Sincronía Invierno 2002


La pregunta por la identidad en el ambito literario  de America Latina: el caso de Mexico

Yoon Bong Seo


Introduccion

Un individuo encuentra su identidad cuando halla un conjunto de valores con los cuales se puede compenetrar plenamente. De la misma manera, una cultura descubre su identidad y logra su mas alto desarrollo cuando obtiene un conjunto de valores que la tipifican, y su madurez consiste en llevar este conjunto de valores hasta sus ultimas consecuencias.

La definicion de America es una de las tareas principales que asume Edmundo O'Gorman. El campo preferido de las meditaciones de O'Gorman es el descubrimiento de America y sus historiadores inmediatos; pero son igualmente importantes sus estudios de filosofia de la historia y sus trabajos sobre Fray Servando Teresa de Mier y Justo Sierra, en relacion con los origenes de la Universidad: La idea del descubrimiento de America, La invencion de America, Seis estudios historicos de tema mexicano, Hidalgo en la historia, Cuatro historiadores de Indias y La supervivencia politica novohispana.

Octavio Paz incursiona con el tema en el ambito del ensayo literario y publica en 1950 El laberinto de la soledad, en el que proporciona ¡°un enfoque literario y critico de Mexico, historia y mitologia¡±. Monsivais agrega: ¡°El libro fija un criterio cultural en su instante de mayor brillantez, y su lenguaje fluido y clasico transmite la decision de aclarar y de aclararse una sociedad a partir del examen (controvertible) de sus impulsos y mitos primordiales.¡± Paz considera al mexicano como un hombre que ha vivido todas las formas imaginables de deshumanizacion. Ello lo ha sumido en una vida de zozobra, angustias y soledades. A traves de ella, en tanto que otros hombres han vivido tambien estas formas de existencia, habra de revelarse la posibilidad de comprension entre todos los hombres.

Pero podemos senalar el ano de 1935, aproximadamente, como punto de partida en el que una nueva generacion de pensadores y artistas siente que la admirada y respetable labor de los miembros del Ateneo de la Juventud ha sido una brillante labor intelectual, aunque ha resultado insuficiente para solucionar los problemas de fondo, porque la cultura que forjaron siguio siendo ajena a la realidad concreta de la nacion. Frente a esa circunstancia, la nueva generacion considera que para superar el desgarramiento interno en todos los planos, la unica solucion esta en volver a los origenes; esto es, empapar el espiritu en las tradiciones fundamentales de la nacion y en tomar conciencia plena de las circunstancias vitales del presente.

Parece comprensible que este regreso a las fuentes no se inspire en un rechazo indiscriminado de lo nuevo ni de la cultura europea, sino que represente el temor de reincidir en trasplantes no asimilables a la realidad nacional, como ya habia ocurrido en el caso del positivismo, por ser extranos al hombre y a la sociedad mexicanos. Asi pues, en este texto nos acercaremos, en primer termino a la reflexion sobre el tema de la definicion de America Latina y, a partir de ella, el caso de Mexico, en terminos de su relacion con la literatura.

La busqueda de la identidad en America Latina

Bien se puede llamar a America Latina lugar de conflicto en la busqueda de la identidad nacional. La variedad y la indeterminacion de los elementos y de los conceptos nos ponen frente a un complejo cultural con el que no se puede especular sin los referentes de las culturas metropolitanas pasadas o presentes, como centros de los cuales depende o dependio, y de las culturas nativas como un fuerte componente popular. El conflicto se plantea en el momento mismo del reconocimiento entre los dos polos. Alfredo A. Roggiano dice a este respecto: ¡°El problema de la identidad cultural de Iberoamerica, como el de cualquiera otra comunidad humana, esta inevitablemente ligado al problema de su autonomia (economica, politica, etc.), proclamada en manifiestos fundacionales desde los anos en que se cortaron nuestros lazos con Espana, pero nunca lograda realmente, sino soslayada y encubierta, en la teoria y la practica, por un cosmopolitismo idolatrico con pretensiones de contemporaneidad en la historia de paradigma europeo¡±.

El problema de la identidad no se manifiesta como tal mientras no aparece una diferencia entre la propia cultura y las otras; porque, como senalan varios criticos, la afirmacion de la identidad es, mas que todo, una autodefensa, una forma de proteccion frente al posible despojo de lo que se considera privativo y especifico. Por esta razon, las sociedades primitivas que vivieron aisladas no se plantearon este problema hasta sentirse amenazadas, ya que antes no habia una confrontacion entre sistemas culturales diferentes que las obligara a definirse a si mismas. La identidad cultural podria ser, segun Miguel Leon-Portilla, ¡°una conciencia compartida por los miembros de una sociedad que se consideran en posesion de caracteristicas o elementos que los hacen percibirse como distintos de otros grupos, duenos a su vez de fisonomias propias¡±.

