Sincronía Otoño 2001


EL DISCURSO SOBRE LA CONSTITUYENTE: PUEBLO, SOCIEDAD CIVIL Y ACTORES POLÍTICOS (1998-2000)

JUAN EDUARDO ROMERO JIMÉNEZ

LABORATORIO DE INVESTIGACIÓN TRANSDISCIPLINARIO DEL ESPACIO PÚBLICO (LITEP). LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA. MARACAIBO- VENEZUELA

romerji@cantv.net o romero_juane@cantv.net


RESUMEN

El presente trabajo forma parte de un proyecto de investigación financiado por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la universidad del Zulia, denominado Espacio Público, participación y militarismo en Venezuela (1998-2001). Se aborda acá la coyuntura crítica generada a partir del triunfo en 1998 de Hugo Chávez en las elecciones presidenciales y la ejecución de su propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente, que redefiniera las relaciones del sistema político venezolano (SPV). Se analizan las principales propuestas esgrimidas por quienes alrededor de Chávez y el denominado Polo Patriótico adelantaron el proceso constituyente y de aquellos sectores ligados a los partidos tradicionales que se opusieron. Se explican las condiciones históricas y políticas que explican el dominio del Chavismo en el sistema democrático venezolano.

Palabras Claves: Chávez, Transición, Coyuntura, Venezuela

SUMMARY

The present work is part of an investigation project financed by the Council of Scientific and Humanistic Development of the University of the Zulia, denominated Space Public, participation and militarism in Venezuela (1998-2001). The critical joint generated starting from the victory in 1998 of Hugo Chávez in the presidential elections and the execution of its proposal of a Constituyent National Assembly that it redefined the relationships of the Venezuelan political system is approached here (SPV). The main proposals are analyzed fenced for who around Chávez and the one denominated Patriotic Pole advanced the constituyent process and of those bound sectors to the traditional parties that opposed you. The historical and political conditions are explained that explain the domain of the Chavismo in the system democratic Venezuelan.

Key words: Chávez, Transition, Joint, Venezuela

 

INTRODUCCIÓN

El Discurso Político resulta esencial para comprender las relaciones de poder dentro de cualquier sistema societal, y es así por las especiales características que tiene como una forma de utilización del lenguaje, que está referido a la expresión de ideas y filosofías que lo sustentan y divulgan, y al hecho mismo que el Discurso es un suceso de comunicación (DijK, 2000:22-25). Cuando se entiende que los sistemas democráticos en el mundo han sufrido un ajuste producto de las transiciones y cambios generados en la sociedad global, llegamos a comprender porque el discurso de los actores políticos utiliza y nombra cada vez más a la democracia (Ramos Jiménez,1997: 30-34). En el caso de Venezuela, se asiste desde finales de la década de los 90 a un proceso dinámico y único; caracterizado por los cambios en las identidades políticas-partidistas que habían permitido describir al ciudadano común a partir de 1958. Se esta en presencia de una nueva construcción lingüística que renueva el Discurso Político (Molero, 1998, 1999; Romero, 1999ª; 1999b,2000ª, 2000b), e introduce figuraciones que desestructuran no sólo a los actores políticos, sino a los individuos como seres sociales, afectando la naturaleza y sentido de la democracia y con ella las categorías de pueblo y sociedad civil. Esta comunicación, constituye un adelanto de investigación del proyecto financiado por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico (CONDES) de La Universidad del Zulia (LUZ), denominado Militarismo, Espacio Público y Sociedad Civil (1998-2000) perteneciente al Laboratorio de Investigación Transdisciplinario del Espacio Público (LITEP) en donde se aborda el análisis del Discurso Político sobre la Constituyente entre 1998-2000.

1. LOS FUNDAMENTOS TEÓRICOS

El análisis se basa en dos elementos teóricos básicos. Uno, referido al Análisis Crítico del Discurso (ACD) entendido como un proceso que va más allá de la simple comprensión del texto o del discurso, que lleva a "descifrar" los elementos que componen el discurso, pero al mismo tiempo permite que el investigador estudie y comprenda el cambio que se experimenta en la sociedad: "... los analistas críticos del discurso no se limitan a observar tales vínculos entre el discurso y las estructuras sociales, sino que se proponen ser agentes del cambio..." (Dijk, 2000 : 50). El ACD constituye una herramienta que examina en profundidad las emisiones discursivas, ubicándolas en el contexto de donde surgen al mismo tiempo que identifica las motivaciones de los actores que lo generan.

El segundo elemento teórico, está constituido por lo sostenido por Michel Foucault en su obra El Orden del Discurso (1980), que estudia los diversos factores que caracterizan un discurso. Allí habla de la capacidad implícita en un DISCURSO para convertirse en ese instrumento de deseo que esta determinada por ciertas acciones, que él denomina PROCEDIMIENTOS DE EXCLUSIÓN (1980:11), que deben entenderse como los mecanismos de control de la producción del DISCURSO, y que tienen por objeto controlar los acontecimientos aleatorios, conjurar los poderes y peligros que implícita. Entre esos procedimientos de control, se encuentra lo PROHIBIDO, que implica que en un discurso no debe ser dicho todo, que en cualquier circunstancia no se puede hablar de cualquier cosa, trasformándose en un Tabú (1980:12), que regula las emisiones de ese ACTO SOCIAL. El no decirlo todo, permite por lo tanto a quién emite el Discurso disponer de una fuente de reserva, que impide la construcción de una oposición a los deseos expresados.

