencio

sobre

las últimas cenizas.

 

Vuelo

la huella de los cuerpos

en el laberinto

que recoge el aire.

 

Mi paso

tacto y espina

en el último pretexto.

 

(Ser y palabra)

 

Una actitud más confidencial con símbolos y metáforas que invitan a la emoción compartida son los poemas del libro Aquí la grieta. Este libro justifica mi convicción: la palabra es la razón y esencia del Ser.

 

En la cera gris

de la alborada

se derrite

la complicidad nocturna

y

vuelve

a

rodar el día

encadenando

a su cotidiana existencia

entonces

inútil el grito

que no supo demorarse.

 

Huésped de la hora cero

la lluvia moja

el incienso en la hojarasca

y

más allá del frío

se abandona el sol

en la tiniebla.

 

Mientras medias luces

atraviesan el recinto

el viento manosea las esponjas del dolor

junto a los cristales

donde padece

una ventana

su verdad de distancia.

 

Mi último libro pretende hacer poesía con lo cotidiano, rutinario, sin dejar de lado la preocupación formal para alcanzar un buen poema:

 

Una silueta ha traspuesto

sigilosa

el marco pleno de la luna

me digo.

 

Contemplativo

ser desperdigado en el tiempo

salgo del silencio

camino entre nombres e historias.

 

Desde unos ojos que resbalan del rostro

estallo

todo

y nada

cada día.

 

Flores secas

en la puerta de mi casa

quiso poner

mas

lamió la tierra de mi patio

tomó mis huellas digitales

y se echó

a dormir

sobre una mujer sin alma.

(Cotidianas huellas, 1997)

 

En definitiva serán los lectores o críticos los que pronuncien su palabra respecto a mi poesía, desde el momento que se vierte la palabra al papel deja de pertenecernos para volar sus propios aires.

¿Entiendo que también escribes ensayos. ¿Por qué te atrae este género?

Me apasiona el trabajo sobre la palabra, y en el caso del ensayo sobre la palabra sentida, pensada y dicha por otra sensibilidad. Es un recorrido en una especie de laberinto que forman los códigos, los mensajes cifrados, los cuestionamientos conceptuales, en suma es un desafío por descubrir los meandros secretos que subyace en toda escritura.

  ¿Cuál es la temática de tus ensayos?

Una obra literaria es una propuesta de vida, es una búsqueda, es experimentaciones y estilizaciones que navegan entre zonas distantes y luces insólitas. El ensayo, a mi juicio y como lo practico, permite seguir el itinerario íntimo del autor en su experiencia espiritual. Luego, quiero que mis ensayos sean un enlace para la comprensión del texto que me ocupa. La lectura de un texto y el mensaje personal que nos dicta es sorpresivo, de ahí que el tema depende mucho de la conexión que se instala entre planteamientos, visiones, conceptos. El tema resulta de las vibraciones que internalizo como lectora.

  ¿Qué importancia tiene la difusión de tus obras?

El libro ES, si alguien lo lee. Como escritor es importante saberse leído. Mi experiencia al respecto varía, tratándose de poesía me lee gente entendida o formada, quizá porque mi lenguaje poético necesite de una relectura. En cambio la prosa, cuentos y ensayos, tienen mayor espacio ganado. El hecho de trabajar en la docencia me da la posibilidad de promocionar con más éxito mis libros.

  ¿Es importante para ti que te lean en otros países?

Claro que sí. No tanto por vanidad personal como por ser una parte de lo que Bolivia produce en literatura. Además tengo una experiencia que ha marcado mi autoestima como escritora. El que haya sido tan bien valorada (máximo puntaje) mi tesis sobre Aleixandre y el surrealismo español en medio de otras elaboradas por un grupo variado de latinoamericanos. Sé que lo que escribo tiene valor, entonces creo que es importante que también me lean fuera de mi país.

  ¿Por qué crees que la literatura boliviana ha tenido dificultades en difundirse?

Porque no han existido, ni existen aún políticas de difusión de la Cultura Nacional. Con respecto al libro ni siquiera hay una rebaja en los costos de franqueo, que de alguna manera pudiese ayudar al escritor a hacer su difusión personal. Creo que tampoco existe una solidaridad entre escritores. El egoísmo, la competitividad y el deseo de ser dueño del Show perjudica no sólo a nivel personal, sino en el desarrollo de la cultura Nacional.

  ¿Cómo definirías la situación actual de la s escritoras en Bolivia?