La amenaza a lo que se pretende como integridad propia se hace patente por las diferencias que los otros resaltan. Por eso se habla mas de identidad cultural en las sociedades que ven en peligro lo que ellas consideran especifico de su historia ?como es el caso de los paises latinoamericanos? que en las sociedades tradicionalmente exportadoras de creaciones culturales, como las europeas y, mas recientemente, la norteamericana. Raul Dorra senala: ¡°La America iberica aprendio a preocuparse por su identidad y siguiendo la via de esa preocupacion aprendio el temor a la dependencia cultural. Por lo tanto, responder al problema ?o al reto? de la identidad significo sustraerse y defenderse de quien le habia ensenando a formularselo. Situada en la periferia de la cultura occidental, es decir en las margenes de Europa, la America iberica encontro que su busqueda de identidad no habia de ser expansiva sino defensiva, no habia de seguir un itinerario de semejanzas sino de diferencias. Debia mostrar en que no era europea y formarse a partir de dicha negacion, debia moverse entre la prohibicion y el rechazo¡±.

Algunos criticos se refieren a este problema con el termino ¡°alteridad¡±. Especialmente algunos criticos europeos que consideran que la cuestion de la identidad cultural, en cualquiera de sus dimensiones (regional, nacional o continental) en America Latina, es una idea muy gastada en los ultimos tiempos: ¡°El criterio que rige la geografia cultural nacional e internacional latinoamericana, antes que la identidad, es la alteridad. Cada minoria cultural se identifica a si misma, mas que todo por las diferencias con las culturas que la rodean, lo otro [la alteridad] es lo que, a consecuencia de una actitud etnocentrica, le da la posibilidad a cada uno de aparecerse a si mismo como miembro de una comunidad cultural distinta¡±. Es decir, se propone tomar la alteridad como punto mas accesible a la exegesis, y a la identidad como el problema de fondo.

La identidad es siempre una cualidad relativa, inexacta o incluso circunstancial. La importancia que se adjudica al concepto de identidad cultural es relativamente reciente y se ha impuesto a partir de una nocion dinamica del desarrollo no centrada exclusivamente en la economia. La primera definicion se la debemos a Aristoteles, quien en su Metafisica dice: ¡°En sentido esencial, las cosas son identicas del mismo modo en que son unidad, ya que son identicas cuando es una sola su materia o cuando su sustancia es una. Es, por lo tanto, evidente que la identidad de cualquier modo es una unidad, ya sea que la unidad se refiera a pluralidad de cosas, ya sea que se refiera a una unica cosa¡±.

La definicion de identidad, hoy en dia, luego de su transito por la historia del pensamiento occidental, ha quedado en una concepcion que se basa en un criterio convencional. No se puede afirmar de una vez por todas el significado de la identidad o el criterio para reconocerla, pero se puede, en un ambito determinado, establecer de modo convencional y apropiado tal criterio.

La ultima concepcion tiene su base en el hecho de que tanto los pueblos como los individuos necesitan una definicion de identidad para poder representarse frente a si mismos y ante los demas. Estamos ante el problema de la cultura que mira y cultura que es mirada: el dialogo entre culturas. Dialogo que es el punto de partida para dar cuenta una de la otra, para conformar la imagen de cada una de ellas.

Las diferencias culturales y en algunos casos linguisticas de los sectores que conforman los paises de America Latina, han constituido un obstaculo para el dialogo entre las instancias en los diferentes niveles: dialogo en el nivel local, en el nivel de comunidad latinoamericana y dialogo en el nivel internacional, especialmente con las metropolis de la cultura occidental. La realidad pluricultural de America, que en muchos casos se vive en una escision de sus componentes, lo impide.

Se puede hablar entonces de que en la actualidad se da un principio de dialogo, gracias al cual se concilian la ruptura y la continuidad en formulaciones sobre la tradicion de ruptura o la tradicion de lo nuevo, o se manifiestan distinciones entre la identidad por semejanza de caracteres, la identidad de un fundamento y la identidad de un proposito. Justamente, en esta ultima tendria cabida lo imaginario, entendiendo este como el universo de las representaciones, individual y colectivo, ya que America Latina no debe comprenderse como un concepto determinado desde el principio y con caracteristicas definidas para siempre, sino mas bien como algo que ha ido haciendose o inventandose en la medida en que ha adelantado en ese proceso. Y es en este proceso, como varios criticos lo han senalado, donde la aportacion de los novelistas hispanoamericanos en la linea de la busqueda de la identidad con la realidad historica es absolutamente decisiva.