Existe por otra parte, otros dos factores de regulación del Discurso, son estos la RAZÖN y la LOCURA. Con respecto al primero, Foucault nos dice que ciertos discursos adquieren la trascendencia de la verdad oculta, siendo capaces de predecir lo que ha de suceder (1980:12), en ese contexto el DISCURSO se "hace" verdad, que es asumida en todo su sentido y es capaz de multiplicarse, consiguiendo así transformarse en un DISCURSO DE PODER. Pero, la construcción de ese discurso, es producto al mismo tiempo de otro factor señalado por Foucault: La LOCURA, que se traduce en el impedimento de un discurso para circular como el de otros, siendo considerada su palabra nula o sin valor, carente de certeza, sin ningún tipo de conexión con la realidad (1980:13).

Ambos tipos de exclusiones, están basados en un mismo elemento: la capacidad que tiene un Discurso para hacerse "creíble", la diferencia estriba en el hecho que la razón produce una reproducción del Discurso, adquiriendo una trascendencia social que le es negada a la Locura, transformándose esta última en intrascendente, inocua, insustancial. La Razón y la Locura, están determinados por la certeza que adquiere el Discurso, es decir, la multiplicación o no del mismo, depende no de la verdad implícita, sino de la manera cómo llega ha ser percibida por el receptor del Discurso. Tabú (1980:12), que regula las emisiones de ese ACTO SOCIAL. El no decirlo todo, permite por lo tanto a quién emite el Discurso disponer de una fuente de reserva, que impide la construcción de una oposición a los deseos expresados.

Existe por otra parte, otros dos factores de regulación del Discurso, son estos la RAZÖN y la LOCURA. Con respecto al primero, Foucault nos dice que ciertos discursos adquieren la trascendencia de la verdad oculta, siendo capaces de predecir lo que ha de suceder(p.12), en ese contexto el DISCURSO se "hace" verdad, que es asumida en todo su sentido y es capaz de multiplicarse, consiguiendo así transformarse en un DISCURSO DE PODER. Pero, la construcción de ese discurso, es producto al mismo tiempo de otro factor señalado por Foucault: La LOCURA, que se traduce en el impedimento de un discurso para circular como el de otros, siendo considerada su palabra nula o sin valor, carente de certeza, sin ningún tipo de conexión con la realidad (p.13).

Ambos tipos de exclusiones, están basados en un mismo elemento: la capacidad que tiene un Discurso para hacerse "creíble", la diferencia estriba en el hecho que la razón produce una reproducción del Discurso, adquiriendo una trascendencia social que le es negada a la Locura, transformándose esta última en intrascendente, inocua, insustancial. La Razón y la Locura, están determinados por la certeza que adquiere el Discurso, es decir, la multiplicación o no del mismo, depende no de la verdad implícita, sino de la manera cómo llega ha ser percibida por el receptor del Discurso. De tal manera, que estamos hablando además de condiciones que hacen que quién emite el Discurso impregnado por la exclusión de la LOCURA, llegué a derivar en que sus palabras se transformen en simple ruido intrascendente, que no llega a equipararse con la RAZON en el Discurso.

Existe un tercer sistema de exclusión, considerado por Foucault: lo VERDADERO y lo FALSO (p.15-18). El primero se apoya en un sistema institucional, que viene acompañado por mecanismos arraigados en la sociedad, a través de los sistemas de edición: diarios, libros, comunicaciones, que hacen de tanto ser repetidas, que se asuman como verdaderas. Viene acompañada además de la forma como ese saber se expresa y se pone en práctica en la sociedad, cómo es valorizado, distribuido y aprendido. Es decir, este tercer sistema de exclusión se encuentra relacionado con la RAZON. Lo que llega a convertir a un Discurso en verdadero y razonable, se encuentra asociado a la capacidad que tiene para hacerse asimilable a todos aquellos quienes lo reciben. Es decir, se tiene razón y se es verdadero, si ese discurso llega a representar las expectativas creadas por quienes lo reciben. La verdad asimismo se transforma en un factor de presión sobre otros discursos, pues tiende a anularlos, a disminuir su capacidad para trascender. Es este el más trascendente de los sistemas de exclusión, pues cada vez se refuerza más dentro del contexto massmediático que vivimos.

La verdad, además abre las puertas a lo FALSO, en función del descarte. Es decir, cuando se asume un discurso, producto de unas prácticas institucionales como verdadero, esas mismas prácticas actúan para transformar a cualquier discurso que se oponga estructural y funcionalmente a este, como FALSO. Se produce así una acción que disminuye la capacidad de reproducirse, no solo del discurso, sino de aquel que lo emite.

Foucault, nos habla de otro sistema de control y delimitación del Discurso: LOS PROCEDIMIENTOS INTERNOS, que los entiende "como formas o principios de clasificación, de ordenación, de distribución, como si se tratase de dominar otra dimensión del discurso: aquélla de lo que acontece y del azar" (p.20-21).

Estos procedimientos internos, buscan por lo tanto complementarse con los sistemas excluyentes o prohibitivos. Al respecto nos habla del COMENTARIO (p.22-23), como el primero de esos procedimientos internos, y que permite que un relato, un discurso, un acto social del habla, pase de ser un discurso que se "dice", pero que no trasciende, no penetra la psiquis, a otros que SON DICHOS, que adquieren por lo tanto un carácter más permanente y que le permite cumplir con las propiedades de lo VERDADERO Y LA RAZÓN, ejerciendo un poder de comunicación y reproducción que incide en la certeza que adquiere. A través del COMENTARIO el discurso se vuelve trascendente, pues en la medida que se transforma en factor de renovación, logra un mayor convencimiento. El comentario permite que el Discurso amplíe su capacidad de convencimiento o por el contrario contribuye a disminuir su permanencia, y por lo tanto, su efectividad como factor de persuasión. Conjuntamente con el comentario, Foucault nos señala otro elemento interno que es el AUTOR (p.24-27), y lo entiende no como un simple individuo social, que emite y cumple un acto cotidiano como es la expresión del habla, Foucault entiende al AUTOR como orígen y dinámica del discurso y a través del cuál este adquiere significación y coherencia. Esto es especialmente cierto en ciertos campos, como la literatura, la ciencia y la política. En la medida que un AUTOR con credibilidad en un campo emite una opinión – un discurso – este adquiere significado, asimismo no cualquiera puede convertirse en autor y tener propiedad en su discurso, convirtiéndose en una limitante significativa .