Ha ganado espacio real. La escritora boliviana está vinculada a los grandes desafíos. La escritora boliviana es consciente de la lucha como compromiso con ella misma, con su historia y con la historia de la época que le toca vivir. El mundo actual o la nueva civilización está nutriéndose de los contrastes de nuevos valores y tecnologías, nuevos estilos de vida y nuevas posibilidades de comunicación, esto exige ideas y conceptos distantes de los convencionalismos ortodoxos. Pienso, sinceramente, que sin guerra de sexos, sin dejar de ser ella misma, sin dejar de ser mujer, ella puede lograr una nueva lectura de su pasado, rescatar su papel histórico en el hecho social. De esta manera puede reivindicar otro tipo de derechos como la conquista y valoración de los espacios de su cuerpo, luchar sobre sus derechos sexuales. Usar el poder de su palabra y el contenido de su discurso para la homologación por encima de criterios sexistas. Comprender desde ella misma que los problemas que subyacen a la libertad y el derecho están en ella y en el otro (hombre), apasionamientos ni extremos. Bolivia está produciendo literatura escrita por mujeres que están en el oficio de la palabra escrita con responsabilidad ética y estética. Ya se han superado los textos de encaje y algodón, ahora se ofrece la palabra contestataria (política, filosófica, metafísica) que marcha paralela a la palabra masculina. La mujer no sólo escribe por evasión, sino que asume una posición ideológica. Se ha superado la predilección por la poesía, ahora ya son más mujeres las que abordan otros géneros, demostrando perseverancia. Personalmente no creo en literatura femenina o masculina, sino en literatura a secas, lo importante es que sea una buena literatura.

  En lo económico, ¿cómo haces para publicar tus libros?

Los más los editado con mi propio dinero, algunos con algunos auspicios, otros por concursos (cuento y poesía). Cuando se tiene claro el destino de lo que se escribe, también está clara la obligación que se tiene para que un libro vea la luz a partir de la edición. Para esto se posponen muchos otros beneficios que nos pueden traer el dinero que se invierte en la edición de un libro, en esa convicción está el amor a lo que uno produce. Lo que debe quedar claro es que la inversión en un libro no siempre se recupera.

  ¿Además de poesía y ensayos, has publicado varios libros para niños. ¿Cuándo empezaste con el cuento infantil?

Era casi imposible que no termine escribiendo para niños después de trabajar con ellos. El contacto con niños y niñas o jóvenes es invalorable, de ellos aprendes muchos modos de ver y sentir la vida. El trabajo docente te posibilita la validación de lo que escribes para el mundo infanto- juvenil.

  ¿Cuál es la temática de tus cuentos para niños?

Variada como la experiencia cotidiana. Lo más importante es el objetivo de hacer vivir al niño una nueva aventura con belleza, entretenimiento y emoción, ya sea con elementos reales o imaginarios. Creo que por encima de los temas una buena literatura para niños debe respirar amor y respeto al mundo infantil. Lo secundario son las transversales que se propone para la formación de niños y niñas como personas activas en el tiempo que les toque vivir.

  ¿Trabajas también en lo teórico de la literatura infantil?

Soy una convencida de la necesidad de estudio y actualización constante de la persona que escribe. La literatura infantil hasta hace poco catalogada como infra-literatura, está siendo objeto de verdadero interés. Se estudia, se valora, se investiga con intensidad en el mundo entero, por consiguiente se formulan teorías. Los que escribimos para niños tenemos la obligación de estar al día con todo lo que se dice y hace al respecto. A partir de seminarios y congresos a los que asisto como Vice-Presidenta del Comité de Literatura Infantil y Juvenil de Cochabamba tengo oportunidad de hacer conocer mis trabajos sobre este tema.

  ¿Qué dices respecto a tus cuentos para adultos?

Mi libro de cuentos titulado Cuerpos en Claroscuro, cuya edición fue auspiciada por el Movimiento Cultural Altiplano, me dio grandes satisfacciones. Gustó dentro y fuera del país, por su temática, el lenguaje y la forma. El prólogo lo hizo el escritor boliviano que radica hace años en México, Huáscar Taborga, él fue el contacto para que el libro saliese de los límites del lector boliviano.

  ¿Cuál es la temática?

La mujer, el amor, la desposesión, el desgaste. La temática es una invitación a la transgresión de la consigna sumisa y silenciosa que nos impone la vida en el reflejo de sus mil y una caretas cotidianas.

  ¿Por qué el cuento corto?

Personalmente no me gusta mucho lo descriptivo; por el contrario prefiero lo sugerente. en espacio, tiempo y palabra, esto hace que el lector sea un personaje más dentro el texto.

  ¿Es dificultoso escribir un cuento muy corto en comparación con uno más extenso?

Creo que sí. La síntesis exige una planificación detallada, una selección rigurosa del vocabulario que permita presentar personajes vitales, situaciones intensas en pocas palabras.