Sobre la identidad en el ambito literario

Julio Ortega aporta su definicion: ¡°Fluctuante, inquieta y enigmatica, la identidad es la dimension comunitaria de la experiencia cultural¡±. Y senala que la memoria, la tradicion oral, la transcodificacion de la cultura occidental hacen nuestras culturas plurales, pero tambien ¡°la incorporacion creativa de la escritura como instrumento para senalar nuestra propia diferencia en la pagina¡±.

La literatura es, a la vez, reflejo y configuracion de esa concepcion global que toda cultura conlleva. Es el lugar donde la identidad cultural se imprime, se organiza y se expresa como una experiencia viva, como un diseno simbolico capaz de involucrar un mundo total en movimiento segun pautas de percepcion, de accion y de conocimiento propias de cada sociedad. En la literatura es donde mejor se registra la idiosincrasia cultural, donde se ve como la mentalidad entrama el acaecer personal con el colectivo, como los procederes empiricos se imbrican con las inclinaciones imaginarias, como la subjetividad se relaciona con la realidad externa. ¡°Ningun otro arte tiene tal capacidad de representar tanto mundo como totalidad en un acto¡±, dice Saul Yurkievich y, para los latinoamericanos la literatura es, ademas y sobre todo, el lugar del reconocimiento.

En la narrativa de America Latina a partir de los anos cuarenta, las formas novelescas se renuevan tanto en el plano linguistico como tematico. Obras como Yawar fiesta (1941) de Jose Maria Arguedas, El luto humano (1943) de Jose Revueltas, Al filo del agua (1947) de Agustin Yanez, El senor presidente (1946) y Hombres de maiz (1949) de Miguel Angel Asturias, por ejemplo, dan una nueva dimension a la literatura de tematica ¡°indigenista¡± ?con todo lo discutible que puede ser este termino? mediante la incorporacion de mitos, creencias, alegorias y simbolos profundamente enclavados en el pensamiento de este sector cultural.

El novelista da un paso mas alla de las apariencias para ensanchar los limites de lo real y para incluir tanto lo que se ve, como lo que no se ve. Si aqui hemos privilegiado la narrativa es porque, dada su naturaleza, constituye el lugar literario donde mas declaradamente se proyectan los problemas y los mitos colectivos.

Sin embargo, tambien el ensayo se ha hecho presente siempre de manera decisiva en la literatura hispanoamericana y, como dice Rosalba Campra, la novela sufre contaminaciones ensayisticas y el ensayo a su vez adquiere proporciones novelescas: ¡°novelistas, ensayistas y poetas se expresan en todos los espacios posibles, a la busqueda de una forma para la identidad¡±.

El caso de Mexico

En el caso de Mexico, en lo que se refiere al genero ensayistico, Jose Luis Martinez ha realizado el trabajo de seleccion y compilacion sobre el ensayo mexicano moderno, y en el prologo a esta obra senala que un repertorio representativo de ensayos franceses o ingleses nos ofrecerian reflexiones sobre cuestiones esteticas, filosoficas, politicas, morales o creaciones y juegos puros de la inteligencia y el ingenio, y solo en casos excepcionales los ensayos se limitarian a los problemas nacionales. En Mexico, por el contrario, ¡°nuestros ensayistas se inclinan insistente y tenazmente a explorar una sola interrogante, la realidad y la problematica nacional, cualquiera que sea su personal perspectiva y disciplina ?filosofica o historica, cientifica o literaria? y su ideologia¡±. El tema constante en la mayoria de los ensayos modernos es Mexico: ¡°Mexico en su totalidad o algunos de los asuntos que interesan a la formacion del pais: su historia, su cultura, sus problemas economicos y sociales, sus creaciones literarias y artisticas, su pasado y su presente¡±.

Pero este interes por la nacion no es un topico privativo de Mexico ya que se extiende a los demas paises latinoamericanos, segun senala Jose Luis Martinez, desde los anos de Sarmiento, Bello y Altamirano hasta hoy en dia. El ensayo hispanoamericano se preocupa por tres problemas principales: ¡°la cultura de nuestros paises; los problemas raciales, politicos y economicos y la emocion de lo historico, cauces que confluyen en lo mas vasto de la problematica nacional¡±.