Ese sentido de AUTOR, marcha por lo tanto conjugado con el del COMENTARIO haciendo trascendente un DISCURSO, en tanto y cuanto quien lo formula tiene coherencia – o pretende tenerla – y por lo tanto sus emisiones discursivas se transforman en comentarios que son dichos y reproducidos y vueltos a nutrir por la naturaleza del autor. En sí mismo es un círculo que incide en la significación del discurso y más aun de un discurso político.

Finalmente Foucault, nos habla de otros elementos : el RITUAL y La DOCTRINA. El ritual señala ciertas características y cualidades que tienen los individuos que emiten el DISCURSO y son esas cualidades, las que permiten definir sus gestos, su comportamiento, las circunstancias en que se producen y los signos que acompañan el discurso, haciéndolo capaz de trasmitirse y multiplicarse al común de los individuos. El Ritual, por lo tanto fija las condiciones que inciden en la efectividad del enunciado descrito por el individuo y que debe ser objeto de reproducción, adquiriendo significado. El ritual establece, por otra parte, una exclusión para aquellos que no encajando en la eficacia de sus gestos, de sus comportamientos, no logran transformar su discurso en un signo digno de ser reproducido, asimilado y trasmitido.

La DOCTRINA por su parte, se entiende como el reconocimiento de unas mismas verdades – o que se asumen como tales – y la aceptación de una cierta regla de conformidad con un discurso asumido como válido. Esas reglas que se asumen con la Doctrina, permiten establecer una relación entre el sujeto y su enunciado, que incide en la transmisión del discurso. ¿Cómo ocurre ese proceso?, funciona en la medida que la DOCTRINA a través de esas reglas denuncia los enunciados a partir de los cuales hablan los sujetos, en las circunstancias en que los sujetos hablan con los signos que derivan de las reglas y que les permiten lograr la adhesión propia y extraña. Ella relaciona a los individuos con determinados grupos de expresión, de comunicación y al mismo tiempo que los relaciona, los excluye de otros que no comparten esa regla, les prohíbe cualquier otra regla estableciendo sistemas de separación o de cohesión dependiendo de la situación discursiva.

Estos elementos descritos por Michel Foucault, nos sirven de marco teórico referencial para analizar el Discurso de la Constituyente (Nov. 1998- Julio 2000).

2. EL CONTEXTO POLÍTICO A FINALES DE LA DÉCADA DE LOS 90. EL DISCURSO DE LA OPOSICIÓN A HUGO CHÁVEZ.

Las elecciones de 1998 en Venezuela, constituyeron un hito en la historia electoral del país, y fue así debido al hecho que representaron la definitiva eclosión de las identidades políticas tradicionales del venezolano. En esas elecciones se concretó la desaparición como factor de poder dentro del sistema político venezolano (SPV) de los partidos Acción Democrática (AD) y COPEI, manifestado mediante la reducción de las lealtades políticas del ciudadano común hacia estos partidos ,y por lo tanto, se asiste a la minimización de la representación de ambas estructuras partidistas en los órganos del poder político (Congreso Nacional, Asambleas Legislativas), tal como queda evidenciado con el Cuadro N°1, que registra la votación por partidos en las elecciones efectuadas en 1993 y 1998 y en el Cuadro N° 2, que señala la votación por partido en las elecciones de Gobernador, Asambleas Legislativas y Congreso Nacional.

Está reducción es la concreción de un proceso de desgaste de los partidos tradicionales del SPV, que indicaba una crisis de los factores de socialización política característicos de la Democracia en nuestro país (partidos políticos, Congreso Nacional, Corte Suprema de Justicia, entre otros). Este aspecto ha sido ampliamente tratado por diversos autores (Caballero, 2000: 83-144 ; López Maya, 1996: 35-60; Salamanca, 1997:201-246; Romero 2001ª: 94-130, 2001b; Molina y Pérez, 1999: 75-106) y todos han coincidido en la pérdida de la capacidad de convencimiento y la pertinencia social del Discurso Político de los actores ligados a AD y COPEI, aunado a la crisis de gobernabilidad que nos aquejo a partir de 1989. Esta situación de agotamiento o Crisis de Gobernabilidad, provocó que en el proceso de elecciones de 1998 se asistiera a situaciones muy particulares, en el desenvolvimiento del SPV, situaciones que estuvieron caracterizadas por la unificación de todos los partidos en contra de la candidatura del Teniente Coronel ® Hugo Chávez Frías y la división de las elecciones para miembros de los cuerpos legislativos (Congreso, Asambleas Legislativas) que se realizó el 8 de noviembre, de las del presidente de la república; que se efectúo el 6 de diciembre. Todo ello como un último intento de los partidos ligados a la estructura de poder, de retener los privilegios y beneficios que habían usufructuado en 40 años de democracia (1958-1998). Pero, esta dinámica política tuvo otra característica resaltante y es aquella referida a lo que los estudiosos del Discurso denominan la "cognición social" que es "el estudio del conocimiento que las personas poseen del mundo social en el que habitan, hablan y actúan" (Condor,S y Antaki, C, 2000: 484), expresada como una idea concreta del momento político, tanto de sí mismos, como del resto de la sociedad. Desde este punto de vista, el Discurso de la oposición tiene una identidad cultural común: la enemistad hacia Hugo Chávez. Así para Irene Sáez, Chávez representa la violencia, la represión que amenaza al ciudadano común y lo expresa públicamente:

"Yo no quiero un país de toques de queda. Yo no quiero un país de alambradas ni persecuciones (...) La disyuntiva de Venezuela hoy está entre una mano tensa sobre un arma lista para disparar o la de una mano firme sobre el timón del cambio (...)" (El Universal, 22/7/98, 1-2).