  ¿En tu opinión, ¿cuáles son los elementos esenciales de un cuento para adultos?

Primero un buen trabajo de lenguaje. Que las situaciones que se plantean sean capaces de despertar interés, expectativa, curiosidad, emoción, humor y un final sorpresivo, rotundo, impredecible, pero al mismo tiempo abierto para el diálogo con el otro, con el igual o el dicidente.

  ¿Crees que el autor tiene alguna responsabilidad o que tiene un papel importante al escribir?

Un escritor al igual que cualquier artista, llámese, músico, pintor, escultor, etc, es la voz, es el testimonio de su tránsito por el espacio y tiempo que le tocó vivir, también es la respuesta personal e íntima a las interrogantes de su mundo afectivo, emocional. Sin embargo quizá existan todavía los de la torre de marfil encerrados en su propia realidad, ajenos al transcurrir exterior, como exiliados del contexto histórico-social. Se impone en el escritor expresar su dolor o alegría solidaria.

  ¿Como mujer y siendo escritora, has sentido alguna desventaja?

No está todavía superado con amplitud y sinceridad el machismo en nuestro medio. Aunque hay buenos propósitos, se quedan en la teoría. Este prejuicio de subestimar la aportación femenina a la cultura se deja sentir en actitudes y posturas de parte de los hombres y también de las mujeres, aunque parezca increíble la misma mujer todavía no acaba de creer en la capacidad de la mujer. Mas, se va avanzando, así nos los demuestran los resultados de seminarios, coloquios y congresos, donde la mujer se deja oír sin diferencias de tono con el similar masculino. Una mirada al acontecer cultural mundial, nos confirma del cambio de mentalidad. Premios, direcciones, jefaturas, mayor cantidad de mujeres en lugares de decisión, muchas más escritoras, más voces femeninas contestatarias nos auguran mejores días para la no sólo amplia, sino inteligente frente femenina. Soy una convencida que en el mundo cabe tanto el hombre como la mujer con igualdad de condiciones y los mismo derechos a ejercitar su libertad de mente, espíritu y cuerpo.

  ¿Cómo te describirías, como persona y como autora?

Busco el equilibrio y la consecuencia. Quiero lograr fidelidad. En muchos casos el escribir es una catarsis donde la persona logra o pretende liberarse de sus demonios o tormentos logrando una obra estética o literariamente perfecta a gusto de la autora, pero a la persona sólo le queda un regusto amargo. Así como quiero que mi vida tenga más momentos buenos, así también quiero que mi oficio de escritora los tenga para el disfrute y placer de los que me lean. Tampoco puedo cerrarme a la evidencia de que por alguna razón los que escribimos tenemos mayor fragilidad, mayor riesgo de caer en las contradicciones, fluctuar entre la euforia y la depresión, entre la condena y la liberación, entre la alegría y el dolor; es decir somos más proclives a la angustia vital.

¿Qué quisieras que supieran los lectores de tu trabajo?

Que lo hago con amor, responsabilidad y respeto hacia ellos, los lectores. Que quisiera seguir escribiendo para seguir viviendo la esperanza de compartir emociones.


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  Bibliografía de Rosario Quiroga de Urquieta

 

Poemarios

Del camino y su sombra. Cochabamba: Fenacre, s. f.

Para ese miedo que crece con el alba. Buenos Aires: Ed. Publicaciones Latinas, 1988.

Antología poética I. Cochabamba: Colorgraf, Ed. U. N. P. C., 1992.

Aquí la grieta. Cochabamba: Colorgraf, 1993.

De la palabra a las alas, cuento y poesía para niños. Cochabamba: Colorgraf, Ed. Vialva, 1993.

Gira sol azul, poesía para niños. Cochabamba: Colorgraf, Ed. Vialva, 1994.

Detrás de tus pisadas. La Paz: Talleres de la G. L. B., 1994.

Antología poética II. Cochabamba: Colorgraf, Ed. U. N. P. C., 1995.

Cotidianas huellas. Cochabamba: Colorgraf, Ed. Vialva, 1997.

 

Antología de cuentos

En el tapial, cuentos para niños. Cochabamba: Colorgraf, Ed. Vialva, 1994.

Cuerpos en claroscuro. Cochabamba: Colorgraf Rodríguez, Movimiento Cultural Altiplano, 1996.

Licani, cuentos para niños. Cochabamba: Colorgraf, Ed. Vialva, 1997.

 

Novela

Suramar. Cochabamba: Colorgraf, Ed. Vialva, 1997.

 

Ensayos

¨Entre la plenitud y el vacío¨. Cochabamba: Talleres Gráficos Martínez, 1995.


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