Sin embargo, la preocupacion por esa problematica estuvo y continua dividiendo en dos o mas grupos a quienes se ocupan de ello. En un grupo, los que defienden una cultura solo a partir de la hispanica y frente a ellos, los que buscan en el pasado prehispanico las raices de la mexicanidad. Los que optan por el mestizaje de una forma u otra se ubican igualmente en alguna de esas tendencias. Luis G. Urbina, en su ensayo titulado ¡°Origen y caracter de la literatura mexicana¡±, se pronuncia abiertamente en contra del ¡°topico gastado¡± de que la literatura mexicana, y todas las demas de Hispanoamerica, son unicamente ¡°un reflejo de la peninsular¡±. Y en un tono que llega a lo ironico, rechaza la idea de que se considere la literatura de estos paises como ¡°una familia de aquella antigua y nobilisima matrona, en cuyo seno se amamantan todavia incapaces de nutrirse por si mismas, estas literaturas novicontinentales¡±. Mas adelante, Urbina argumenta su opcion por el mestizaje: ¡°Se sabe que la mezcla de dos razas, la aborigen y la conquistadora, que ha constituido el tipo del mexicano, del mestizo (llamemosle con el nombre evocador), ha producido alteraciones fisiologicas que los sabios estudian ahora en el fondo de sus gabinetes¡±, y apoyandose en los resultados que los cientificos han obtenido, Urbina senala: ¡°fisiologicamente no somos ya este ni aquel; somos otros, somos nosotros; somos un tipo etnico diferenciado y que, no obstante, participa de ambas razas progenitoras. Y una y otra luchan por coexistir, por sobrevivir en nuestro organismo¡±. Ante estas deducciones, el mismo se cuestiona: ¡°Pues bien me interrogue, ¢¯por que lo que acontece en el mundo fisiologico no ha de haber acontecido en el psicologico?¡±.

Este ensayo parece contestar con muchos anos de anticipacion, al planteamiento de Espana como ¡°madre¡± que Andres Iduarte expone en un ensayo que publica en el ano de 1951, y que lleva por nombre ¡°Espana: hija, hermana, madre¡±. Iduarte senala que ¡°en el orden permanente de la cultura llamamos ayer, con razon, madre a Espana: de alli vino la lengua. Madre de la nuestra es ¢®que duda cabe! la lengua espanola del XVI¡±, y enseguida, denomina como ¡°hijos suyos¡± a los ¡°clasicos del espanol en America: Garcilasso el Inca, Juan Ruiz de Alarcon, Sor Juana...¡±. Luego, agrega: ¡°Hija, y hermana, y madre nuestra es Espana, como la America lo es de ella. Hay ya una concepcion madura, ecumenica, ajena a peleas de parroquia, opuesta a la de quienes confunden lo que es Espana con espanoles de nacimiento, opuesta tambien a la de quienes equivocan America con hispanoamericanos de nacion¡±. Y con ello deja en claro la postura hispanista que aparece de nuevo reflejada en su ensayo ¡°Cortes y Cuauhtemoc: hispanismo, indigenismo¡± (1948).

Resulta interesante considerar que en estos anos de profunda preocupacion por lo nacional ocurren dos hechos que marcan notablemente el momento: el primero de ellos de manera mas decisiva en la historia de Mexico. El antes llamado Partido de la Revolucion Mexicana (PRM), y luego Partido Nacional Revolucionario (PRN), surge con el nuevo nombre de Partido Revolucionario Institucional (PRI) el 18 de enero de 1946, bajo el lema ¡°Democracia y justicia social¡±. El PRI sigue postulados planteados desde el PRM, como son la continuacion de la reforma agraria, la igualdad civica de la mujer, la intervencion del estado en la economia, etcetera, aunque eliminando toda alusion al socialismo. Se retira a las asociaciones gremiales ?Confederacion de Trabajadores Mexicanos (CTM), Confederacion Nacional Campesina (CNC) y Confederacion Nacional de Organizaciones Populares (CNOP)? la capacidad de escoger a sus candidatos, funcion que asumen los organos directivos del partido. La constitucion del Partido Revolucionario Institucional como tal, en el ano 1946, no deja de ser significativa si consideramos que el PRI se mantuvo en el poder ejecutivo hasta el ano 2000 y desde la consumacion de la Revolucion Mexicana.