Siguiendo a Foucault, nos encontramos representado en este discurso de Irene Sáez, y en otros de la oposición, una Doctrina que tiene varios elementos; el primero de ellos es el carácter violento – ligado al pasado del 4 de febrero de 1992- de Hugo Chávez; que indica por sí mismo un peligro par la paz de todos. Encontramos por lo tanto una generalización, la extensión de una identificación: la de Irene y otros representantes políticos con el pueblo, en donde por asociación el mismo peligro que puede afectar sus intereses – los de los actores políticos tradicionales – "afectan" los del colectivo. El otro elemento, está constituido por el hecho que está violencia que se erige sobre la sociedad venezolana – Chávez – emplea una motivación ilógica, carente de razón como principal promesa: la Constituyente. Para la oposición la convocatoria que realiza Hugo Chávez para un proceso constituyente que renueva las estructuras institucionales del Estado, carece de toda argumentación, es siguiendo a Foucault una locura, y por lo tanto falso, en tanto no responde a la lógica del desarrollo institucional que había imperado en Venezuela hasta 1998. Al respecto, Alcibíades Castro, jefe de la fracción del partido COPEI señalaba:

"... en la primera asamblea de los 8 senadores y 28 diputados de COPEI electos a comienzo de este mes (habla de noviembre de 1998), se aprobó un plan de acción para la defensa de la democracia y sus instituciones desde el Congreso" (El Nacional, 21/11/98: D-6).

En esta declaración, están presentes otras características del Discurso de la oposición, determinadas por la construcción de un COMENTARIO, que se "dice" pero que no trasciende, en donde se pretende asignar al discurso de Chávez el elemento violento, de nuevo asociado con el pasado del AUTOR que se transforma en referencia de la representación discursiva de quienes se oponen a la constituyente. La pregunta obligada es: ¿para quién es una amenaza Chávez?. Lógicamente para el ciudadano común no, es una amenaza para el "orden" del poder preponderante hasta este momento (1998-1999). El otro constructo característico está asociado a una derivación del COMENTARIO que se "dice", pero que no se transforma en "dicho" – es decir, que no se reproduce y enriquece con su repetición- y estuvo conformado por que esa amenaza es a la Democracia, identitariamente correspondiente a la democracia que se ha practicado y que tenía como base los acuerdos derivados del Pacto de Punto Fijo (1958), y en esa democracia el actor protagonista no es el pueblo sino el partido político, y por ello la defensa de la democracia "debe" hacerse desde su centro de gravitación: el Congreso; pues el pueblo no ha percibido el "peligro" que se avecina. Alcibíades Castro de nuevo expresa el contenido de este COMENTARIO, que pretende convertirse en verdadero y por lo tanto lógico:

"... la constituyente será convocada por un gobierno con una legalidad parcial de 30% de los votos. Por eso, ese gobierno debe entender que las reformas de la Constitución deben hacerse en el marco de la ley. Todos queremos cambios, pero dentro de la ley. Tenemos desconfianza por las declaraciones contradictorias que hacen los voceros del Polo Patriótico. La Constituyente, como lo plantea este sector, no sólo iría a la disolución del Congreso, sino de las otras instituciones" (Idem). Subrayado nuestro

La desconfianza provenía de la declaración de Hugo Chávez donde señalaba que sería el Pueblo el protagonista del cambio, como representación de la voluntad general de la cuál nos habla Juan Jacobo Rousseau en su Contrato Social. Este planteamiento resultaba por lo tanto peligroso para el orden imperante, ya que alteraba la relación de poder y le asignaba protagonismo a un actor distinto al partido político. Por lo tanto, esta manifestación de uno de los actores políticos del status quo encarna la "idea", la representación social presente en su pensamiento.

No serán los representantes de COPEI lo únicos que expresen la Doctrina en contra de la Constituyente, encontramos representantes de la Iglesia Católica que llegan a señalar diferencias y resquemores contra Hugo Chávez y su propuesta programática. Así el Arzobispo de Caracas, Monseñor Ignacio Velasco, hoy en día Cardenal, llegó a expresar:

"Cualquier candidato debe agarrar el toro por los cuernos con un buen equipo. Quisiéramos que se trataran de solucionar problemas más graves: la cuestión económica, la inflación, el desempleo... Tantas cosas que hay que arreglar y que no las arregla la Constituyente..." (El Nacional, 9/10/98: D-4).

Encontramos en su declaración nuevos elementos de esa Doctrina, asociados con la circunstancia que para ellos – la iglesia católica – el debate debía estar referido a aspectos más específicos y concretos para el pueblo: la situación económica y no, como estaba siendo presentado, al aspecto político. Asimismo, queda planteado como un COMENTARIO que pretende "ser" dicho, que desea hacerse verdadero y lógico, la idea que con la Constituyente no se solucionan los problemas de la sociedad venezolana. De hecho, es tan importante esta declaración del arzobispo de Caracas, que el candidato del Polo Democrático Henrique Salas Romer, reprodujo el mismo argumento con respecto al proceso constituyente, es decir, la dinámica social que vivía Venezuela en ese momento histórico – noviembre 1998 – marzo 1999- no justificaba discutir sobre una propuesta que no solucionaba en lo inmediato los problemas del pueblo:

"... el tema de la Constituyente no debía ser tratado en el marco de una campaña electoral, por cuanto el país buscaba soluciones concretas y la Constituyente ... no puede favorecer el empleo, reducir la inflación o mejorar la calidad de los servicios..." (El Universal, 16/12/98: 1-16). Subrayado nuestro

Para Salas Romer, como para la mayoría de los líderes de la oposición a Chávez había una percepción distinta de lo que el pueblo necesitaba, para ellos – y se asumió una representación de la voluntad del colectivo, característico del discurso político, en donde el líder sabe lo que el pueblo ignorante necesita (Las Heras et al, 1996 ; Romero 1998) – ese agente histórico que es el pueblo es un factor pasivo, carente de las habilidades necesarias para percibir la realidad. Es por lo tanto un "objeto" y no un sujeto social. Este aspecto conforma un ritual que es reproducido como un complemento de la Doctrina construida en contra de la Constituyente. Este ritual reproduce una serie de "signos" que definen los gestos y pronunciamientos, identificados en este caso por la resistencia al proceso de convocatoria, por la consideración de todas las propuestas de Chávez como profundamente antidemocráticas. El Ritual, insistió en presentar la Constituyente sugerida por el Polo Patriótico como una vía disoluta a la dictadura, a la desaparición de todas las instituciones democráticas y su sustitución por un sistema autoritario-militarista. Encontramos a intelectuales de gran prestigio como Juan Liscano, que reproducen este ritual a través de sus declaraciones:

"Soy partidario de una Constituyente participativa donde debatan y decidan todos los sectores de la población, pero no de la Constituyente propuesta por Chávez que parece buscar una dictadura" (La Verdad, 22/11/98: 6-A)

Todos los que llegaron a oponerse a la Constituyente coincidieron en determinados elementos de la Doctrina y reproducen el mismo Ritual: la inconstitucionalidad, ilegalidad y fatuidad de este proceso para solucionar los problemas de la población venezolana, para todos no tenía sentido la convocatoria y cualquier intento de hacerlo violentaría los acuerdos institucionales que identifican la democracia, conduciendo inefablemente a un nuevo sistema profundamente represivo. Eduardo Fernández, ex candidato presidencial por COPEI llegó a reproducir esta idea : "Yo quiero reiterar después de las elecciones lo mismo que dije antes de las elecciones: la propuesta de la Constituyente es inconstitucional, es inconveniente..." (Panorama, 19/12/98 : 4-6). Arturo Sosa, miembro de la Congregación Jesuita en nuestro país y Director del Centro Gumilla afirmó: "El presidente esta convencido de que en 1999 habrá constituyente, lo cual resulta audaz y peligroso" (El Universal, 13/12/98 : 1-14). Algunos llegaron a agregar elementos a esta Doctrina, al oponerse a la forma como Chávez proponía la Constituyente, pero afirmando su apoyo a la misma sí era precedida de una Reforma Constitucional, es ese el caso del entonces Ministro de la Secretaria de la Presidencia, Dr. José Guillermo Andueza quién llegó a afirmar que "... la constitución tiene unas vías que hay que seguirlas" (El Universal, 18/12/98: 1-14) o Douglas Dáger, Secretario general de Proyecto Venezuela (PV) quién dijo: "Proyecto Venezuela desea un acuerdo global que integre a todas las fuerzas políticas en la directiva del Congreso y está dispuesto a apoyar la convocatoria a una Constituyente siempre y cuando sea precedida de una reforma a la Constitución" (El Universal, 17/12/98 : 1-16). Este aparente cambio en la Doctrina, obedece a las condiciones de representación que tenían los principales partidos del status quo en los instrumentos de socialización del SPV, estructurado sobre la base de la convivencia de las fuerzas políticas en el Congreso Nacional. En este sentido, AD-COPEI y PV tenían entre los tres (3) un total de ciento treinta y siete (137) miembros de un total de doscientos sesenta y cuatro (264) representantes en el Congreso Nacional (Molina y Pérez, 1999:96), sumatoria está que hacia factible llevar a cabo la convocatoria de una consulta a través de estos órganos de poder, que mantuviera incólume los privilegios y beneficios de los partidos tradicionales, limitando el alcance y significado de la constituyente.

La oposición estructuró una serie de alegatos, que suman indicios a sus planteamientos. Sugirió que el principio sostenido por Hugo Chávez, que la soberanía reside en el pueblo y por lo tanto esta por encima del poder constituido, carecía de valor, pues según el criterio de algunos sectores de la oposición no siempre el pueblo tenía la razón y por lo tanto, no todos los actos de voluntad general representaban necesariamente un bien para toda la ciudadanía. Este es la posición, que nutrió la Doctrina contra la constituyente sostenida por personas como Gustavo Tarre Briceño, parlamentario de COPEI:

"Sí la soberanía reside en el pueblo ¿podría el pueblo, con un referéndum, regalarle el estado Táchira a Colombia? No...Eso quiere decir que la misma soberanía del pueblo tiene límites, y sí tiene límites... también los tiene en que el pueblo está sometido a la Constitución..."(El Nacional, 18/12/98 : D-1).

La limitación de la soberanía del pueblo, brindaba una RAZÓN a sus alegatos, que reforzó la Doctrina anti-constituyente. Lo dicho por Tarre Briceño, tiene especial importancia para quienes se resistieron a la idea de la Constituyente sobre todo por que establecía una limitante al principal alegato de Chávez. Por otra parte, se desprendió una particular concepción del pueblo, en donde se estableció un obstáculo para la actuación de este actor en el escenario del cambio que se experimentaba, esencialmente porque el pueblo carecía de elementos racionales que validarán sus acciones. Está posición se basó en que el pueblo ignoraba el verdadero significado de la Constituyente y esa ignorancia hacia que su actuación estuviera manipulada, un miembro de la agrupación Queremos Elegir, Fernando Fernández señalo: "En mi opinión existe una gran mitificación del tema, evidenciado en que la gran masa de los venezolanos ignora lo que es una constituyente"(El Universal, 24/12/98 : 1-12).