El segundo hecho, ocurrido en el ano 1947, es mas su importancia ocasional pero no por ello menos atendido por los intelectuales. En ese ano, gracias a unas reparaciones en el Hospital de Jesus, se hallaron los restos de Hernan Cortes. Los hispanistas expresaron su regocijo en articulos periodisticos e incluso en libros, y hasta pidieron una estatua para el conquistador de Mexico que simbolizara el reconocimiento al ¡°fundador de la nacionalidad¡±. Por el contrario, los indigenistas atacaron la idea y todo parecio quedar en nada ya que el gobierno hizo oidos sordos a este asunto. El articulo de Andres Iduarte que antes mencionamos toma como centro de interes la anterior circunstancia. El ensayo inicia diciendo: ¡°La reciente exhumacion de los restos de don Hernando Cortes y su inhumacion subsecuente son, simplemente, caracteristicos episodios de la historia politica sobre la Conquista de America y, en consecuencia, nuevos hitos de la integracion del espiritu hispanoamericano¡±.

En lo que respecta al ambito de la narrativa, es importante senalar que la Novela de Revolucion, en la que se incluyen Mariano Azuela, Martin Luis Guzman, Rafael F. Munoz, Nelly Campobello, Gregorio Lopez y Fuentes, Agustin Vera y Jose Revueltas, entre otros, posterga la reflexion sobre la identidad mexicana que surge inevitablemente del proceso en marcha y que la Revolucion parece haber concretado en una nacion de rasgos originales y propios. Son los autores de una generacion posterior, como Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Elena Garro, Jorge Ibarguengoitia, y los mas jovenes en ese entonces como Fernando del Paso y Elena Poniatovska, quienes enjuiciaran criticamente ?y a veces con sordida ironia? esa identidad forjada alrededor de ideales revolucionarios que han terminado institucionalizados, en el Partido Revolucionario Institucional, entonces en el gobierno de Mexico.

En las obras de la narrativa mexicana de las decadas de los cuarenta y cincuenta, epoca en que se pone en evidencia el problema de lo nacional, la nacion ya no se representa como espacio integrado, sino como una fragmentacion simultanea dotada de todo tipo de infracciones temporales que apuntaban a poner en primer termino la presencia del discurso nacionalista.

Este problema de lo nacional se erige en el marco del genero novelesco conduciendo a nuevas propuestas en el plano de la forma, especialmente, que remueven la institucion literaria mexicana. Una de las primeras manifestaciones es la irrupcion del plurilinguismo. Entendemos por plurilinguismo, segun lo plantea Bajtin, como la apropiacion por parte del discurso novelesco de estratos (generos y estilos) no literarios del lenguaje social de su tiempo, y en la reelaboracion de estratos del lenguaje provenientes de la tradicion literaria actual y pasada en torno a aquella zona de contacto con el presente en devenir. Esta transformacion del lenguaje de la novela solo pudo llegar a producirse gracias a la cultura oral de los grupos marginados muchas veces por la cultura escrita.

Consideraciones finales

El vigesimo segundo Congreso del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, celebrado en Paris en la sede de la UNESCO, del 13 al 17 de junio de 1983, se consagro al tema de la ¡°Identidad cultural de Iberoamerica en su literatura¡±. Una seleccion de las ponencias presentadas la realizo Paul Vedevoye, profesor emerito de la Sorbona, y se publicaron bajo la coordinacion de Saul Yurkievich, en 1986, bajo el mismo titulo del congreso.

Cinco de los articulos estan dedicados a la literatura mexicana. Uno trata de Terra Nostra de Carlos Fuentes; otro, toma el epistolario de Alfonso Reyes y Pedro Henriquez Urena; uno mas se ocupa de un momento de la literatura colonial mexicana, y otro sobre la literatura de la independencia mexicana, y el ultimo, estudia la legitimacion indigena en Balun Canan de

Rosario Castellanos y en Hombres de maiz de Miguel Angel Asturias (Guatemala).

En el mismo ano de 1986, Fernando Ainsa publica su largo estudio Identidad cultural de Iberoamerica en su narrativa en el que incursiona por la narrativa de America Latina y Brasil tras el motivo del cuestionamiento de la identidad. Si bien Ainsa toma en cuenta la narrativa mexicana contemporanea, no llega a un analisis completo de ninguna obra en particular, ya que el desarrollo de su obra obedece a una metodologia que atiende a topicos y motivos mas que a obras concretas por paises o epocas.