El planteamiento de la oposición era claro: la Constituyente conducía inevitablemente a una catástrofe a la sociedad venezolana, por ilegal, por violentar los procesos propios de la democracia y porque no solucionaba los principales problemas del pueblo. Eran estos los elementos que estructuraron la Doctrina y los rituales contra Hugo Chávez y la Constituyente.

3. EL DISCURSO DEL POLO PATRIÓTICO SOBRE LA CONSTITUYENTE

Para los factores conglomerados en torno al Polo Patriótico, el proceso constituyente conformó la principal propuesta de reestructuración de las relaciones en el SPV. Hugo Chávez se constituye en el principal AUTOR de la tesis sobre la Constituyente, es el encargado de establecer la Doctrina Constituyente, que sostiene que este proceso es la única vía que tiene la sociedad venezolana para superar el estancamiento producido por la coyuntura crítica que vive Venezuela desde finales de la década de los 80. La Doctrina está compuesta por tres (3) planteamientos esenciales: 1) la soberanía del pueblo expresada a través del voto es la base de la democracia y el cambio; 2) la única forma del cambio es mediante la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter originario, que reestructure todo el sistema societal venezolano y 3) la convocatoria es posible pues así lo quiere el soberano, que se ha expresado utilizando el voto.

Esta Doctrina, se vio reforzada por la consolidación de un Ritual, que señalo una defensa a ultranza de estos postulados. Todos los actores políticos estructurados en torno al Polo Patriótico compartieron este ritual, los mismos gestos vehemente de apoyo a la Constituyente, que reproducían el accionar del presidente Hugo Chávez. De hecho en esta Doctrina se le asigna al Pueblo un papel totalmente distinto, caracterizado por su protagonismo y preponderancia sobre los agentes de socialización del puntofijismo – el partido político- , el pueblo es visto como un factor esencial en el cambio histórico, en la vanguardia de la transición política y así lo manifiesta recurrentemente Hugo Chávez:

"Se consultará al pueblo sobre su voluntad de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente.."(Panorama, 23/12/98: 1-12); "Yo proclamo al pueblo como verdadero dueño de su soberanía, como hijo de Dios, como dueño de su propia historia..."(La Columna, 12712/98: 7); "He venido delante de ustedes a proclamarlos. Yo he sido proclamado, ahora proclamo al pueblo de Venezuela dueño de su futuro" (Idem).

Por otra parte, el apoyo demostrado por el pueblo a través del voto, hace del proceso constituyente una revolución encabezada por quienes siempre habían sido sujeto pasivo de la historia política venezolana, pero que ahora se erige como director del escenario político:

"Estamos obligados en Venezuela a hacer una revolución, no es otra cosa lo que vamos a hacer y ese camino está trazado... La vía es la que el pueblo ha dado su respaldo más vigoroso que propuesta alguna haya tenido en este siglo, es la vía de la Asamblea Nacional Constituyente... La batalla de 1998 fue hermosa, fue una de esas que reflejan uno de los principios de la historia que dice que la fuerza está en el pueblo" (Panorama, 05/01/99: 1-8)

La Doctrina sugerida por Chávez, generó un ritual que se complementó con otros actores políticos que reforzaron y profundizaron los elementos característicos de este Discurso, que es DICHO y reproducido en cada emisión. De hecho la discusión sobre sí se apoyaba o no la convocatoria del proceso constituyente está presente en el escenario político venezolano, sobre todo entre el momento del triunfo de Chávez en diciembre de 1998 y la votación de la nueva Carta constitucional en diciembre de 1999, extendiéndose hasta el día de hoy donde se experimentan los efectos del carácter originario de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). El mismo Presidente de la república ha reconocido en su mensaje ante la Asamblea Nacional, el 15 de enero de 2001, el protagonismo del pueblo y la significación del proceso constituyente:

. "Era imprescindible para Venezuela darle prioridad, como le dimos el año 99 y el 2000 a la conformación, a la creación de un nuevo marco jurídico-político. No teníamos marco jurídico-político, es decir, no había copa. ¿Dónde íbamos a colocar el agua si no teníamos copa? O la copa estaba rota, era una copa rota, no podíamos ni colocar agua ni vino ni nada, todo se derramaba. Hoy, de verdad, y yo lo digo con mucho sentimiento, porque cómo sentimos este proceso y cómo lo amamos y cómo nos duele el proceso, cómo lo cargamos con nosotros en el alma. Hoy, y doy gracias a Dios en primer lugar, a nuestro pueblo en segundo lugar y a los dirigentes, hombres y mujeres de toda Venezuela quienes hemos contribuido y hemos echado a andar este proceso junto a nuestro pueblo. Hoy de verdad, cuando comienza el siglo nosotros tenemos copa, ahora hemos comenzado a llenarla; se refiere esta parábola al marco político, al marco jurídico que ahora si tenemos y cada día estará más sólido, cada día estará más fortalecido y ahora se trata de impulsar ahora el desarrollo económico-social, el contenido de la copa, el agua, el H2O, lo económico-social" (Chávez, 15/01/2001: www.globovision.com/documentos )Subrayado nuestro.

Encontramos a actores como Manuel Quijada, quién amplía la Doctrina sugerida por Chávez, resaltando el carácter original de la Asamblea y la posibilidad encarnada en su convocatoria de adelantar el cambio en el SPV:

"Los poderes absolutos que tiene la Asamblea Nacional Constituyente no pueden ser discutidos a la luz de la doctrina, de las opiniones de los grandes pensadores del derecho público y de la aplicación de esos conceptos por los altos tribunales de justicia de países cuando han tenido que resolver acerca de la supremacía del poder constituyente sobre la Constitución, sobre el ordenamiento jurídico preexistente y sobre los poderes constituidos. "La función constituyente positiva no puede derivar como poder cualitativamente específico, de la esencia del derecho o de la Constitución, deriva de la autoridad constituyente". Hans Kelsen." ( El Nacional, 03/09/1999: A-5).

Esta posición doctrinaria, se complementó con otras desarrolladas paralelamente que resaltaban el carácter originario de la convocatoria a la ANC, originalidad que se derivó del ejercicio democrático del voto y su expresión en los resultados electorales del año 1999. Asimismo la Doctrina no sólo reforzó la posición sobre el carácter y la extensión de la convocatoria, sino que también se refirió a responder al planteamiento acerca del carácter violento del proceso, para ello se alegó que los cambios se ejecutaron en paz, sin la coerción que algunos actores esperaban. Pablo Medina, dirigente del partido Patria para Todos (PPT) afirmó:

"Todas las revoluciones son inéditas. La nuestra lo es mucho más. Jamás se había desencadenado un proceso democrático tal, que hiciese posible abrir la puerta de los grandes cambios sin el derramamiento de una sola gota de sangre, y con el propósito de que el pueblo se convierta en el dueño del poder.

Se trata de democratizar el poder, restituir el poder a la gente y eso es lo que la comunidad internacional debe entender, porque el proceso que vivimos en Venezuela es, precisamente, para que haya más democracia y más libertad.Sin embargo, hay una campaña nacional e internacional para hacer que parezca todo lo contrario. Esta campaña busca introducir el miedo como ingrediente paralizante en el seno de la propia Asamblea Nacional Constituyente, y entre el pueblo venezolano" (El Nacional, 15/08/99: D-4).

La ejecución del proceso constituyente en paz, derrumbó el alegato de la oposición que vaticinó un desastre institucional sí se llegaba a implementar la ANC. No sólo se implementó, sino que además se desarrolló sin ningún tipo de violencia implícita, aspecto esté que fue posible gracias al Fallo N° 17 de la Corte Suprema de Justicia, a través de Ponencia presentada por el ex rector y Magistrado Dr. Humberto La Roche, que estableció la legalidad de convocar un referéndum para consultar al pueblo soberano acerca de la posibilidad de realizar una Constituyente.

El Discurso de apoyo a la Constituyente, se transformó en un Comentario que "es dicho", y por lo tanto reproducido en cada acto social del habla, transmitiendo sus ideas y planteamientos al resto de la población, que lo percibió como verdadero, con lógica y por lo tanto lo asimiló, reduciendo con ello a quienes se habían opuesto a la Constituyente a un olvido, al carecer de pertinencia su discurso. La explicación de este proceso debe ser buscada en el carácter de los AUTORES del Discurso sobre la Constituyente. Autores encabezados por Hugo Chávez, Pablo Medina, José Vicente Rangel, Ricardo Combellas entre otros que no estaban asociados a las antiguas relaciones de poder establecidas en 40 años de ejercicio de la democracia representativa. De hecho, las emisiones discursivas de estos autores, pero sobre todo las de Hugo Chávez marcaban una diferencia significativa con la concepción que sobre el Pueblo se estructuró. Cuando comparamos la caracterización del Pueblo, la cognición social que sobre él se genera se ratifica porque fue más pertinente el discurso estructurado en torno a Chávez (Cuadro N° 3)

4. LAS ETAPAS DEL PROCESO CONSTITUYENTE (1998-2000).

Podemos establecer ciertas etapas a partir de la elección de Hugo Chávez en diciembre de 1998, con respecto a la implementación del proceso constituyente (Tabla N°1):

· 1era Fase: Impacto de la Elite Política ante el triunfo de Chávez (Diciembre 6 de 1998 a Enero 1999). Determinada por la sorpresa e incredulidad al respecto del triunfo del Polo Patriótico, por otra parte, esta fase estuvo signada por el intento de refugiarse en los poderes constituidos (Congreso, Partidos, Corte Suprema).

· 2da Fase: Reacción Legalista a la propuesta Constituyente(Enero 1999 hasta febrero 2). Caracterizada por la introducción de diversos recursos de interpretación ante la Corte Suprema de Justicia, intentando encontrar un piso jurídico que impidiera la toma del poder por parte del MVR. Estuvo signado por un enfrentamiento relativo a la capacidad del actor encargado de convocar el Referéndum. Hay dos momentos en esta etapa, un primer momento determinado por el Congreso, por los representantes de AD y COPEI, quienes derrotados por el Fallo N|°17 de la Corte Suprema de Justicia, se vieron obligados a ceñirse a la resolución jurídica y por lo tanto, intentaron ser ellos quienes adelantaran el proceso. La otra subetapa estuvo caracterizada por la reacción de Chávez y el Polo Patriótico ante lo que ellos llamaron la amenaza de una "Constituyente Chucuta" (El Nacional, 26-01-99:D-2). Este temor de quedar amarrados al Congreso, fue lo que llevo a Chávez a ejecutar el decreto N°3 que declara la Convocatoria de la Constituyente.

· 3era Fase. Intento de objetar las Bases de la convocatoria al Referéndum (febrero-marzo 1999). Cuando fracasó la iniciativa del Congreso para convocar en ese órgano del Poder Público el proceso constituyente, y ante el hecho del establecimiento por parte del MVR y Hugo Chávez de las bases de la convocatoria, se intentó a través de un recurso introducido en la Corte Suprema modificar las Bases sin mayor resultado.

· 4ta Fase. Campaña contra el referéndum (Marzo-Abril 1999). Aunque poca efectiva, esta etapa determino lo que sería el comportamiento político de la oposición: un doble juego signado por una parte por la resistencia al proceso y por la otra, una incorporación tardía e inefectiva para intentar no quedar fuera del juego político.

· 5ta fase. Construcción de las candidaturas y propuestas para la Asamblea Nacional Constituyente (Mayo-Julio 1999). Fue una etapa muy prolífica dado el amplio debate suscitado entre las diversas corrientes políticas con respecto a cómo debía dirigirse el proceso constituyente. Determino el posterior dominio que tuvo el Polo Patriótico en la ANC.