Pero aun queda por realizar un estudio mas profundo de la narrativa mexicana, especialmente la contemporanea, al momento de efervescencia filosofica e historica sobre la identidad nacional.

Bibliografia

AINSA, Fernando, Identidad cultural de Iberoamerica en su narrativa. Gredos, Madrid, 1986.

AINSA, Fernando, Los buscadores de la utopia. La significacion novelesca del espacio latinoamericano. Monte Avila, Caracas, 1977.

BAJTIN, Mijail Bajtin, Teoria y estetica de la novela, trad. Helena S. Kriuvkova y Vicente Cazcarra. Taurus, Madrid, 1989.

BRADING, David, Los origenes del nacionalismo mexicano. Era, Mexico, 1988.

CAMPRA, Rosalba, America Latina: La identidad y la mascara. Siglo XXI, Mexico, 1987.

DORRA, Raul, ¡°Identidad y literatura¡±, en Identidad cultural de Iberoamerica en su literatura. Saul Yurkievich (coord.). Alhambra, Madrid, 1986.

IDUARTE, Andres, ¡°Cortes y Cuauhtemoc: hispanismo, indigenismo¡±, en El ensayo mexicano moderno, t. 2. Jose Luis Martinez (ed.). FCE, Mexico, 1984.

IDUARTE, Andres, ¡°Espana: hija, hermana, madre...¡±, en Hispanismo e hispanoamericanismo. Joaquin Mortiz, Mexico, 1983. [Publicado por primera vez en Hoy Mexico, 12 de mayo de 1951].

LAFAYE, Jacques, ¡°¢¯Identidad literaria o alteridad cultural?¡±, en Identidad cultural de Iberoamerica en su literatura. Saul Yurkievich (coord.). Alhambra, Madrid, 1986.

LEON-PORTILLA, Miguel Leon-Portilla, ¡°Antropologia y culturas en peligro¡±, America Indigena, vol. 35, 1975, pp. 15-27.

MARTINEZ, Jose Luis (ed.), prologo a El ensayo mexicano moderno, 2 t. FCE, Mexico, 1971. [2a. ed. refundida y aumentada. 1a. ed. del tomo 1, 1958; 1a. del tomo 2, 1968].

MONSIVAIS, Carlos, ¡°Notas sobre la cultura mexicana en el siglo XX¡±, en Historia general de Mexico. Version 2000. El Colegio de Mexico, Mexico, 2000.

O¡¯GORMAN, Edmundo, Cuatro historiadores de Indias, siglo XVI: Pedro Martir de Angleria, Gonzalo Fernandez de Oviedo y Valdes, Fray Bartolome de las Casas, Joseph de Acosta. Alianza Editorial Mexicana, Mexico, 1989.

O¡¯GORMAN, Edmundo, Hidalgo en la historia. Discurso de ingreso a la Academia de Historia pronunciado en 1986.

O¡¯GORMAN, Edmundo, La idea del descubrimiento de America (1951). UNAM, Mexico, 1976.

O¡¯GORMAN, Edmundo, La invencion de America (1958). FCE, Mexico, 1995.

O¡¯GORMAN, Edmundo, La supervivencia politica novohispana. Universidad Iberoamericana, Mexico, 1986.

O¡¯GORMAN, Edmundo, Seis estudios historicos de tema mexicano. Universidad Veracruzana, Xalapa, 1960.

ORTEGA, Julio, Critica de la identidad. La pregunta por el Peru en su literatura. FCE, Mexico, 1988.

PAGEAUX, Pierre-Henri, ¡°De l¡¯imagerie culturelle a l¡¯imaginaire¡±, en Precis de litterature comparee. Pierre Brunel e Yves Chevrel (coord.). Presses Universitaires de France, Paris, 1990.

PAZ, Octavio, El laberinto de la soledad, (2a. ed. revisada y aumentada, 1959). FCE, Mexico, 1992.

ROGGIANO, Alfredo A., ¡°Acerca de la identidad cultural de Iberoamerica. Algunas posibles interpretaciones¡±, en Identidad cultural de Iberoamerica en su literatura. Saul Yurkievich (coord.). Alhambra, Madrid, 1986.

URBINA, Luis G., La vida literaria de Mexico. Porrua, Mexico, 1946 [Coleccion de Escritores Mexicanos].

YURKIEVICH, Saul (coord.), Identidad cultural de Iberoamerica en su literatura. Alhambra, Madrid, 1986.


Sincronía Invierno 2002

Sincronía Pagina Principal