· 6ta Fase. Instalación y deliberación de la Constituyente (Agosto-Diciembre 1999). Fue quizás la etapa más difícil en todo el proceso, principalmente por que se enfrentaron a dos elementos puntuales en la implementación de la mecánica constituyente: 1) la disyuntiva de coexistir o no con un Congreso definitivamente hostil a la ANC y 2) la magnitud del proceso Constituyente, referida a sí la ANC debía sólo restringirse a crear una Nueva Carta Magna o por el contrario, debía crear una nueva Ingeniería del Estado.

Estas fases que se han señalado se extienden hasta el año 2001, cuando la Transitoriedad y el Régimen de Transición refrendados por una decisión emanada del Tribunal Supremo de Justicia, hacen que el proceso de cambio y establecimiento de una nueva estructura del sistema político venezolano continue. Se asiste en Venezuela a una redefinición tanto de los actores políticos, como de las estructuras de intermediación y ejecución de la democracia, produciéndose una dinámica de socialización del individuo determinada por una nueva conceptualización acerca del ciudadano, que debe ser entendido como "... aquellas personas que tienen un derecho reconocido a participar en deliberaciones sobre cómo se han de resolver los asuntos correspondientes al escenario de lo público, en la medida en que se pueden identificar esos asuntos" (Crounch, 1999: 266).

Esta definición de lo público, pasa necesariamente por establecer un nuevo carácter a lo social, y por ello al hablar de ciudadanía lo hacemos agregándole el adjetivo de social y entendiéndolo como " ... una respuesta estratégica al conflicto entre la tendencia democrática a la igualdad de derechos y el valor que otorga el capitalismo a la desigualdad; ... a consecuencia de ello se ha producido una expansión del concepto de ciudadanía. Ya no es sólo pertenencia nacional y participación política, sino que tiende a coincidir con todos los aspectos de lo que significa ser miembro de una sociedad determinada. El derecho al bienestar social se ha convertido en una parte esencial de la ciudadanía en sí..." (Procacci, 1999:27-28). La Venezuela de principios del siglo XXI, se encuentra marcada por está transición socio-política, caracterizada por un Discurso Político que se encuentra en constante construcción, dinámica está que explica la aparente inexistencia de una oposición a Chávez coherente y sirve para comprender la hegemonía y preponderancia que ha adquirido en el proceso político actual. Cabe hacerse una última pregunta: ¿ a partir de estas derivaciones discursivas que se han descifrado que prospectiva tiene la dinámica socio política en Venezuela?. La respuesta pasa obligatoriamente por el tapiz generado por la acción concreta de los agentes políticos agrupados a favor o en contra de Chávez, determinados a su vez por la posibilidad de este gobierno de producir una cambio en el funcionamiento de la democracia, a través de un nuevo relacionamiento que potencie o minimice una participación social que se acerque a una democracia participativa que satisfaga los requerimientos sociales del ciudadano. El Modelo Chavista, nos habla de un trinomio Pueblo-Ejército-Caudillo, que es una consecuencia de la eclosión de las identidades políticas de los partidos y la ausencia de una institución de intermediación entre la sociedad política, la sociedad civil y el Estado Nacional. Hasta los actuales momentos, el Chavismo ha navegado en la hola de la popularidad del triunfo en las elecciones de diciembre de 1999 y julio de 2000 (Cuadro N° 4) donde se produjo un incrementó de su caudal de votos, pero el mantenimiento de esta popularidad se puede ver seriamente afectada si no resuelve el problema social, con el cuál no ha podido hasta ahora.

CUADRO N°1. Votación por partidos elecciones presidenciales 1993 y 1998.

1993

Acción Democrática

Social Cristiano

Convergencia

23,23

22,10

17,03

1998

Movimiento V República

Proyecto Venezuela

Acción Democrática

Movimiento al Socialismo

Patria para Todos

40,16

28,75

9,05

9,00

2,19

 

 

CUADRO N° 2. Votos Por partido en las Elecciones de Gobernadores, Asambleas Legislativas y Congreso Nacional en 1998. Fuente: Molina, J y Pérez, C.(1999:94)

Partido

% Votos de Gobernador

%Votos Asambleas legislativas

% Votos Congreso

ACCIÓN DEMOCRÁTICA

28,3

26,3

24.1

MOVIMIENTO QUINTA REPÚBLICA

14,3

15,4

19.9

COPEI

15,1

12,0

12.0

CAUSA RADICAL

3,7

3.0

3.0

PROYECTO VENEZUELA

6,0

10,4

10.4

MAS

10,4

8.9

8.9

CONVERGENCIA

2.5

2,5

2.5

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuadro N° 3. Comparación entre los conceptos de Pueblo entre el Polo Patriótico y el Democrático. Fuente: Juan Eduardo Romero

 

Caracterización del Pueblo para el Polo Patriótico

Caracterización del Pueblo para el Polo Democrático

· Dueño de su propia historia.

· Soberano.

· Revolucionario

· Hijo de Dios

· Dueño de su futuro.

· Vigoroso.

· Protagonista del proceso.

· Solo quiere resolver sus problemas económicos.

· Embrujado por el mito constituyente.

· La soberanía tiene límites.

· No siempre tiene la razón.

· Ignorante y desconocedor

 

CUADRO N° 4. Resultados Elecciones Presidenciales 1998 y 2000. Fuente: www.globovision.com

Comparación
elección 1998-2000

Candidatos

1998

2000

Hugo Chávez Frías

3.674.021 (56,19%)

3.757.773
(59,05%)

Francisco Arias Cárdenas

....................

2.359.459
( 37,27%)

Henrique Salas Romer

2.613.814 (39,98 )

....................

Claudio Fermín ................

171.346
(2,72%)


BIBLIOGRAFÍA

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